Extra 1
Mis
días de vacaciones no eran como los pensaba, al menos en el sentido del
descanso, realmente no parecían vacaciones, pero tenía claro que hacer practica
era algo que me ayudaría bastante para interiorizarme en mi carrera y tantear
un poco el terreno, pero sin duda la carga que estoy teniendo me colapsa un
poco, realmente los jefes de solo oír que uno es una persona en práctica se
traduce en la persona de los mandados, pero para mi suerte no era el único en
esa situación, porque poseo 2 compañeros más y una compañera, los que en
conjunto nos pasamos la tarde maldiciendo a la gente que nos manda por doquier.
Si
bien la carga horaria de la práctica no es tanta ya que solo trabajo de lunes a
jueves, las obligaciones son demasiadas, aun así y pensando en las últimas
semanas de febrero en las cuales saldría de Santiago es que decidí aprovechar
los fines de semana para generar algo más de dinero, por lo que acepté la
oferta de un amigo que me ofreció pega en un mall capitalino de promotor para
una conocida marca, trabajaría solo sábados y domingo, de un principio estaba
reticente a esa idea porque quería algo de vagancia en mi vida, pero ahí estaba
dejando como único de día descanso los días viernes, pero si había algo que me
convencía era la plata que pagaban, lo cual era harto si pensábamos que solo
trabajaría dos días a la semana, más la plata de la práctica, me podría
reventar dos semanas de vacaciones y pasarlo muy bien, la ganancia que esperaba
tenía altas expectativas, por lo que decidí jugármela y hacerlo.
Es
así como la segunda semana de enero comencé en mi segundo trabajo, entre siendo
un total pollito en todo ámbito, me cohibía tener que llegar y hablarle a
cualquier persona, así que tras una fatídica primera hora de trabajo decidí que
tenía que cambiar el switch, que no sacaba nada tirándome para abajo y tenía
que simplemente darle no más si en total, después lo más probable es que nunca
más vería a esas personas de nuevo.
Luego
de eso el trabajo se me hizo más ameno, el primer día no hable con mucha gente
en la tienda todos se veían como personas muy creídas, y no era para menos ya
que a un sector tenía a las niñas que vendían cosméticos y todas eran unas
pinturitas full arregladas y por otro lado a los Minos de electrónica y
telefonía, todos ellos muy Minos y algunos unos verdaderos machos flaites, en
secreto los ame a todos y cada uno de ellos fue parte de alguna fantasía mía,
pero también debo dejar claro que no era un paraíso, lo que tenían de lindos,
lo tenían de creídos, algunos unos verdaderos odiosos.
El
segundo día de trabajo entre un poco más suelto, es así que pude hacer el
primer contacto con alguien, se llamaba Héctor, trabajaba para Samsung, era un
colombiano muy apuesto, su acento me mataba, pero había algo que no me gustaba
de él, su porte, ya que no me gusta la gente más baja que yo, pero, en fin, eso
era solo para mis adentros ya que tampoco por hablarme iba a pensar que
formaría una familia con él. Héctor sin duda fue una persona muy atenta, de
hecho, coincidimos en la hora del almuerzo por lo que me invitó a comer en la
mesa que él estaba junto al resto de sus compañeros, había de todo, pero solo
machos, y cuando digo machos es machos, eran mayores que yo de hecho era el más
chico hablando de edad ya que todos tenían sobre 25 años.
Todo
era armonía, hasta que comenzaron con el bombardeo de preguntas donde fui el
centro de atención de todos, partimos de lo más básico a lo más profundo, hasta
que llegamos al incomodo momento
-
¿tienes pareja? – Pregunto Sergio, un promotor de LG, él era rubio y usaba
lentes, era alto, muy alto, muy bien peinado y con una esencia demarcada por
los litros de perfume que creo se echaba.
-
No – dije simplemente, me sentía incómodo en este aspecto sobre todo si querían
profundizar, era lo más terrible para alguien que quería parecer hetero normado
en su vida real.
-
¿hace cuánto sin novia parce? – consultó Héctor
-
hace mucho, como un año – dije simplemente, de pronto un pensamiento fugaz pasó
por mi cabeza, porque tenía que aparentar ser algo que no era, vivir desde la
incomodidad o el simple anonimato, quería estar cómodo en un lugar sin tener
que armar una actuación a diario o usar una máscara de nada me afecta y nada me
perturba, no quería nada mas de eso, así que usando todo lo que tenía de mí y
casi como si fuera un impulso repuse – si hace como un año termine con mi
pololo – al decir esto note como la expresión de los demás cambiaba, éramos 6
en la mesa, y pude ver como sus miradas de algunos era de asombro al ser tan
abierto con algo tan simple, podría asegurar que hasta pude notar el rostro de
un compañero espantado por mi respuesta, pero el Mauri que era un compañero
super desenvuelto que trabajaba para Claro fue el primero en hablar.
-
Chuta perro no sabíamos, disculpa si te incomodamos por todo – fue todo lo que
dijo, como si lo que hacían era un pecado tremendo.
-
No, tranquilos, a mí me da igual reconocerlo – mentí, porque por dentro moría
de miedo que alguien pudiera decirme algo ofensivo, ya que, si bien intentar
hacerse el valiente frente algo así era un avance, estar preparado para un
escenario más intenso era otra cosa – prefiero ser sincero – dije.
-
Si total el poto es de él – dijo Tomas, que trabajaba para Entel en tono de
broma, él se rio, pero nadie más lo acompaño, no me sentí ofendido, porque
sentí que no lo hacía de mala intención, además por lo poco que había
compartido con él, era de los que molestaba a todo el mundo.
-
Que es desubicado este weon – dijo Claudio, él trabajaba para Huawei, él era mi
amor platónico (más platónico que todos, en mi ranking interno el lideraba toda
competencia siendo un 10/10 físicamente), era un moreno con algo de barba que
me mataba con sus ojos azules, moría por cada una de sus miradas o de las
sonrisas que me lanzaba con esas margaritas que se le formaban, simplemente era
un sueño húmedo.
-
Era solo una broma perro, disculpa si te ofendí – me dijo Tomás, esta vez serio
y un tanto apenado.
-
no tranqui – dije – si es verdad que el culo es mío – respondí y me reí al
igual que otros compañeros viendo que daba pie a las tallas – siempre y cuando
no sean mala onda no me molesta, además no soy muy enrollado, pero si se pasan
para la punta ahí si me conocerán – dije intentando ser algo, aunque sea una
pizca de intimidante.
Ese
día la conversación del almuerzo tomo un rumbo inesperado ya que todos
continuamos hablando de un tema distinto, sin volver a mi sexualidad y para ser
sincero tuve la sensación de ser aceptado tal cual era, ninguno de ellos me
hizo algún tipo de desaire lo cual fue una suerte, uno no siempre se encuentra
con gente de ese estilo, ya que en la vida hay cada loco dando vuelta.
Ese
día me despedí de ellos al acabar la jornada sin saber si los volvería a ver,
porque como trabajaba solo los fines de semana no sabía muy bien si a lo mejor
me cambiarían de lugar el fin de semana que venía o si a mis supervisores no
les gusto mi trabajo y hasta ahí no más llegaba. Para mi fortuna, seguí el
siguiente fin de semana ahí mismo y todos se alegraron de verme, saludé a todo
el mundo y comencé una nueva jornada de trabajo.
