Desperté
con un zumbido en la cabeza y un dolor palpitante digno de la más grande resaca
de la historia, como siempre recordaba todo lo vivido anteriormente, miré a mi
lado y ahí estaba el Seba dormido como un tronco, sabía que estaba dormido
profundamente aun porque un ligero ronquido salía de sus labios delatándolo, el
silencio reinaba en la casa, así que asumí que todos dormían. Me levante sin
hacer mucho ruido, efectivamente no había nadie por ningún lado, arregle mis
cosas y me di una ducha esperando que esto pudiera reponerme, me sentía pésimo,
ni hambre tenía porque de solo pensar en comer se me revolvía el estómago.
Salí
de la ducha y me vestí, mientras el agua caía por mi cuerpo una idea nació en
mi mente y quería aprovechar que todos dormían para escaparme un rato, tomando
unas llaves salí de la casa con mi celular y los audífonos puestos, sabía que
nadie se levantaría en un buen rato más, así que tenía tiempo para lo que
quería… Pensar. Puse en mi celular una canción cualquiera mientras caminaba,
salto de inmediato a Chandelier de
Sia, amo y amaba esa canción desde siempre, tenía el don de hacerme viajar y
transmitirme una gran cantidad de cosas con esa voz y letra desgarradora, digna
de la desesperación que alguna vez sentí.
La
casa de nuestro amigo no quedaba muy lejos de la playa así que me bastó solo
caminar un rato para llegar a ver las olas y como estas rompían en la orilla
del mar, el día estaba despejado, pero corría un viento tan helado que podía calar
en los huesos, me senté en la arena, todo estaba tan sereno que irradiaba
perfección, sin poder evitarlo rememoré hasta tal punto en el cual perdí por
completo el sentido de mi vida, el momento en el que ya no me podía sentir
cómodo con lo que hacía, donde sentí que perdí una parte que irremediablemente
no volvería a recuperar y debería aprender a vivir adecuándome con lo que
tenía, después de todo este tiempo sentí que estaba más repuesto, pero había un
sector de mí que sin lugar a dudas no había recuperado, mi corazón, se sentía
muy roto y dudaba si en algún minuto podría volver a funcionar bien otra vez,
por lo demás tenía otro pensamiento imperante en mi memoria, no podía dejar de
pensar en el Pipe y en cómo le debía una disculpa, mi orgullo me decía que él
me lo debía, pero yo no era así, tenía que estar bien conmigo mismo, una vez
dije que ya lo había perdonado y todo lo que hice simplemente significo un gran
retroceso, fue como abrir otra herida que creí cerrada hace mucho tiempo.
Fix you de coldplay sonó desde mis audífonos
causando un estremecimiento en mi cuerpo, esa canción había sido una fiel
compañera en algunas noches que simplemente no podía dormir y pasado el tiempo
y mientras veía la inmensidad del mar me di cuenta que para continuar tenía que
de alguna forma sanar yo primero, estar bien conmigo mismo, perdonarme por todo
los errores que cometí, poder sentir que di vuelta la página, un nudo se hizo
en mi garganta, porque tenía claro que todo lo perdido ya no se podía
recuperar, y aunque me costara, un Camilo nuevo debía salir de todo esto, un
Camilo quizás un poco más maduro, porque los golpes por duro que parezca sirven
de algo, uno no puede darse estrellones contra una misma pared por siempre, al
contrario se debe retomar el vuelo y si mi felicidad no estaba ahí, debía
buscarla en otro lado.
Con
ideas más claras y con una nueva misión me permití volver a la casa, aunque me
hubiera gustado poder seguir viendo tan magnifico paisaje por siempre, tenía
que irme, mi celular vibró en mi bolsillo, era un WhatsApp de mi amiga Cote.
Cote:
Amigo, ya que andas por algún lado ahí afuera, porque no traes pan y algo para
echarle, todos tenemos hambre, porfa jajajaja XD
Yo:
Si obvio, voy a buscar algo abierto y me voy a la casa altiro, no me demorare nada.
