9. Recordando el pasado

Pasada la tormenta sale el sol, y así lo sentía de primera persona, pero también era cierto que luego de una tormenta se analizan los daños que dejó, para así ir reparando de a poco la devastación, esta vez no fue tan grande, tenía todas las ganas de superar las trabas que me podrían alejar del Kike.

El día siguiente de nuestra conversación, como vivíamos lejos solo tuvimos comunicación (y mucha) a través de WhatsApp y llamadas telefónicas, el que me llevara el día anterior al parque en el que todo comenzó hizo que naciera la loca idea de que fuéramos al cine, pensando en que nunca habíamos ido juntos a uno y ahora con todo el tiempo libre de las vacaciones, aprovecharíamos de ir.

Nos juntamos al día siguiente cerca de su casa, me dijo que nos iríamos a la segura y no iríamos a un mall que estuviera lleno, así que fuimos al cine hoyts de la reina, ahí tendrían que haber funciones disponibles. Afortunadamente lo había, vimos una película, de la cual no entendí mucho, pero el parecía disfrutarla, de vez en cuando me dedique a ver su perfil y ahí super que haría lo que fuera para hacer que las cosas funcionaran entre ambos.

La película terminó, aún era temprano por lo que decidimos hacer algo más, le pedí que me acompañara a comprarle un regalo a mi mamá y mis hermanos para navidad, así que fuimos al mall más cercano que había, aún faltaban días para la navidad, por lo que suponía que no debería haber mucha gente, pero fue un error, había mucha gente, dándome por vencido decidí que no quería estresarme entre la multitud por lo que definitivamente nos iríamos, saliendo del mall me encontré con una escena familiar, no sabía porque el destino es así, habiendo tantos lugares me los tenía que encontrar ahora, era el Pipe con su hasta ahora polola, madre de su hijo o como quieran llamarla, iban sin el bebé, solo andaban ellos, ella se veía más emocionada que él, el Kike me hablaba de algo, como que mañana en la mañana podríamos venia y así el también aprovechaba de comprarle algo a su familia, me fue inevitable dejar de mirar, hasta que el giro su cabeza y me vio mirarlo, de un principio parecía incrédulo, pero después que comprobó que efectivamente era yo sonrió, miro a mi lado y su cara cambio, queriendo evitar todo tipo de problema apure el paso. El Kike no se dio cuenta de nada porque de lo contrario me lo hubiera dicho.

- Que dices camilo – me consultó

- Me parece super, eso si tenemos que venir temprano, no quiero que nos pase lo mismo – le dije, el pareció de acuerdo. Pude estar más tranquilo cuando los perdí de vista.

Llegamos a la estación de metro, ahí nos teníamos que separar, ese era el problema de que viviéramos tan lejos, en sectores tan opuestos, casi nunca podíamos estar cerca sin tener que tomar metro o una micro y hacer un recorrido largo.

- Camilo, mañana nos vemos entonces – dijo dándome un abrazo que correspondí – Te quiero mucho – susurro en mi oído – te echare de menos.

- Yo igual te extrañare amor – dije, mi boca suelta hizo que me diera vergüenza que me escuchara decirle amor, el por su parte solo reía, no burlándose, sino mostrando una expresión de felicidad.

Nos costó un poco, pero nos tuvimos que separar con la promesa de vernos mañana, cada uno tomo su lado respectivo del metro, el de él paso primero, mientras que el mío pasó unos segundos después, no tome en cuenta la gente que venía a mi alrededor, hasta que siento que golpean mi hombro, me gire porque pensé que era alguien que se quería bajar, pero no fue así, era el Pipe, con su cara sonriente, mire a los lados, pero no había rastro de su pareja.

- Pensé que no me ibas a hablar – dijo

- ¿Y tú? – dije, debía ser psíquico o algo por el estilo, nunca lo vi entrar en el metro o si ya venía, no sé cómo lo hizo

- ¿acaso no me viste? – pregunto, pero sabía que me hacía para probarme

- Si te vi, pero no te vi en el metro – dije

- Es que subí por la otra puerta, cuando te cache vine a hablarte – me dijo

- ah dale – respondí

- ¿y tú… - pensó en que decir – amigo? – consultó

- Vive para el otro lado así que se fue para su casa y yo me voy a la mía – dije, no preguntaría por su novia, no quería que pensara que me importaba.

- Entiendo – dijo – Tienes ojos tristes – comentó mirándome, sabía que él me conocía, convivimos mucho tiempo juntos antes.

