domingo, 29 de octubre de 2017

5. Compromiso

Abrí mis ojos lentamente, acostumbrándome a la claridad de la habitación, de inmediato supe que no era mi pieza, por lo que abrí mis ojos de manera repentina, de pronto los recuerdos de la noche anterior vinieron a mi cabeza, y las mariposas se dejaron sentir, me gire en la cama, para encontrarme con Enrique durmiendo boca abajo, no hacia mayor ruido, por lo que sospeche estaba aun profundamente dormido, sintiendo un profundo confort, me apegue más a su cuerpo para sentir su calidez, hacia frio así que esa sería la excusa perfecta.

A penas sintió mi contacto se removió en la cama, me culpe por despertarlo, pero no fue así ya que siguió durmiendo, ruidos de pasos pasaron por afuera de la pieza de Enrique por lo que supe que no estábamos solos en su casa, con una cierta cuota de nervios imploré para que nadie entrara a la pieza y nos encontrara así, ya que no sabía que tanto sabia su familia acerca de él y sus gustos.

Me quede mirando el techo blanco de la habitación de Enrique, tenía aún muchas dudas en mi cabeza, no sabía a ciencia cierta que es lo que venía ahora, quizás para el fui la persona de solo una noche, eso me mataría porque de verdad sentía que con él las cosas podrían ser de otra forma y tenía terror de volver a equivocarme, el miedo de una cierta forma me invadía e impedía que hiciera lo que todo mi ser me indicaba.

El brazo del Kike me rodeo por encima de mi estómago, lo mire y vi como el me observaba, su rostro adormilado era lo mejor, no quería hablar porque sea como sea recién estábamos despertando y debía tener un aliento del demonio y no quería matar pasiones a tan corto tiempo.

- buenos días – dijo el
- buenos días – respondí girando el rostro
- porque haces eso – dijo
- no me he lavado los dientes aun – respondí a lo que él se rio
- no me importa, haber dame un beso
- estás loco – replique a lo que él me decía
- dame uno, aunque sea chiquitito – volvió a decir – además yo tampoco me he lavado los dientes, así nos vamos teniendo más confianza – comento, mientras que yo solo sucumbía a sus encantos, por lo que termine dándole un piquito que el aprovecho más de lo permitido, lo que resulto en un beso más largo, que de seguir ya tenía claro en que terminaría esto.
- córtala, nos pueden escuchar – le dije
- ahora te importa – dijo entretenido – pero anoche me tenías cortito
- no me causa gracia – dije
- a mí tampoco, pero estoy feliz de eso – respondió abrazándome – no me has salido para nada fácil
- para que veas que las cosas buenas cuestan un poco – respondí
- ya lo creo – respondió

Volvía sentir esta vez la voz de más personas, por lo que sabía que no estaba solo y no podía evitar sentirme nervioso, las veces que había estado con alguien era cuando estábamos solos y al día siguiente no debía enfrentar a nadie, excepto por el Pipe, pero a él y al Seba los conocía como amigos y a su familia igual con anticipación.

- oye Kike ¿Quién está de tu familia? – dije
- todos, es domingo así que están todos – dijo lo más normal posible
- claro y tú, así como si nada, no te da miedo que entre alguien – dije
- no para nada, además deje con pestillo – dijo – así que conocerás a la suegra altiro
- no tengo suegra – dije
- aun no, pero no porque yo no quiera – me respondió
- ya mejor levantémonos, porque no puedo llegar muy tarde a mi casa

Matando el momento me levante, me vestí con la misma ropa de la noche anterior, armándome de valor Salí de la pieza para ir al baño, menos mal no me topé con nadie de la familia de Enrique en el camino, así que me lave los dientes, la cara y cuando creí que estaba listo volví a su pieza, él ya estaba en pie y vestido, su pieza quedaba en el segundo piso y tenía una vista genial hacia la cordillera, si bien por el día no se veía bien, sabía que después de una lluvia seria la vista perfecta.

Ambos salimos de su pieza, yo lo seguía como un perrito a su dueño, pero la verdad era por el simple hecho que estaba muerto de nervios, no sabía la relación que él tenía con sus padres, y no quería generar ningún conflicto con ellos.

Me topé con toda su familia sentada en la mesa tomando desayuno, inmediatamente reconocí a su mamá y papá porque el Kike era una mezcla perfecta de ambos, además habían dos jóvenes en la mesa, uno que parecía mayor que el Kike y una niña, o sea no tan niña, se veía como si aún fuera al colegio al ojo diría que uno 17 años. Ellos resultaron ser los hermanos del Kike, el mayor y la menor, ahí supe que él era el hijo del medio.

- Provecho, buenos días – dije
- Gracias – respondieron
- Tienen hambre – consulto la madre del Kike que se veía super simpática
- Si mamá, estoy muerto de hambre – respondió el
- Yo me tengo que ir – dije
- No, come algo primero y después el Enrique que te lleve a tu casa – dijo su padre que igual se veía amable
- Gracias – respondí sin saber que más decir

Nos hicieron un espacio en la mesa, ahí comenzó la plática, en la cual me hicieron participe preguntándome un millón de cosas, pero lo bueno fue que nunca me sentí incomodo, me atendieron super bien, se notaba que eran una familia muy unida, pero me daba terror que fueran algo así como una familia conservadora y en cualquier minuto su trato hacia mi cambiara. El Enrique por su parte se dedicó a tirarme flores ante su familia, diciéndoles que yo era el compañero que le ensañaba a él y sus amigos y que era seco, su padre se tomó esto como una señal para hacerme preguntas más cultas, como por ejemplo que planeaba hacer más adelante, en fin, cosas que ni yo tenía muy claras aun, pero respondí lo que pensaba, quería dejar una buena impresión. Cuando terminamos, me despedí de todos.

- Deberías venir más seguido a ver si a mi hijo se le pega algo de ti – me dijo su papá al despedirme
- Si, a ver si se levanta más seguido a comer con nosotros los domingos – dijo el hermano que era bien simpático y bonito para no omitir ese detalle (jajajajajajajaj)
- Toma – dijo el papá, pasándole las llaves de un auto – solo porque tu amigo me cayó bien

Termine de despedirme de todos, encantado por lo bien que me recibieron, esperaba que las cosas siguieran siendo así y no cambiaran.

Nos subimos al auto y como estábamos lejos de mi casa, pensando en que subí varias comunas para el carrete convencí al Kike de que solo me dejara en el metro más cercano, me costó, pero lo hizo ya que quería ir a dejarme a mi casa, pero no lo permitiría.

Nos despedimos en el metro de un abrazo y nada más, no estaba acostumbrado a demostraciones de cariño públicas, así que un piquito o algo parecido no estaba dentro de mis planes y mi zona de confort, al menos no públicamente.



Los días pasaron y en la universidad el Kike seguía muy intentó conmigo, hecho que me gustaba y cada vez rompía una nueva barrera en mí, hasta que llego nuevamente una oportunidad.