A
la hora de almuerzo coincidí con Claudio, el Mauri y Tomás, les comentaba lo
ocupado que me tenía mi practica y lo agotado que estaba ese fin de semana por
solo haber descansado el viernes. De pronto el Mauri saco nuevamente un tema a
la palestra.
-
Oye Camilo ¿tus viejos saben que eres gay? – dijo esto último más bajo como si
fuera el secreto más grande del mundo, por lo que sonreí.
-
No, no saben, de hecho, nadie de mi familia lo sabe, solo se lo he contado
abiertamente a dos personas, que son mis mejores amigas y ahora ustedes lo
saben, de hecho, mis relaciones siempre han sido secretas y no sé muy bien
porque se los dije a ustedes fue como un impulso – reconocí.
-
pero tus pololos ¿eran gays? – quiso saber Tomas que ahora estaba intrigado y
no había rastro de broma en su tono.
-
uno si y el otro no – dije
-
chuta, dos relaciones y te ves bien piola – dijo Tomas
-
Si, pero han sido relaciones algo macabras – dije – no termine bien con ninguno
de los dos, si quieren un resumen, tengo más cuernos que los renos del viejo
páscuelo – dije
-
Que lata – dijo Claudio
-
Si fue penca, pero tampoco soy un santo, así que creo que mejor estoy solo, lo
he pasado muy bien soltero y por ahora no tengo ganas de amarrarme – confesé
-
Si es lo mejor, además eres chico y te queda caleta por delante, así que dale
nomas disfruta de la vida – dijo el Mauri
-
Pero no tanto – dijo Tomás – oye entre nosotros no más de aquí no sale, ¿Cómo
lo hacen? – quiso saber, sentí mi cara roja, por ningún motivo daría detalles
de eso, al menos no sobrio.
-
No te voy a responder esa wea – dije riendo, el Claudio y el Mauri también se
rieron de las ocurrencias de Tomás.
-
Oye con los cabros haremos una junta el jueves en mi casa, la verdad es algo
bien piola, con asado incluido y nada si quieres ir estas invitado, es con
cuota para la comida y el copete, lo pasaremos bacan – dijo el Mauri, el Tomás
y el Claudio asintieron como si la idea les pareciera bien, por mi parte me
sentí muy bien por su invitación, por lo que no dude en aceptarla.
-
Buena, me parece genial, eso sí trabajo en la semana por lo que no podría
ayudar mucho en las compras – dije
-
No importa, me puedes depositar la cuota y vas no más, si las cosas la compraré
con el Claudito el jueves en la mañana porque tenemos suerte y tenemos libre
jueves y viernes, eso sí como ya dijiste que tenías el viernes libre tendrás
que ayudar a ordenar después – dijo riendo.
-
Bueno, no importa – dije.
Volvimos
a nuestro trabajo, mi celular vibro en mi bolsillo, ahí me di cuenta que me
habían agregado a su grupo de whatsapp que decía “Sus FIFA”, si pensaban que
jugaría eso se equivocaban porque era un cero a la izquierda para todo tipo de
juego ya sea de futbol, basquetbol, pelea, aventura, todo era algo chino para
mí, yo me quede en la época del crash y de ahí no he avanzado mucho.
Ese
fin de semana fue bastante bueno, me fue bien en el trabajo y encaje en el
grupo de ellos bastante bien, nadie tenía problemas de mi orientación y me
aceptaban como era, de hecho no fue tema para nadie y todos estuvieron de
acuerdo con mi participación en la junta, me integre muy bien a ellos, de hecho
fui parte de sus tallas, como así yo también les lance algunas, a la salida de
la pega tomé la micro con alguno de ellos, todo fue normal, ahí me di cuenta de
la dimensión de cómo era un grupo de hombres, los cuales si se tenían buena a
la primera todo fluía muy rápido, todo se solucionaba con una “pichanga” o unas
“chelas”.
*****************-**************************
El
día de la junta llegó, no podía mentir que tenía un poco de nervios, los
conocía poco a todos, pero no me sentía incómodo con ellos, al llegar a la casa
del Mauri me encontré con todos ya sentados con chelas en la mano, unos en el
sofá jugando Play, otros batallando prendiendo el fuego y otros conversando,
éramos un grupo de 10 hombres, nada de mujeres a la vista, luego entendí cuando
días anteriores habían cambiado el nombre del grupo a “club de Toby”, ahora
todo calzaba. Para no llegar con las manos vacías y como había calzado con fin
de mes lleve un pack de cervezas de 24, al verme bajar del Uber con la caja, el
Tomas corrió al rescate de las cervezas.
-
Buena perro, pensamos que no vendrías – dijo el
-
Si, te demoraste caleta – repuso el Mauri
-
Si lo que paso es que el Uber se topó con un taco, además ningún chofer me
aceptaba – dije
-
Que buena trajiste más provisiones – dijo el Claudio.
-
Si no quería llegar así no más, además ustedes compraron todo – dije
-
ah pero por eso era la cuota – dijo el Mauri – pero bueno si insistes nadie se
opone a lo que trajiste – dijo riendo.
Ese
día no había comido mucho y a la segunda cerveza que me tome mi cuerpo me lo
hizo saber, estaba tomando sentado al lado de la parrilla mientras que el
Claudio y el Mauri se encargaron del fuego y de la carne me conversaban de
donde compraron, me pare para ir al baño y todo giro, era inminente que lo
económico que era se estaba reflejando, cuando volví todo tambaleante, ellos no
pudieron dejar de reírse
-
Qué onda camilo, ya estamos listos parece – dijo el guachito rico del Claudio.
-
Un poco no más, es que no comí mucho hoy día – confesé
-
tengo un pan ahí si quieres – dijo a lo que me negué
-
no gracias si estoy bien, dejare de tomar un rato hasta comer – dije
El
asado comenzó a arder y el olor de la carne revivió mis tripas, tenía mucha
hambre, de a poco se acercaron los demás a ver cómo iba el asado, el Claudio
nos dio de probar la carne a todos, y ahí el Tomas que estaba muy entonado
soltó la primera talla que no dude en responderla por los efectos del copete.
-
Camilo avísame si está bien así o la quieres más cocida – dijo Claudio dándome
un trozo de carne cortado.
-
No esta cruda así que cuidado – dijo el Tomas riéndose, provocando la risa de
todos.
-
Puta que lata, pero al menos esta carne me gusta bien cocida – dije entre
risas, a lo que todos los demás se rieron.
-
Ustedes dos se pasan – dijo el Mauri riendo – parece que van a tener que dejar
el copete por un rato.
-
No, yo solo respondí a lo que me dijo el Claudio, ustedes lo mal pensaron –
dije.
La
noche siguió de lo mejor, el asado le quedo muy rico al Claudio y todo lo
alabamos por su hazaña, estábamos todos muerto de hambre nivel dios, por lo que
con los copetes que llevábamos nos envalentonaron para pasarnos los modales por
cualquier lado y comimos la carne hasta con las manos, por suerte el Mauri y el
Claudio pensaron en todo y compraron harto de todo y nadie quedo con hambre,
incluso sobraron cosas para el bajón.
