6. Primer obstáculo

Hola a toda la gente linda que me extrañó.

Les quería pedir disculpa por la demora, pero al fin estoy de vacaciones para poder seguir publicando y por sobre todo, tuve tiempo para recuperar mi cuenta que daba casi por perdida :( ... Asi que la mando un mensaje directo a la persona que hackeo mi correo, sí, como lo lees lo volví a recuperar y ojala el Karma haga lo suyo contigo, por lo demás, a todos los bellos lectores, no se preocupen que en mi ausencia no perdí el tiempo y tengo varios capítulos ya escritos con mucho cariño para todos <3, así que publicare súper seguido como en los viejos tiempos. 

Acepto sus palabras de molestia y se lo que se siente, he estado desde el otro lado como lector y tengo claro cuanto molesta no poder seguir leyendo relatos, espero poder compensar el tiempo perdido, sin alargar mas este reencuentro, los invito a leer.

P.D: Los quiero <3

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Los días pasaron, yo estaba feliz, mi relación con Kike iba viento en popa, no lo habíamos confesado aun a los cuatro vientos, pero sentía que sería cuestión de tiempo para que todo saliera a la luz. En este primer mes había conocido la parte más tierna de él y por sobre todo conocí y exploré una nueva faceta que no sabía que tenía tan desarrollada, mi lado cursi floreció, sorprendiéndome a mí mismo, desvelándome por ser muy detallista con él y por sobre todo ser un libro muy abierto confesándole a cada momento lo que sentía por él.

En el plano sexual, mentiría si dijera que las cosas no iban bien, porque era todo lo contrario, de hecho aprovechaba de ir a su casa cada vez que se podía para que pudiéramos estar juntos, el realmente era un buen amante y por lo que me decía el, pensaba lo mismo de mí, en la cama éramos dinamita, la intensidad de los momentos nos consumían y eso me gustaba, mucho, muchísimo, hasta ahora teníamos plena confianza con el otro, por lo que nos sentíamos plenos.

En la universidad estaba seguro que mis compañeros sospechaban que algo más pasaba entre el Kike y yo, pero no había que ser muy inteligente para poder darse cuenta que algo estaba pasando, de hecho el Kike siempre andaba pendiente de mí y andábamos juntos por todos lados, cada vez que él podía me compraba almuerzo, hecho que me molestaba porque no me gusta depender tanto de él, pero sabía que sus intenciones eran buenas, así que después de un rato terminaba cayendo a sus pies nuevamente.

Su familia ya estaba acostumbrada a verme frecuentemente, al menos desde este último mes, la típica excusa era que estudiábamos para pruebas, hacíamos trabajos, etc, ya casi nos quedábamos sin justificaciones, pero yo sabía que por dentro ya comenzaban a sospechar que no hacíamos nada de eso en las tardes y tenia una cierta desconfianza con el hecho que les molestara que hubiera algo más, ya que la mayoría de los padres son reacios a que sus hijos sean gays, muchos ponen el grito en el cielo y me daba miedo que nos quisieran separar. Pero de momento ninguno de ellos ponían mala cara, sino todo lo contrario, cada vez me trataban mejor.

En cuanto a mi familia, que básicamente consiste en mis hermanos y mi mamá, ninguno de ellos sabían del Kike, salvo que era un compañero con el que siempre me juntaba, pero ninguno de ellos conocía, por una parte me hacía sentir mal porque sabía que él quería ser parte de mi vida y el hecho que mi mama no lo conociera era algo que a él le gustaría cambiar, pero mi miedo, el latente terror de que mi mamá no tomara las cosas bien me reprimía a que hiciera las cosas de un modo a mí tampoco me gustaban tanto.

Revisando mi Facebook, me di cuenta que un ex compañero me había invitado a un evento, el cual era básicamente una junta de ex compañeros, de primera instancia la idea me había gustado mucho, pero luego pensé que si bien me llevaba regularmente bien con todos, había gente que no quería ver por lo que pensé bien la opción de no asistir, al menos prefería como siempre pasar más tiempo con el Kike, así que podría pedir permiso para ir a ese carrete e irme a su casa, eso me parecía una idea mucho más tentadora.

