sábado, 10 de marzo de 2018

EXTRA 1


Extra 1

Mis días de vacaciones no eran como los pensaba, al menos en el sentido del descanso, realmente no parecían vacaciones, pero tenía claro que hacer practica era algo que me ayudaría bastante para interiorizarme en mi carrera y tantear un poco el terreno, pero sin duda la carga que estoy teniendo me colapsa un poco, realmente los jefes de solo oír que uno es una persona en práctica se traduce en la persona de los mandados, pero para mi suerte no era el único en esa situación, porque poseo 2 compañeros más y una compañera, los que en conjunto nos pasamos la tarde maldiciendo a la gente que nos manda por doquier.

Si bien la carga horaria de la práctica no es tanta ya que solo trabajo de lunes a jueves, las obligaciones son demasiadas, aun así y pensando en las últimas semanas de febrero en las cuales saldría de Santiago es que decidí aprovechar los fines de semana para generar algo más de dinero, por lo que acepté la oferta de un amigo que me ofreció pega en un mall capitalino de promotor para una conocida marca, trabajaría solo sábados y domingo, de un principio estaba reticente a esa idea porque quería algo de vagancia en mi vida, pero ahí estaba dejando como único de día descanso los días viernes, pero si había algo que me convencía era la plata que pagaban, lo cual era harto si pensábamos que solo trabajaría dos días a la semana, más la plata de la práctica, me podría reventar dos semanas de vacaciones y pasarlo muy bien, la ganancia que esperaba tenía altas expectativas, por lo que decidí jugármela y hacerlo.

Es así como la segunda semana de enero comencé en mi segundo trabajo, entre siendo un total pollito en todo ámbito, me cohibía tener que llegar y hablarle a cualquier persona, así que tras una fatídica primera hora de trabajo decidí que tenía que cambiar el switch, que no sacaba nada tirándome para abajo y tenía que simplemente darle no más si en total, después lo más probable es que nunca más vería a esas personas de nuevo.

Luego de eso el trabajo se me hizo más ameno, el primer día no hable con mucha gente en la tienda todos se veían como personas muy creídas, y no era para menos ya que a un sector tenía a las niñas que vendían cosméticos y todas eran unas pinturitas full arregladas y por otro lado a los Minos de electrónica y telefonía, todos ellos muy Minos y algunos unos verdaderos machos flaites, en secreto los ame a todos y cada uno de ellos fue parte de alguna fantasía mía, pero también debo dejar claro que no era un paraíso, lo que tenían de lindos, lo tenían de creídos, algunos unos verdaderos odiosos.

El segundo día de trabajo entre un poco más suelto, es así que pude hacer el primer contacto con alguien, se llamaba Héctor, trabajaba para Samsung, era un colombiano muy apuesto, su acento me mataba, pero había algo que no me gustaba de él, su porte, ya que no me gusta la gente más baja que yo, pero, en fin, eso era solo para mis adentros ya que tampoco por hablarme iba a pensar que formaría una familia con él. Héctor sin duda fue una persona muy atenta, de hecho, coincidimos en la hora del almuerzo por lo que me invitó a comer en la mesa que él estaba junto al resto de sus compañeros, había de todo, pero solo machos, y cuando digo machos es machos, eran mayores que yo de hecho era el más chico hablando de edad ya que todos tenían sobre 25 años.

Todo era armonía, hasta que comenzaron con el bombardeo de preguntas donde fui el centro de atención de todos, partimos de lo más básico a lo más profundo, hasta que llegamos al incomodo momento

- ¿tienes pareja? – Pregunto Sergio, un promotor de LG, él era rubio y usaba lentes, era alto, muy alto, muy bien peinado y con una esencia demarcada por los litros de perfume que creo se echaba.
- No – dije simplemente, me sentía incómodo en este aspecto sobre todo si querían profundizar, era lo más terrible para alguien que quería parecer hetero normado en su vida real.
- ¿hace cuánto sin novia parce? – consultó Héctor
- hace mucho, como un año – dije simplemente, de pronto un pensamiento fugaz pasó por mi cabeza, porque tenía que aparentar ser algo que no era, vivir desde la incomodidad o el simple anonimato, quería estar cómodo en un lugar sin tener que armar una actuación a diario o usar una máscara de nada me afecta y nada me perturba, no quería nada mas de eso, así que usando todo lo que tenía de mí y casi como si fuera un impulso repuse – si hace como un año termine con mi pololo – al decir esto note como la expresión de los demás cambiaba, éramos 6 en la mesa, y pude ver como sus miradas de algunos era de asombro al ser tan abierto con algo tan simple, podría asegurar que hasta pude notar el rostro de un compañero espantado por mi respuesta, pero el Mauri que era un compañero super desenvuelto que trabajaba para Claro fue el primero en hablar.
- Chuta perro no sabíamos, disculpa si te incomodamos por todo – fue todo lo que dijo, como si lo que hacían era un pecado tremendo.
- No, tranquilos, a mí me da igual reconocerlo – mentí, porque por dentro moría de miedo que alguien pudiera decirme algo ofensivo, ya que, si bien intentar hacerse el valiente frente algo así era un avance, estar preparado para un escenario más intenso era otra cosa – prefiero ser sincero – dije.
- Si total el poto es de él – dijo Tomas, que trabajaba para Entel en tono de broma, él se rio, pero nadie más lo acompaño, no me sentí ofendido, porque sentí que no lo hacía de mala intención, además por lo poco que había compartido con él, era de los que molestaba a todo el mundo.
- Que es desubicado este weon – dijo Claudio, él trabajaba para Huawei, él era mi amor platónico (más platónico que todos, en mi ranking interno el lideraba toda competencia siendo un 10/10 físicamente), era un moreno con algo de barba que me mataba con sus ojos azules, moría por cada una de sus miradas o de las sonrisas que me lanzaba con esas margaritas que se le formaban, simplemente era un sueño húmedo.
- Era solo una broma perro, disculpa si te ofendí – me dijo Tomás, esta vez serio y un tanto apenado.
- no tranqui – dije – si es verdad que el culo es mío – respondí y me reí al igual que otros compañeros viendo que daba pie a las tallas – siempre y cuando no sean mala onda no me molesta, además no soy muy enrollado, pero si se pasan para la punta ahí si me conocerán – dije intentando ser algo, aunque sea una pizca de intimidante.

Ese día la conversación del almuerzo tomo un rumbo inesperado ya que todos continuamos hablando de un tema distinto, sin volver a mi sexualidad y para ser sincero tuve la sensación de ser aceptado tal cual era, ninguno de ellos me hizo algún tipo de desaire lo cual fue una suerte, uno no siempre se encuentra con gente de ese estilo, ya que en la vida hay cada loco dando vuelta.

Ese día me despedí de ellos al acabar la jornada sin saber si los volvería a ver, porque como trabajaba solo los fines de semana no sabía muy bien si a lo mejor me cambiarían de lugar el fin de semana que venía o si a mis supervisores no les gusto mi trabajo y hasta ahí no más llegaba. Para mi fortuna, seguí el siguiente fin de semana ahí mismo y todos se alegraron de verme, saludé a todo el mundo y comencé una nueva jornada de trabajo.