- No para nada – dije haciéndome el tonto, además no me sentía triste, en lo absoluto.

- Bueno, quizás fueron solo suposiciones – dijo - ¿Cómo te fue en la u Camilo? – me pregunto de algo más vago, al menos de eso no me incomodaba hablar.

- Me fue super bien, gracias – conteste – pase todos los ramos los dos semestres, me costó caleta eso si, pero valió la pena – dije - ¿y a ti como te fue? – pregunte

- Ya no estoy estudiando – me comentó, su rostro me indicó lo apenado que se sentía, no estaba cómodo con el tema.

- Pucha, que lata – fue todo lo que dije

- Si es que necesitaba plata y entre la u más un trabajo no podía, me empezó a ir mal en la u y congele, quizás vuelva el otro año, pero como tú sabes – bajo su rostro, sabía que hablaba de su hijo, no había que pensar mucho en eso – por eso tenía que tener plata, los gastos son muy grandes.

- Que lata Felipe, estudiar esa carrera era tu sueño, pero tengo fe de que en algún minuto lo lograras de verdad, tienes que confiar en ti no más, además lo estás haciendo por alguien que quieres – dije, su rostro se iluminó por la alusión de su hijo, se notaba que lo amaba.

- Si Camilo, lo vieras es increíble – dijo – es tan chico, pero es muy inteligente – me sentí bien por él, no me podía enojar, no cuando ya había superado nuestro pasado, además un bebé no tiene la culpa de nada, ellos son los seres más indefensos, si hay algo que no dejaría que el dijera que es un error, el error fue que él estuviera con otra persona, no su hijo, el no tenía la culpa de nada.

- Me alegra escucharte y verte así, quizás en algún minuto conozca a tu bebé – le dije

- Si, te caerá muy bien, ni siquiera llora, es muy tranquilo, lo puedo dejar toda una tarde en una silla o en la cama y ahí se queda sin hacer ruido por horas – se rio al recordar alguna anécdota de su hijo

- ¿Cómo se llama? – le consulte

- Se llama Camilo – lo mire y se rio – hubieras visto tu cara de verdad Camilo, tu no cambias – se siguió riendo de su supuesta talla, después de eso no me quedó otra que unirme a él, que loco resultaría si su hijo llevara mi nombre – se llama Alejandro – Comentó

- Es un buen nombre – dije

Nos bajamos del metro porque habíamos llegado a la estación donde él tendría que hacer combinación con otra línea, mientras que yo tenía que salir y tomar una micro, pasamos cerca de un lugar que vendían cosas (San camilo) que estaba justo en la combinación.

- Camilo ¿quieres algo? – me preguntó

- No gracias Pipe, comí hace poco – no era mentira, pero me sentiría muy raro comiendo a su compañía, si ya me sentía un poco mal por esta cercanía, no quería confundir aún más las cosas. Además, no quería que gastara plata en mí, el tenía gastos mayores en estos momentos.

- Vamos camilo, sé que te gustan los berlines de acá – me incito.

- De verdad Pipe, acabo de comer con el Enrique – dije, su nombre se me salió, no quise enrostrarle nada, pero él no lo tomo tan así.

- Se me olvidaba que tu pololo es celoso – dijo – él no tiene porque saber, además no hacemos nada malo, somos amigos recuerda – trató de convencerme.

- No Pipe, de verdad no tengo hambre, pero si quieres comprarte algo te acompaño y después me voy – dije para no ser tan cortante

- Bueno, acompáñame, pero tú te lo pierdes me dijo.

Hicimos la fila, espere que pagara, cuando estuvo a mi lado ya con su compra lista me paso una bolsita de papel.

- Toma, no voy a comer solo – me dijo – además es tu favorito tienes que aceptarlo, o al menos llévaselo a tu mamá, porque no acepto devoluciones – dijo riendo. Sabía que no podía confiar en él, al menos no en esto, siempre le gusto llevarme la contraria.

- Eres insoportable, te lo han dicho – dije

- Si, antes siempre me lo decían – dijo sonriendo y moviendo las cejas.

- Para – le dije – si sigues así me voy – respondí

- Esta bien – dijo – me desubique con esa, pero era solo una talla camilo, ahora estas más serio, eras mejor siendo más chistoso – dijo

- Todos hemos cambiado – dije – tu igual, aunque no lo creas y yo por supuesto que también, ahora somos más grandes – terminé.