Estaba en una ventana de la u (Hora libre), por lo que no sabía muy bien que hacer hasta que me lo encontré a él comprando en un quiosco, al verme no dudo en acercarse

- ¿A dónde vas? – me pregunto
- A ninguna parte, tengo ventana así que estoy haciendo la hora – dije
- Buena, yo pensaba irme a mi casa, no me voy a quedar a la otra clase, queda una ventana muy grande – dijo
- Yo tampoco creo que me voy a quedar, necesitaba escuchar eso de alguien para decidirlo – comente
- buena, entonces tengo un plan – dijo
- ¿Qué cosa? – pregunte
- Vamos a mi casa, vemos una película y comemos algo rico, además estoy solo, mi hermana llega en la tarde – dijo
- esa ya me la conozco – dije
- no seas mal pensando, si es verdad, tú eliges la película, tengo Netflix – dijo
- no se – respondí, pero como soy de difícil convencimiento decidí ir a su casa.

Caminamos al metro, eran las 11:20, aun lo recuerdo porque ese día me desocupaba temprano, así que tendríamos toda la tarde para pasarla juntos, íbamos en los héroes, ahí se bajó gran parte de las personas, pero subió otro tanto, y ahí ocurrió lo impensado, venía hablando de lo mejor con el Kike cuando me giro, ya que uno a veces siente la presencia cuando te miran mucho y ahí estaba el, si el mismo, estaba igual que siempre solo que con el pelo más largo y en otro estilo, sabía que lo había visto pero aun así no corrió la cara, más bien se quedó mirándome, no sabía que hacer así que solo atine a girar mi cara para mirar al Kike, el que se dio cuenta que algo pasaba, miro por sobre mi hombro y lo más probable es que vio al Pipe, pero él no sabía quién era.

- Oye, podemos ir al otro vagón que va mas vacío – dije, porque no podía evitar sentirme incómodo.
- dale vamos – me respondió el Kike.

Decir que sentí algo al verlo, seria mentira, bueno en parte me dio nostalgia por los viejos tiempos, pero nada romántico paso por mí, lo que me sirvió para darme cuenta que ya lo había olvidado, solo me cambie de lugar porque se sentía incómodo saber que conoces a alguien y no poder intercambiar ni un saludo.

Llegamos a la casa del Kike y sabía que él quería hacerme una pregunta, y estaba más que dispuesto a contarle todo, si quería tener algo con él debía ser sincero y no ocultar nada, es lo que a mí me gustaría saber si fuera el caso.

- antes de todo, ya sé que quieres preguntar – dije, el solo me miro – bueno, el que iba en el metro era mi ex, el único ex oficial que tengo, las cosas entre nosotros no terminaron muy bien y no me sentía cómodo a su lado – dije
- dale ya entiendo – me respondió – aun sientes cosas por el
- no, no pienses eso – me apresure a decir – nosotros terminamos hace casi un año y no creo que existan sentimientos aun, además como termino todo lo amerita – dije
- no se – dijo – por cómo te vi reaccionar no sé si sea tan así
- mira Kike, no siento nada por el de verdad, a mi hoy en día me gusta otra persona, pero te contare, porque no quiero secreto entre nosotros, al menos no este y siento que debo decirlo – ahí le conté un resumen de como terminaron las cosas entre nosotros y como se dieron las cosas, el solo me escucho y valore totalmente ese acto – así que por eso terminamos, y ha pasado mucho tiempo, no te voy a mentir, me costó bastante salir de ese hoyo, pero aquí estoy, y por lo mismo de verdad me cuesta confiar, por sobre todo después de lo que hiciste, pensé en nunca más hablarte – confesé
- gracias por contarme y no me voy a cansar de pedirte disculpa por lo que hice, pero si tú me das una nueva oportunidad nunca más te voy a fallar te lo juro, no seré como el, además jamás te esconderé, respetare tus limites eso si – dijo
- no prometas algo que no puedas cumplir, prefiero que seas sincero con eso solamente me conformo, más que promesas que a veces no se cumplen – dije
- bueno entonces tendrás mi sinceridad, si eso hace que saras para mí – dijo – de verdad me gustas mucho, pienso en ti todo el día, sé que la embarre apenas comencé a jugármela por ti, pero fue un error muy tonto y si te agrada saberlo no disfrute para nada…
- no lo quiero saber – dije
- chuta, disculpa, no ves estoy super nervioso – dijo
- mira, te seré super sincero, yo no pensaba hacer esto, pero la verdad tampoco puedo dejar de pensar en ti últimamente, pero me da terror pasar por algo similar, no sé si quiero que me pisoteen de nuevo así que, si para ti esto no es serio y es un juego, lo dejamos hasta aquí y tan amigos como siempre…
- no es juego para nada, de verdad quiero algo serio contigo
- bueno, confiare en ti, así que, a la primera, chao, ya lo sabes – dije entregándome por completo a él, mi corazón palpitaba acelerado, no quería que esto fuera solo una ilusión óptica, quería poder proyectarme con él, los días de soltería habían llegado a su fin y estaba muy dispuesto a afrontar esta nueva etapa, esperando que todo fuera como lo pintaba.
- entonces ¿quieres ser mi pololo? – pregunto el
- no – respondí y me reí – si, obvio que si – dije

Él se paró y me dio un beso, muy apasionado, la atmosfera se cargó de tensión sexual, pero quería ir un poco más lento por lo que retrasar el sexo a mi parecer era lo mejor, aunque me muriera de ganas por sentirlo, aunque ya le hubiera hecho el mejor de la existencia (jajajajaja), me tengo mucha fe.

- oye y la película – dije cortando el beso
- bueno, está en mi pieza, pero hagamos algo rico, no sé que quieres, tengo ganas de celebrar – dijo esto con felicidad plasmada en su rostro y me enterneció, de verdad me gustaba mucho el Kike, no sé que me hizo, pero ya me sentía un poco atontado por él y eso que solo era el comienzo.
- bueno, yo quiero comer cualquier cosa, no soy regodeón – dije

El Kike se lo tomo a lo personal e hizo unas fajitas, obviamente con mi ayuda, y nos fuimos a ver una película, comimos en su pieza, pusimos una película de acción, la cual disfrute, la vimos acostados en su cama y acurrucados, simplemente disfrutando de nuestra compañía, yo lo abrace poniendo mi cabeza sobre su pecho. No sé si les ha pasado que están tan feliz y a gusto con esa persona especial, que te dan ganas de apretarlos tan fuerte entre tus brazos y quieres que ese momento perdure por siempre, eso fue lo que sentía en ese preciso instante, de vez en cuanto nos dábamos un beso, pero sin ir más allá.

La película terminó, así que pusimos otra para seguir acostados, la verdad hasta ahora había sido una tarde genial, pero sospechaba que finalizaría próximamente porque su familia en algún minuto tenía que llegar.