Luego
continuamos tomando, pero ahora no solo chelas, sacaron unas piscolas
infernales, no pase por alto el hecho que me dijeron que mi pagada de piso era
tomarme un vaso al seco, su preparación se podía decir que era un 10% de hielo,
10% coca cola y 80% pisco, de solo oler el vaso me dolía la guata, pero sin
dudarlo y por la motivación que todos me daban me lo tome al seco. Si
necesitaba un empujón para soltarme, eso me dio mucho más, ahora me encontraba
en plena borrachera donde nada me importaba, no sé cómo alguien termino sacando
una botella de tequila, y ahí estaba yo otra vez tomando, fue una mezcla
infernal, solo recuerdo haberme tomado 6 shots, el Mauri tenía un vaso especial
para eso, mi último recuerdo fue haber salido a tomar aire y luego simplemente
despertar en una pieza desconocida para mí.
Nunca
en mi vida me había pasado por mucho que tomara nunca había perdido el
conocimiento, al despertar sentía que tenía un corazón en la cabeza y un dolor
de guata tremendo, sentía la boca seca, pero el balance en general era que
estaba fatal, simplemente quería morir, intente recordar algo de la noche, pero
solo recordaba que aceptaba el tequila como si fuera agua, y luego yo saliendo
por aire de la casa, luego yo calentándome las manos con la braza de la
parrilla, luego yo conversando con el Claudio afuera de la casa del Mauri,
luego yo entrando nuevamente a la casa, luego el Tomas Vomitando en el baño, y
luego yo siendo arrastrado a acostarme, todos esos “luegos”, no tenían una
cierta continuidad, eran como ver varias escenas de una película de forma
separada. Sentí un ronquido en el suelo, donde pude ver que había un colchón y
sobre él estaba el Claudio durmiendo sin polera y tapado por lo que no vi si
llevaba o no pantalones, pero roncaba de una forma estrepitosa, ahí encontré su
mayor defecto, era muy lindo pero sin duda un roncador acérrimo de tomo y lomo,
luego un flash back tomo mi cabeza, yo pidiéndole al Claudio que grabara,
busque mi celular y no lo encontraba por ningún lugar, al encontrarlo solo me
quedaba un 15% de batería, eran las 10 de la mañana pero no se sentía nadie con
vida fuera de la habitación.
Busque
en la galería de mi celular y habían muchas fotos que no tenía ni idea de cómo
llegaron hasta ahí, pero mi corazón se detuvo cuando encontré un video, era de
cinco minutos, de un comienzo se escuchaba como me acomodaba, todo se veía
oscuro, estaba muy fuerte el sonido asique lo baje por completo, luego aparecía
en escena un pene, si señores un pene grueso y un tanto largo, a simple vista
muy bello (jajajaja), el problema de todo era que luego aparecía mi cara
encandilado por el flash del teléfono, luego de decir algo con toda propiedad
me metí el pene a la boca, lo hice de una forma frenética, por el tamaño no me entraba
del todo en la boca pero a simple vista quedaba clarísimo que hacia todo el
esfuerzo por metérmelo lo más adentro posible, luego la cámara se sale de foco
y vi como el Claudio se grababa su cara de placer, mi corazón se aceleró, no
recordaba nada de esto, se sentía como un sueño, como algo poco creíble, adelante
todo el video para simplemente ver el final, ahí pude ver como el Claudio
acababa en mi cara y boca, era como ver una película porno casera amateur, yo
sin tapujos con mis dedos me comí toda su liberación que bañaba mi cara
mientras él me ayudaba con su pene, barriendo el semen de mi rostro hacia mi
boca, el video termina conmigo sonriendo de una forma distorsionada a la
cámara, estaba en shock, no sabía si lo que veía era real o falso, pero tenía
todo para ser muy real, tenía una prueba que la noche anterior había tenido
sexo oral con el Claudio, una parte de mi quería morir y la otra también por no
acordarme de tan maravilloso logro, o sea no tenía razones para vivir.
Deje
mi celular a un lado y me tape el rostro con la almohada, había cometido un gran
error, no quería ni imaginar que el resto se haya enterado de lo que hice, me
sentía totalmente avergonzado, mire de reojo a Claudio que seguía tan dormido
como siempre, sabía que debía irme antes que se levantara, por lo mismo me
levante con sumo cuidado, para mi fortuna mis pantalones estaban intactos, por
lo que no era posible que hubiéramos llegado más allá, solo me metí su pene
hasta la garganta, pero nada más.
Logré
salir de la pieza sin hacer mucho ruido, al caminar me di cuenta que estaba en
el segundo piso, al bajar las escaleras me encontré con el desastre que
habíamos dejado la noche anterior, no se veía a nadie por ningún lado, así que
para no perder tiempo me puse a ordenar un poco, así cuando el Mauri se
levantara le diría que me iría, porque no me atrevía a buscarlo por las piezas
y ver donde estaba durmiendo.
Un
ruido me sobresaltó, pero era el Mauri que había botado una botella, estaba sin
polera, pero ese detalle no hizo que me desconcentrara, al contrario, pude
mirarlo solo a la cara sin ningún problema.
-
Que haci’ despierto tan temprano, yo te hacia muerto todavía – dijo
-
No podía seguir durmiendo me duele caleta la cabeza – respondí.
-
Has ordenado harto, yo sigo no importa – dijo
-
y los demás – consulté
-
Deben ir camino a la pega ahora – dijo
-
No los escuche cuando se fueron – dije
-
No se quedaron, se fueron anoche cuando todos morimos pidieron un uber y se
fueron, solo se quedaron el Claudio, tu y yo – dijo
-
no me acuerdo de nada – reconocí a media
-
Yo solo me acuerdo de que a penas puse la cabeza en la almohada me quedé z –
dijo.
Seguimos
conversando, no note nada raro en él, por lo que intuí que no sabía nada de lo
ocurrido anoche, ni escucho nada, esperaba que mi intuición fuera buena,
terminamos de ordenar todo muy rápido, así que apenas pude le dije que me iría
a descansar a mi casa, él no se negó ya que quería seguir durmiendo, por lo que
tome todas mis cosas y me despedí de él, mi salida fue rápida, era una ventaja
que el Claudio tuviera un sueño pesado (muy pesado), ahora mi estado deplorable
no quería enfrentar nada.
Al
llegar a mi casa revise mi WhatsApp me di cuenta que el último mensaje que
mande fue al Claudio y era nada más y nada menos que el video, tenía los dos
vistos azules, por lo que lo había visto, me quería morir, me daba mucho nervio
tener que enfrentarme a él en la pega.
********************-*********************
El
sábado llegó rápido, me desperté con cero animo de llegar al trabajo, el único día
que había tenido de descanso en la semana fue un desastre, como si el mundo
conspirara para el inminente encuentro, llegué con 20 minutos de anticipación
al trabajo, por lo que decidí simplemente encerrarme en un baño para hacer la
hora.
Cuando
llegue al punto de ventas, como ya era rutina pase saludando a todos los demás
promotores, todos los chicos me tiraron tallas relacionadas a la noche de la
llamada “junta piola”, que de piola no tuvo nada.
