15. Dos caminos

Desperté con un dolor de cabeza terrible, y sintiendo un cansancio infernal, me removí un poco en mi cama porque tenía mucho calor, pero choque con algo que ante mi contacto también se movió, abrí mis ojos y observe como dormía el Seba a mi lado, estaba destapado completamente, y lo justifico porque mi pieza es un muy calurosa, pero yo que soy un friolento lo soporto muy bien, pero el no tanto, estaba desnudo completamente, su pene estaba semi erecto, verlo así mandaba ondas de corriente a mi cuerpo, queriendo devorarlo por completo.

Mi celular vibro en el velador, me di vuelta para buscarlo, notando que yo igual estaba desnudo, vi la hora, eran pasado las 12:30 de la tarde.

Gustavo: Camilo espero que hayas tenido una buena noche y no tengas tanta caña hoy jajajajaja, espero que nos podamos juntar

Gustavo: Veo que aun duermes, así que cuando despiertas me avisas a qué hora nos podemos ver

Se me había olvidado que había invitado al Gustavo, solo lo recordé a más detalle cuando revisé los mensajes de WhatsApp que tenía. Pensé en decirle que no viniera, pero igual tenía ganas de verlo, llámenme puto, pero sentía que estaba en mi mejor momento.

Yo: gracias, lo pase súper bien y obvio te espero en mi casa a las tres si te acomoda o avísame cualquier cosa, como te dije si tienes una película buena, tráela.

Pensé en dejar el celular a un lado, pero me respondió de forma inmediata.

Gustavo: Esta bien para mi esa hora, llevare unas películas y una Pizza, pero sin piña jajajaja

Yo: Esta bien, te espero entonces :)

Solté mi celular, porque Gustavo seria para después, ahora tenía otros planes entre manos, ver tan cómodo durmiendo al Seba a mi lado, me hacía no querer despertarlo nunca, recordé aquel tiempo donde mis sentimientos estaban a su merced, pero el destino hizo que las cosas cambiaran y no negaba que le tenía un gran cariño ya no lo quería como antes, el Pipe hizo que las cosas cambiaran.

Lejos de segundas intenciones, recosté mi cabeza en su brazo y pasé mi brazo por sobre su abdomen algo marcado y con un caminito de vello que le daba un toque más salvaje. Él se removió abriendo sus ojos, no dijo nada si no que solo me presiono más hacia él.

Me sentía relajado, no sé si pleno, pero me gustaba esta sensación, el hacer las cosas sin tener que responder ante nada ni nadie me gustaba. Pase mi mano por su six pack, me gustaba tocarlo, notaba que él ya había despertado un poco más porque su respiración no era tan calmada como antes, deje caer mi visión hacia su entre pierna, la cual tenía la cantidad justa de vellos, en lo personal los prefiero más peludos que depilados,  lo que no implica que sea una selva amazónica, sino que peludos pero rebajados (no sé si me explique bien), así se me hacen más machos (jajajajaja todo son cosas de gustos), su pene estaba en plena erección cayendo hacia un lado de su cadera, deposite un beso en su pecho, mientras continuaba pasando mi mano por su abdomen.

Baje mi mano hasta que pude acariciar la parte donde crecía su vello, el solo suspiraba y su respiración agitada hacía notar lo expectante que estaba, sin pudor alguno deje pasear mis manos hacia sus testículos, los cuales los masajee y pase mis dedos de forma muy suave, simulando el toque de una pluma, él se removió y dejo salir una risita.