- Oye – dije llamando su atención
- Dime – dijo
- Me podrías hacer cariño en el pelo, me encanta eso – dije, él se rio y lo hizo – pero no era para eso – me reí – ¿tu familia llegara pronto? – consulté
- mi hermana debe estar por llegar – dijo
- y no te da miedo que te pillen – dije
- la verdad, no – confesó
- y ¿Por qué no?, yo estaría muerto de miedo – comente
- porque mi familia sabe algo, o sea no tan oficial, pero una vez se lo comente a mis padres acerca de mis dudas, y ellos me apoyan en todo, no son tan liberales, pero saben que no traigo a cualquiera a la casa, hasta ahora son solo mis amigos y a ellos los conocen desde siempre y tú, bueno el otro día les caíste super bien y mi mamá me tiro un comentario antes de ayer – dijo sonriendo
- y que cosa dijo – dije impacientemente
- nada, o sea, mi papá estaba hablando algo así que me tenía que ir bien en la u, así como a ti, y mi mamá dijo que le gustaría tener un yerno, así como tu – se rio – pero creo que lo dijo por mi hermana – me reí del comentario y el también
- o sea tú dices que ellos me quieren como para ti – pregunte
- no se – dijo – tendríamos que averiguarlo – dijo
- oye, diles cuando tú quieras yo no te obligo a nada, porque en mi caso mi mamá no sabe nada, al menos no de mi boca y me da terror contarle, no quiero que me rechace, ella es muy importante para mí, la mujer más importante en la vida y para mi sería muy fuerte perderla, además no tengo a nadie más – confesé
- ahora me tienes a mí, pero tampoco te obligare a nada y si quieres le dices o si quieres no le dices, ella no tiene por que saber si lo hacemos de la puerta hacia fuera – quería creer eso.
- gracias – dije
- eso si en la u todos van a saber y tus amigos que lo saben, todo el mundo, mis papás en algún minuto más adelante, pero no te esconderé, de hecho, ahora mismo me pondré en una relación – dijo sacando el celular
- estás loco – dije.
- desde ya te aviso que soy celoso así que nada de andar coqueteando con otros – dijo riéndose – así como tú me dejaste tus reglas claras, yo igual, nada de otros pelados en tu vida – dijo riéndose, sabía que era con un tinte de talla, pero tenía más que claro que mis horas de libertinaje habían llegado a su fin.

Él se dejó caer sobre mi besándome muy profundo, sentí la erección en su pantalón y ya no pude resistir más, me dejé llevar por el momento, seria nuestra primera vez juntos, así que puse en práctica todas mis habilidades para dejarlo encantado, pero todo se esfumo cuando me beso el cuello, ahí caí rendido yo, la ropa comenzó a estorbar por lo que quedamos ambos en ropa interior.

- quiero que me lo hagas como la otra noche – dijo

Tome esa señal, arrastrándome por su cuerpo dejando un rastro de besos por su estómago esculpido a mano, el llegar al elástico de sus bóxer, los mordí para bajarlos con mi boca, intentando ser lo más sexi que podía, el parecía encantado, tome su pene entre mis manos para masturbarlo antes de meterlo lentamente a mi boca, el dejo caer su cabeza al colchón cuando lo tome tan profundo como pude, termine de trabajar con mi boca cuando la necesidad de tenerlo dentro mío se hizo gigante, el quito mi ropa interior, dejándome en cuatro, sentí como hurgo en su cómoda, saco un condón y se lo puso, antes de entrar por completo en mi jugo en mi entrada solo metiendo la cabeza de su miembro asiendo paso cada vez más profundo.

Cuando estuvo por completo dentro de mí, me recostó en la cama, quedando el sobre mi penetrándome muy lento, haciéndome el amor, jamás dejando de besarme, se sintió la sensación más agradable de todas, fue un momento muy íntimo y maravilloso.

Sus penetraciones cada vez fueron más rápidas, hasta que sentí como quedo inmóvil dentro de mí, tras unos segundos cayo rendido a mi lado, salió lentamente de mí, se sacó el condón y lo dejo en la cómoda.

Nos quedamos un rato abrazados hasta que pudimos recomponer nuestro aliento. Fui al baño antes de que llegara su hermana, al volver el seguía recostado totalmente desnudo.

- cada vez que descubro algo de ti me gustas más y más – dijo tirándome nuevamente a su lado.

Se paro de la cama y fue al baño, mientras yo me bestia, la verdad me sentía completamente feliz y esperaba que eso perdurara, pero algo en mi me decía que esto no sería corto, si no que había encontrado alguien en quien podía confiar, alguien que entregaría lo mismo que yo y esperaba no equivocarme, el llego del baño aun desnudo, se puso su ropa, ordenamos la pieza y bajamos a buscar más cosas para comer.


Toda esa tarde fue de satisfacción, quería atesorar ese momento por siempre, tal y como lo hago hasta el día de hoy.





Hola a todos :)
Se que me demore pero cumpli con publicar, estube haciendo un proyecto larguisimo asi que a penas tuve un respiro me dedique a escribir, puede que no sea muy largo pero es mejor que dejarlos sin nada
eso Gracias nuevamente a todos los lectores y eso
nos leemos :)

sábado, 21 de octubre de 2017

4. Una Segunda Oportunidad

Si hay algo que siento me caracteriza, es lo orgulloso que soy, es por eso que, por lo sentido a llevar que me sentía, que no podía dejar de pensar en que jamás volvería a hablarle a Enrique, el hizo lo peor que alguien puede hacer cuando recién estas saliendo con alguien, en este caso a mí, está bien, tampoco debía ser tan doble moral, porque yo por mi parte tenía al Seba, al cual hace días no veía, pero al menos lo hacía callado y sin que el supiera, pero tenía claro que si las cosas se hubieran puesto más serias, jamás volvería a tocar al Seba, en cambio el Enrique lo hizo en mi propia cara, eso no lo podía perdonar tan fácil, porque no podía evitar pensar en ello.

Tras el fatídico paseo no hable más con Enrique, al menos no tanto como antes, las conversaciones por WhatsApp ya no existían y en la universidad solo nos saludábamos, y es que, si bien yo a ciencia cierta no supe que paso entre él y el puto Cesar, un día en la última conversación que nos debíamos por lo pasado pude tener algo más de información…

- Mira, si quieres podemos ser amigos o buenos compañeros, pero la verdad ya no me interesa tener nada contigo, lo cagaste todo – le dije
- Pero si fue una vola de carrete, no seas así, además no pasó nada, yo creo que te basas solo en cosas que te cuentan – respondió
- a mí nadie me conto nada, yo los vi – mentí, bueno fue algo a medias porque en cierta parte solo vi de dónde venían, pero nunca supe que hicieron – no puedo dejar de pensar en lo que estaban haciendo, si querías eso podrías habérmelo dicho, creía que nos teníamos confianza y que las cosas entre nosotros iban bien – su cara evidenciaba todo
- ya te dije que el casi me obligo, además yo estaba súper curado, no sé cómo terminamos haciéndolo – era evidente su malestar con la situación, pero para mí no era diferente.
- dejaste que te hiciera oral sin que te importara que alguien te pudiera pillar o que yo estaba a metros de ahí – esta vez me moleste, por lo tonto que siempre era, lo que decía era mentira, pero quería probar una teoría, ya me había dicho algo, pero quería sacar información usando la vieja técnica de la mentira por verdad.
- te dije que me arrepiento de eso – no lo negó y mi corazón de apoco se seguía rompiendo, de verdad me gustaba mucho Enrique, pero esto me pasaba por entregarme tan rápido – espero me puedas perdonar en algún momento.
- no me interesa, no quiero seguir hablando y no sé porque quieres algo conmigo, si con el otro puedes tener todo y mucho más fácil – dije enojado – gracias por dejarme todo tan claro antes que me gustaras mucho más, me ahorraste un mal rato mucho peor.