Mi celular vibro, con lo que supuse era un WhatsApp, y no me equivocaba

Andrea: Bebes, espero que vayan a la junta del curso, lo pasaremos excelente como en los viejos tiempos <3

Cotte: Siiiiii, Obvio que tenemos que ir, tenemos que ir a imponer respeto y mantener el titulo de los reyes de fiesta jajajajajaja

Andrea: Asi me gusta amiga, entonces confirmare que iremos, que el Sergio me estaba preguntando si iríamos.

Yo: Chicas, no se si pueda, es que tenia un trabajo que hacer – Mentí descaradamente

Cotte: Pero amigo que eres fome, te juro que si no vas te sacamos de nuestro grupo, últimamente estas mas lejano, que onda???

Yo: No es nada Amiga, es solo que he estado mas ocupado

Andrea: Esa no te la creo amigo, pero no te perdonaremos que no vayas, no te queda de otras

Yo: esta bien, ustedes ganan, pero no me quedare hasta tan tarde eso si

Como siempre mi poder de decisión fue débil, no sabía cómo decirles No a ellas y sabía que eso era algo que tarde o temprano me podría generar conflictos.

Salí de la biblioteca en donde me encontraba estudiando un rato para poder ir a almorzar, me juntaría con el Kike en un quiosco que se había convertido nuestro lugar favorito para comprar comida y después ir a comer a los tan famosos pastos de ciencias de la universidad.

Divise al Kike hablando con una compañera, sabía que ella le estaba coqueteando, lo supuse por sus gestos y risa coqueta, mis celos eran quienes hablaban, pero por dentro sabía que ella perdía su tiempo, al menos no estaba dentro de los gustos del Kike, así que riéndome de mis suposiciones infundadas me acerque a ellos y los salude a ambos, el Kike me sonrió genuinamente, tal y como siempre lo hacia cuando me veía, nos despedimos de su compañera para ir a comer algo.

Fuimos a los pastos a comer antes de que se nos hiciera tarde para nuestra próxima clase, él me estaba conversando acerca que tenía que hacer un trabajo con su compañera el cual era una exposición y que no le gustaba para nada presentar, me gustaba escucharlo hablar, de repente hacia unas caras muy graciosas, todo era tan natural entre nosotros que amaba esa sensación.

- Kike – dije llamando su atención

- ¿Qué cosa? – me respondió

- El fin de semana saldré a un carrete con mis amigas – dije avisándole, no pidiendo permiso

- Buena – dijo – ¿a dónde irán? – cuestionó

- Mas que un carrete es una junta de ex compañeros, irán todos los que fueron mis compañeros de colegio – dije, a lo que él se quedó pensativo

- Que entretenido, con los chiquillos de mi ex curso creo que igual podríamos hacer algo parecido, no nos vemos todos hace tiempo – comentó

- Si, se escucha entretenido – dije – pero estuve a punto de no ir, pero adivina quién me convenció – le dije en tono resignado

- tus amigas – dijo y yo afirme con la cabeza – son muy locas, pero me caen bien, tienes que presentármelas un día – dijo

- Si, seria genial, ellas te amaran – respondí

- así como tu – dijo en tono burlón y yo me puse rojo, llevábamos un mes que había sido muy intenso, sentía que íbamos a pasos agigantados, por eso no quería seguir apresurando las cosas, tenía miedo que eso desgastara las cosas entre nosotros, por esos mismo aun no pasábamos del te quiero, incluso era más de decirnos me gustas mucho, los te quiero eran escasos y los te amo aun no aparecían, pero para mí eso estaba bien.