- Esa wea me dio cosquillas – dijo

- Pero cuando paso mi lengua así a ti te gusta – le respondí

- es que tu boca es gloriosa – me respondió – tengo unas ganas de que me pegues una chupada – dijo con voz y cara de caliente

- con una condición – respondí

- ¿así? Cuál es esa – me cuestiono

- si me das un beso – lo dije serio, quería sentirlo

- no – fue todo lo que respondió, y lo dijo de verdad, me estaba dando la wea porque no sería la primera vez que nos dábamos un beso

- ¿Por qué no? – pregunte

- Porque… - dudo antes de responder, ya me estaba pasando mil rollos – porque no me he lavado los dientes todavía y me da vergüenza – me dieron ganas de reír – no te rías ves que no te puedo decir ninguna wea, yo te hablaba enserio

- puta tu sabes que eso a mí me da lo mismo – dije

me acerque y le di un beso bien intenso, el metió su lengua a mi boca y yo feliz lo recibí, mi mano como si tuviera vida propia envolvió su falo, para acariciarlo, moví mi mano de arriba hacia abajo con un ritmo constante.

- ¿te gusta? – interrogue

- si me gusta cómo me corres la paja, hazlo más rápido – pidió y como sus palabras eran órdenes para mí lo hice tan rápido como mi brazo podía, el solo se quejaba – ya po chúpamelo, quiero irme cortado en tu boquita – sin negárselo más, me desplace por mi cama hasta quedar frente a frente a su pene.

Con mi mano aun sobre él lo apreté, vi una gota de líquido pre seminal que asomaba y sin poder resistirlo más pasé mi lengua sobre ella, él se estremeció, por lo que abrumado por el momento volví a acometer esta vez metiendo solo su cabeza del pene mientras aun lo acariciaba de abajo hacia arriba.

- hermano, lo haces tan rico – dijo poniendo una mano en mi cabeza obligándome a meterlo más profundo en mi boca.

Si había algo que sabía que me gustaba hacer era el sexo oral. Me gustaba mucho mamarlo, eso si no a cualquiera, el Seba me hizo cambiar de posición de tal forma que mi culo quedó más cercano a él y pudiera jugar con sus dedos en mi entrada, primero metió un dedo, para luego ingresar otro más, yo gemía en ocasiones siendo casi imposible seguir mamándolo.

- Acuéstate – me dijo el

Como él lo pidió, lo hice, estaba acostándome de guata en la cama, pero él me dio vuelta, puso mis dos piernas en sus hombros y guio su pene a mi ano, el cual estaba más dilatado tras du juego previo con sus dedos, entro lentamente en mí, esta posición era nueva entre el Seba y yo, y la profundidad que alcanzaba con sus estocadas casi me hacían poner los ojos blancos del placer, estuvimos unos minutos así hasta que el comenzó a hacer movimientos erráticos que me indicaban que estaba por venirse, de un momento a otro salió bruscamente de mí, haciéndose paso para llegar a mi cara, cundo comprendí solo abrí la boca para sentir como el líquido salía disparado a mi garganta, parte del semen que disparo quedo en mi cara, pero como acto del momento con mis dedos lo junte para echarlo en mi boca.

El Seba cayó rendido en mi colchón respirando como si hubiera corrido una maratón

- me vuelve loco cuando haces esas cosas cochinas – me dijo

- me estás diciendo cochino – pregunte con humor

- no cochino, si no que cuando te pones caliente haces cosas que me encantan – dijo dándome un beso en la frente.

Mire la hora en mi velador y eran las 1:30, pero lo que quedaba poco para que llegara Gustavo y tenía que limpiar, bañarme y mil cosas más, así que invente una excusa para sacar al Seba de mi casa antes que el llegara, aunque no quería que el Seba se fuera, ya no podía dar marcha atrás con Gustavo.

- Seba – dije llamando su atención – quisiera que nos quedáramos todo el día así pero mi vieja debe estar por llegar así que tengo que ordenar y tu vestirte – le dije

- chuta, me vestiré rápido no nos vaya a pillar mira que no quiero que me obliguen a casarme contigo si te embarazo – se mató de la risa y en parte a mí también por lo que me reí

- eres bien tonto – dije entre risas

- sé que te gusto así, así que para que cambiar, el Seba bien dotado trae todo incluido – dijo agitando su pene ahora flácido

- ya mejor báñate y te vistes, mientras yo ordeno la pieza.