A la hora de almuerzo coincidí con Claudio, el Mauri y Tomás, les comentaba lo ocupado que me tenía mi practica y lo agotado que estaba ese fin de semana por solo haber descansado el viernes. De pronto el Mauri saco nuevamente un tema a la palestra.

- Oye Camilo ¿tus viejos saben que eres gay? – dijo esto último más bajo como si fuera el secreto más grande del mundo, por lo que sonreí.
- No, no saben, de hecho, nadie de mi familia lo sabe, solo se lo he contado abiertamente a dos personas, que son mis mejores amigas y ahora ustedes lo saben, de hecho, mis relaciones siempre han sido secretas y no sé muy bien porque se los dije a ustedes fue como un impulso – reconocí.
- pero tus pololos ¿eran gays? – quiso saber Tomas que ahora estaba intrigado y no había rastro de broma en su tono.
- uno si y el otro no – dije
- chuta, dos relaciones y te ves bien piola – dijo Tomas
- Si, pero han sido relaciones algo macabras – dije – no termine bien con ninguno de los dos, si quieren un resumen, tengo más cuernos que los renos del viejo páscuelo – dije
- Que lata – dijo Claudio
- Si fue penca, pero tampoco soy un santo, así que creo que mejor estoy solo, lo he pasado muy bien soltero y por ahora no tengo ganas de amarrarme – confesé
- Si es lo mejor, además eres chico y te queda caleta por delante, así que dale nomas disfruta de la vida – dijo el Mauri
- Pero no tanto – dijo Tomás – oye entre nosotros no más de aquí no sale, ¿Cómo lo hacen? – quiso saber, sentí mi cara roja, por ningún motivo daría detalles de eso, al menos no sobrio.
- No te voy a responder esa wea – dije riendo, el Claudio y el Mauri también se rieron de las ocurrencias de Tomás.
- Oye con los cabros haremos una junta el jueves en mi casa, la verdad es algo bien piola, con asado incluido y nada si quieres ir estas invitado, es con cuota para la comida y el copete, lo pasaremos bacan – dijo el Mauri, el Tomás y el Claudio asintieron como si la idea les pareciera bien, por mi parte me sentí muy bien por su invitación, por lo que no dude en aceptarla.
- Buena, me parece genial, eso sí trabajo en la semana por lo que no podría ayudar mucho en las compras – dije
- No importa, me puedes depositar la cuota y vas no más, si las cosas la compraré con el Claudito el jueves en la mañana porque tenemos suerte y tenemos libre jueves y viernes, eso sí como ya dijiste que tenías el viernes libre tendrás que ayudar a ordenar después – dijo riendo.
- Bueno, no importa – dije.

Volvimos a nuestro trabajo, mi celular vibro en mi bolsillo, ahí me di cuenta que me habían agregado a su grupo de whatsapp que decía “Sus FIFA”, si pensaban que jugaría eso se equivocaban porque era un cero a la izquierda para todo tipo de juego ya sea de futbol, basquetbol, pelea, aventura, todo era algo chino para mí, yo me quede en la época del crash y de ahí no he avanzado mucho.

Ese fin de semana fue bastante bueno, me fue bien en el trabajo y encaje en el grupo de ellos bastante bien, nadie tenía problemas de mi orientación y me aceptaban como era, de hecho no fue tema para nadie y todos estuvieron de acuerdo con mi participación en la junta, me integre muy bien a ellos, de hecho fui parte de sus tallas, como así yo también les lance algunas, a la salida de la pega tomé la micro con alguno de ellos, todo fue normal, ahí me di cuenta de la dimensión de cómo era un grupo de hombres, los cuales si se tenían buena a la primera todo fluía muy rápido, todo se solucionaba con una “pichanga” o unas “chelas”.

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El día de la junta llegó, no podía mentir que tenía un poco de nervios, los conocía poco a todos, pero no me sentía incómodo con ellos, al llegar a la casa del Mauri me encontré con todos ya sentados con chelas en la mano, unos en el sofá jugando Play, otros batallando prendiendo el fuego y otros conversando, éramos un grupo de 10 hombres, nada de mujeres a la vista, luego entendí cuando días anteriores habían cambiado el nombre del grupo a “club de Toby”, ahora todo calzaba. Para no llegar con las manos vacías y como había calzado con fin de mes lleve un pack de cervezas de 24, al verme bajar del Uber con la caja, el Tomas corrió al rescate de las cervezas.

- Buena perro, pensamos que no vendrías – dijo el
- Si, te demoraste caleta – repuso el Mauri
- Si lo que paso es que el Uber se topó con un taco, además ningún chofer me aceptaba – dije
- Que buena trajiste más provisiones – dijo el Claudio.
- Si no quería llegar así no más, además ustedes compraron todo – dije
- ah pero por eso era la cuota – dijo el Mauri – pero bueno si insistes nadie se opone a lo que trajiste – dijo riendo.

Ese día no había comido mucho y a la segunda cerveza que me tome mi cuerpo me lo hizo saber, estaba tomando sentado al lado de la parrilla mientras que el Claudio y el Mauri se encargaron del fuego y de la carne me conversaban de donde compraron, me pare para ir al baño y todo giro, era inminente que lo económico que era se estaba reflejando, cuando volví todo tambaleante, ellos no pudieron dejar de reírse

- Qué onda camilo, ya estamos listos parece – dijo el guachito rico del Claudio.
- Un poco no más, es que no comí mucho hoy día – confesé
- tengo un pan ahí si quieres – dijo a lo que me negué
- no gracias si estoy bien, dejare de tomar un rato hasta comer – dije

El asado comenzó a arder y el olor de la carne revivió mis tripas, tenía mucha hambre, de a poco se acercaron los demás a ver cómo iba el asado, el Claudio nos dio de probar la carne a todos, y ahí el Tomas que estaba muy entonado soltó la primera talla que no dude en responderla por los efectos del copete.

- Camilo avísame si está bien así o la quieres más cocida – dijo Claudio dándome un trozo de carne cortado.
- No esta cruda así que cuidado – dijo el Tomas riéndose, provocando la risa de todos.
- Puta que lata, pero al menos esta carne me gusta bien cocida – dije entre risas, a lo que todos los demás se rieron.
- Ustedes dos se pasan – dijo el Mauri riendo – parece que van a tener que dejar el copete por un rato.
- No, yo solo respondí a lo que me dijo el Claudio, ustedes lo mal pensaron – dije.

La noche siguió de lo mejor, el asado le quedo muy rico al Claudio y todo lo alabamos por su hazaña, estábamos todos muerto de hambre nivel dios, por lo que con los copetes que llevábamos nos envalentonaron para pasarnos los modales por cualquier lado y comimos la carne hasta con las manos, por suerte el Mauri y el Claudio pensaron en todo y compraron harto de todo y nadie quedo con hambre, incluso sobraron cosas para el bajón.