-
La carita – fue todo lo que me dijo el Mauri
-
Creo que aún tengo caña – respondí, a lo que Tomás que estaba cerca se rio
-
Cuéntalo como chiste, mira que yo estoy igual – reconoció el Mauri.
Estaba
por irme a mi lugar de trabajo cuando veo a Claudio acercarse a donde estábamos
conversando, mi corazón latió con fuerza, me dieron ganas de incluso vomitar,
al verme su expresión era seria, no podía predecir nada a simple vista.
-
Buena Camilo, pensé que estabas muerto – dijo el con una extraña sonrisa en la
cara
-
Yo igual pensé que iba a morir, pero sobreviví – dije tratando de sonar
gracioso.
-
Ahí viene el jefe de piso así que vamos antes que nos reten – dijo Tomás.
Partí
a mi lugar de trabajo, sentí que Claudio no me quitaba la mirada de encima, era
algo raro, no dejaba de sentirme incomodo, no quería que las cosas se tornaran
de esta manera, de igual forma no tendría que soportar mucho ya que solo me
quedaban ese fin de semana y el siguiente y al fin podría decir hola vacaciones
y bienvenido seria mi querido sur junto al Seba.
El
día paso rápido, a la hora de la colación intenté no coincidir con Claudio,
pero fallé, al llegar al casino lo encontré sentado junto al Mauri y el Héctor,
no podía simplemente sentarme en otro lado, ya que ellos me vieron primero.
Caminé en dirección a su mesa y aunque había un lugar vacío al lado de Claudio,
tomé el que estaba al lado del Héctor, aunque fue mucho peor porque quedábamos
frente a frente.
-
Cresta, se me olvidó la billetera en el casillero – dije al rebuscar entre mis
cosas, ahora tendría que perder aún más tiempo del almuerzo para devolverme a
buscar plata.
-
¿No trajiste almuerzo? – consultó el Mauri.
-
No, ayer no tenía ganas de cocinar – dije
-
Pero tu vieja no hizo nada – interrogó Claudio.
-
No, estoy solo, ella se fue al sur con mis hermanos – comenté
-
En que esta que no se saca la casa malparido – me dijo Héctor con su
característico acento.
-
No lo había pensado – dije
-
Toma – dijo Claudio tendiéndome algo de plata, a lo que lo miré de forma
interrogante – para el almuerzo, después me lo devuelves, porque si vas al
casillero te vas a demorar caleta – comentó.
-
Dale, gracias te pasaste, cuando bajemos a la tienda te lo pago – dije siendo
de lo más normal frente al resto, me paré a comprar un menú, por suerte había
comida rica, al volver a la mesa había alguien más haciéndonos compañía, era
una niña estupenda, estaba sentada al lado del Claudio, era rubia, no se veía
muy alta, pero con una piel perfecta, pensaba que era una promotora mas que no
conocía, pero me equivoque rotundamente, al parecer había pasado por alto un
grandísimo detalle, y todo me quedo más claro cuando vi el beso que le dio al
Claudio. Como se dice en la jerga, NEGRA, si como lo lean negra quedé. En
retrospectiva, nunca le pregunté a ninguno de mis compañeros si estaban pololeando,
ellos sabían de mí, pero nunca les devolví la pregunta y creo que eso fue un
error fundamental, ahora sentía un cargo de conciencia superior. Tomando mi
bandeja con la comida volví a tomar mi lugar.
-
Toma – dije tendiéndole el vuelto al Claudio, el cual recibió el dinero sin
hacer contacto visual conmigo – gracias y después te devuelvo la plata – dije
-
No te preocupes – fue todo lo que dijo.
-
Camila, mira este es tu tocayo Camilo – dijo el Mauri a modo de presentación,
algo que debería haber hecho su pololo, pero el solo estaba centrado en comer y
prestarle atención a Camila.
-
Hola – me dijo de manera amable.
-
Hola, un gusto – dije correspondiendo a su amabilidad.
-
¿Eres nuevo? – quiso saber
-
Ni tanto, vengo solo los fines de semana y llevo ya harto tiempo – respondí
-
Ah dale, es que yo no vengo mucho los fines de semana – dijo
Era
tan simpática que, aunque quisiera odiarla por algo no lo lograría y ahí mi
sentimiento de culpa creció exponencialmente, había hecho algo terrible con el
Claudio, ojalá el tema entre nosotros no se tocara nunca, hasta ahora los dos
lo ignorábamos, y quería que así siguieran las cosas.
Terminamos
de comer, pero no nos levantamos ya que la conversación nos atrapo, hablando de
mil temas, pero mi mente nunca dejo de pensar en lo tonto que fui, esa junta
piola me dejo la gran enseñanza de nunca mezclar copete, y nunca más ir a tal
exceso de no recordar nada porque simplemente no podía confiar en quien era yo
en ese estado.
Antes
de volver a trabajar pase por mi casillero a buscar la plata para pagarle al
Claudio, un lado de mi ser quería verlo, aunque sea un rato más de cerca, pero
la parte racional me decía que no hiciera nada de lo que después me pudiera
arrepentir.
-
Gracias Claudio, te pasaste por lo del almuerzo, aquí está la plata – dije
pasándole el dinero que él me había prestado.
-
No Camilo, no te preocupes, tómalo como un regalo de un amigo – dijo, a lo que
negué inmediatamente.
-
No Claudio definitivamente no puedo aceptar eso – dije
-
No seas porfiado, además que tanto es solo un almuerzo – respondió.
-
Toma la plata Claudio o te la dejo en la mesa – respondí refiriéndome al mesón
donde habían celulares.
-
Camilo, podríamos discutir de otra cosa en vez de esto y dejar de hacernos los
tontos – me respondió, inmediatamente me quede sin palabras.
-
No es el momento – dije
-
Si, lo sé, pero no sé cuándo sea el momento adecuado – dijo
-
Quizás solo debamos olvidar y hacer un borrón y cuenta nueva, y aquí nada paso
– dije
-
Te parece si nos juntamos a la salida de la pega, hablamos en el mall, es un lugar
neutro – dijo
-
No, no quiero – dije
-
Mira, hablamos o si no, no te recibo la plata del almuerzo, tú eliges – dijo
-
Bueno, está bien pero no es una buena idea – dije – a la salida nos vemos, pero
será solo un rato porque como estoy solo no puedo llagar muy tarde o me
violaran o asaltaran y tú serás el culpable – dije
-
Del asalto no, pero por la violación podría responder – dijo riendo, lo que a
mí no me causo mucha gracia – Que eres serio, si solo lo dije para romper el
hielo – se defendió.
-
Ya me voy antes que tu mente diga más cosas brillantes – dije, el aceptó el
dinero sin rechistar, era un gran manipulador, un alto, moreno y hermoso
manipulador.
Estuve
todo el resto del día algo intranquilo, en el horario del break, que era un
pequeño descanso de media hora, le pregunte a todos de manera muy sutil a qué
hora saldrían, así me enteré de la hora a la que saldría Claudio, para no
topármelo.