El Seba me hizo caso, así que ordené todo a velocidad de la luz, deje la ropa del Seba ordenada en mi pieza para que se vistiera mientras me comía algo rápido, andaba solo en ropa interior por la casa, menos mal mi mamá había dejado el aseo listo y como solo llegue a acostarme con el Seba habíamos desordenado solo la pieza.

- Eres un muy buen dueño de casa, te contratare para que me hagas el aseo y ordenes mi ropa – me dijo el saliendo vestido de mi pieza

- que más quisieras

- ya yo me voy antes que llegue la suegra – se rio – cuídate y estamos hablando, espero que me invites más seguido

- bueno eso lo pensare – dije

Se acercó y me dio un piquito

- me tienes que invitar no más si tú eres mi puta – me sonrió de forma coqueta, por el tono de sus palabras debí haberme enojado, o sea, a quien le gusta que le digan esas cosas, pero debía reconocerlo que a mí me gusto un poco y de hecho me excite.

- ya gracioso nos vemos – dije – cuídate y estamos hablando – le di otro poquito

Lo acompañe a la puerta y apenas salió, corrí a bañarme, solo me quedaban 30 minutos antes que llegara Gustavo y tenía que estar en condiciones de recibirlo, antes me tome dos paracetamoles para que el dolor de cabeza bajara.

Me bañe en tiempo record, a las tres en punto tenía todo listo, pero antes llame a mi mamá para ver hasta qué hora tenía con Gustavo. Mi mamá me dijo que mi tío la iría a dejar a la casa en auto más menos como a las diez de la noche así que tenía una buena tarde por delante y dudaba que él se quedara hasta tan tarde porque igual tenía que ir a su casa con su esposa.

Pasado las tres sentí un auto estacionarse fuera de mi casa y no tenía que ser adivino para saber quién era, fui a abrir la puerta y me encontré con el vestido de la misma manera que siempre, pareciendo todo un profesional, tenía en la mano una caja de pizza y sobre ella otra caja más pequeña.

- Hola ¿Cómo estás? – le dije acercándome a el para ayudarlo con las cajas

- Bien ¿y tú? – me saludo – no te preocupes yo las llevo – me dijo cuando quise ayudarle con las cajas.

- bueno entonces pasa – dije llevándolo camino a la casa, antes que las vecinas sapas dijeran algo, no había pensado en ese detalle, pero ya se me ocurriría algo al respecto si mi mamá me preguntara.

Entramos, deje la pizza sobre la mesa y la caja encima lo que asumía eran las películas que bien sabia nunca veríamos.

- ojalá te guste la Pizza, pero no sabía cuál te gustaba así que traje la que es mi favorita – abrí la caja y si me encantaba, era de peperoni

- a mí me encanta esta pizza – dije – traeré unos platos para que comamos, quieres puedes poner algo en la tele y lo vemos en el living – me pare antes de ir a la cocina – oye y siéntete en tu casa, yo estaré solo toda la tarde así no hay problemas en nada.

Fui a la cocina y llevé todo lo necesario, él estaba en el living sentado en el sillón y me senté a su lado

- qué película quieres ver – le pregunte

- no se a mí me da igual, eso sí me gustan las de terror – me dijo

- bueno a mí también me gustan así que elije tu una y sorpréndeme – lo inste

- oye, esto es para ti – me dijo pasándome una caja, era la misma que estaba sobre la Pizza – es un pequeño regalo que espero aceptes – lo tome y abrí, era un reloj, se notaba algo caro, aunque le hubiera costado 500 pesos no estaba acostumbrado a recibir regalos, así que era algo incomodo

- no puedo aceptar esto – dije refiriéndome a su regalo

- es una baratija, para mí es un gusto regalarte algo, me caes muy bien además por mi culpa estas sin pega, por eso te lo doy -  respondió

- lo aceptare solo por esta vez, pero que sepas que conmigo los regalos no son necesarios

- bueno eso lo veremos – me respondió

Él puso una película, mientras yo repartía pizza, cuando se dirigía a sentarse al sillón, sentí como me roso, casi punteándome de forma sutil, me reí de manera tal de parecer seductor, hecho que no se si logré.