- Chistoso – dije

- Pero para que te pones nervioso – dijo golpeándome el brazo

- No estoy nervioso – dije riendo

Continuamos conversando hasta que algo hizo clic dentro de él, no sabía que era porque su actitud cambio de un momento a otro

- ¿Qué te pasó? – consulte

- No nada – dijo, por lo que lo conocía sabía que me mentía

- No seas mentiroso y dime que onda – dije

-  tu Ex igual ira a la junta – dijo algo dubitativo

- la verdad no lo había pensado – dije, pues era la verdad, porque si bien no quería ir por otras personas no había pensado en el Pipe, además dudaba que el fuera porque como ahora tenía un bebé al que cuidar, las cosas ya no le serán tan fáciles y no creo que le quedara tiempo para el carrete

- ahh – fue todo lo que dijo

- Estas celoso – dije sonriendo para que las cosas se alivianaran entre nosotros

- no – dijo serio, a lo que yo me reí

- si lo estas – dije

- si lo estoy – dijo – porque no sé cómo serán las cosas entre ustedes

- acaso no confías en mi – dije

- si lo hago, pero su historia es muy larga y no creo que lo hayas olvidado por completo – su respuesta me mató, no tenía ni la menor idea que el pensara que aun quería al Pipe

- Alguna vez has sentido que yo estoy contigo por distracción – dije y el subió sus hombros

- yo no conozco a nadie, a tu mamá, tus hermanos, tus amigos, en cambio yo te he presentado a medio mundo, no he dicho que eres mi pololo porque no quiero incomodarte, pero siento que tú me ocultas – dijo, y lo sentí muy sincero, sin importarme la gente a mi alrededor tome su mano

- No es mi intención que te sientas así, yo te quiero mucho amor – dije eso de todo corazón, era lo que sentía – por favor no pienses eso de verdad, sé que soy un poco tonto para estas cosas y espero me entiendas, pero por favor no pienses que tu no significas nada para mí – dije

- Esta bien – dijo

- Sabes que, se me ocurrió algo – dije

- ¿Qué cosa? – dijo mirándome y prestando toda la atención

- ¿por qué no vienes conmigo a la junta y esa noche te quedas en mi casa? – consulte

- No sé – dijo sopesando la invitación

- no lo pienses tanto, así conoces a mis amigos, a mi mamá y mis hermanos, no pienses tampoco que lo hago por presión, si esa idea paso por tu cabeza bórrala porque de verdad lo estoy haciendo porque me nace hacerlo – dije

- Esta bien – dijo – pero no iré en auto no creo que mi papá me lo preste – dijo

- Eso es lo de menos – comente – después tomamos un taxi y listo si no es tan lejos de mi casa, eso si tendremos que descender un par de barrios desde tu casa – me burle

- por ti cualquier cosa – dijo

Después de la invitación, su humor cambio y la sonrisa que tanto me gustaba volvió a su rostro, esperaba que todos vieran en el Kike a la magnífica persona que yo veía, sabía que todos lo amarían porque era un chico 10/10.

La semana se fue muy rápido y la junta con mis ex compañero llego rápidamente, ese día le avise a mi mamá que mi amigo vendría a casa conmigo desde la u y en la noche saldríamos, pero volveríamos a la madrugada, ella no puso ningún pero, así que llegamos ese día viernes y cuando lo hicimos nos encontramos con mis hermanos pegados jugando play, el FIFA no sé cuánto, algo que yo no jugaba para nada, es que se me daban con mayor facilidad los juegos de pelea o guerra, pero de futbol ni hablar.

Cocine algo rápido para mis hermanos y el Kike, así todos comimos en la mesa, para mi sorpresa el Kike se llevó muy bien con mis hermanos, jugo con ellos play, el Kike era seco y es que le gustaba todo lo relacionado con lo deportivo, darme cuenta de eso fue un afrodisiaco y todo lo que quería era llevarlo a mi pieza y mamárselo de una forma desmedida, pero aguantándome las ganas llame a mis amigas para contarle que llevaría a un amigo a la fiestas, ellas solamente me dijeron que bueno, pero note una cierta intriga en la voz de la cote sobre todo ya ella era la que más me analizaba y podía sacar conclusiones más rápido.