Luego continuamos tomando, pero ahora no solo chelas, sacaron unas piscolas infernales, no pase por alto el hecho que me dijeron que mi pagada de piso era tomarme un vaso al seco, su preparación se podía decir que era un 10% de hielo, 10% coca cola y 80% pisco, de solo oler el vaso me dolía la guata, pero sin dudarlo y por la motivación que todos me daban me lo tome al seco. Si necesitaba un empujón para soltarme, eso me dio mucho más, ahora me encontraba en plena borrachera donde nada me importaba, no sé cómo alguien termino sacando una botella de tequila, y ahí estaba yo otra vez tomando, fue una mezcla infernal, solo recuerdo haberme tomado 6 shots, el Mauri tenía un vaso especial para eso, mi último recuerdo fue haber salido a tomar aire y luego simplemente despertar en una pieza desconocida para mí.

Nunca en mi vida me había pasado por mucho que tomara nunca había perdido el conocimiento, al despertar sentía que tenía un corazón en la cabeza y un dolor de guata tremendo, sentía la boca seca, pero el balance en general era que estaba fatal, simplemente quería morir, intente recordar algo de la noche, pero solo recordaba que aceptaba el tequila como si fuera agua, y luego yo saliendo por aire de la casa, luego yo calentándome las manos con la braza de la parrilla, luego yo conversando con el Claudio afuera de la casa del Mauri, luego yo entrando nuevamente a la casa, luego el Tomas Vomitando en el baño, y luego yo siendo arrastrado a acostarme, todos esos “luegos”, no tenían una cierta continuidad, eran como ver varias escenas de una película de forma separada. Sentí un ronquido en el suelo, donde pude ver que había un colchón y sobre él estaba el Claudio durmiendo sin polera y tapado por lo que no vi si llevaba o no pantalones, pero roncaba de una forma estrepitosa, ahí encontré su mayor defecto, era muy lindo pero sin duda un roncador acérrimo de tomo y lomo, luego un flash back tomo mi cabeza, yo pidiéndole al Claudio que grabara, busque mi celular y no lo encontraba por ningún lugar, al encontrarlo solo me quedaba un 15% de batería, eran las 10 de la mañana pero no se sentía nadie con vida fuera de la habitación.

Busque en la galería de mi celular y habían muchas fotos que no tenía ni idea de cómo llegaron hasta ahí, pero mi corazón se detuvo cuando encontré un video, era de cinco minutos, de un comienzo se escuchaba como me acomodaba, todo se veía oscuro, estaba muy fuerte el sonido asique lo baje por completo, luego aparecía en escena un pene, si señores un pene grueso y un tanto largo, a simple vista muy bello (jajajaja), el problema de todo era que luego aparecía mi cara encandilado por el flash del teléfono, luego de decir algo con toda propiedad me metí el pene a la boca, lo hice de una forma frenética, por el tamaño no me entraba del todo en la boca pero a simple vista quedaba clarísimo que hacia todo el esfuerzo por metérmelo lo más adentro posible, luego la cámara se sale de foco y vi como el Claudio se grababa su cara de placer, mi corazón se aceleró, no recordaba nada de esto, se sentía como un sueño, como algo poco creíble, adelante todo el video para simplemente ver el final, ahí pude ver como el Claudio acababa en mi cara y boca, era como ver una película porno casera amateur, yo sin tapujos con mis dedos me comí toda su liberación que bañaba mi cara mientras él me ayudaba con su pene, barriendo el semen de mi rostro hacia mi boca, el video termina conmigo sonriendo de una forma distorsionada a la cámara, estaba en shock, no sabía si lo que veía era real o falso, pero tenía todo para ser muy real, tenía una prueba que la noche anterior había tenido sexo oral con el Claudio, una parte de mi quería morir y la otra también por no acordarme de tan maravilloso logro, o sea no tenía razones para vivir.

Deje mi celular a un lado y me tape el rostro con la almohada, había cometido un gran error, no quería ni imaginar que el resto se haya enterado de lo que hice, me sentía totalmente avergonzado, mire de reojo a Claudio que seguía tan dormido como siempre, sabía que debía irme antes que se levantara, por lo mismo me levante con sumo cuidado, para mi fortuna mis pantalones estaban intactos, por lo que no era posible que hubiéramos llegado más allá, solo me metí su pene hasta la garganta, pero nada más.

Logré salir de la pieza sin hacer mucho ruido, al caminar me di cuenta que estaba en el segundo piso, al bajar las escaleras me encontré con el desastre que habíamos dejado la noche anterior, no se veía a nadie por ningún lado, así que para no perder tiempo me puse a ordenar un poco, así cuando el Mauri se levantara le diría que me iría, porque no me atrevía a buscarlo por las piezas y ver donde estaba durmiendo.

Un ruido me sobresaltó, pero era el Mauri que había botado una botella, estaba sin polera, pero ese detalle no hizo que me desconcentrara, al contrario, pude mirarlo solo a la cara sin ningún problema.

- Que haci’ despierto tan temprano, yo te hacia muerto todavía – dijo
- No podía seguir durmiendo me duele caleta la cabeza – respondí.
- Has ordenado harto, yo sigo no importa – dijo
- y los demás – consulté
- Deben ir camino a la pega ahora – dijo
- No los escuche cuando se fueron – dije
- No se quedaron, se fueron anoche cuando todos morimos pidieron un uber y se fueron, solo se quedaron el Claudio, tu y yo – dijo
- no me acuerdo de nada – reconocí a media
- Yo solo me acuerdo de que a penas puse la cabeza en la almohada me quedé z – dijo.

Seguimos conversando, no note nada raro en él, por lo que intuí que no sabía nada de lo ocurrido anoche, ni escucho nada, esperaba que mi intuición fuera buena, terminamos de ordenar todo muy rápido, así que apenas pude le dije que me iría a descansar a mi casa, él no se negó ya que quería seguir durmiendo, por lo que tome todas mis cosas y me despedí de él, mi salida fue rápida, era una ventaja que el Claudio tuviera un sueño pesado (muy pesado), ahora mi estado deplorable no quería enfrentar nada.

Al llegar a mi casa revise mi WhatsApp me di cuenta que el último mensaje que mande fue al Claudio y era nada más y nada menos que el video, tenía los dos vistos azules, por lo que lo había visto, me quería morir, me daba mucho nervio tener que enfrentarme a él en la pega.

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El sábado llegó rápido, me desperté con cero animo de llegar al trabajo, el único día que había tenido de descanso en la semana fue un desastre, como si el mundo conspirara para el inminente encuentro, llegué con 20 minutos de anticipación al trabajo, por lo que decidí simplemente encerrarme en un baño para hacer la hora.

Cuando llegue al punto de ventas, como ya era rutina pase saludando a todos los demás promotores, todos los chicos me tiraron tallas relacionadas a la noche de la llamada “junta piola”, que de piola no tuvo nada.