Nos sentamos a comer mientras la película iniciaba su curso, se podía sentir la tensión sexual en el ambiente, tenía más que claro como las cosas se darían entre nosotros, solo bastaba que alguien diera el último paso.

Sin poner mucha atención en la película quise iniciar una conversación entre nosotros.

- ¿en qué piensas? – le consulte a él al ver que se quedaba mirándome constantemente

- nada – dijo simplemente

- anda, dale con confianza, conmigo no tienes por qué tener mayores reparos – le indique

- es que estaba pensando en lo que hicimos el otro día – dijo – y no lo puedo sacar de mi cabeza, porque me gustó mucho, fue algo muy distinto para mí y me tiene muy confundido – respondió

- ¿es bueno o malo? – pregunte

- malo – respondió – soy un hombre casado, tengo una familia, o sea, tengo planes con mi esposa y jamás pensé que la engañaría con un hombre, me siento raro

- oye no tienes por qué encasillarte en algo, porque esto no significa que seas gay y que tienes que estar conmigo, de hecho, no te obligo a nada, espero que entiendas eso y si tu no quieres algo solo dices que no y adiós problema – respondí

- no es eso, lo que pasa es que me ha gustado, pero yo amo a mi esposa y contigo me pasa algo extraño que nunca me había pasado con nadie – continúo hablando – es algo más sexual, me excitas mucho y no puedo dejar de pensar en ti

- no sé qué decir frente a eso – respondí

- estarías dispuesto a ser mi amante – dijo de la nada – o sea no es una relación, pero me gustaría seguir viéndote, si tú quieres

- yo me siento muy cómodo contigo y tampoco quiero que esto se encasille en algo, podemos ser amigos con derechos, no me gusta mucho la apalabra amante – dije sinceramente

- pero tiene que ser un secreto, nadie puede saberlo

- de mi parte es más que seguro, no le diría jamás a nadie – respondí

- oye y tú que piensas en hacerme – pregunte

- me gustaría hacerte de todo, me vuelves loco, me dan ganas de partirte el culito – dijo, sus palabras me encantaron, pero tenía ganas de experimentar hasta donde era capaz él.

- oye y serias capaz de darme un beso – pregunte

- no se camilo, no creo que pueda hacer eso – dijo pensándolo

- pero si hacemos cosas peores, yo siento que es lo más normal que podríamos hacer.

- igual me costaría – me respondió

- haber – respondí acomodándome en el sillón – confías en mi, aunque sea un poco – pregunte

- si un poco – respondió sonriendo

- quédate quieto entonces – dije levantándome y tapándole los ojos con mis manos.

Me acerque lentamente a él, podía sentir su respiración irregular cerca de mis labios, tenía más que claro que él sabía lo que estaba a punto de hacer, pero no me lo impidió, no lo deje ver en ningún minuto, lentamente me acerqué aún más hasta que nuestros labios se unieron, de principio solo fue un beso común y corriente, hasta que el abrió su boca, por lo que seguí el movimiento de sus labios con los míos, rompí el beso y me separe de él sacando mis manos de sus ojos.

- y que tal ¿muy raro? – consulte

- no tanto – dijo – podría intentarlo de nuevo creo – respondió

Deje caer mis ojos en sus pantalones que ahora eran más abultados que antes

- veo que te gusto – dije

- ¿por esto? – dijo tomando su entrepierna

- si por eso – dije reemplazando su mano - ¿vamos a mi pieza? – le consulté

- bueno si quieres – me dijo

Tome su mano y lo conduje hasta mi pieza, de solo pensar en el grosor de Gustavo, me dolía inmediatamente mi culito, porque el miembro de Gustavo era único y la experiencia que tenía en la cama era sin igual, sin duda me encantaba estar con él, aunque estuviera en medio de una relación.