- Si tienes razón – concluyó

- Ya Pipe, me tengo que ir, saludos a tu bebé y cuídate harto – dije

- Tu igual Camilo, me gusto hablar contigo – dijo – eres la segunda persona que puedes alegrar mi día solo con tu presencia – dijo, sus comentarios tan fuera de lugar me ponían incomodo, no sabía cómo reaccionar frente a ellos, me hacían sentirme infiel o algo por el estilo.

- No digas eso Pipe, de verdad me incomoda que me digas cosas así – comente

- Es la verdad Camilo, saber que ahora me hablas como cuando éramos amigos me alegra mucho, no sabes cuánto significa esto para mí – dijo – ahora me puedo ir feliz – Me abrazó, más de lo que quería, pero estaba bloqueado, no sabía cómo reaccionar, mi cuerpo sintió cierta nostalgia por todo, su compañía me afectaba, no en el mal sentido, si no que los recuerdos llegaban de golpe y me jugaban una mala pasada.

- Chao Pipe – dije alejándome sin más.

Tenía que salir de ahí, me sentía infiel, sucio, no quería engañar al Kike y si bien no hice nada con el Pipe, su presencia me hacía sentir incomodo, además el estar recién saliendo de una crisis con mi novio no ayudaba mucho, aun me devanaba los sesos intentando no pensar en lo ocurrido días atrás.

Me fui todo el trayecto en micro sopesando lo ocurrido, pero sin duda había algo que me entristecía, el saber que el Pipe tuvo que dejar todo de lado me hacía sentir mal, era su sueño sacar la carrera, siempre me lo decía y siempre estuvo claro de lo que quería hacer, pero por casas de la vida no pudo, y pude ver en su rostro cuanto le afectaba eso a él, solo esperaba que en algún minuto pudiera hacer algo al respecto. No me sentía de esa forma porque fuera solo el Pipe, si no que por cualquiera que no puede perseguir sus sueños me hace sentir mal, me gustaría ayudar a que eso no ocurriera, pero nada estaba en mis manos.

Llegue a mi casa, mi mamá y hermanos estaban a punto de tomar once por lo que me senté junto a ellos en la mesa, no tenía mucha hambre después de todo, así que solo opte por tomar una taza de leche y acompañarlos, últimamente pasaba muy poco tiempo con ellos y de cierta forma sentía que ellos querían más de mí, al igual que yo.

Cuando todos terminamos, me fui a mi pieza, me encontré con un mensaje del Kike en mi WhatsApp.

Kike: Camilo, como siempre alegraste mi día, pasar tiempo junto a ti es lo mejor, no sabes lo feliz que me haces, todo de ti me hace querer dar todo para ver una sonrisa en tu rostro, hoy pensé en ti y en que casi lo nuestro acaba y fue inevitable ponerme triste, pero me dije, que debo aprovecharte y eliminar el pasado y dedicarme a que persigamos un futuro juntos. No sé como, pero llegue a esta canción y me gustó, escúchala y me dices. Te amo camilo. <3

Me quede mirando el mensaje, me era imposible no emocionarme por sus palabras, él se la estaba jugando de verdad, si él estuviera jugando conmigo de partida no me hubiera elegido a mí para seguir con esto.

Apreté el link de la canción y era the scientist de coldplay, una canción simplemente maravillosa, que va mas allá de todo, la escuché atentamente, era una descripción de todo. Tras escucharla supe que debía decirle de mi conversación con el Pipe, al menos decirle a él que me lo encontré, debía seguir en mi línea de la lealtad hacia él, una omisión hoy día podría significar algo peor mañana, y por lo que sentía, no quería perder al Kike, aunque el Pipe viniera hoy día a hacerme caer nuevamente en el lugar que un tiempo estuve y al que estaba seguro que no quiero regresar, no podía cambiar lo que tengo, además ya no estaba ese lazo tan grande que antes nos unía por una simple razón, ya no amaba al Pipe, mi amor ya no le correspondía a él.

Yo: Hay Dios que hare contigo de verdad, no me dejas estar enojado contigo :( pero me gusta eso Kike, no creas que batallaras solo, estamos juntos en esto y por todo lo que siento por ti de verdad no quiero que te vallas de mi lado, la canción me encantó y creo te debo una igual de perfecta. Te quiero tanto Kike que me asusta, pero saber que es mutuo me dice que debo seguir y no rendirme.