Camine
hasta buscar un lugar donde tuvieran pan, para suerte mía y de los demás
encontré un negocio donde arrase con casi todo el pan, ya que sabía que
seriamos 15 personas hambrientas en la casa. De regreso me topé con el Seba.
-
¿A dónde vas? – Dije cuando se acercó
-
Vine a buscarte porque te demorabas mucho y tenemos hambre – dijo riendo
-
Es que estaba todo cerrado – contesté – pero encontré algo, menos mal andaba
con plata – reí
-
Buena – dijo - ¿caminaste mucho? – preguntó mirándome
-
Mas o menos – dije – pero todos los negocios cercanos estaban o cerrados o no
había pan – el Seba me miro, pero volteo su rostro cuando me di cuenta.
-
Estas raro – dijo
-
Con caña quizás – dije
-
No raro mal, sino raro bien, los ojos te brillan – respondió
-
Quizás fue por lo de anoche – respondí con nerviosismo, no sabía que decirle a
él, a lo mejor pensaría que soy más enrollado que mina con todas las cosas de
mis pensamientos.
-
Para que veas que hago bien a la gente – dijo, a lo que me reí.
El
me quitó una bolsa de pan ayudándome a llevarla a la casa, no hablamos nada de
lo que había pasado en la noche entre nosotros, pero como no era primera vez
que estábamos juntos, sabía que no era algo que le carcomiera la conciencia a
él. Llegamos a la casa y todos parecían zombis hambrientos. Tras comer y
parecer más repuestos armaron el panorama para ese día, la mayoría quiso ir a
visitar otros lugares, es así que terminamos recorriendo el Quisco y alguno que
otro sector aledaño, Almorzamos en un restaurant de la Zona, como no soy una
persona que le gusten mucho los mariscos comí solo un pescado frito, todo
estuvo muy rico y el día se nos pasó volando.
Sinceramente
no sabía si quisiera seguir tomando en la noche, quería que mi cuerpo se
recuperara un poco, pero el resto tenía otros planes para nuestra noche,
querían ir en búsqueda de un lugar tipo disco para poder bailar y beber, la
idea no me pareció tan mala, solo esperaba que no estuviera muy lejos. Todos
nos cambiamos de ropa, quería verme bien así que saqué uno de mis mejores
outfits que llevé.
Al
final el viaje no termino muy bien, ya que nunca encontramos el lugar, eso si
llegamos a un local que se veía bien ameno, compramos algunas cosas, y nos
pusimos a disfrutar, un amigo comenzó a hablar con otro grupo de amigos que
estaban cercanos a nosotros, no los conocía ni de pelea de perros como dice mi
mamá, pero se veían simpáticos, era un grupo numeroso, pero no tanto como el
nuestro, al final entre conversa y conversa, ellos nos dijeron que cachaban un
lugar, es así que llegamos a algo que parecía disco, no me gustó mucho el
ambiente, pero ya que estábamos ahí no me quedaba más que seguir al resto, mis
amigas apenas entramos me arrastraron a bailar con ellas, vi como el resto se
reía de algo que dijo el Seba, no sabía que era pero no le tome importancia.
Rompí plenamente mis propias expectativas ya que nuevamente volví a tomar, en
mi defensa debo decir que el bailoteo estaba muy bueno y debía hidratarme un
poco con unas piscolas. A lo lejos vi como el Seba bailaba con una chica rubia,
estupenda, era de esas mujeres que si se lo propusieran podrían volver lesbiana
a cualquier mujer o hacer dudar a alguien si es gay, la había visto en el grupo
que se nos unió, pero pensaba que estaba pololeando con uno de ellos, ahora
claramente veía que no, sus movimientos eran muy sensuales y el Seba parecía
encantado con ella, lo ignoré.