Reconozco lo dramático que puedo ser, pero es inevitable para mí y lo ubico como uno de mis más grandes defectos.

Los días próximos fueron todos monótonos, intente ser indiferente con Enrique, sus amigos me hablaban bastante por eso tenía que ser lo más resistente a este castigo de mi parte hacia él, por su parte vi cómo se alejó del innombrable facilón del Cesar, al menos ya no se sentaban juntos en la clase que compartíamos y eso para mí fue un avance, por otro lado el Cesar cada vez se acercaba más a las personas que me rodeaban, pero a mí no, al parecer sabía que en mí no inspiraba nada y el para mi simbolizaba lo peor del mundo gay, sé que la culpa no era solo de él, porque aunque Enrique dijera que el casi lo “obligó”, quien debía ser firme en decir que no era él y no Cesar, pero eso no fue excusa suficiente para darle siquiera una oportunidad, así que apenas lo tenía un poco cerca me iba a otro sector en busca de algo de paz interior.

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Paso un mes, en el cual producto del ajetreo que trajo la universidad, no vi al Seba, pasando de varias de sus invitaciones, aunque me arrepentía al decirle que no, sabía que era por mi propio bien, no podía que permitir que un momento de calentura me costara un ramo en la universidad, pero al menos el Seba entendía eso.

Por otro lado, Enrique pareció darse por vencido aceptando que yo no lo perdonaría, así que opto solo por ser mi amigo o más bien un compañero de carrera solamente, aunque eso a mí me provocara una cierta sensación desconocida aparentaba estar bien con eso.

Pero mientras todo esto pasaba no podía hacerme el tonto entre todas las personas presentes en la universidad era inevitable no echarle el ojo a alguien más, así fue como descubrí que en mi carrera había más de un gay encubierto, al menos eso me lo decía mi radar que para ser sinceros nunca funcionaba, así que al menos yo quería creer que lo fueran.

A fines de octubre llego el cumpleaños del Maxi, y con lo zorron que era, organizo una fiesta gigante en su casa, me invito y yo no dude en ir, de mis compañeras cercanas solo pudo ir la cata, había muchos otros compañeros invitados, así que me anime y fui al barrio alto, aunque no tenía ni la menor idea de cómo me devolvería a mi casa esa noche.

Llegué a la fiesta cuando está ya había comenzado, ya que, al pasar a buscar a la cata, su mamá nos metió conversa e incluso me ofreció que me quedara esa noche ahí por lo que fue un peso menos, a penas entre pude ver al maxi con unas minas que tenían mucha pinta de cuicas, pero como el cumpleaños era de el tuve que interrumpir y saludarlo. Luego de eso me acerque al grupo de compañeros que conocía, ya todos estaban arriba de la pelota por eso tenía que ponerme a tono con el resto, así comenzó la noche, para ser sincero no le tenía tanta fe a esa fiesta, de un principio sentía que no sería de mi onda, pero me equivoque todo fue genial, lo pase super con mis compañeros y baile casi toda la noche, cuando eran las 02:00 A.M aproximadamente visualice al Enrique hablando muy cerca con lo que me parecía alguien muy guapo, no sabía si se le acercaba por la música o si estaban coqueteando, con todo el trago que traía encima, los celos me desbordaron, no me sentía bien, pero cuando pude razonar bien las cosas ya estaba en camino hacia donde estaba el y su amigo.

- Hola Kike – dije
- Hola camilo, no sabía que habías venido – me dijo dándome la mano y un abrazo, se notaba que no estaba tan ebrio como yo
- Vine, aunque sea un rato a saludar – respondí – Hola – Salude a su amigo que estaba muy rico para ser sincero
- Hola – me respondió el – Matías – pronuncio su nombre
- Camilo – dije
- oye Enrique quería hablar un rato contigo – dije
- dale dime – dijo el sin moverse, no quería ser pesado con su amigo que era toda una divinidad, pero como si el destino priorizara que siempre tuviera que cagarla llego una mina que llamo la atención de Matías y nos dejó solos
- es que aquí no te escucho bien la música está muy fuerte – le respondí
- dale salgamos un rato – me respondió

Caminamos fuera del lugar de la fiesta, hasta llegar al patio que parecía estar desierto y super piola, el me llevo a sentarme a una banca en un lugar más oscuro.

- espero no haberte interrumpido con tu amiguito – dije
- No, estábamos hablando, éramos compañeros de curso y no nos veíamos hace tiempo – me respondió tan cortes como siempre, el estar tan solos hacia que sintiera una tensión única
- ¿se comían? – pregunte de la nada, provocando la risa de Enrique
- que chistoso eres – me dijo – no nos comíamos, él es super hetero – dijo el enrique

Sin aguantar más, me acerque al Enrique y sin que él tuviera tiempo de reaccionar le di un beso, fue algo torpe, pero fue a mi parecer un beso pasional, el solo se dejó llevar y me lo respondió sin siquiera dudarlo, fue algo intenso, sus manos estaban quietas, pero yo quería que me tocara, que demostrara de alguna forma que aún le interesaba, mi boca tenía vida propia, así que como siempre hable más de lo que me hubiera gustado

- No quiero que hables con nadie más – dije separándome de el
- y ¿Por qué? – respondió el algo agitado
- porque tú eres mío y cada vez que te veo así con alguien me pongo muy celoso y no me gusta sentirme así, hace tiempo que no me sentía de esa forma y no me gusta ser así pero no puedo evitarlo – el me dio otro beso, el cual respondí y aumente en intensidad
- igual me pongo celoso cuando en la u hablas con todos esos weones, hay algunos que he visto cómo te miran ese culito que va a ser solo mío – dijo
- No es tuyo, es mío – dije
- entonces yo tampoco soy tuyo – respondió
- no porque tú eres del Cesar – dije cagando todo el momento, porque me acorde de eso y me separé de el
- no empieces con eso porque tú sabes que eso no significa nada para mí – me respondió – yo solo pienso en ti
- mentiroso por eso hiciste cosas con el – respondí
- que tengo que hacer para que me creas – me dijo
- no sé, tienes que estar solo y así yo te premio – dije
- o sea tú puedes estar con alguien más y yo tengo que estar solo – dijo algo incrédulo
- yo no estoy con nadie y tú con nadie – dijo
- si – respondí
- y que gano con eso – me pregunto
- es obvio como tanto – dije – ahí te perdonare y te daré algo como esto – respondí dándole otro beso y atreviéndome a poner mi mano sobre su entrepierna que bajo mi tacto se endureció al instante, el tomo mi nuca impidiendo que terminara el beso, mientras que con mi mano amase toda su entrepierna sintiendo cuán grande tenía su pene.
- está bien, estaré solo para ti cuando me quieras – dijo
- quiero chupártelo – confesé sin ninguna inhibición
- soy todo tuyo para que hagas lo que quieras

Basto con eso para seguir con lo que estábamos haciendo, se sentía super bien, disfruté el momento lo más que pude, no voy a mentir en que los besos de Enrique eran lo máximo, sabia besar como nadie, su boca y la mía seguían un juego perfecto, mi mano mientras tanto tenía vida propia sobre el paquete del Enrique, quien disfrutaba mis caricias, su mano se fue directo a mi trasero masajeándolo por sobre mi pantalón.