Cuando
el reloj marcó dos minutos para las 21:00 hrs subí velozmente a buscar mis
cosas, sinceramente me estaba acojonando, no sabía porque tenía tanto miedo de
dar la cara a un asunto que para algunos podría ser tan fácil de resolver, pero
el tan solo hecho que mi compañero de trabajo quisiera una conversación más a
fondo me ponía los nervios de punta, por mi parte sería feliz solo olvidando
todo lo ocurrido, pero al parecer esto no era una opción para él. ¿Quién
entiende a los heteros? – Si aquí
necesito su más honesta opinión, porque es una duda existencial que tengo –
Al
llegar a portería a registrar mi retiro me encontré con Claudio sentado, no sabía
cómo había llegado antes que yo, no se veía a los demás por ningún lado así que
para pasar más piola registré mi salida y fui a tomar el ascensor, escoltado de
cerca por Claudio. Al estar fuera de la tienda no tenía claro donde seguir, así
que simplemente me pare esperando que él me guiara a algún sitio.
-
¿Qué pasa? – Preguntó al ver que me detenía.
-
¿Dónde hablaremos? no conozco mucho este mall – informé.
-
Mira, vamos que conozco un sector donde podremos hablar cómodos – dijo mientras
tomaba rumbo hacia un sector de áreas verdes. No caminamos tanto, solo doblamos
un par de veces hasta llegar a unos pastos bastante piolas.
-
Tú dirás de que quieres hablar – dije pareciendo seguro, pero ya sabrán que lo mío
son solo las apariencias, porque de seguridad ni hablar, quizás debería ser
actor, porque estaba intuyendo que no se me daba tan mal.
-
Tú sabes de que quiero hablar, te has estado haciendo el tonto todo el día, el
otro día cache como te arrancaste de la casa del Mauri, igual todo esto ha sido
ciático para mí, y te agradezco que seas piola y no se lo dijeras a nadie… - lo
interrumpí.
-
Si estamos aquí porque tienes miedo que le diga a alguien lo que paso, nos podemos
ir porque jamás comentaría acerca de esto con alguien de aquí, soy muy piola y
si bien me mostré bastante abierto con ustedes, ir más allá es otra cosa, se y
tengo muy claro que todo fue un error de curados y no tengas miedo que jamás
delataría lo que hicimos, además no me acuerdo de mucho porque había tomado
caleta – dije, tenía que dejar claro que no hablaría nada, si era lo que le
molestaba estaba claro que ya seria tema zanjado.
-
En parte si quería hablar de eso y bacán que sea así – un silencio se provocó
entre nosotros, yo por mi parte no tenía nada más que acotar, sentía que todo
lo que tenía que decirle fue dicho – yo me acuerdo de todo – dijo de pronto.
-
¿Cómo? – dije algo incrédulo.
-
Si Camilo, me acuerdo de todo lo que hicimos esa noche y aún tengo el video, no
he podido borrarlo, como que me en parte me gustó – la conversación se tornó
algo peligrosa para mí, sabía que podía venir, y la verdad no tenía ganas de
seguir con esto, esta historia era algo repetida y con un final obvio, así que
activando todas las alertas dentro de mí, sabía que tenía que salir del paso.
-
No sé a dónde quieres llegar Claudio – dije
-
Camilo, me gustaría volver a repetirlo – confesó – Al menos una vez más, no sé
porque no he dejado de pensar en esto y te soy sincero no sé qué tienes pero no
puedo dejar de pensar en ti, no es que este enamorado ni nada, es algo raro,
veo a cada rato el video y me excita caleta – una cierta tensión cubrió el
lugar donde estábamos, cualquiera en mi situación estaría feliz (y se los
aseguro que sí, con el minazo frente a mi), pero sentía que por cómo era él en
general y con lo poco que podía brindarme terminaría enganchándome de Claudio y
otra vez roto, así que apagando las llamas de mi interior simplemente trate de
ser frio con mis sentimientos.
-
No creo Claudio, pensando en mí no creo que esa sea la mejor opción, tú tienes
polola y es una niña muy buena que no se merece esto, si hubiera sabido de su
existencia antes a lo mejor nada hubiera pasado, hoy me sentí muy culpable por
todo – dije
-
Lo sé y créeme que yo amo a mi polola pero esto es algo distinto, por eso solo
quería volver a repetirlo y no se intentar algo más – continuo diciendo
-
Por lo que dices no me queda claro que la ames, si lo hicieras no buscarías
esta clase de webeo, eso no está bien, pero no me meteré en temas de tu relación
yo solo te puedo decir que no, por ahora paso, eres muy guapo y todo, y si a lo
mejor fuera más inexperto ahora mismo estaría haciendo lo que me pidieras, pero
tengo algo de experiencia en esto y no quiero enrollarme más de lo que puedo –
dije
-
Dale lo entiendo, así que bueno, entonces al menos tan amigos como siempre –
dijo dándome la mano, la acepte sin rechistar
-
Si obvio, borrón y cuenta nueva – termine de decir. Vi la hora de mi teléfono y
era tarde – cresta me tengo que ir, es muy tarde
-
Si vamos, pero no te preocupes, pediré un Uber – dijo
-
No, no puedo ando con lo justo – confesé
-
Te dije que yo lo pedía, te pasamos a dejar a tu casa y luego me voy a la mía,
yo lo pago – dijo
-
Lo acepto solo porque es muy tarde y si me voy en la micro es un suicidio –
sentencie.
Mire
a mi alrededor y no había nadie, ni siquiera sabía si el mall ya estaba cerrado
o no, sentí que a lo mejor y hasta estábamos encerrados, él se levantó
rápidamente y me tendió una mano para ayudarme, antes de siquiera poder
asimilarlo y aprovechando el impulso de cuando me levante Claudio me arrinconó
en la muralla, y sin poder calcular sus acciones me dio un beso, no lo
esperaba, no estaba entre los planes y atribuido a la sorpresa es que pienso
que no tuve reacción más que corresponder, porque siendo sincero uno lo que
menos espera por la vida es que hombres te roben besos, a mi parecer eso no se
da ni en los mejores sueños eróticos de cada uno de nosotros, pero ahí estaba
yo arrinconado por un hetero, sucumbiendo a todo lo que dije anteriormente… que
grandísimo estúpido y fácil soy :c
-
¿Qué haces? – dije despegándome de él.
-
Solo quería asegurarme de que tú no lo quisieras repetir y saber que se sentía
– dijo aun cerca mío, podía sentir su erección pegada a mi pierna y eso no
ayudaba a mi concentración y para ser sincero, muy sincero, eso me excito y
podía sentir como el momento se calentaba, lo reitero soy tan fácil.
-
Como un beso, creo que así se sintió, no es muy diferente si cierras los ojos –
dije intentando ser irónico
-
Si, fue solo como un beso – dijo
-
Era obvio no crees, no es como si al besarme se te caerían los labios o algo
parecido, pero no lo vuelvas a hacer – dije, mis palabras fueron menos creíbles
que los próximamente del Borja (NOTA***)
-
y si no quiero – dijo desafiante.
-
Vas a tener que querer no más, además es tarde tenemos que irnos – dije con
algo de cordura que aún me quedaba.
Logré
zafarme de su agarre y tomar distancia, lo cual era algo que necesitaba, el
tomo su celular y vi como escribía algo, para luego consultarme mi dirección,
sin perder más tiempo se la di, no hablamos mucho hasta que llegó el Uber, para
mi sorpresa pillamos una salida del mall, nos subimos ambos en la parte trasera
del auto, el chofer era muy simpático y nos fue metiendo conversa todo el
camino.