- La carita – fue todo lo que me dijo el Mauri
- Creo que aún tengo caña – respondí, a lo que Tomás que estaba cerca se rio
- Cuéntalo como chiste, mira que yo estoy igual – reconoció el Mauri.

Estaba por irme a mi lugar de trabajo cuando veo a Claudio acercarse a donde estábamos conversando, mi corazón latió con fuerza, me dieron ganas de incluso vomitar, al verme su expresión era seria, no podía predecir nada a simple vista.

- Buena Camilo, pensé que estabas muerto – dijo el con una extraña sonrisa en la cara
- Yo igual pensé que iba a morir, pero sobreviví – dije tratando de sonar gracioso.
- Ahí viene el jefe de piso así que vamos antes que nos reten – dijo Tomás.

Partí a mi lugar de trabajo, sentí que Claudio no me quitaba la mirada de encima, era algo raro, no dejaba de sentirme incomodo, no quería que las cosas se tornaran de esta manera, de igual forma no tendría que soportar mucho ya que solo me quedaban ese fin de semana y el siguiente y al fin podría decir hola vacaciones y bienvenido seria mi querido sur junto al Seba.

El día paso rápido, a la hora de la colación intenté no coincidir con Claudio, pero fallé, al llegar al casino lo encontré sentado junto al Mauri y el Héctor, no podía simplemente sentarme en otro lado, ya que ellos me vieron primero. Caminé en dirección a su mesa y aunque había un lugar vacío al lado de Claudio, tomé el que estaba al lado del Héctor, aunque fue mucho peor porque quedábamos frente a frente.

- Cresta, se me olvidó la billetera en el casillero – dije al rebuscar entre mis cosas, ahora tendría que perder aún más tiempo del almuerzo para devolverme a buscar plata.
- ¿No trajiste almuerzo? – consultó el Mauri.
- No, ayer no tenía ganas de cocinar – dije
- Pero tu vieja no hizo nada – interrogó Claudio.
- No, estoy solo, ella se fue al sur con mis hermanos – comenté
- En que esta que no se saca la casa malparido – me dijo Héctor con su característico acento.
- No lo había pensado – dije
- Toma – dijo Claudio tendiéndome algo de plata, a lo que lo miré de forma interrogante – para el almuerzo, después me lo devuelves, porque si vas al casillero te vas a demorar caleta – comentó.
- Dale, gracias te pasaste, cuando bajemos a la tienda te lo pago – dije siendo de lo más normal frente al resto, me paré a comprar un menú, por suerte había comida rica, al volver a la mesa había alguien más haciéndonos compañía, era una niña estupenda, estaba sentada al lado del Claudio, era rubia, no se veía muy alta, pero con una piel perfecta, pensaba que era una promotora mas que no conocía, pero me equivoque rotundamente, al parecer había pasado por alto un grandísimo detalle, y todo me quedo más claro cuando vi el beso que le dio al Claudio. Como se dice en la jerga, NEGRA, si como lo lean negra quedé. En retrospectiva, nunca le pregunté a ninguno de mis compañeros si estaban pololeando, ellos sabían de mí, pero nunca les devolví la pregunta y creo que eso fue un error fundamental, ahora sentía un cargo de conciencia superior. Tomando mi bandeja con la comida volví a tomar mi lugar.

- Toma – dije tendiéndole el vuelto al Claudio, el cual recibió el dinero sin hacer contacto visual conmigo – gracias y después te devuelvo la plata – dije
- No te preocupes – fue todo lo que dijo.
- Camila, mira este es tu tocayo Camilo – dijo el Mauri a modo de presentación, algo que debería haber hecho su pololo, pero el solo estaba centrado en comer y prestarle atención a Camila.
- Hola – me dijo de manera amable.
- Hola, un gusto – dije correspondiendo a su amabilidad.
- ¿Eres nuevo? – quiso saber
- Ni tanto, vengo solo los fines de semana y llevo ya harto tiempo – respondí
- Ah dale, es que yo no vengo mucho los fines de semana – dijo

Era tan simpática que, aunque quisiera odiarla por algo no lo lograría y ahí mi sentimiento de culpa creció exponencialmente, había hecho algo terrible con el Claudio, ojalá el tema entre nosotros no se tocara nunca, hasta ahora los dos lo ignorábamos, y quería que así siguieran las cosas.

Terminamos de comer, pero no nos levantamos ya que la conversación nos atrapo, hablando de mil temas, pero mi mente nunca dejo de pensar en lo tonto que fui, esa junta piola me dejo la gran enseñanza de nunca mezclar copete, y nunca más ir a tal exceso de no recordar nada porque simplemente no podía confiar en quien era yo en ese estado.

Antes de volver a trabajar pase por mi casillero a buscar la plata para pagarle al Claudio, un lado de mi ser quería verlo, aunque sea un rato más de cerca, pero la parte racional me decía que no hiciera nada de lo que después me pudiera arrepentir.

- Gracias Claudio, te pasaste por lo del almuerzo, aquí está la plata – dije pasándole el dinero que él me había prestado.
- No Camilo, no te preocupes, tómalo como un regalo de un amigo – dijo, a lo que negué inmediatamente.
- No Claudio definitivamente no puedo aceptar eso – dije
- No seas porfiado, además que tanto es solo un almuerzo – respondió.
- Toma la plata Claudio o te la dejo en la mesa – respondí refiriéndome al mesón donde habían celulares.
- Camilo, podríamos discutir de otra cosa en vez de esto y dejar de hacernos los tontos – me respondió, inmediatamente me quede sin palabras.
- No es el momento – dije
- Si, lo sé, pero no sé cuándo sea el momento adecuado – dijo
- Quizás solo debamos olvidar y hacer un borrón y cuenta nueva, y aquí nada paso – dije
- Te parece si nos juntamos a la salida de la pega, hablamos en el mall, es un lugar neutro – dijo
- No, no quiero – dije
- Mira, hablamos o si no, no te recibo la plata del almuerzo, tú eliges – dijo
- Bueno, está bien pero no es una buena idea – dije – a la salida nos vemos, pero será solo un rato porque como estoy solo no puedo llagar muy tarde o me violaran o asaltaran y tú serás el culpable – dije
- Del asalto no, pero por la violación podría responder – dijo riendo, lo que a mí no me causo mucha gracia – Que eres serio, si solo lo dije para romper el hielo – se defendió.
- Ya me voy antes que tu mente diga más cosas brillantes – dije, el aceptó el dinero sin rechistar, era un gran manipulador, un alto, moreno y hermoso manipulador.

Estuve todo el resto del día algo intranquilo, en el horario del break, que era un pequeño descanso de media hora, le pregunte a todos de manera muy sutil a qué hora saldrían, así me enteré de la hora a la que saldría Claudio, para no topármelo.