Me recosté en la cama, me sentía como Re enamorándome del Kike, como si las cosas habían cambiado y a lo mejor lo pasado nos había servido para saber lo que realmente teníamos cada uno, y todo lo que podíamos perder si nos distanciábamos.

Kike: Mi amor hagamos una locura, no quiero un no por respuesta

Yo: ¿Que cosa?

Kike: Escapémonos, vámonos unos días a otro lugar, no se elige, playa, sur, norte, a donde quiera vayámonos solo tú y yo, no lo pienses.

Yo: ¿Quiero playa y sur, que podemos hacer con eso?

Kike: Eso quería escuchar, déjalo en mis manos amor, te sorprenderé, será la mejor reconciliación de todas, te amo bebé, mi mamá me llama para comer así que después hablamos, desde ya te aviso que nos vamos el jueves a donde sea, pero nos vamos

Yo: Estas loco, pero si no es el jueves, puede ser otro día, estaré encantado de ir contigo, pero acuérdate de que tenemos una salida a playa pendiente para enero.

Kike: Si lo sé, pero esta será una escapada, valdrá la pena, créeme, además somos jóvenes y debemos aprovechar, conoceremos cada parte de Chile.

Yo: Esta bien amor, nada quita que estés loco, pero te acompañare. <3

Kike: Por eso te quiero tanto <3

Sabía muy bien que cuando una idea se le metía en la cabeza al Kike, el solo las hacía, por lo que tenía claro que lo probable es que terminaríamos saliendo, pero debía ser cauto, ya que al menos a mí la plata no me sobraba y no podía darme tantos lujos como él y no me gustaba que el pagara todo me hacía sentir incomodo, prefería mil veces que juntáramos plata entre ambos para costear nuestras cosas como lo hicimos con el viaje programado que teníamos para enero.

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Por temas de tiempo el viaje exprés no pudo ser, en lo personal no tenía problemas con eso ya que a mí me bastaba con su compañía ya sea en su casa, en el parque o algo tan simple como caminar por la calle. Los días pasaron, no pasaríamos juntos ni la navidad ni año nuevo ya que nuestras familias tenían planes y ninguno de los dos nos podíamos restar. En cuanto al tema Pipe, se lo comente al Kike, como suponía él no se lo tomo muy bien, pero aceptó el hecho de que le contara todo.

Un nuevo año comenzaba y no lo hacía soltero, el año pasado lo pasaba tras una decepción amorosa, pero ahora todo era distinto, estaba acompañado por el Kike. El como siempre tan detallista al igual que yo pasada las 00:00, que marcaba el comienzo de un nuevo año recibí y mande el mensaje que había escrito de todo corazón para él, básicamente esperaba que todas nuestras metas y expectativas se cumplieran, de mi parte pondría el corazón en ello, quería que esto resultara.

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La segunda semana de enero era la que nosotros elegimos para realizar nuestro viaje a la serena, teníamos listos los pasajes y el alojamiento por una semana completa, 7 días en el que podríamos vivir nuestra relación sin tapujos y completamente libres, el viaje había sido muy bien planificado, llevábamos de todo, como si nos fuéramos para siempre y tanta comida como nos fuera posible en nuestros bolsos y mochilas.

Esa noche me iría a quedar a su casa para irnos juntos al día siguiente, cabe destacar que desde que habíamos tenido nuestra pelea, y como estábamos de vacaciones, no habíamos podido estar solos, así que hace mucho tiempo que no hacíamos el amor, la tensión entre nosotros nos tenía mal, apenas nos dábamos un beso ya estábamos todo excitados con ganas de hacerlo donde fuera que estuviéramos. Había una vez pensado seriamente hacerle sexo oral en algún baño, pero no me atreví a decírselo.

Los padres del Kike ese día me habían invitado a tomar once, su mamá me había tomado mucho cariño, y su papá igual, aunque en ocasiones era muy serio, pero el Kike me decía que era normal en él, pero no era nada personal, para mis ojos eran una familia única, todos muy amables, al menos siempre me hacían sentir como en casa.

A mi mamá le dije que el viaje era entre más amigos, porque si sabía que éramos solo los dos me diría “hijo, es muy peligroso”, “les puede pasar algo”, y miles de cosas más y quería evitarme esa charla, que sin duda era lo correcto, ya que como toda mamá se preocuparía, pero no la quería llamándome cada cinco minutos, esta vez seria egoísta y quería que fuéramos solo los dos y nadie más.