- Tienes un culito perfecto – dijo mientras me tocaba e interrumpía nuestro beso
- desabróchate el pantalón, quiero tocarte sin nada – dije, el me obedeció mientras se despojaba de las barreras, andaba con un bóxer blanco, pero obedeciéndome dejo libre su pene, el cual estaba erecto, en la oscuridad se veía gigante, con el grosor y forma perfecta, le di un beso nuevamente mientras lo masturbaba, el solo se dedicaba a dar pequeños gemidos desde su garganta mientras yo jugaba con su miembro, cuando la necesidad primó por sobre todo me separe para darle la atención que necesitaba ofrecerle.

Primero pase mi lengua por sobre su glande, Sacando y probando una gota de preseminal que había, tenía un sabor salado y me encanto, sin poder seguir evitándolo comencé a darle una mamada como solo yo sabía hacer, trate de tomarlo tan profundo como podías, hasta que las arcadas me imposibilitan seguir con mi acto, el por su parte solo gemía y decía cosas para animarme

- lo haces tan bien – dijo empujando mi cabeza para que lo tomara más profundo – me encantas camilo, me vuelves loco – dijo

Mi mandíbula ya dolía por todo el rato que duro el oral, hasta que él se paró dejando a mí de rodillas

- camilo voy a acabar – aviso
- quiero que me lo des en la boca – le dije
- me encanta que seas tan travieso – dijo – abre bien grande – ordeno

Estuve con la boca abierta frente a él mientras se masturbaba para darme toda su leche en mi boca como yo lo deseaba. En solo unos segundos se vino con una fuerza grotesca, salió una gran cantidad de semen, la cual m trague por completo, sus gemidos eran de macho y eso me fascinaba. 

Cuando me encargué de que estuviera limpio por completo, él se subió sus pantalones, cayendo rendido a donde estábamos sentados, yo por mi parte me senté a su lado, ambos en silencio, para ser sincero la culpa no llego, había disfrutado todo a concho y me encanto hacerlo, el al darse cuenta que estaba a su lado paso un brazo por mis hombros atrayéndome a su lado, depositando un tierno beso sobre mi cabeza

- no sabes cuánto soñé con este momento – dijo, esta vez dándome un beso en la boca

Yo no dije nada, porque no sabía que debía decir, la verdad tenía miedo de que esto se acabara, me sentía protegido a su lado, no tan solo por el hecho de lo alto que era él o su contextura que gritaba macho por todos lados, sino que, además, porque esa noche un trozo más de mi corazón le fue entregado a él.

El me acaricio el pelo un largo rato hasta que un bostezo escapo de mi boca.

- ¿estas cansado? – preguntó, a lo que yo solo asentí con mi cabeza – está bien, ¿cómo te vas a ir?
- no se – dije – le iba a pedir alojamiento a la cata, pero no sé dónde está, tendré que pedir un taxi, aunque cacho que me saldrá un poco caro – dije
- anda a quedarte a mi casa – dijo – no vivo tan lejos y le puedo decir a un amigo que nos lleve
- está bien – dije – eso si vamos a buscar a la cata no quiero que se quede sola

El me llevo adentro de la fiesta, íbamos muy cerca, me sentí deseado por él, de hecho, de vez en cuando lo miraba y el me regresaba una sonrisa a cambio como si estuviera disfrutando del momento tanto como yo. Visualice a la cata bailando con un compañero, le avise que es lo que haría, ella no se quería quedar sola, por lo que decidió irse con nosotros por lo que el Enrique me dijo que podíamos pasar a dejarla si vivía super cerca de ahí ella.

Así es como la cata, el Enrique, un amigo de él que tenía auto y yo nos fuimos, dejamos a la cata y esperamos que estuviera dentro para irnos, como había dicho, él no vivía tan lejos, pero tampoco era cerca, nos bajamos del auto y nos despedimos de su amigo, el abrió la puerta de afuera de su casa e hizo algo que no hacía de hace tiempo, me llevo de la mano entrelazando nuestros dedos, para guiarme hasta donde podíamos entrar, abrió otra puerta, ahí me dijo que teníamos que entrar con cuidado para no despertar a nadie. Llegamos a su pieza la cual era bien amplia, me sentía agotado tanto emocional como físicamente, por lo que no sabía si podría hacer algo más con enrique.

- Te ves exhausto, si quieres tu duermes aquí y yo duermo en la pieza de mi hermano – dijo
- no, quiero dormir contigo – respondí – pero solo dormir – aclaré
- está bien, dormiremos entonces – dijo

No tenía pijama, pero decidí dormir solo en bóxer, al igual que lo hizo el, me acosté en la cama y Enrique hizo lo mismo, me acurruque a su lado, usando como almohada su brazo, mientras el acariciaba con esa misma mano mi cabeza, lo abrace, aprovechando de pasar mis manos por su estómago duro y pelo en el pecho, me sentía completo, como no había estado en mucho tiempo.

- duerme – dijo el – esta noche hiciste que fuera la mejor en mucho tiempo
- tu igual, espero que no sea solo un sueño – dije
- igual espero lo mismo – respondió
- Kike – dije aun abrumado por el alcohol – por favor si vas a jugar conmigo o romperme el corazón por favor no sigas con esto porque no sé si podría soportar pasar por algo otra vez – confesé
- no te voy a hacer daño, tienes que confiar en mi – dijo
- está bien

Recuerdo haber respondido eso, para luego irme a negro.


Esa noche decidí confiar y creer, decidí dar otra oportunidad a lo que sentía, a lo que mi corazón me decía que debía abrir las puertas, al lado del Kike encontré una paz interior que me daba miedo, solo la había sentido con otra persona, el Pipe, y como confesé en su momento no se si estaba preparado para que alguien me volviera a romper el corazón, pero aunque suene cliché, por esa noche confié en el Kike y entregarle un nuevo fragmento de mi ser, quería pensar que él no me fallaría y esperaba no equivocarme, por mi bien lo añoraba.