Cuando el reloj marcó dos minutos para las 21:00 hrs subí velozmente a buscar mis cosas, sinceramente me estaba acojonando, no sabía porque tenía tanto miedo de dar la cara a un asunto que para algunos podría ser tan fácil de resolver, pero el tan solo hecho que mi compañero de trabajo quisiera una conversación más a fondo me ponía los nervios de punta, por mi parte sería feliz solo olvidando todo lo ocurrido, pero al parecer esto no era una opción para él. ¿Quién entiende a los heteros? – Si aquí necesito su más honesta opinión, porque es una duda existencial que tengo –

Al llegar a portería a registrar mi retiro me encontré con Claudio sentado, no sabía cómo había llegado antes que yo, no se veía a los demás por ningún lado así que para pasar más piola registré mi salida y fui a tomar el ascensor, escoltado de cerca por Claudio. Al estar fuera de la tienda no tenía claro donde seguir, así que simplemente me pare esperando que él me guiara a algún sitio.

- ¿Qué pasa? – Preguntó al ver que me detenía.
- ¿Dónde hablaremos? no conozco mucho este mall – informé.
- Mira, vamos que conozco un sector donde podremos hablar cómodos – dijo mientras tomaba rumbo hacia un sector de áreas verdes. No caminamos tanto, solo doblamos un par de veces hasta llegar a unos pastos bastante piolas.
- Tú dirás de que quieres hablar – dije pareciendo seguro, pero ya sabrán que lo mío son solo las apariencias, porque de seguridad ni hablar, quizás debería ser actor, porque estaba intuyendo que no se me daba tan mal.
- Tú sabes de que quiero hablar, te has estado haciendo el tonto todo el día, el otro día cache como te arrancaste de la casa del Mauri, igual todo esto ha sido ciático para mí, y te agradezco que seas piola y no se lo dijeras a nadie… - lo interrumpí.
- Si estamos aquí porque tienes miedo que le diga a alguien lo que paso, nos podemos ir porque jamás comentaría acerca de esto con alguien de aquí, soy muy piola y si bien me mostré bastante abierto con ustedes, ir más allá es otra cosa, se y tengo muy claro que todo fue un error de curados y no tengas miedo que jamás delataría lo que hicimos, además no me acuerdo de mucho porque había tomado caleta – dije, tenía que dejar claro que no hablaría nada, si era lo que le molestaba estaba claro que ya seria tema zanjado.
- En parte si quería hablar de eso y bacán que sea así – un silencio se provocó entre nosotros, yo por mi parte no tenía nada más que acotar, sentía que todo lo que tenía que decirle fue dicho – yo me acuerdo de todo – dijo de pronto.
- ¿Cómo? – dije algo incrédulo.
- Si Camilo, me acuerdo de todo lo que hicimos esa noche y aún tengo el video, no he podido borrarlo, como que me en parte me gustó – la conversación se tornó algo peligrosa para mí, sabía que podía venir, y la verdad no tenía ganas de seguir con esto, esta historia era algo repetida y con un final obvio, así que activando todas las alertas dentro de mí, sabía que tenía que salir del paso.
- No sé a dónde quieres llegar Claudio – dije
- Camilo, me gustaría volver a repetirlo – confesó – Al menos una vez más, no sé porque no he dejado de pensar en esto y te soy sincero no sé qué tienes pero no puedo dejar de pensar en ti, no es que este enamorado ni nada, es algo raro, veo a cada rato el video y me excita caleta – una cierta tensión cubrió el lugar donde estábamos, cualquiera en mi situación estaría feliz (y se los aseguro que sí, con el minazo frente a mi), pero sentía que por cómo era él en general y con lo poco que podía brindarme terminaría enganchándome de Claudio y otra vez roto, así que apagando las llamas de mi interior simplemente trate de ser frio con mis sentimientos.
- No creo Claudio, pensando en mí no creo que esa sea la mejor opción, tú tienes polola y es una niña muy buena que no se merece esto, si hubiera sabido de su existencia antes a lo mejor nada hubiera pasado, hoy me sentí muy culpable por todo – dije
- Lo sé y créeme que yo amo a mi polola pero esto es algo distinto, por eso solo quería volver a repetirlo y no se intentar algo más – continuo diciendo
- Por lo que dices no me queda claro que la ames, si lo hicieras no buscarías esta clase de webeo, eso no está bien, pero no me meteré en temas de tu relación yo solo te puedo decir que no, por ahora paso, eres muy guapo y todo, y si a lo mejor fuera más inexperto ahora mismo estaría haciendo lo que me pidieras, pero tengo algo de experiencia en esto y no quiero enrollarme más de lo que puedo – dije
- Dale lo entiendo, así que bueno, entonces al menos tan amigos como siempre – dijo dándome la mano, la acepte sin rechistar
- Si obvio, borrón y cuenta nueva – termine de decir. Vi la hora de mi teléfono y era tarde – cresta me tengo que ir, es muy tarde
- Si vamos, pero no te preocupes, pediré un Uber – dijo
- No, no puedo ando con lo justo – confesé
- Te dije que yo lo pedía, te pasamos a dejar a tu casa y luego me voy a la mía, yo lo pago – dijo
- Lo acepto solo porque es muy tarde y si me voy en la micro es un suicidio – sentencie.

Mire a mi alrededor y no había nadie, ni siquiera sabía si el mall ya estaba cerrado o no, sentí que a lo mejor y hasta estábamos encerrados, él se levantó rápidamente y me tendió una mano para ayudarme, antes de siquiera poder asimilarlo y aprovechando el impulso de cuando me levante Claudio me arrinconó en la muralla, y sin poder calcular sus acciones me dio un beso, no lo esperaba, no estaba entre los planes y atribuido a la sorpresa es que pienso que no tuve reacción más que corresponder, porque siendo sincero uno lo que menos espera por la vida es que hombres te roben besos, a mi parecer eso no se da ni en los mejores sueños eróticos de cada uno de nosotros, pero ahí estaba yo arrinconado por un hetero, sucumbiendo a todo lo que dije anteriormente… que grandísimo estúpido y fácil soy :c

- ¿Qué haces? – dije despegándome de él.
- Solo quería asegurarme de que tú no lo quisieras repetir y saber que se sentía – dijo aun cerca mío, podía sentir su erección pegada a mi pierna y eso no ayudaba a mi concentración y para ser sincero, muy sincero, eso me excito y podía sentir como el momento se calentaba, lo reitero soy tan fácil.
- Como un beso, creo que así se sintió, no es muy diferente si cierras los ojos – dije intentando ser irónico
- Si, fue solo como un beso – dijo
- Era obvio no crees, no es como si al besarme se te caerían los labios o algo parecido, pero no lo vuelvas a hacer – dije, mis palabras fueron menos creíbles que los próximamente del Borja (NOTA***)
- y si no quiero – dijo desafiante.
- Vas a tener que querer no más, además es tarde tenemos que irnos – dije con algo de cordura que aún me quedaba.

Logré zafarme de su agarre y tomar distancia, lo cual era algo que necesitaba, el tomo su celular y vi como escribía algo, para luego consultarme mi dirección, sin perder más tiempo se la di, no hablamos mucho hasta que llegó el Uber, para mi sorpresa pillamos una salida del mall, nos subimos ambos en la parte trasera del auto, el chofer era muy simpático y nos fue metiendo conversa todo el camino.