Mi mamá llego en la tarde, en ese instante el Kike se veía un poco nervioso, pero sabía que le caería super a mi mamá, tomamos todos once, El Kike era muy gracioso y nos hacia reír contándonos algunas ocurrencias de él y algunas cosas que a mí me habían pasado en la U, para mi mamá él era solo mi amigo, y creo que me creyó por cómo era el no dio a sospechar nada, además con lo macho y varonil que es el Kike nadie creería que es gay, otro punto a favor que me volvía más que loco.

Nos fuimos a la fiesta con anticipación, por que como era costumbre me juntaría en la casa de la cote con ella y la Andrea para irnos todos juntos a donde seria la fiesta. El Kike a mi lado se veía tranquilo, de antemano le advertí de lo locas que eran mis amigas, pero nunca serian mala onda, a menos que el lo fuera primero, así que conociéndolo a él sabía que sería una noche muy buena, en todos los sentidos.

Llegamos a la casa de mi amiga, la cual al abrir la puerta me saludo con la misma efusividad que siempre, con el Kike fue amable, aun no era hora de explicarle quien era ya que quería hacerlo con ambas así me evitaba una doble presentación. La Andrea ya había llegado así que pasamos solo un rato a saludar a los padres de mi amiga.

A penas salimos de la casa, no aguante más y les dije cuando estábamos los cuatro solos.

- Amigas – llame su atención – bueno, yo quería presentarles de forma oficial a mi pololo – fue algo raro decirlo en voz alta, pero se sintió bien confesárselos al menos a ellas – Kike, ellas son mis mejores amigas

- Wow Amigo – fue todo lo que dijo Andrea

- Los felicito – Dijo la Cote sonriendo de forma genuina – te lo tenías bien guardado maldito.

- Me tenía más escondido – dijo el Kike riendo

Las cosas estaban muy relajadas, esta demás decir que me gusto la reacción de mis amigas, no esperaba menos de ellas, así que con un gran peso menos sobre mis hombros nos fuimos a la fiesta.

Cuando llegamos estaba lleno de gente, todos conocidos, incluso había más gente de la que esperaba, habiendo conocidos que eran de otros cursos o niveles más bajos a los que nosotros íbamos, más que una junta esto parecía un evento masivo que no tuvo filtro alguno, el Sergio que era el flamante organizador de esto vino a saludarnos, feliz de que hayamos asistido, aprovechando el momento el Kike fue al baño y yo me quede con mis amigas.

- Amigo tu pololo está super mino – dijo la Andrea, sus comentarios eran siempre los mismos, era parte de ella, su sello personal

- Si amigo, ustedes son una gran pérdida para el mundo femenino – me dijo la cote riendo

- No, pero de verdad, está muy mino, si no fuera gay me lo como – dijo la Andrea más seria a lo que yo me reí

- Ya, pero es mío perras – dije, la Andrea se distrajo cuando un conocido la llamó, a lo que la cote se me acerco a preguntarme algo más serio, lo note por su cara, tenía una noción de lo que sería así que solo espere a que soltara su pregunta.

- Amigo, que harás si viene el Felipe – dijo

- Nada – respondí – para mí el ya es pasado, además yo estoy en otra ahora, pero yo cacho que no vendrá, el ya tiene un bebé, creo que ya lo tuvo asi que no creo que sea muy responsable de su parte venir a un carrete – dije

- si tienes razón, pero en una de esas viene, estaban todos invitados – dijo – pero me alegro amigo, te veo feliz así que tu dale no más, no quiero verte retroceder además que el Kike se ve buena persona y tengo la ligera sospecha que te quiere de verdad – me comentó.

El Kike llegó a donde estábamos, parecía cómodo, nos juntamos con el grupo de amigos más cercano que tenía, hicimos las presentaciones, esta vez como amigos. Luego de eso, entre todos decidimos que tomaríamos, decidimos solo por unas piscolas, no era muy partidario del pisco, porque me curaba muy rápido, pero decidí decir que si no más, en total andaba con mi guardaespaldas personal.