****************


Hola a todos 
nos volvemos a leer, si creían que este fin de semana fallaría, se equivocaron porque aquí estoy nuevamente para contarles algunos pasajes de mi vida.
Nada, infinitas gracias nuevamente a todos aquellos que me siguen y leen siempre
saludos a todos 
Gracias :)

sábado, 14 de octubre de 2017

3. Una Despedida y una Decepción

El llamado de la esposa de Gustavo me dejó más que nervioso, esa noche no pude dormir tranquilo, contando las horas para poder llamarlo a penas se pudiera para preguntarle acerca de todo, necesitaba alguna respuesta o al menos ponerlo en aviso de lo que había pasado, pero tenía más que claro que debía hacer, porque no quería tener problemas, por eso sabía que hasta aquí había llegado el camino denominado Gustavo, debía priorizar mi paz interior y si bien con Gustavo pasaba momentos increíbles, no podía ni siquiera imaginarme las consecuencias que me podría traer que la esposa de el me armara algún tipo de escándalo, sería malo para mí y para mi entorno. Ni pensar en mi familia.

La mañana siguiente, sorprendiéndome a mí mismo, salí a trotar necesitaba ocupar mi mente en otra cosa y hace mucho tiempo que no salía a hacer deporte, troté y el resto del tiempo me dedique solo a caminar por el parque (uno cercano a mi casa). Llegué a mi casa y me di una ducha, al salir del baño sentí que era hora de llamar a Gustavo, al tercer tono me contestó.

- Hola – dijo al responder
- Hola ¿Cómo estás? – respondí
- Bien, con mucha pega – dijo – a que debo este honor
- necesitamos hablar, si puedes ahora seria genial – dije
- eso no se escucha bien – dijo – pero ahora no puedo, estoy lleno de pega, si quieres nos vemos después del trabajo
- Bueno – dije – pero será algo rápido
- eso lo veremos – me respondió con algo de seducción.
- Era solo para eso, después hablamos entonces – dije

Corte la llamada más decidido que nunca, tenía que darle un punto final a todo esto, aunque tenía la certeza de que no todo sería tan fácil como lo suponía.

Bien entrada la tarde Gustavo me avisó que venía buscarme a mi casa, por lo que me mentalice en cumplir con lo que debía, además estaba entrando en la etapa de psicoseo máximo, cada vez que mi teléfono sonaba, pensaba que podría ser la esposa de Gustavo.

Su auto se estacionó afuera de mi casa, así que como siempre fui para poder subirme, mi mamá estaba próxima a llegar así que no quería que estuviéramos aquí en caso de que la conversación se alargara más de lo pronosticado.

- Hola – dijo
- Hola – contesté
- ¿Qué es lo tan urgente? – preguntó
- Creo que esto tiene que llegar hasta acá, no puedo seguir con esto – dije sin pensarlo dos veces
- Pero porque, se suponía que iríamos a la playa este fin de semana, no me puedes dejar las cosas, así como así, además yo pensaba que nuestra amistad estaba bien, como tan repentino – hablo el, como entendí que las cosas no serían tan rápidas tenía que salir de aquí
- oye podemos dar una vuelta o vamos a un lugar piola para poder conversar porque mi mamá está por llegar – dije, el sin decir nada solo se dedicó a encender el motor de su auto y conducir sin decir nada, hasta que llegamos a un estacionamiento cercano al parque que fui a trotar en la mañana, no había muchas personas porque estaba oscureciendo, así que era perfecto para poder hablar sin ser interrumpidos
- habla – dijo, por su expresión en su cara supe que no estaba feliz
- Ya te dije, esto va a terminar, no podemos seguir haciendo nada de lo que hacíamos… - no termine de hablar porque él me interrumpió
- Si, eso ya me lo dijiste, yo quiero saber que paso, porque hasta ayer estabas super bien, teníamos hasta planes para ir a la playa y pasó un día y todo se fue a la cresta así que déjame decirte que estoy super confundido – se descargó el
- Mira Gustavo, no puedo negarte que contigo paso momentos increíbles, eres una persona con la que me encanta estar, pero ayer en la noche tu esposa me llamo – dije esto y su cara cambio, toda la sangre drenó su rostro, ya no era el Gustavo un tanto molesto, si no que era más bien alguien pálido, que no daba crédito de lo que estaba escuchando.
- Como cresta – dijo – ya y que te dijo – interrogó
- Si, me llamó anoche, después de que te mande un WhatsApp, la verdad esa es la única forma en la que ella pudo haber sabido mi número, no me dijo nada, o sea me pregunto quién era yo y porque había un WhatsApp en el teléfono de su marido de mi parte, Gustavo me dio mucho miedo, ahí recién comprendí todo lo que estoy arriesgando si es que nos pillan – dije confesándole todos mis miedos – por eso no puedo seguir con esto, ella ya sospecha algo y no quiero averiguar lo que podría pasar, espero que entiendas – dije finalmente
- Pero Camilo, podríamos dejarlo por un tiempo, me gusta estar contigo, no terminemos esto así tan repentinamente, podríamos no vernos por un mes y dejar que las cosas se calmen, ella no me ha dicho nada y si ve que nada raro pasa bajará la guardia – él tomó mi mano, quizás si yo hubiera sentido algo as grande por él me hubiera aferrado a esa alternativa, pero en mi corazón ya tenía claro que esta historia estaba por cerrarse, el destino jamás quiso que yo estuviera con él o las cosas se habrían dado de otra forma, además hasta ahora comprendí que si me anclaba a Gustavo, nunca podría conocer la libertad, el poder querer a alguien sin tener que esconderme, ya había tenido una porción suficiente con el Pipe, termine destrozado y no quería eso, tenía la imperiosa necesidad de poder ser feliz sin tener que esconderme.
- No puedo prometerte eso Gustavo, tú tienes a tu esposa y tu lugar es con ella, por algo en algún minuto la elegiste a ella para compartir tu vida con ella y yo quiero así para mí y tu eso jamás me lo darás, no es que te esté pidiendo algo, nunca lo he hecho ni lo haría, pero sé que esto que vivimos fue increíble, me lo hiciste como nadie me lo hizo y me enseñaste un montón de cosas nuevas, por eso siempre te recordare, pero no puedo seguir con esto y espero lo entiendas – termine de decir y su rostro aún era inexpresivo
- Bueno Camilo tienes razón y perdón si en algún minuto fui egoísta contigo, ya veo que tomaste una decisión y no la cambiaras, pero quiero que sepas que siempre tendrás mi número de teléfono y si en algún minuto me llegas a necesitar no dudes en llamarme, porque ahí estaré para ti – no esperaba que todo terminara tan bien, sin resistirlo le di un abrazo que él respondió.
- Gracias Gustavo – dije, el me dio un beso en la frente.

Ya con las cosas claras me dejo en mi casa, esta vez no entre de inmediato, al contrario, me quede viendo como su auto se marchaba, sabía que ese había sido el fin de todo, al menos creía fervientemente que Gustavo ya pertenecería a mi pasado, en el cual siempre lo recordaría como una persona increíble en muchos sentidos.

**********

Los días pasaron, de Gustavo no supe más, desde el día que se fue en su auto dejándome en la entrada de mi casa no me hablo más, tal como se lo pedí, no bloquee su número de mi celular, no fue necesario porque el cumplió al pie de la letra lo que le pedí.