-
Camilo, necesito ir al baño, ¿puedo pasar al tuyo? – preguntó Claudio.
-
Si, obvio que si – dije, como le iba a decir que no, sería muy desubicado.
-
Bacán, porque no sé si alcance a llegar a mi casa – dijo con total desinhibición.
Llegamos
a mi casa, yo pensaba que pasaría y volvería al Uber, pero no el solo pagó el
trayecto a mi casa diciéndole al chofer del Uber que hasta ahí no más
llegaríamos, no quise decir nada, no quería sonar descortés además el pagó la
cuenta y ya me sentía mortificado por eso. Pasamos a mi casa y le dije dónde
estaba el baño al cual el entró casi corriendo, por mi parte fui a mi pieza a
dejar mis cosas para volver, cuando llegué el venía saliendo del baño.
-
Gracias camilo te pasaste, te juro que casi me meo en el Uber – dijo riendo
-
Te creo totalmente – respondí, quería decirle que se fuera ahora, pero no
quería ser grosero – quieres algo para tomar – consulté.
-
Te pediría una chela, pero con agua me conformo – respondió
-
te diré un secreto, como mi mamá y mis hermanos no están me compré un six pack
el otro día, me siento todo rebelde por hacerlo así que, si tengo chelas
heladas, te daré una antes que te vayas – dije diciendo de manera sutil que se
fuera, pero al parecer el no captó la indirecta.
-
Buenísima, esta bacán tu casa – dijo mirando el alrededor y cambiando de tema.
Fui
hacia el refrigerador y saque dos latas de cerveza, le tendí una a él y la otra
era para mí, no sabía muy bien cómo actuar, sería muy fácil decirle que se
fuera, pero me daba vergüenza ser tan poco cortés.
-
Toma, yo me tomo esta y me duermo porque estoy muy cansado – dije, volviendo a
ser algo sutil respecto a su compañía.
-
Si quieres me voy – dijo
-
No te estoy echando aun – dije riendo – tomate la chela y ahí te largas – dije
volviendo a reír, tirando como talla algo que quería fuera verdad.
-
Ya si cache que quieres que me vaya, pero me tomo esto y me voy – dijo.
Prendí
la televisión y dejé algo al azar, mientras hablábamos de cómo había estado el día
en el trabajo, su compañía al pasar de los minutos se hizo cada vez más amena,
sentía que estábamos en un ambiente de confianza y buena onda, así que a mi
cerebro como se le ocurren cosas geniales y autoriza a mi boca a hablar cosas
tontas la mayoría de las veces, esa noche no hizo la excepción y simplemente
hizo lo suyo.
-
Podríamos ver una película, aunque igual es tarde – dije viendo la hora,
faltaba poco para la media noche y no había preparado nada para mañana, así que
otra vez no llevaría almuerzo y tampoco tenía visto mi outfit del día, así que
por lo visto si veía la película sería un día de improvisación.
-
Si, yo quiero ver una película de hace tiempo, yo tengo Netflix – me comentó
-
Yo igual, eso si no tengo mucho de cosas para picar, creo que a lo más unas
galletas de hace años – dije.
-
No importa, si es ver la película no más – dijo.
-
Ya, vamos a mi pieza que ahí tengo la tele conectada a Netflix – sonó como si
fuera una propuesta a algo más, pero les juro que solo quería ver la película y
nada más, no con esa otra intención que cuando te invitan a “ver películas”.
-
Dale, te sigo porque no se cual es – dijo
Lo
guie a mi pieza y le dije cómo funcionaba todo, así mientras él elegía alguna película
para ver yo fui a la cocina a ver que tenía para comer, me encontré con dos
tarros de papas kryzpo, lo que sonaba como ideal, lleve las últimas dos
cervezas que me quedaban, creía que con eso estábamos.
Al
llegar lo encontré sentado a los pies de mi cama con la película pausada, deje
las cosas que había traído sobre mi velador, tome mi pijama, no encontré
apropiado desnudarme frente a él, así que lo tome y lo lleve para vestirme en
el baño, no me demoré mucho, el seguía donde mismo esperando pacientemente.
-
Ahora sí, es que estoy seguro que me quedaré dormido – dije riendo.
-
No creo, esta película es buenísima – dijo mirando la pantalla.
-
Dale, ponla no más, yo me voy a acostar, si quieres te puedes recostar al lado mío,
así es más cómodo y mi cama es amplia – dije metiéndome entre las sabanas.
-
bueno, pero no te incomoda – consultó
-
no para nada, así además puedes alcanzarme las cosas que traje – me reí, él se levantó
y trajo consigo las cervezas y las papas.
La
película comenzó, no era algún estreno ni nada por el estilo, era el señor de
los anillos, una película que había visto y en lo particular me gusta toda la
saga completa, así que simplemente nos remitimos a verla, de vez en cuando lo
miraba de reojo, aun llevaba su polera típica de Huawei.
-
Si quieres te puedes sacar las zapatillas, debes tener los pies para la
embarrada – dije
-
Mejor que no – dijo riendo
-
¿Por qué? – pregunté
-
Porque después de estar todo el día parado en la tienda y caminando mis pies
mueren en todo sentido – dijo provocando mi risa, era algo que a cualquiera le
podía pasar, de hecho, a mí me solía ocurrir, aun con kilos de talco en los
pies así que para su comodidad no quise insistir.
Pasada
una hora de película mis ojos se cerraban solos y solo quería dormir y así lo
hice, me quede dormido, no sabía muy bien qué hora era cuando volví a abrir los
ojos pero definitivamente la película había terminado, desorientado busque a mi
alrededor y me encontré con Claudio dormido a mi lado, roncaba muy bajito, como
si recién estuviera cayendo en un sueño más profundo, me dio lata despertarlo, así
que simplemente apague la tele y lo tape como pude con mis sabanas, le saque
sus zapatillas, estaba en eso cuando abrió sus hermosos ojos.
-
Me quede raja – comunicó - ¿Qué hora es? – preguntó. Mire el reloj de mi mesa
de noche y marcaba un poco pasado las 02:00 AM.
-
Son las 02:10 de la mañana, es tarde, yo creo que es mejor que te quedes a
dormir si ya es muy tarde para que vuelvas, así te ahorras el Uber – le dije
-
Bueno y gracias Camilo por no molestarte que sea tan pegote – dijo riendo y
algo adormilado.
-
No me enojo porque no soy enojón, y mira tengo esto para pasarte y puedas estar
más cómodo – camine a mi closet y le pase un pantalón corto de pijama y una polera
– Puede que te quede corto porque eres más grande que yo, pero al menos dormirás
mas cómodo – sentencie.
-
Gracias, me lo pongo altiro – dijo
Sin
ningún tipo de tapujo se deshizo de su polera y pantalones, los dejó ordenado en
una silla que tengo en la pieza, paseándose solo en su bóxer tomó la ropa que
le presté y se la puso, no pude evitar mirarlo completamente, no tenía un
abdomen musculoso, pero si plano y con algo de vellos, algo que siempre me ha
encantado.