- Camilo, necesito ir al baño, ¿puedo pasar al tuyo? – preguntó Claudio.
- Si, obvio que si – dije, como le iba a decir que no, sería muy desubicado.
- Bacán, porque no sé si alcance a llegar a mi casa – dijo con total desinhibición.

Llegamos a mi casa, yo pensaba que pasaría y volvería al Uber, pero no el solo pagó el trayecto a mi casa diciéndole al chofer del Uber que hasta ahí no más llegaríamos, no quise decir nada, no quería sonar descortés además el pagó la cuenta y ya me sentía mortificado por eso. Pasamos a mi casa y le dije dónde estaba el baño al cual el entró casi corriendo, por mi parte fui a mi pieza a dejar mis cosas para volver, cuando llegué el venía saliendo del baño.

- Gracias camilo te pasaste, te juro que casi me meo en el Uber – dijo riendo
- Te creo totalmente – respondí, quería decirle que se fuera ahora, pero no quería ser grosero – quieres algo para tomar – consulté.
- Te pediría una chela, pero con agua me conformo – respondió
- te diré un secreto, como mi mamá y mis hermanos no están me compré un six pack el otro día, me siento todo rebelde por hacerlo así que, si tengo chelas heladas, te daré una antes que te vayas – dije diciendo de manera sutil que se fuera, pero al parecer el no captó la indirecta.
- Buenísima, esta bacán tu casa – dijo mirando el alrededor y cambiando de tema.

Fui hacia el refrigerador y saque dos latas de cerveza, le tendí una a él y la otra era para mí, no sabía muy bien cómo actuar, sería muy fácil decirle que se fuera, pero me daba vergüenza ser tan poco cortés.

- Toma, yo me tomo esta y me duermo porque estoy muy cansado – dije, volviendo a ser algo sutil respecto a su compañía.
- Si quieres me voy – dijo
- No te estoy echando aun – dije riendo – tomate la chela y ahí te largas – dije volviendo a reír, tirando como talla algo que quería fuera verdad.
- Ya si cache que quieres que me vaya, pero me tomo esto y me voy – dijo.

Prendí la televisión y dejé algo al azar, mientras hablábamos de cómo había estado el día en el trabajo, su compañía al pasar de los minutos se hizo cada vez más amena, sentía que estábamos en un ambiente de confianza y buena onda, así que a mi cerebro como se le ocurren cosas geniales y autoriza a mi boca a hablar cosas tontas la mayoría de las veces, esa noche no hizo la excepción y simplemente hizo lo suyo.

- Podríamos ver una película, aunque igual es tarde – dije viendo la hora, faltaba poco para la media noche y no había preparado nada para mañana, así que otra vez no llevaría almuerzo y tampoco tenía visto mi outfit del día, así que por lo visto si veía la película sería un día de improvisación.
- Si, yo quiero ver una película de hace tiempo, yo tengo Netflix – me comentó
- Yo igual, eso si no tengo mucho de cosas para picar, creo que a lo más unas galletas de hace años – dije.
- No importa, si es ver la película no más – dijo.
- Ya, vamos a mi pieza que ahí tengo la tele conectada a Netflix – sonó como si fuera una propuesta a algo más, pero les juro que solo quería ver la película y nada más, no con esa otra intención que cuando te invitan a “ver películas”.
- Dale, te sigo porque no se cual es – dijo

Lo guie a mi pieza y le dije cómo funcionaba todo, así mientras él elegía alguna película para ver yo fui a la cocina a ver que tenía para comer, me encontré con dos tarros de papas kryzpo, lo que sonaba como ideal, lleve las últimas dos cervezas que me quedaban, creía que con eso estábamos.

Al llegar lo encontré sentado a los pies de mi cama con la película pausada, deje las cosas que había traído sobre mi velador, tome mi pijama, no encontré apropiado desnudarme frente a él, así que lo tome y lo lleve para vestirme en el baño, no me demoré mucho, el seguía donde mismo esperando pacientemente.

- Ahora sí, es que estoy seguro que me quedaré dormido – dije riendo.
- No creo, esta película es buenísima – dijo mirando la pantalla.
- Dale, ponla no más, yo me voy a acostar, si quieres te puedes recostar al lado mío, así es más cómodo y mi cama es amplia – dije metiéndome entre las sabanas.
- bueno, pero no te incomoda – consultó
- no para nada, así además puedes alcanzarme las cosas que traje – me reí, él se levantó y trajo consigo las cervezas y las papas.

La película comenzó, no era algún estreno ni nada por el estilo, era el señor de los anillos, una película que había visto y en lo particular me gusta toda la saga completa, así que simplemente nos remitimos a verla, de vez en cuando lo miraba de reojo, aun llevaba su polera típica de Huawei.

- Si quieres te puedes sacar las zapatillas, debes tener los pies para la embarrada – dije
- Mejor que no – dijo riendo
- ¿Por qué? – pregunté
- Porque después de estar todo el día parado en la tienda y caminando mis pies mueren en todo sentido – dijo provocando mi risa, era algo que a cualquiera le podía pasar, de hecho, a mí me solía ocurrir, aun con kilos de talco en los pies así que para su comodidad no quise insistir.

Pasada una hora de película mis ojos se cerraban solos y solo quería dormir y así lo hice, me quede dormido, no sabía muy bien qué hora era cuando volví a abrir los ojos pero definitivamente la película había terminado, desorientado busque a mi alrededor y me encontré con Claudio dormido a mi lado, roncaba muy bajito, como si recién estuviera cayendo en un sueño más profundo, me dio lata despertarlo, así que simplemente apague la tele y lo tape como pude con mis sabanas, le saque sus zapatillas, estaba en eso cuando abrió sus hermosos ojos.

- Me quede raja – comunicó - ¿Qué hora es? – preguntó. Mire el reloj de mi mesa de noche y marcaba un poco pasado las 02:00 AM.
- Son las 02:10 de la mañana, es tarde, yo creo que es mejor que te quedes a dormir si ya es muy tarde para que vuelvas, así te ahorras el Uber – le dije
- Bueno y gracias Camilo por no molestarte que sea tan pegote – dijo riendo y algo adormilado.
- No me enojo porque no soy enojón, y mira tengo esto para pasarte y puedas estar más cómodo – camine a mi closet y le pase un pantalón corto de pijama y una polera – Puede que te quede corto porque eres más grande que yo, pero al menos dormirás mas cómodo – sentencie.
- Gracias, me lo pongo altiro – dijo

Sin ningún tipo de tapujo se deshizo de su polera y pantalones, los dejó ordenado en una silla que tengo en la pieza, paseándose solo en su bóxer tomó la ropa que le presté y se la puso, no pude evitar mirarlo completamente, no tenía un abdomen musculoso, pero si plano y con algo de vellos, algo que siempre me ha encantado.