Recientemente
había descubierto que con la Cote y la Andrea éramos los reyes de la pista, de
pronto pusieron una canción de reguetón antiguo, de ese bailable, ellas
gritaron cuando reconocieron la pista y me rogaron para que repitiéramos la
performance que teníamos, yo achispado por los tragos que había bebido no me
negué a su propuesta, creo que habíamos llamado la atención más de lo que quería,
porque no supe en que minuto habían algunas personas rodeándonos, al terminar
nos reímos de los que habíamos hecho, la gente que nos rodeaba se dispersó,
pero cuando pasó todo me di cuenta que el Seba se estaba comiendo a la rubia y
cuando digo comiendo era textual, ella con él, ambos metiéndose la lengua hasta
la garganta mutuamente, ambos tocándose descaradamente y mutuamente, desvié la
mirada, pero no me sentí mal, si un poco raro, pero me negaba a creer que eran
celos, sabía que el Seba era así y nunca cambiaria, un día contigo y al otro si
te he visto no me acuerdo, además tenía claro que no podía albergar nada
romántico por él, si quería sufrir podría hacerlo, pero si tenía una pizca de
preservación no debía sentir nada por él.
Debía
disfrutar la noche y eso haría, así que eliminando de mi memoria la imagen que
recién había visto me concentré simplemente en seguir bailando con mis dos
ángeles, de vez en cuando nos bebíamos algún trago para pasar la sed, no
salimos en completo estado de ebriedad del lugar en el que estábamos, pero si
completamente sudados, nunca en mi vida había bailado tanto, deje el alma en la
pista esa noche y solo quería mi cama para caer rendido.
Llegamos
a la casa, algunos quisieron seguir tomando, por mi parte ya estaba knockout, entré al baño y me di una
ducha rápida para ponerme mi pijama, realicé todo de forma mecánica, el agua
tibia relajo mi cuerpo y solo quería dormir, de hecho a penas puse la cabeza en
la almohada me dormí, solo que esta vez en mi cama, la que me correspondía
desde el primer momento.
Desperté
destruido por la noche anterior, sentía mi cuerpo molido, no me podía mover sin
quejarme, era de ese dolor que se siente cuando haces ejercicio después de
mucho tiempo, además me dolían las amígdalas, realmente me sentía pésimo. No
fui el primero esta vez en despertar y de hecho fui el último en levantarme.
Ese
día volvieron a salir en la noche, solo que esta vez me quede en la casa, creo
que los demás pudieron ver mi cara de destrucción, por lo que no se negaron a
dejarme solo después de muchas insistencias mías, así que solo me dedique a
reponer fuerzas para poder seguir disfrutando de los días que me quedaban por
delante.
Desperté
en medio de la noche por todo el ruido que había en la casa, no tenía dudas que
habían vuelto, me gire para seguir durmiendo, hasta que escuché que alguien
abría la puerta de mi pieza, no sabía quién era, solo sé que ese alguien
encendió la luz, así que o bien podría ser el Diego o el Seba que venía a
acostarse, ya no me dolía la garganta así que era un avance en mi recuperación.
De pronto la cama se hundió a mi lado como si alguien se sentara, luego sentí
un susurro cerca de mi oído mientras yo fingía estar durmiendo.
-
Camilo, ¿estas despierto? – dijo la voz del Seba, al no obtener respuesta me
movió un poco – Camilo – volvió a decir, mientras que siguiendo con mi
actuación fingí despertar recién.
-
¿Qué quieres Seba? – Dije con voz adormilada
-
Quería ver si estabas bien no más – respondió, no fue necesario percatarme que
se encontraba un poco borracho.
-
Si ahora me siento un poco mejor – respondí a lo que el asintió
-
Porque no te acuestas conmigo para que te haga unos cariñitos – me dijo, fue
inevitable que la excitación no me golpeara, pero debía ser cuidadoso, ninguno
de los dos quería que nos pillaran.