Llegamos a mi pieza y comenzamos a deshacernos de nuestra ropa, cuando lo vi sacarse su pantalón y ropa interior no aguanté y me arrodillé frente a él para meterlo en mi boca, se lo chupé un par de minutos, pero como su pene era más grueso mi mandíbula me dolía y a él le gustaba que lo tomara profundo por lo que el sexo oral con él era todo un desafío, algo que a mí me encantaba hacer, me gusta romper mis límites.

- me encanta ver cómo te lo comes entero – dijo

Liberando su pene de mi boca me pare y me recosté en mi cama, él me puso en cuatro con toda su fuerza, yo parecía una muñeca de trapo, dejo mi culo al aire y sentí como con su boca comenzó a besarlo, me encantaba esa sensación y como él se entregaba por completo conmigo, sentí como de su pantalón sacaba una cajita de condones y la dejaba en mi velador, saco uno y se lo puso.

- venias bien preparado – le dije cuando sentí como se posicionaba atrás de mí, él se rio.

Lentamente comenzó a entrar en mí, me dolió un poco, pero después que entro completamente me comencé a entregar a la situación dando todo lo que tenía para poder complacerlo al máximo, el me penetraba de mera letal, mis piernas temblaban y sentía que ya no podría resistir por lo que me deje caer a la cama, hecho que hizo que el me aplastara sin dejar de penetrarme, tras unos minutos más de embestidas, me fui cortado sin tan solo tocarme, el por su parte salió fuera de mi culo, para dejar todo su semen en mi espalda.

Caímos rendidos en mi cama, realmente no me podía mover y solo quería dormir, así que cerré mis ojos unos instantes, pero creo que debí haberme quedado dormido porque me despertó los besos que Gustavo estaba dejando en mi espalda.

- fue lo más feroz que he hecho en mi vida, eres un verdadero animal – dije alabando su destreza sexual, Gustavo era el amante soñado de cualquier persona, yo podría afirmarlo ante cualquier persona sin exagerar.

- tu igual estuviste increíble – me dio otro beso en la espalda – tu culo es tan apretado que me encanta – dijo – quiero más de ti – susurro presionando su pene duro en contra de mis nalgas

- no sé si pueda soportarlo una vez más – respondí – me tienes destrozado

- te lo hago despacito – dijo – pero te necesito por favor déjame metértelo otra vez – esta vez busco mis labios y me beso, si quería convencerme me estaba ganando totalmente la batalla

- está bien, pero házmelo lentito y de lado como la otra vez.

No fue necesaria más platica, porque automáticamente se puso otro condón, posicionándose en cucharita sentí como su pene entro nuevamente en mí, ahora realmente grite porque me dolió como nunca

- shhh, calladito bebe que tendré más cuidado para no lastimar mi culito – dijo acariciándome las nalgas

Cuando me sentí totalmente lleno, comenzó a mecerse lentamente, su ritmo me dolía y el placer tardo en llegar, pero los gemidos que el daba me tenían en otra dimensión

- bebé, quieres tomarte la leche – me pregunto a lo que yo respondí un si moviendo la cabeza – hable bebé, quiere la leche o no

- si la quiero en mi boca – respondí

Me lo metió un rato mas, pero sus últimas embestidas fueron las que me destrozaron porque golpeaban justo en mi próstata haciendo que mi cuerpo casi convulsionara del placer.

Salió de mi interior, se sacó el condón, yo casi en estado de bulto caí de espalda viendo cómo se masturbaba acercándose a mi cara, abrí mi boca y el depositó su pene para que chupara, así lo hice hasta que su liberación llenó por completo mi boca.