Luego de eso nos acostamos en mi cama, mi corazón latía fuerte en mi pecho, era algo inevitable, de pronto una repentina excitación tomo lugar en mí, sabía que si me movía un poco nuestras piernas se tocarían o si movía mi mano podría tocar su brazo o su abdomen, era todo cosa que yo quisiera. Me encontraba en mi debate mental sobre que podía y no hacer, hasta que siento como su mano encontró la mía por debajo de las sabanas, sin decir nada sentí como me guiaba a otra zona, hasta que aterrizó en su dura entrepierna, el dejó en libertad mi mano, pero no fui capaz de sacarla, sino que, todo lo contrario, le di un ligero apretón. A esas alturas mi cordura había cedido y simplemente me estaba dejando llevar por mis más bajos instintos.

Aun sin mediar palabras comencé a acariciar su erección sobre la ropa, el solo respiraba de una forma pesada y quejumbrosa cuando lo apretaba más y más, sin embargo, no avance más allá de eso, él percatándose que solo lo tocaba por encima se bajó el pantalón que le había prestado y su ropa interior, haciendo que mis caricias ahora fueran piel contra piel, recorrí con mi mano su erección, acaricie sus testículos, el por su parte solo se entregó a mis caricias, no sabía si lo que hacía era lo correcto, pero ya era tarde y había sucumbido, ya no era capaz de dar pie atrás y realmente tampoco sabía si quería arrepentirme después. Me acerque más a su cuerpo, él puso su brazo bajo mi cabeza haciendo que recostara mi cabeza cerca de su pecho, en esa posición pude intensificar el movimiento de mi mano dándole una paja de aquellas, el solo gemía, entregado totalmente, moví mi mano más rápido, estimulando su glande con mi dedo pulgar, su caderas comenzaron a moverse al compás de mi mano, sabía que no duraría mucho bajo ese ritmo, mi brazo comenzó a doler, pero no fue impedimento para seguir dándole placer a Claudio. Un gemido salió de su boca, para posteriormente sentir la calidez de su liberación cubrir mi mano, había alcanzado un potente orgasmo, siendo audaz, me atreví a probar su semen, bajo la oscuridad de mi cuarto no sé si él se percató de este acto. Me levante y fui al baño por papel higiénico, me lave mis manos y volví a mi habitación. Claudio se limpió frente a mi sin tapujos y se acomodó la ropa nuevamente.

- Con esto me dejas claro que si quieres volver a hacer más cosas Camilito – dijo cerca de mi oído cuando estábamos de nuevo acostados.
- Por esta noche no más – dije – fui débil, pero al menos espero lo hayas disfrutado – dije
- Me encantó, pero quiero hacértelo – comentó.
- Eso será más complicado – dije – Al menos esta noche no pasará – dije
- Pero me gusta saber que pasara entonces – sentencio. Por la boca muere el pez y el hablar sin pensar nuevamente me pasaba la cuenta.
- Mejor durmamos que ya es tarde – dije
- Buenas noches Camilo duerme bien – dijo pasando una mano sobre mi cintura, casi como si fuera una cucharita, pero sin estar tan apegados.
- Buenas noches – le dije también.

******************-*******************

Mi alarma estaba configurada a las 08:30 AM para alcanzar a hacer todo antes de irme al trabajo ya que entraba a las 11, así que a penas escuche el sonido estridente, lo apague, la calidez de los brazos de Claudio rodeándome me causo algo, debo confesarlo, así que sin perder tiempo me levanté, el por su parte solamente se removió, aproveche de ordenar todo, puse la mesa para que tomáramos desayuno, incluso me bañé, todo en media hora, pasado las 09:00 decidí que era hora de despertar a mi invitado sorpresa.

- Claudio despierta – dije moviéndolo, el solo se giró ignorándome – vamos a llegar tarde al trabajo si no te levantas – informé
- Si ahora me levanto – respondió enterrando su rostro en mi almohada.
- Si quieres puedes bañarte – dije
- Bueno – fue todo lo que dijo

Tras batallar con el pudimos tomar desayuno y salir a la hora justa para llegar al trabajo, no podía negar lo raro que era todo, Claudio se veía como el hombre perfecto, no solo físicamente, si no como persona, era preocupado, simpático, divertido y mil cualidades más, algo que me preocupaba mucho, porque sabía lo que podría significar para mí, por lo que sabía también que debía tomar distancia antes que lo lamentara sobre todo después de lo vivido anoche, que lo hice a plena conciencia y con ganas.

Llegamos al trabajo y nos separamos para ir a nuestros respectivos lugares, toda esa mañana me sentí raro, sabía que no estaba haciendo bien las cosas, desde ya estaba mezclando las cosas otra vez y sabía a ciencia cierta que al final nuevamente sería el perdedor en todo esto.

Era la hora de almuerzo y en todo el día no había visto a Claudio, tampoco era como si sintiera la necesidad de hacerlo, pero después de lo vivido la noche antes creí que las cosas serían distintas entre nosotros, al llegar a comer al casino a mi hora típica, me topé con los compañeros de siempre, solo que Claudio no estaba.

- Hola chiquillos ¿cómo están? – Saludé a todos en general - ¿Salieron solo ustedes? – dije de forma sutil
- Si – dijo el Mauri – el Tomás tiene libre hoy día y el Claudito cambio su horario de colación para salir después con su polola, es más macabeo – finalizo riendo.
- Ya lo creo – dije.

Esa tarde comí pensando en lo tonto que era, y como sabiendo en las cosas que hacía simplemente me importaba una mierda repetir los errores mil veces, cuando aprendería a que el webeo es webeo y que confundirlo con algo más era una falta a las reglas de ese juego.

La hora del Break llegó, esta vez salí a mi horario correcto, para mi sorpresa ninguno de los chiquillos estaba ahí, habían pasado solo cinco minutos cuando vi pasar al Claudio y su polola para sentarse en el sillón, pasaron a mi lado solo saludando con una sonrisa por parte de ambos, de reojo veía como se acurrucaban y besaban, mi estómago se estrujo en reconocimiento, ahí no me cayó duda del papel que jugué, solo una distracción, el segundo en cuestión y no les mentiré a ninguno de ustedes que dolió, no porque ya amara al Claudio, sino que me bajó una amargura al pensar que ese a lo mejor sería mi destino, ser simplemente de interés para un objetivo en específico y una vez que ya cumpliera con ella fuera algo desechable, con la cabeza plenamente perturbada me fui de la sala de descanso al pasar por su lado con mis dotes actorales les di una sonrisa falsa que no la sentí por ningún lado, pero quería ya salir de ahí.

Ese día me sentía pésimo, así que le pedí permiso a mi supervisor para irme un poco antes, como él me tenía buena me dejó salir media hora antes, peor era nada así que aproveché eso para desconectarme e ir a mi casa a recuperar sueño.