Luego
de eso nos acostamos en mi cama, mi corazón latía fuerte en mi pecho, era algo
inevitable, de pronto una repentina excitación tomo lugar en mí, sabía que si
me movía un poco nuestras piernas se tocarían o si movía mi mano podría tocar
su brazo o su abdomen, era todo cosa que yo quisiera. Me encontraba en mi
debate mental sobre que podía y no hacer, hasta que siento como su mano encontró
la mía por debajo de las sabanas, sin decir nada sentí como me guiaba a otra
zona, hasta que aterrizó en su dura entrepierna, el dejó en libertad mi mano,
pero no fui capaz de sacarla, sino que, todo lo contrario, le di un ligero
apretón. A esas alturas mi cordura había cedido y simplemente me estaba dejando
llevar por mis más bajos instintos.
Aun
sin mediar palabras comencé a acariciar su erección sobre la ropa, el solo
respiraba de una forma pesada y quejumbrosa cuando lo apretaba más y más, sin embargo,
no avance más allá de eso, él percatándose que solo lo tocaba por encima se bajó
el pantalón que le había prestado y su ropa interior, haciendo que mis caricias
ahora fueran piel contra piel, recorrí con mi mano su erección, acaricie sus testículos,
el por su parte solo se entregó a mis caricias, no sabía si lo que hacía era lo
correcto, pero ya era tarde y había sucumbido, ya no era capaz de dar pie atrás
y realmente tampoco sabía si quería arrepentirme después. Me acerque más a su
cuerpo, él puso su brazo bajo mi cabeza haciendo que recostara mi cabeza cerca
de su pecho, en esa posición pude intensificar el movimiento de mi mano dándole
una paja de aquellas, el solo gemía, entregado totalmente, moví mi mano más rápido,
estimulando su glande con mi dedo pulgar, su caderas comenzaron a moverse al compás
de mi mano, sabía que no duraría mucho bajo ese ritmo, mi brazo comenzó a
doler, pero no fue impedimento para seguir dándole placer a Claudio. Un gemido
salió de su boca, para posteriormente sentir la calidez de su liberación cubrir
mi mano, había alcanzado un potente orgasmo, siendo audaz, me atreví a probar su
semen, bajo la oscuridad de mi cuarto no sé si él se percató de este acto. Me levante
y fui al baño por papel higiénico, me lave mis manos y volví a mi habitación.
Claudio se limpió frente a mi sin tapujos y se acomodó la ropa nuevamente.
-
Con esto me dejas claro que si quieres volver a hacer más cosas Camilito – dijo
cerca de mi oído cuando estábamos de nuevo acostados.
-
Por esta noche no más – dije – fui débil, pero al menos espero lo hayas
disfrutado – dije
-
Me encantó, pero quiero hacértelo – comentó.
-
Eso será más complicado – dije – Al menos esta noche no pasará – dije
-
Pero me gusta saber que pasara entonces – sentencio. Por la boca muere el pez y
el hablar sin pensar nuevamente me pasaba la cuenta.
-
Mejor durmamos que ya es tarde – dije
-
Buenas noches Camilo duerme bien – dijo pasando una mano sobre mi cintura, casi
como si fuera una cucharita, pero sin estar tan apegados.
-
Buenas noches – le dije también.
******************-*******************
Mi
alarma estaba configurada a las 08:30 AM para alcanzar a hacer todo antes de
irme al trabajo ya que entraba a las 11, así que a penas escuche el sonido
estridente, lo apague, la calidez de los brazos de Claudio rodeándome me causo
algo, debo confesarlo, así que sin perder tiempo me levanté, el por su parte
solamente se removió, aproveche de ordenar todo, puse la mesa para que tomáramos
desayuno, incluso me bañé, todo en media hora, pasado las 09:00 decidí que era
hora de despertar a mi invitado sorpresa.
-
Claudio despierta – dije moviéndolo, el solo se giró ignorándome – vamos a
llegar tarde al trabajo si no te levantas – informé
-
Si ahora me levanto – respondió enterrando su rostro en mi almohada.
-
Si quieres puedes bañarte – dije
-
Bueno – fue todo lo que dijo
Tras
batallar con el pudimos tomar desayuno y salir a la hora justa para llegar al
trabajo, no podía negar lo raro que era todo, Claudio se veía como el hombre
perfecto, no solo físicamente, si no como persona, era preocupado, simpático,
divertido y mil cualidades más, algo que me preocupaba mucho, porque sabía lo
que podría significar para mí, por lo que sabía también que debía tomar distancia
antes que lo lamentara sobre todo después de lo vivido anoche, que lo hice a
plena conciencia y con ganas.
Llegamos
al trabajo y nos separamos para ir a nuestros respectivos lugares, toda esa
mañana me sentí raro, sabía que no estaba haciendo bien las cosas, desde ya
estaba mezclando las cosas otra vez y sabía a ciencia cierta que al final
nuevamente sería el perdedor en todo esto.
Era
la hora de almuerzo y en todo el día no había visto a Claudio, tampoco era como
si sintiera la necesidad de hacerlo, pero después de lo vivido la noche antes
creí que las cosas serían distintas entre nosotros, al llegar a comer al casino
a mi hora típica, me topé con los compañeros de siempre, solo que Claudio no
estaba.
-
Hola chiquillos ¿cómo están? – Saludé a todos en general - ¿Salieron solo
ustedes? – dije de forma sutil
-
Si – dijo el Mauri – el Tomás tiene libre hoy día y el Claudito cambio su
horario de colación para salir después con su polola, es más macabeo – finalizo
riendo.
-
Ya lo creo – dije.
Esa
tarde comí pensando en lo tonto que era, y como sabiendo en las cosas que hacía
simplemente me importaba una mierda repetir los errores mil veces, cuando aprendería
a que el webeo es webeo y que confundirlo con algo más era una falta a las
reglas de ese juego.
La
hora del Break llegó, esta vez salí a mi horario correcto, para mi sorpresa
ninguno de los chiquillos estaba ahí, habían pasado solo cinco minutos cuando
vi pasar al Claudio y su polola para sentarse en el sillón, pasaron a mi lado
solo saludando con una sonrisa por parte de ambos, de reojo veía como se
acurrucaban y besaban, mi estómago se estrujo en reconocimiento, ahí no me cayó
duda del papel que jugué, solo una distracción, el segundo en cuestión y no les
mentiré a ninguno de ustedes que dolió, no porque ya amara al Claudio, sino que
me bajó una amargura al pensar que ese a lo mejor sería mi destino, ser
simplemente de interés para un objetivo en específico y una vez que ya
cumpliera con ella fuera algo desechable, con la cabeza plenamente perturbada
me fui de la sala de descanso al pasar por su lado con mis dotes actorales les
di una sonrisa falsa que no la sentí por ningún lado, pero quería ya salir de
ahí.
Ese
día me sentía pésimo, así que le pedí permiso a mi supervisor para irme un poco
antes, como él me tenía buena me dejó salir media hora antes, peor era nada así
que aproveché eso para desconectarme e ir a mi casa a recuperar sueño.