Llegue a la casa del Pipe, deje mis cosas en su pieza, toda su familia me saludó muy animosa, tenían una once simple, pero bien contundente, la familia del Kike pensaba que nos iríamos unos amigos de la U, pero que no irían los amigos del Kike, esto es porque como la mamá conocía a la mamá de sus amigos, nuestro viaje sería descubierto.

Terminamos de comer y con los hermanos del Kike nos pusimos de acuerdo para ver una película, como ellos eran más grandes que mis hermanos (muchísimo más), sus gustos eran más similares a los nuestros, de igual forma vimos una de terror, yo no hallaba la hora de estar junto al Kike, que menos mal se sentó lejos de mi en otro sillón o lo más probable seria que ya le estaría corriendo mano.

Me concentré en la película y fue un error nefasto, termine igual con un poco de miedo, el cual me negaba a reconocer, nos fuimos a acostar y esa fue mi parte favorita de la noche, ya que después de tiempo de no estar juntos al fin lo tendría todo para mí.

- ¿todavía tienes miedo? – Me pregunto burlándose el de mi

- Nunca me dio miedo – dije en mi defensa

- como que no si estabas saltando a cada rato – dijo

- Era porque estaba concentrado y salían cosas de la nada, era solo la sorpresa, pero no tenía miedo – dije

- Ya te creo – dijo – iré al baño, mientras ponte cómodo no más – dijo, por mi parte había acertado al haber pasado al baño antes de venir a la pieza, así que me desvestí y quedé solo en bóxer, me metí en la cama para esperarlo, el no demoró tanto. Lo vi cómo se desvistió quedando solo en ropa interior también, puso pestillo a su puerta y apago la luz de su pieza. Sentí que hizo un par de movimientos y se acostó a mi lado, en la penumbra de su habitación éramos solo los dos. Me apegue a su lado, sorprendiéndome al encontrarlo desnudo.

- y eso – dije tocando descaradamente su pene al descubierto, no basto mucho para que se endureciera a mi tacto.

- Es que tenía calor, así duermo mejor – me respondió. Por mi parte seguí tocándolo, moviendo mi mano de arriba hacia abajo a un ritmo lento, provocándolo, apretándolo, haciendo que se quejara de placer, el busco mi cara, me dio un beso pasional, carnal, de esos que te incitan a querer hacer muchas cosas malas, se lo respondí con igual pasión, sin dejar nunca de acariciarlo, cuando las cosas se pusieron más intensas siendo una guerra de lengua y toqueteos aumente la intensidad de mis caricias a su miembro – amor, más lento que me harás acabar y quiero acabar dentro tuyo – me aviso con su voz llena de excitación.

- Bueno amor – dije jadeando

- Sácate los bóxer, quiero tocarte – dijo, haciéndole caso me saque mi ropa interior quedando igual que él, él se adueñó de manera instantánea de mi cuerpo, tocándome por completo, estimulándome al igual que yo lo hice, masturbándome y tocando mi culito, al sentir que sus dedos traviesos querían entrar en mi me estremecí, habían pasado un par de semanas desde nuestro último encuentro y ya veníamos acostumbrados a una rutina bastante intensa y dejar de hacerlo tantos días me hacían sentir que mi trasero no podría soportarlo, pero con la intensidad de sus caricias todo se esfumó, trate de no gemir ni hacer ni el más mínimo ruido para que no nos descubrieran.

El Kike metió dos de sus dedos en mi interior y les juro que para no gritar tuve que morder la almohada, pero la excitación podía más y no quería parar, estaba extasiado.

- No sabes de las formas que te quiero poner – me susurraba el al oído – cuando estemos solos y podamos hacer el ruido que queramos en la noche no dormirás de las ganas que te tengo camilo, me vuelves loco, tu culo perfecto me distrae y hace que quiera ponértelo todo el día - me decía, sus palabras calientes y cargadas de erotismo me tenían en las nubes, todo tenía una cierta intensidad que de solo pensar en ello me harían acabar.

- Quiero que me pongas como quieras – dije, de pensarlo en ese momento no me reconocería, era como si el lado más lujurioso de mi mente se hubiera apoderado de mí y no me dejara pensar, solo me quería sometido al placer del momento.

- Que rico mi amor, mañana le romperé ese culito mío, pero ahora se lo hare despacito para que no despierte nadie, haber mónteme – me dijo.