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El miércoles tras salir de la practica quedé en juntarme con el Seba para así conversar y pasar la tarde, esta vez nos juntaríamos en mi casa aprovechando que mi familia no estaba, el llegó justo a la hora que le había dicho, hace semanas que nos veíamos, pero si hablábamos constantemente, sabía que verlo me haría bien.

Pero antes que todo, y sin decirnos nada nos entregamos al momento, no fue necesaria ninguna orden para que el se apoderara de mi cuerpo, sus labios y los míos fueron uno solo, su lengua acariciaba tan bien la mía que me hacía sentir un éxtasis sin igual. No fui consiente de como el Seba me guio hasta el sillón y me sentaba para que así quedara a la altura correcta para tomar su pene en mi boca, sin perder tiempo lo libere de la ropa que estorbaba mi camino hacia su erección.

Lo tomé tan profundo a él le gustaba, con la experiencia ya sabía lo que lo enloquecía, y las gargantas profundas eran la debilidad del Seba, al realizar esta acción, sus caderas tomaron vida propia y embistieron tan profundo como pudieron, reprimiendo las arcadas intenté soportarlo lo más que pude, si bien no fue mucho, bastó para encenderlo aún más. Le practique sexo oral hasta que mi mandíbula dolía, así que me levante despojándome de mi ropa, luego me puse en cuatro sobre el sillón, el Seba en vez de penetrarme inmediatamente lamio mi trasero dándome un espectacular beso negro, su lengua jugo en mi entrada de tal manera que me entregue por completo, sus dedos se abrieron camino en mi para dilatarme, no fue necesario tanto juego previo, ya que unos segundos después tenia al Seba haciendo presión con su pene en mi culo, no capté en que minuto se puso en condón, pero toda duda o pensamiento anexo se fue al tarro de la basura cuando entro por completo en mí, ahí solo me dominó el placer, movía mis caderas al compás de sus penetraciones yendo al encuentro de su pelvis cuando su pene salía de mí, sentí como el orgasmos se acercaba y sin negarlo solo me dedique a sentirlo, sin duda la necesitaba y fue esplendido, el Seba siguió penetrándome hasta que se quedó quieto en mi interior diciéndome que había acabado también.

El me sonrió mientras se sentaba mi lado en el sillón despojándose del condón usado, sin duda el Seba se había convertido en alguien muy cercano y momentos así eran los que atesoraba de nuestra amistad.

Nos limpiamos y vestimos un poco, comimos algo, en todo momento tras nuestro encuentro tan íntimo sabía que el Seba tenía algo que decirme, lo conocía y sabía que algo lo inquietaba, pero no quería presionarlo, pero mil ideas se me ocurrían, desde que no quería verme más, hasta que se iría a china.

- Camilo, tengo algo que decirte – dijo finalmente
- Dime no más, sabes que te escucho – respondí.
- Tú sabes que estoy en algo con una compañera de la pega – comentó.
- Si lo sé – dije más serio.
- La cosa es que ella se consiguió unos viajes para el norte, son para la ruta del desierto y yo no conozco para allá, y ella me invitó y no pude decirle que no – dijo
- Que buena Seba me alegro caleta, dicen que para allá es bien lindo, de hecho, te había dicho que tenía muchas ganas de ir para allá y también para la carretera austral del sur, espero un día poder conocer ambas partes – comente algo emocionado por él.
- Si, gracias camilo, por eso mismo no podré ir contigo al sur, espero lo entiendas, podremos ir en otra fecha para allá, pero al norte no creo que se me de otra oportunidad – dijo, no pude evitar sentirme mal, el viaje lo había planeado con tanta cautela, que incluso había trabajado en el mall por eso mismo, me había matado por esto, pero al ver su cara de emoción por el otro viaje, no podía decirle algo malo.
- Pucha que lata Seba, pero no te preocupes podemos ir otro día, solo pásalo bacán por allá, mándame fotos y por sobre todo tráeme un recuerdo, aunque sea sal – dije con una sonrisa en mi cara, pero con una gran pena interna.

Esa noche el Seba se fue como siempre, logré transmitirle que nada estaba mal y que esperaba su viaje fuera excelente, pero esto no ayudó para nada en cómo me sentía realmente, él sabía todo lo que estaba haciendo por los días que nos tomaríamos para ir al sur, que no pude evitar sentir una cierta nostalgia, yo mismo le había dicho al Seba hace mucho tiempo atrás que lo nuestro nunca funcionaria, y no me sentía mal porque conociera a alguien, sino por el hecho de dejarme botado a último momento, eso sería algo que yo jamás le haría a un amigo, porque aunque me ofrecieran algo mil veces mejor, si ya estaba comprometido a algo con alguien importante para mí, no lo dejaría solo jamás.

Con lo sentimental que soy, no les mentiré que esa tarde solté algunas lágrimas, porque me sentí tonto, al final y al cabo el Seba no le dio tanta importancia al viaje como yo, él sabía que no lo llevaba a cualquier sitio, ese lugar para mi representaba mucho, además le comenté el esfuerzo que estaba haciendo para juntar plata, y aun así me dejó abandonado.

Volví a sentir la sensación que siempre sería el segundo, que no tenía nadie que velara o del cual sería la primera opción, el Seba con su acto me lo había enrostrado nuevamente, escogiendo a quien era su conquista de turno, por sobre mí, que había estado con él desde hace ya bastante tiempo, sé que más de alguno dirá que yo fui quien no le dio una oportunidad al Seba para que estuviéramos juntos en su momento y porque me quejaba ahora, pero la respuesta es fácil, por como es el no hubiéramos durado ni un mes.

Tirando la esponja definitivamente, como ya no necesitaba tanta plata decidí esa misma noche que no valía la pena matarme en el mall, me quedaría solo con la práctica, en total solo sería yo, además así me alejaría cuanto antes de otra gran tentación.






(NOTA***) Solo es una humorada XD, espero nadie se enoje, como ya lo dije alguna vez o si no lo dije lo digo ahora, soy un fan de todos estos relatos y aun espero su regreso :(






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HOLAAAAAA :)
Aquí estoy nuevamente escribiendo algo de lo que me ha pasado hasta ahora y la verdad es que requiero de su mas sincera opinión frente a todo, no se guarden nada, realmente ahora lo necesito, los habia extrañado, no mentire y desde que deje de escribir he tenido mas tiempo, pero también se habia hecho una costumbre que no fue facil de dejar. 

nuevemente muchas gracias por leer mi historia y sobretodo a quienes me dejan sus opiniones y sabios consejos, asi que nada besos y abrazos para todos :D

Saludos...

P.D: espero sus comentarios aunque sean para destruirme, no importa igual los aceptare jajajaj :c
P.D. 2: Espero que nadie se enoje por alguna pequeñita mencion que pude haber hecho pero no lo pude evitar jajajajaja en fin no fue en mala onda, si no todo lo contrario. 

Eso, bai los quiero jajaja XD

Capitulo I - Tentación

Capítulo 1 – Tentación Felipe Sebastián Claudio Tres nombres que trataba de evitar, tres personas que hacían querer desaparecer ...