La noche paso y con el paso de los tragos note que había llegado a mi punto de máxima embriaguez, el Kike a mi lado igual estaba un poco curado, no había tomado tanto como yo, pero igual lo había hecho, mi vejiga pedía a gritos ir al baño, así que me excuse del resto para ir al baño. Fui, la fila estaba muy larga y sentía que en cualquier minuto me haría, no aguantaba mas. Mi turno llego luego de una ardua espera, Salí del baño con rumbo a donde estaban todos, hasta que lo vi, de lejos, estaba el Pipe conversando con unos conocidos, haciendo caso omiso a eso seguí mi camino, verlo ya no me afectaba, de ninguna forma, no lo odiaba, no lo quería, ni nada por el estilo, simplemente se transformó en alguien más.

Me senté al lado del Kike, quien conversaba animadamente con todo el resto, de pronto el Pipe llego a donde estábamos todos, mis amigas me miraron automáticamente, fue algo muy obvio, él nos saludos a todos, el Kike yo creo que no lo reconoció ya que solo se vieron una vez en el metro y ni siquiera sabía a ciencia cierta si lo vio bien.

- Hola chiquillos – dijo, todos dijimos un hola general, pero el de todas formas fue saludando a todos de abrazo y eso me incomodaba.

- Hola camilo, tanto tiempo – me dijo tendiéndome la mano, la cual acepte, el forzó un abrazo el cual respondí tenso.

- Si, tanto tiempo – respondí, el miró al Kike que estaba a mi lado, asi que me toco hacer la presentación más incómoda de todas

- Felipe, él es Enrique, pero puedes decirle Kike – dije como pude en mi estado – y Kike, él es el Felipe – mi novio pareció reconocer el nombre y su cara cambio a una neutral, con mis niveles de celos me veía en esa situación y querría matar al Kike si se hubiera saludado de esa forma con su ex, así que supe que su actitud era justificada

- Hola – dijo el Kike, ambos se estrecharon solo la mano.

Quería que la tierra me tragara para evitar este momento, el Kike ya no se veía cómodo, sino todo lo contrario.

- Tengo que ir al baño – dijo de la nada y se paró para ir. Aprovechando que los demás hablaban de algo que no preste atención me para para seguirlo.

La fila del baño aún estaba así que me lo encontré esperando.

- Que te pasó -  le pregunte

- tu sabes que me paso – dijo – como lo saludas así después de todo

- Fue el quien me abrazo, pero no te pongas así, si yo estoy contigo, de hecho, ni hable mucho con el

- Si se, pero solo me molesto como te mira – dijo – quería pegarle, así que mejor me vine a tranquilizar

- Esta bien, pero nada de peleas – dije – si quieres nos vamos

- No, quiero que se me pase un poco los copetes así no llego dando una mala impresión a tu casa, además me cayeron super bien todos tus amigos

El turno del Kike llegó, le dije que lo esperaría acá afuera, pero en eso llegó el Pipe, aprovechando que estaba solo se me acercó.

- Oye como te ha ido camilo – me dijo un tanto animado

- bien, super y ¿a ti? – pregunte

- Bien también – dijo - ¿con quién andas? – pregunto

- como que con quien ando – replique

- si – contesto – ¿es tu amigo?

- No – le dije, quería dejar las cosas claras, además no quería que llegara el Kike y pensara algo que no es – él es mi pololo – dije, su sonrisa se desvaneció un poco

- a que bueno por ustedes – dijo

- Gracias – respondí

- Que bueno que me olvidaras tan rápido – esta vez tenía toda mi atención, como se atrevía a decirme eso, es muy descarado

- ha pasado mucho tiempo, tengo derecho a ser feliz – dije

- Yo aún no te olvido – me dijo y frente a eso no sabía que decir – yo estoy seguro que tú tampoco, sé que aun te pasan cosas conmigo por eso te alejas de mi – respondió

- no para nada, te equivocas yo rehíce mi vida, estoy feliz con el Kike, no necesito de esto – respondí, me giré y vi que el Kike venia en nuestra dirección

- Oye compadre, tú no tienes que hablar nada con él te quedó claro – le dijo el Kike al Pipe.