-
Pero nos pueden pillar – dije
-
No si lo hacemos piola – dijo acercándose y dándome un pequeño beso, como si
eso me fuera a hacer ceder más fácil
-
Pero y el diego – Dije
-
Lo hago que duerma en tu cama, levántate un rato y déjamelo a mí – respondió,
totalmente sumiso a sus palabras me levante e hice lo que me pidió – tení’ la
media raja camilo, con el pijama se te ve mejor – dijo, a lo que me reí, curado
el Seba no tenía filtro alguno, pero ahí estaba yo haciéndole caso en lo que me
pedía.
-
Habla más despacio que alguien puede escuchar – dije sonrojado
-
Camilo ven – me llamó antes de que saliera – cierra la puerta – pidió, pero ni
siquiera había alcanzado a abrirla.
-
¿Qué cosa? – dije
-
Porque no me das una chupadita – dijo dejándome en Shock – algo super rápido
Camilo, es que verte así me calentó – respondió
-
Estas loco – dije, pero él no me escucho, solo se dedicó a sacar su pene de
entre su ropa, como si de un canto de sirena se tratara hice caso omiso a la cordura
– ya pero será cortito y no hagas nada para que no nos pillen – dije
Me
senté en la cama mientras él ponía frente a mí su pene en estado de semi
erección, sin pensarlo mucho lo tome por completo en mi boca, hice lo mismo
unas cinco veces hasta que estuvo más que duro, quería seguir, pero tenía mucho
miedo de que alguien me pillara, pero debo reconocer que el hecho que fuera
todo tan al borde que alguien entrara a la pieza y nos encontrara en pleno
acto, le daba más morbo y por sobre todo excitación al momento.
-
Ya ahí no más – dije, el retrocedió y guardo su erección en su pantalón.
-
Lo haci tan rico Camilo, ya yo voy a salir mientras, ahora traeré al diego para
acostarlo – dijo eso guiñándome un ojo.
Espere
un par de minutos para ir tras él, al llegar al living de la casa estaban todos
comiendo cualquier cosa y muy ebrios, mis amigas estaban sentadas en el sillón
riéndose de no sé que cosa, ahora que estaba plenamente sobrio atesoraría cada
instante este momento, realmente la gente ebria da mucha risa. Mire a otro lado
y vi como el Seba y un par de compañeros tomaban al diego para llevarlo a la
cama, pobre diego, estaba muy mal, solo esperaba que no vomitara mi cama,
aunque pensándolo bien esa sería la excusa perfecta para dormir con el Seba todos
los demás días.
Ahora
entendía porque el Seba fue a despertarme, era un maldito manipulador, pero no
me quejaba mucho de eso, vi como desaparecían en dirección a mi cuarto mientras
me acercaba a mis amigas
-
Amigo estuvo muy bueno – dijo mi amiga – nos topamos con los mismos de ayer y
todos preguntaron por ti porque estábamos bailando solas, a la Andrea le dio
pena y casi se puso a llorar, pero seguimos bailando – respondió la Cote,
quería reírme y de hecho lo hice, ¿realmente siempre éramos así?
-
Que bueno amiga – dije – yo ya me recuperé un poco más así que mañana estaré
listo para el perreo intenso – dije
Tras
cruzar un par de palabras las ayudé a llegar a su pieza para dormir, querían
que yo durmiera con ellas, pero me negué diciéndole que las podía contagiar con
mi resfrió, así que desistieron con su oferta. Las dejé acostadas mientras
volvía, esta vez a la cocina a buscar algo para tomar, ahí me encontré con el
Oscar y la Silvi, cuando entré la Silvi venia saliendo muerta de la risa.