Con el paso de los días vino el inminente fin de las vacaciones, no quería que eso pasara, la verdad había descansado demasiado en mis días libres, salí con mis amigas a muchas partes y recuperamos todo el tiempo perdido, fue algo reparador.

Este nuevo semestre en la universidad sería distinto al primero, ya que tendría los primeros ramos de carrera o que se acercaban a la carrera, por lo que compartiría con más gente que pertenecía a mi carrera. Al momento de tomar ramos lo hice en conjunto con mis compañeras más cercanas, la vale y la cata. Para mi mala suerte no considere al Kike por lo que quedamos en gran parte de los ramos separados, solo uno donde por obligación estábamos todos los de la generación en la carrera.

El primer día de clases fue tan malo como los primeros días, estaba muerto de sueño y aunque no quisiera aceptarlo me moría de ganas de ver a Enrique, aunque fuera de pasada, mis compañeras no lo notaron, porque aún no les tenía tanta confianza como a mis amigas para contarles mis cosas, así que me aguantaba.

Los siguientes días fueron iguales, hasta que un día volví a verlo, estaba tan radiante como siempre, si bien hablábamos bastante por WhatsApp casi todos los días, verlo era algo distinto, nos saludamos tan normal como siempre, pero por dentro moría por darle un beso como el que nos dimos ese día en el parque. Mi estómago traicionero comenzó a emitir las malditas mariposas, lo que no era una buna señal, trate de hacerme el tonto y dejar de pensar en eso.

Entramos a la clase que compartíamos en conjunto con solo gente de mi carrera que entro en nuestro mismo año, éramos demasiado, el curso tenía 75 cupos y estaba completamente lleno, vi muchas caras nuevas que supuse estaban en otras salas el semestre pasado, entre ellos pude notar que habían muchas como se dice en la jerga “primas” (en ese entonces no cachaba nada de esos términos, hasta que comencé a leer relatos jajajaja), por lo que supe que cada día éramos más, me senté junto a la Cata y la Vale, mientras que el Enrique fue a donde sus amigos, a su lado se sentó otro niño que a la legua se notaba lo prima que era, todo en él lo decía a gritos, y no soy discriminador (me pasaría de cara de raja), pero no me gustaba la gente que gritaba lo que era, como si quiera llamar la atención constantemente u puto florero de mesa. Pero sin duda lo que más odie fue como conversaba con el enrique, quería decirle que yo lo había visto primero, pero no tenía ningún derecho, de hecho, solo nos habíamos dado un beso. Me tranquilice pensando en lo educado que es el Enrique y como jamás dejaría a alguien hablando solo, por eso preste atención en la clase, pero sin dejar de echar un ojo a donde estaba el.

La clase termino, pero nadie salió, ya que como ese era el ramo en el que todos estábamos juntos, unos alumnos que iban un año más adelantado que nosotros y los que se encargaba de darnos la bienvenida, siendo ellos los que nos cachorrearon (similar al mechoneo universitario), no dijeron que con la plata que juntamos ese día se estaba planeando una salida un día a un parque acuático, por todo el día con mucho alcohol, etc. Encantado como la gran mayoría, se aceptó la idea.

Los días siguieron tan monótonos, típicos de los primeros días de clases, hasta que llegó el esperado día, nos juntamos temprano, tipo 9 de la mañana, que era la hora a la que salían los buses, el destino era un sector que tenía zona de picnic, con mis amigos más cercanos formamos el típico grupo y nos sentamos a tomar, les juro que llegamos ese día a las 12 de la mañana y a las 12:30 ya estaba hecho bolsa, como la gran mayoría, la consigna de ese carrete era tomar hasta mas no poder. En mi borrachera me levante con la excusa de ir al baño, por lo que el Enrique también fue, el también algo tomado también. Llegamos al baño y como si nuestras mentes tuvieran una conexión saltamos el uno sobre el otro, dándonos un beso más que apasionado, era un sexo carnal, quería hacerle saber cuánto deseaba estar con él, su beso igual fue feroz, unos pasos y voces se escucharon, por lo que nos separamos, quede con ganas de mucho más.

Salimos del baño mirándonos con complicidad, sabía que esto dio el paso para algo mucho más grande, llegamos a nuestro grupo de los cuales había gente que literalmente estaba muerta, por mi parte decante el seguir bebiendo, la Cata repentinamente se puso a llorar, por lo que tuve que con la vale ir a consolarla, ella solo lloraba, nos estamos bajo un árbol, al final nunca supe que le había pasado solo vi que ella se quedó dormida y no podía dejarla sola, por lo que la vale y yo nos quedamos con ella, de un minuto a otro mis ojos pesaron y de la manera más indigna igual me quede dormido.

Desperté por el ruido de la música, vi la hora de mi celular y marcaba las cuatro de la tarde o sea había dormido tres horas al menos, la cata aún seguía dormida y la Vale no la veía por ningún lado así que asumí nos dejó botados mientras dormíamos. Desperté a la Cata, la cual ya estaba más recompuesta. Fuimos a donde se suponía debían estar nuestros amigos, pero no había nada, llame a la vale, no me contesto así que solo vagamos con la cata entre tanta gente que no conocía, hasta que divisamos a los demás sentados en otro grupo con más gente que no conocía.

Con la cata llegamos y nos sentamos al lado de la vale que estaba mas que curada, yo al menos me sentía un poco mejor al menos podía decir que estaba en mis cabales. Me presentaron a todos y la verdad me cayeron super bien, mire por todos lados buscando al Enrique, pero no lo veía así que le pregunte cara de palo a la Vale.

- Oye vale y los demás – dije haciéndome el tonto
- están todos acá amigo – dijo borracha
- parece que faltan – dije
- ah si el Kike, pero fue al baño con el cesar – dijo, yo no tenía ni puta idea de quién era el cesar, solo me dedique a asentir
- dale – dije – oye nos dejaste solos – dije
- si es que el Basti me fue a buscar y dijo que nada le pasaría porque igual los estábamos viendo cada cierto rato – dijo o al menos eso entendí
- bueno te perdono por esta vez – dije
- amigo quiero ir al baño – me dijo – estoy que me hago pipi
- está bien, te acompaño – le informe – le diré a la cata para que entre contigo al baño porque estas muy ebria – ella se rio solamente – cata – dije por sobre el resto, varios me miraron, pero solo me dirigí a ella – oye la Vale quiere ir al baño, porque no me ayudas a llevarla así después entras tú con ella
- Dale Camilo, igual me dieron ganas de ir - me informo