*********************-*********************
El
miércoles tras salir de la practica quedé en juntarme con el Seba para así
conversar y pasar la tarde, esta vez nos juntaríamos en mi casa aprovechando
que mi familia no estaba, el llegó justo a la hora que le había dicho, hace
semanas que nos veíamos, pero si hablábamos constantemente, sabía que verlo me haría
bien.
Pero
antes que todo, y sin decirnos nada nos entregamos al momento, no fue necesaria
ninguna orden para que el se apoderara de mi cuerpo, sus labios y los míos fueron
uno solo, su lengua acariciaba tan bien la mía que me hacía sentir un éxtasis
sin igual. No fui consiente de como el Seba me guio hasta el sillón y me
sentaba para que así quedara a la altura correcta para tomar su pene en mi
boca, sin perder tiempo lo libere de la ropa que estorbaba mi camino hacia su erección.
Lo
tomé tan profundo a él le gustaba, con la experiencia ya sabía lo que lo enloquecía,
y las gargantas profundas eran la debilidad del Seba, al realizar esta acción,
sus caderas tomaron vida propia y embistieron tan profundo como pudieron,
reprimiendo las arcadas intenté soportarlo lo más que pude, si bien no fue
mucho, bastó para encenderlo aún más. Le practique sexo oral hasta que mi mandíbula
dolía, así que me levante despojándome de mi ropa, luego me puse en cuatro
sobre el sillón, el Seba en vez de penetrarme inmediatamente lamio mi trasero dándome
un espectacular beso negro, su lengua jugo en mi entrada de tal manera que me
entregue por completo, sus dedos se abrieron camino en mi para dilatarme, no
fue necesario tanto juego previo, ya que unos segundos después tenia al Seba
haciendo presión con su pene en mi culo, no capté en que minuto se puso en
condón, pero toda duda o pensamiento anexo se fue al tarro de la basura cuando
entro por completo en mí, ahí solo me dominó el placer, movía mis caderas al compás
de sus penetraciones yendo al encuentro de su pelvis cuando su pene salía de mí,
sentí como el orgasmos se acercaba y sin negarlo solo me dedique a sentirlo,
sin duda la necesitaba y fue esplendido, el Seba siguió penetrándome hasta que
se quedó quieto en mi interior diciéndome que había acabado también.
El
me sonrió mientras se sentaba mi lado en el sillón despojándose del condón
usado, sin duda el Seba se había convertido en alguien muy cercano y momentos
así eran los que atesoraba de nuestra amistad.
Nos
limpiamos y vestimos un poco, comimos algo, en todo momento tras nuestro
encuentro tan íntimo sabía que el Seba tenía algo que decirme, lo conocía y sabía
que algo lo inquietaba, pero no quería presionarlo, pero mil ideas se me ocurrían,
desde que no quería verme más, hasta que se iría a china.
-
Camilo, tengo algo que decirte – dijo finalmente
-
Dime no más, sabes que te escucho – respondí.
-
Tú sabes que estoy en algo con una compañera de la pega – comentó.
-
Si lo sé – dije más serio.
-
La cosa es que ella se consiguió unos viajes para el norte, son para la ruta
del desierto y yo no conozco para allá, y ella me invitó y no pude decirle que
no – dijo
-
Que buena Seba me alegro caleta, dicen que para allá es bien lindo, de hecho,
te había dicho que tenía muchas ganas de ir para allá y también para la
carretera austral del sur, espero un día poder conocer ambas partes – comente algo
emocionado por él.
-
Si, gracias camilo, por eso mismo no podré ir contigo al sur, espero lo
entiendas, podremos ir en otra fecha para allá, pero al norte no creo que se me
de otra oportunidad – dijo, no pude evitar sentirme mal, el viaje lo había planeado
con tanta cautela, que incluso había trabajado en el mall por eso mismo, me había
matado por esto, pero al ver su cara de emoción por el otro viaje, no podía decirle
algo malo.
-
Pucha que lata Seba, pero no te preocupes podemos ir otro día, solo pásalo bacán
por allá, mándame fotos y por sobre todo tráeme un recuerdo, aunque sea sal –
dije con una sonrisa en mi cara, pero con una gran pena interna.
Esa
noche el Seba se fue como siempre, logré transmitirle que nada estaba mal y que
esperaba su viaje fuera excelente, pero esto no ayudó para nada en cómo me sentía
realmente, él sabía todo lo que estaba haciendo por los días que nos tomaríamos
para ir al sur, que no pude evitar sentir una cierta nostalgia, yo mismo le había
dicho al Seba hace mucho tiempo atrás que lo nuestro nunca funcionaria, y no me
sentía mal porque conociera a alguien, sino por el hecho de dejarme botado a último
momento, eso sería algo que yo jamás le haría a un amigo, porque aunque me
ofrecieran algo mil veces mejor, si ya estaba comprometido a algo con alguien
importante para mí, no lo dejaría solo jamás.
Con
lo sentimental que soy, no les mentiré que esa tarde solté algunas lágrimas,
porque me sentí tonto, al final y al cabo el Seba no le dio tanta importancia
al viaje como yo, él sabía que no lo llevaba a cualquier sitio, ese lugar para
mi representaba mucho, además le comenté el esfuerzo que estaba haciendo para
juntar plata, y aun así me dejó abandonado.
Volví
a sentir la sensación que siempre sería el segundo, que no tenía nadie que
velara o del cual sería la primera opción, el Seba con su acto me lo había enrostrado
nuevamente, escogiendo a quien era su conquista de turno, por sobre mí, que había
estado con él desde hace ya bastante tiempo, sé que más de alguno dirá que yo
fui quien no le dio una oportunidad al Seba para que estuviéramos juntos en su
momento y porque me quejaba ahora, pero la respuesta es fácil, por como es el
no hubiéramos durado ni un mes.
Tirando
la esponja definitivamente, como ya no necesitaba tanta plata decidí esa misma
noche que no valía la pena matarme en el mall, me quedaría solo con la práctica,
en total solo sería yo, además así me alejaría cuanto antes de otra gran tentación.
(NOTA***) Solo es una humorada XD, espero nadie
se enoje, como ya lo dije alguna vez o si no lo dije lo digo ahora, soy un fan
de todos estos relatos y aun espero su regreso :(
**********************
HOLAAAAAA :)
Aquí estoy nuevamente escribiendo algo de lo que me ha pasado hasta ahora y la verdad es que requiero de su mas sincera opinión frente a todo, no se guarden nada, realmente ahora lo necesito, los habia extrañado, no mentire y desde que deje de escribir he tenido mas tiempo, pero también se habia hecho una costumbre que no fue facil de dejar.
nuevemente muchas gracias por leer mi historia y sobretodo a quienes me dejan sus opiniones y sabios consejos, asi que nada besos y abrazos para todos :D
Saludos...
P.D: espero sus comentarios aunque sean para destruirme, no importa igual los aceptare jajajaj :c
P.D. 2: Espero que nadie se enoje por alguna pequeñita mencion que pude haber hecho pero no lo pude evitar jajajajaja en fin no fue en mala onda, si no todo lo contrario.
P.D. 2: Espero que nadie se enoje por alguna pequeñita mencion que pude haber hecho pero no lo pude evitar jajajajaja en fin no fue en mala onda, si no todo lo contrario.
Eso, bai los quiero jajaja XD