- porque no, acaso no confías en el – le respondió

- En el si confió, pero en ti no – le respondió esta vez más cerca, ya veía que esto se descontrolaba, así que tenía que sacar al Kike pronto de ahí, no quería formar un espectáculo

- Kike, amor, vamos – dije llamando su atención, él estaba reacio pero al final cedió y se fue conmigo, la cara del Pipe se veía como si el realmente estuviera herido, por dentro igual me dio pena, pero mis sentimientos por el habían cambiado, eso lo tenía claro, el hizo que yo actuara de esa forma y eligió dejarme, yo pensaba que debía ser feliz con lo nuevo que tenía, pero ahora veía que me equivocaba o a lo mejor pensaba que toda la vida lo esperaría, o me arrastraría por las sobras que pudiera darme, pero eso ya no era así, al menos no en estos momentos, no quería perder al Kike, no cuando sabía que el hacia todo lo que estaba en sus manos por hacerme feliz.

Tomando la decisión decidí que debíamos irnos de ahí, por nuestro propio bien, no quería estar enojado con el Kike o que él se enojara conmigo por algo que no tiene mucha importancia.

Nos despedimos de nuestros amigos y llamamos un radio taxi para que nos llevara a mi casa, el trayecto de camino hasta mi hogar fue silencioso, el no hablo nada, se veía molesto y no sabía cómo lidiar con esto, tenía miedo que terminara conmigo por algo así, espero que entendiera que mi culpa no era.

Llegamos sin hacer mucho ruido, ambos pasamos al baño antes de encerrarnos en mi pieza, mi mamá había dejado un colchón en el suelo extra para uno de los dos, pero sabíamos que no utilizaríamos, al menos en la mañana el se pasaría a dormir abajo en caso de cualquier cosa.

Él se desvistió en silencio, al igual que yo, no sabía que decir, no encontraba las palabras correctas para detectar su estado de ánimo, tampoco podía levantar tanto la voz, ya que mi mamá y hermanos estaban a un par de habitaciones de distancia y no quería que se despertaran.

- ¿dormirás para el rincón? – me preguntó rompiendo el silencio.

- Si – me limite a responder.

- Entonces pasa para que nos acostemos, tengo frio – dijo, a lo que yo me apresure por acostarme para que el también pudiera hacerlo.

Me quede mirando hacia el techo de mi habitación, el mientras apago la luz y se recostó a mi lado, estaba igual que yo mirando también hacia arriba, ninguno de los dos dijo nada, pero sin aguantarlo más me gire para verlo, quería dejar las cosas en claro, ambos estábamos un poco tomado, pero llámenlo impulso o lo que sea, tenía la necesidad de saber que estábamos bien.

- ¿Estás enojado conmigo? – pregunte, realmente no sé pero fue lo primero que se me ocurrió decir en ese momento.

- No – respondió, pero no le creí

- Si lo estas, pero no sé porque, yo no te di ningún motivo para hacerlo – dije

- Estoy enojado porque nunca te alejaste de tu Felipito – dijo con desdén

- No es mi Felipito, no es nada mío, no entiendo porque te enojas – dije

- Solo porque yo estaba ahí, pero si no hubiera venido quizás que hubiera pasado – dijo, eso me molesto y a la vez me dolió porque de forma implícita me decía que no confiaba ni un poco en mí, sobre todo cuando yo no le daba ningún motivo para no hacerlo.

- ¿acaso no confías en mí? – le consulte

- después de esto no – dijo, el dolor llego y a la vez el enojo, una mezcla peligrosa, para evitar armar un escándalo tomo todo de mi doblegarme y evitar una discusión más grande.

- Sabes que más ándate a la cresta, eso me dolió mucho – sin decir nada más me voltee dándole la espalda, tenía ganas de llorar, una vez más el Pipe se interponía en mi vida, sabía que nunca debí haber ido a ese puto carrete, fiesta o junta, ya no tenía claro que fue, pero la tranquilidad de lo que había sido nuestra relación con el Kike se veía perturbada por esto.

Reprimí las ganas de llorar, eso no lo haría, no era el momento, además no podía pegar un ojo, me sentía molesto, como podía el Kike ser así de desconfiado conmigo, hasta ahora nunca le había dado motivos de nada, el que debería ser así seria yo, ya que él fue la primera persona que se metió con otro, aunque no estábamos juntos, pero en este momento de enojo todo contaba. Sentí que él se removió en la cama, su brazo rodeo mi cintura.