- nunca me cansare de hacértelo – me dijo

Estaba agotado o más bien destruido, de un principio había dicho que le hubiera gustado romperme el culo, y ahora tenía claro que lo había dicho, siempre me había reído de la típica parodia de que te dejarían en silla de ruedas, pero hoy me había tocado a mí y necesita una con urgencia.

Vi como él se levantaba completamente desnudo, me pregunto dónde estaba el baño, así que le di las indicaciones para que fuera, en el intertanto, levanté y me vestí, él llegó aun desnudo luciendo irresistible, pero ahora sí que no podría hacer nada, él se vistió y ambos fuimos al living.

Calentamos un poco la pizza y continuamos viendo lo poco que quedaba de la película, realmente estaba Knockout y el lucia completamente feliz y satisfecho.

- luces cansado – me dijo con una sonrisa pícara en su rostro

- estoy muy satisfecho – dije – en todos los sentidos

- que quieres que haga – pregunto esta vez sin ese tono sexual

- me gustaría que me hicieras cariño en el pelo – dije

- ven entonces – acomode mi cabeza en sus piernas mientras el acaricio mi cabeza, estaba totalmente relajado mientras continuaba la película que se suponía de terror, pero después entendí que era de acción, era guerra mundial Z, el continúo manteniéndome en estado de coma con sus caricias en mi cabeza – no sabía que eras tan regalón – me dijo

- no lo soy – respondí – no cualquiera tiene este privilegio – me reí

La película termino y se había hecho tarde era cerca de las 8 de la noche, por lo que Gustavo se tenía que ir, antes de irse me dio un abrazo bien fuerte y un ligero beso en la cabeza, quedamos de acuerdo en seguir hablando.

En la soledad de mi casa, necesitaba reponerme de todo, aun me sentía con una caña terrible, pero a eso hay que sumarle el cansancio post sexo, no tenía tiempo de pensar en nada.

Eso falló cuando cruzó por mi mente lo que había hecho con el Pipe en el baño, no se me había pasado por la mente en todo el día, yo soy de las personas que no suele, de hecho, nunca me arrepiento de las cosas que hago, pero sabía que eso había sido un gran error, a pesar de que lo disfrute un poco. Pero en parte sentía que poco a poco podía decir que estaba por fin olvidando al Pipe, velo besar a la Tamara frente a mí me daba asco y en parte estaba ayudando que pudiera olvidarlo un poco más, esperaba que así fuera cada día mas.

Mi mamá llego un poco más temprano de la hora que me dijo, pero por suerte tenía todo ordenado y fuera de huellas que me evidenciaran. Ya listo para dormir recibí dos WhatsApp

Gustavo: Hoy pasé una tarde increíble, espero que estés tan agotado como yo porque eso significará que cause una huella en ti, duerme y descansa bien, mañana hablamos, besos.

Si tan solo supiera, estaría más que conforme con el mismo, así que respondí su mensaje para leer el otro.

Seba: Hola, lo pasé muy bien, se tiene que repetir si o si, no te hable en todo el día porque asumí que estarías descansando, pero eso buenas noches.

También respondí su mensaje. Evitando devanarme los sesos con miles de pensamientos acerca de todo, decidí dormir, ya que en un par de días me iría nuevamente de vacaciones al campo, el lugar que haría que cambiara de aires rotundamente alejándome de todo por tres semanas, cosa que necesita con urgencia, aunque como estaban las cosas no sabía si quería dejar Santiago y perderme un par de aventuras con el Seba y Gustavo.

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Hola a todos :)

He vuelto, aprovecho esta oportunidad para desearles a todos unas felices fiestas patrias y por sobre todo el llamado a cuidarse, si van a tomar no conduzcan, eso
estos dias creo y espero poder escribir más seguido porque tengo unos días de receso en la U, pero a penas vuelva a clases tendré clases de todo, ABSOLUTAMENTE TODO :(
pero aprovechare estos dias igual para que cada momento de ocio me dedique a escribir, eso nos vemos.

Saludos a Todos