-
Buena Camilo, hiciste falta hoy – dijo el Oscar
-
Pero lo pasaron super bien, todos llegaron contentos – dije
-
Si lo pasamos la raja – dijo – estuvo mejor que ayer el carrete, mañana tenemos
que ir de nuevo – dijo
-
Si mañana voy si o si, porque ya me siento mucho mejor – reconocí
-
Buena Camilo, entonces dame esos cinco – dijo estirando su mano, yo estiré la
mía para que chocaran, de pronto el Seba entró acompañado a la cocina con otros
compañeros que le ayudaron a llevar al Diego a dormir.
-
El Diego parece que murió – les dije
-
Si, fue el que tomo más – respondió el Óscar
-
Lo tuvimos que acostar en tu cama – informo un compañero X
-
Ya, no importa, eso si mi cama estaba calentita – dije
-
Te presto un chaleco – dijo el Óscar, pero negué
-
No gracias – dije – No tengo tanto frio
-
Bueno tú te lo pierdes – me respondió – no le presto a nadie mi chaleco de lana
favorito
Tras
escuchar como hablaban de otras cosas me fui a acostar, pero el Seba me
interceptó en el camino.
-
Le andai coqueteando al Oscar – no sé si lo afirmó o preguntó
-
No nada que ver, solo hablaba con el – dije
-
No te creo ni una wuea, me lo chupaste y altiro queri saltar arriba del pico
del otro weon, te pasai – dijo
-
Cállate que nos pueden pillar – dije – además tu sabes que el Oscar es mi amigo
y está curado, ahora me voy a acostar antes que sigas diciendo weas y cagues la
noche – dije
me
acosté en la cama del Seba confundido por sus palabras, pensaba que se vendría
tras de mi pero no llego y el sueño me estaba comenzando a vencer hasta que
siento la puerta abrirse, sentí como se sacaba la ropa y se metía a mi lado.
-
Camilo, ya llegué – me aviso, el diego estaba roncando, literalmente, era obvio
que no despertaría ni, aunque un camión le cayera encima, así que me gire y le
di un beso, pero apasionado y no corto como el que me había dado el antes
-
Te estaba esperando – susurre tomando su paquete entre mis manos, el solo
suspiro
-
Que rico – dijo – ponte de ladito así hacemos menos ruido – hice inmediatamente
lo que me pidió, el por su parte me ayudo a bajarme el pijama, mientras sin
piedad me metió dos dedos en mi interior, gemí, por lo que él con su mano libre
tapo mi boca.
Me
metió sus dedos, dilatándome con esa acción, quería gritar, pero no podía,
luego depositando saliva en mi entrada reemplazando sus dedos por su miembro
que ya estaba erecto y palpitante. Primero siguió un ritmo lento, para luego
sin hacer mucho ruido follarme con pasión, tras unas embestidas quedó quieto
presionando su pelvis en mi trasero, provocando que su pene estuviera hasta el
fondo de mi interior, sabía que había acabado, se quedó dentro de mi hasta que
mi respiración se hizo regular, me estremecí cuando el salió de mi interior,
sintiendo su vacío fui al baño.
Para
cuando volví el Seba estaba recostado totalmente relajado con los brazos atrás
de su cabeza, al recostarme a su lado aún estaba desnudo.
-
Vístete, que, si te quedas dormido así, sería muy sospechoso – dije
-
Si, me pondré una polera y mi bóxer – se paró en medio de la oscuridad, una vez
listo lo abrace por sobre su estomago
-
Gracias Seba, estuviste increíble – dije
-
Gracias a ti Camilo, descansa, te quiero caleta – dijo dándome un piquito. No
dije nada porque lo más probable es que su lado somnoliento y borracho era el
que hablaba. En esa misma posición me dormí, a pesar de estar todo el día en
cama me sentía agotado y tenía que reponer fuerzas.