Sus palabras fueron una orden para mí y me dedique a cumplir lo que me pedía, me subí sobre él, pasando mis piernas por sobre su cadera, nuestras erecciones quedaron juntas, eso se sintió muy excitante, por lo que comencé a frotarme, a el pareció gustarle la sensación porque se pegaba a mí con más fuerza, por la posición en la que estábamos podíamos besarnos, y así lo hicimos, el realmente devoró mi boca y por mi parte no me quede atrás. De un minuto a otro sentí la necesidad de ser tomado por él, así que acomodándome guie su pene erecto para que entrara lentamente en mí, sentir como me llenaba poco a la poco me hizo ver estrellas de todos colores, pero me encantaba la sensación, a penas lo tuve por completo en mi comencé a moverme a un ritmo lento, él se sentó en la cama mientras me penetraba aprovechando mi posición, aprovecho de pasar su lengua sobre mi pecho, yo soy muy sensible de mis tetillas por lo que al solo roce de su lengua hizo que emitiera un sonido desde lo profundo de mi garganta.

Con cada movimiento de mi cadera, la cama rechinaba, algo que no permitía que me moviera más rápido, por lo que sin salir de mi interior el Kike se bajó de su cama.

- te quiero en cuatro en el suelo – me dijo,  así que sin más lo hice , por como estábamos tuve que dejar su erección en libertad, por suerte tu pieza tenía una alfombra así no quedaría en el piso helado, a penas me acomode él ya estaba volviendo a meterme su pene, ahí en el suelo pudo tomar un ritmo las rápido, me lo hizo de una manera tan genial que basto que solo me tocara unos segundos para acabar y alcanzar el orgasmo más maravilloso, el pareció no darse cuanta por lo que siguió acometiendo en mi contra, mis piernas se sentían pesadas y sentí que en cualquier minuto caería al suelo, de un segundo a otro salió bruscamente de mi interior

- Ven aquí amor quiero acabar en tu boca – no sé cómo reaccioné y como me pude guiar en la oscuridad, pero pude sentir el líquido caliente en parte de mi rostro y labios, fue lo más excitante que vivía después de días sin nada, tras unos segundos sentí como el buscaba algo en su velador hasta que vi como encendía la linterna de su celular, de un principio la luz me encandiló.

- No me alumbres la cara – dije – necesito limpiarme – me reí

- Si amor, toma – me dijo tendiéndome un poco de papel higiénico, limpié mi cara y rastros de su semen en mí, descubrí que tenía hasta en el pelo, a lo que me reí – me tenías muy acumulado amor, ves lo que pasa – dijo mientras se limpiaba el también.

Una vez que estábamos listos nos metimos de nuevo a la cama totalmente desnudos, el tendió su brazo para que apoyara mi cabeza sobre él, así dormiríamos abrazados, pero después de tamaño encuentro lo que menos tenía era sueño.

- Amor, me tienes loco – me dijo – después de esto ni te imaginas como lo pasaremos en la playa – me decía

- Si, me quedo claro – le dije

- en el día conoceremos y en la noche no te dejare dormir – me dijo

- Me gusta esa idea – respondí dándole un beso, sentí como se volvía a poner duro y realmente no sabía si podría ir por una segunda ronda – estas muy caliente hoy – comente

- Si, llevamos caleta sin hacer nada, quiero puro darte – me decía – quiero hacértelo de nuevo, dijo besándome el cuello

- amor, estoy exhausto, además no sé si pueda soportarlo una vez más – dije con vergüenza

- ya po amor te lo hare despacito, así de ladito para que no te duela tanto, y lo hacemos calladitos.

Sin poder decirle que no me acomode para satisfacerlo, y bueno satisfacerme a mí, él era mi éxtasis, los orgasmos que me daba me dejaban tonto, temía que esta sensación fuera adictiva, porque cada vez quería más y más. Contaba los segundos para poder ya estar en la serena y hacer muchas cosas más, tenía tantas expectativas que espera cumplir.

Esa noche dormimos en la madrugada, teníamos pasajes en la mañana a las 11 y esperaba que no nos quedáramos dormidos, así que, poniendo siete alarmas en cada celular, me deje llevar por el profundo sueño, estaba agotado pero satisfecho, una mezcla letal para caer rendido y dormir como todo un bebé.

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Hola a todos

aqui estoy otra vez
cumpli aunque sea tarde 

eso jajaja

Saludos a todos 

los quiero <3