Nos paramos, nadie nos ayudó con el peso casi muerto de la vale, pero estaban todos sumidos en su propia burbuja así que no podía culpar a nadie. Caminamos hasta el baño, el de mujeres estaba al lado del de hombres así que espere que ellas entraran, los baños estaban llenos, entraba mucha gente, pero nunca divise al Enrique, resignándome me dedique a esperar a las chicas, se demoraron un montón, estaba a punto de entrar al baño, hasta que vi que detrás de unos arbustos salía el Enrique con la prima que supuse se llamaba Cesar, venían de un lugar un tanto apartados y miles de teorías acecharon mi cabeza, en mi estado aun de ebriedad mis celos afloraron de forma exponencial, al pasar cerca de mí el Enrique me miró y se puso serio, pero su acompañante no lo dejo detenerse, les juro que lo odie, no había que ser tonto para sacar sus conclusiones, venia hasta incluso transpirado, esta vez me dio ganas de llorar de la rabia, quería matarlos a ambos, veía todo rojo. La casi caída de la vale a la salida del baño e saco de mi estado de desconcierto, por lo que la ayude a llegar a donde estaban todos reunidos, puse la mejor sonrisa que tenía, total tenía el arte de fingir más que dominado, me senté junto a la cata y la vale bloqueando todos los vasos que llegaban hacia la cata y la vale, porque no podíamos seguir tomando si queríamos llegar en un buen estado hasta nuestras cosas, por su parte el Enrique estaba junto al Cesar, el cual se veía muy cariñoso con él, el Enrique se mostraba incomodo frente a mi mirada, pero yo solo fingía estar bien, de hecho me reí cuando lo molestaron a ellos, todos disfrutaban de eso, el amigo del enrique, el maxi me miro un momento y solo me dedique a reír, pero sabía que el tenía algo de información que compartir porque vi su mirada algo inquieta.

Los buses salían a las 8 de la tarde con rumbo a la universidad, por lo que estaba contando las horas para largarme, el paseíto no había resultado tan bien como tenía planeado y quería irme lo antes posible de este lugar, quería desarmarle la cara a ambos, sin duda odiaba mis gusto en el ámbito amoroso, ya me había dado cuenta que el amor no era para mí, como se dice buena suerte en el juego, mala suerte en el amor, pero yo la tenía en ambos, así que ya no sabía que pensar, sin saber más que hacer aplique el comidin del público y llame a mi amiga la Cote, ella sabría que hacer en este momento.

Me pare y me aleje de todos diciendo que iría a hacer una llamada, hable con ella por mucho rato, no quería terminar la llamada porque sabía que tendría que volver y aguantar todo el teatro que estaban montando, además pensé en mí y muchas inseguridades vinieron, quizás el puto Cesar era mucho más atractivo que yo o quizás más flaco o tenía mejor trasero que el mío, miles de cosas vinieron a mí, tampoco sabía si el enojarme era válido, nunca fui nada oficial para Enrique a lo más fueron unos besos, pero estaba seguro que con el Cesar había sido mucho más, no era tonto y tampoco jugaría ese rol. Corte la llamada, estaba por devolverme, pero el maxi me intercepto.

- Como lo estamos pasando Perrin – me dijo
- bastante bien, el copete está bastante bueno – dije
- buena – respondió – oye no pesques a los demás son amigos del Cesar y están puro molestándolo con el Enrique, pero tú sabes que el quiero contigo no con el – me reí
- Nunca hubiera pensado en ti como esta clase de Cupido – volví a reírme – no te preocupes que tengo las cosas super claras
- menos mal y no soy cupido, te dije que él era como un hermano así que no me queda más que hablar por el – se encogió de hombros

Me pareció super raro, un amigo hetero buscándole pareja a su amigo gay, al menos nunca lo había visto y me parecía algo super surrealista, incluso una cámara indiscreta parecía más realista que esta situación, antes de ir al grupo fui al baño para lavarme la cara antes de llegar estaba el Enrique, el que al verme se acerco

- Estuvo buena la siesta – me dijo
- si super, se me quito un poco la curadera – me reí – deberías dormir tu igual un rato – dije al ver su estado
- no yo estoy super así – dijo – te ves increíble me gustas mucho – volvió a hablar
- que eres chistoso – dije – te resulto esa con el Cesar
- ¿Cómo? – respondió
- Te vi con el así que pierdes tu tiempo – le informe – ya sé que hiciste con el yo los vi así que ya da lo mismo, yo no soy tan fácil y me preocupo de pegarme enfermedades así que por ahora paso, después de que te bañes en cloro vemos que pasa – el me miro incrédulo
- eso que viste no fue nada, además el casi me obligó – le saqué mentira por verdad así que estaba todo confirmado, los celos volvieron a mí, me dio rabia lo tonto que era él, sin responderle nada me fui.

Entré al baño para lavarme la cara y salí un poco más calmado rezando para no encontrarme con el Enrique de nuevo, no tenía ganas de ir al grupo y verlo así que solo camine hasta que vi otro grupo de personas en donde había una niña que conocí en una clase, se llamaba Pía, aprovechando eso me acerque a saludarla y quedarme conversando con ella, me presento a sus amigos con los que me lleve super bien, así que me quede el resto del día con ellos, tiraron muchas tallas buenas y lo pase mejor de lo que esperaba.

En el viaje en bus tuve que venirme en mi mismo asiento de antes, porque ahí tenía mis cosas, por suerte no estaba sentado con el Enrique, si no que con otro compañero.

Cuando llegamos a la U ya la curadera había pasado y me sentía super sano, pero cansado, como si la caña había tomado su lugar en mí. Me despedí de mis amigas y me fui a mi casa.

Pensé en todo lo del día y en como las cosas cada vez me dejaban en claro que nunca conoceré el amor, o al menos nunca disfrutare de uno, como que eso simplemente no se me daba, justo cuando estaba volviendo a sentir, mi corazón había sido pateado, pero prefería que fuera ahora y no cuando las cosas dolieran mucho más.

Antes de dormir revise mi celular, tenía muchos WhatsApp, pero sabía que más de alguno era del Enrique por lo que ni siquiera me moleste en revisar alguno, solo dormiría para saber si es que podía olvidar el sabor amargo que dejo este paseo en mí.



*********



Hola a todos :)
He vuelto 
y para los que creian que jamas volveria se equivocaron jajajaja
como le dije, la universidad me ha tenido al borde del colapso y a penas he tenido tiempo para dormir asi que recien he podido escribir algo y mi intencion tampoc es escribir cualquier cosa por que para eso simplemente mejor no escribo :)
Estas semanas son un poco mas relajas asi que espero poder actualizar rapido, pero no me comprometo a nada 
y eso espero que entiendan u.u

P.D: MUCHISIMAS GRACIAS  por leerme, la verdad estoy muy contento por la recepción de todos, eso me anima a seguir y realmente sentirme mal cuando no puedo actualizar u.u 

P.D 2: Mi animo no ha estado muy arriba por muchas cosas, quizas mas adelante vayan saliendo a la luz, pero esto me ha hecho mucho bien. abajo les dejo una cancion de mi artista favorita de la life, si quieren lo ven, pero si no no importa jajajajaj bye <3

https://www.youtube.com/watch?v=eIK46PG1jMM

Saludos los quiero :)

Capitulo I - Tentación

Capítulo 1 – Tentación Felipe Sebastián Claudio Tres nombres que trataba de evitar, tres personas que hacían querer desaparecer ...