- Discúlpame Camilo, de verdad discúlpame, no sé que me paso, tenía y tengo mucha rabia con tu ex, pero es eso y de solo pensar que tu aun lo quieras me pone muy mal – me dio un beso en la cabeza.

- Ya, pero por eso no me tienes que decir esas cosas, yo nunca te he dado motivos para que desconfíes de mí y que me digas que no confías en mi me molesta mucho – dije

- Si confío en ti Camilo – me dijo

- Ya no se eso, uno siempre dice la verdad a la primera, quizás ahora solo quieres pasar piola, pero prefiero saberlo – dije

- De verdad camilo, créeme – dijo – yo te quiero mucho camilo y no quiero perderte – dijo, sus palabras no las esperaba, pero debo decir que me gustaron y el enojo que sentía se esfumo, gire mi cabeza para encontrarme con la sombra de su rostro, solo iluminado por un atisbo de luz que pasaba por la ventana, siguiendo lo que decía mi cuerpo lo besé, el me respondió inmediatamente, el beso se intensificó, su lengua invadió mi boca, y la mía para no ser menos inicio una batalla contra la de él, podía sentir por la posición en la que estábamos como su pene se endurecía contra mi trasero, era algo muy excitante, un gemido involuntario salió de mi garganta – Shhh, no hagas ruido que nos pueden escuchar – me susurro al oído.

- Kike yo igual te quiero mucho – dije besándole el cuello – te quiero más de lo que creía, por favor no desconfíes de mi – dije besándolo de vuelta.

- Si Camilo – dijo – siempre confiare en ti, te lo prometo – dijo

- Kike, hazme el amor, hazme tuyo – le dije jadeante intentando hacer el menor ruido posible, me sentía como de película, en una escena romántica – porno, pero por sobre todo lo deseaba, el hacía que pudiera encenderme muy rápido – Por favor amor.

- Me gusta cuando me dices amor – dijo bajando su bóxer liberando su miembro, el cual sentí en mi trasero, como pude me saqué mi bóxer, manteniendo la posición de lado y el atrás de mí.

Él deposito un poco de saliva entre sus dedos con los cuales jugó en mi entrada, antes de ejercer presión con su pene, el dolor de la penetración invadió mi cuerpo, ya que no habíamos tenido un juego previo, quería gritar pero no podía, así que solo me dedique a esconder mi cabeza sobre la almohada para no ser ruidoso, el dando un espacio para acostumbrarme a su tamaño, lo dejo dentro sin moverse y aprovechando que deje mi cuello expuesto me beso ahí, él sabía que esa parte era casi un punto g para mí por lo que la excitación se acrecentó. El comenzó a moverse lentamente, para luego aumentar el ritmo, en la posición que estaba el dolor era menor y justo su pene tocaba algo dentro de mí que hacía que el placer que sentía era mayor.

No resistí mucho ya que con cada estocada que el daba provoco que sus estimulaciones hicieron que acabara, por su parte el solo duro unos segundos más, acabando dentro de mí. El no salió de inmediato de mi interior, si no que espero que nuestras respiraciones se tranquilizaran.

Una vez que pudimos recuperar la movilidad nos limpiamos de lo que había sido nuestra demostración de amor. Volvimos a la cama para esta vez dormir acurrucados y satisfechos.

- Enrique – dije

- ¿Qué cosa? – dijo

- Duerme bien y te quiero mucho – le comunique para poder cerrar los ojos

- bebé yo igual lo quiero, ahora duerma antes que despertemos a mi suegra – dijo.

Ahora con las cosas más claras y con lo que yo diría superada nuestra primera diferencia dormí, mucho más relajado y deseando que las cosas con el Kike no empeoraran nunca jamás en la vida y solo la paz y el amor reinaran entre nosotros, una misión difícil, que solo en el final de los cuentos se ven, pero ¿quién dice que eso sea imposible?