Los
días restantes en la playa fueron igual e inclusive mejores que los primeros,
aprovechamos de conocer bastante la zona, carretear y beber harto, era un
reencuentro en el que celebramos por los viejos y buenos tiempos, las noches
las pase con el Seba, en todas ellas tuvimos el mejor sexo silencioso de la
historia, nos teníamos mutuamente satisfechos, no quería volver a mi casa,
quería seguir en este magnífico lugar, lo estaba pasando tan bien, pero todo
tiene su fin y debíamos volver a nuestra realidad, por mi parte tenía claro que
con el Seba las cosas volverían a estar como antes, todo se resumía a estar
disponibles cuando nos necesitáramos y eso me agradaba, ningún tipo de
compromiso más que satisfacernos y acompañarnos mutuamente, podría conllevar
eso ¿o no?
****-****-****-****-****
Las
vacaciones perduraban aun me quedaban días antes de volver a clases, realmente
era un martirio ir contando los días, no quería volver, sentía que tenía tanto
por hacer y con las clases a la vuelta de la esquina no me podía centrar en
nada más que ver los días pasar. Pero no todo en la vida es tranquilidad, hay
veces en las que uno debe verse enfrentado por los peores fantasmas del pasado.
Faltando
una semana para entrar a clases, estuve todo el día acostado sin hacer nada, de
hecho el pijama lo había tenido puesto todo el día, si había algo que amaba de
las vacaciones de invierno de la universidad era que son muy largas alrededor
de un mes, así que como mi hermanos estaban en el colegio siempre tenía unos
días de descanso más que ellos, por eso mismo tenía la casa para mí solo, ese
día, en la tarde llegaron mis hermanos, por lo que les cocine algo rápido para
comer, bien entrada la tarde llegó mi mamá, había pasado a comprar algunas
cosas al supermercado, todo estaba de maravilla hasta que escucho que alguien
golpeó la reja de la calle muy fuerte, no sabía que pasaba, por lo que mi mamá
se asomó para ver que ocurría, vi su rostro contraerse. Por lo que supe que
nada bueno había afuera. Miré como ella por la ventana y vi a mi papá, después
de tanto tiempo volvía y no de la mejor manera, no había que ser adivino para
saber que su estado no era el mejor, estaba golpeando la reja con algo que
parecía un palo. No sabía que hacer, inmediatamente mi mamá llamo a los
carabineros para que vinieran cuanto antes, yo como instinto lleve a mis
hermanos a sus piezas y les dije que no salieran de ahí hasta que los viniera a
buscar, mis manos temblaban, tenía muchas emociones a flor de piel, pero sentí
mucho miedo, no sabía de que pudiera ser capaz esa persona que por desgracia
debía llamar papá, los carabineros no llegaban nunca y con cada segundo que
pasaba el caballero que estaba afuera gritaba más insultos y más amenazas en
contra de nosotros, mi mamá estaba congelada, nadie sabía que hacer, en un acto
poco temerario, golpeo muy fuerte la puerta haciendo que esta cediera y se
abriera, sin dudarlo entro a la casa, para ahora azotar la puerta de la
entrada, rezaba a dios para que esta no cediera como la de la calle porque
intuía que las intenciones del personaje no eran las mejores, justo cuando
golpeo la puerta, vi las luces de los carabineros iluminar la calle, el intento
salir corriendo, pero era tarde porque el auto se estaciono en la calle,
inmediatamente salí para hacerle saber a carabineros lo que paso al igual que
mi mamá, los carabineros tomaron el palo que viéndolo más de cerca era un bate
de baseball, como parte de las evidencias, además registrándolo se dieron
cuenta que portaba una cortaplumas, me estremecí al pensar cuales eran sus
intenciones, no podía entender como un padre podía ser alguien así, luego
comprendí que a mi papá lo había perdido hace años, ahora él era solo un burdo
reflejo de alguien consumido por sus adicciones. A mi mamá y a mí nos llevaron
a tomar declaraciones, mientras dejamos a mis hermanos solos un rato en la
casa, ellos estaban tan asustados y nerviosos que me dio rabia e impotencia los
límites que había sobrepasado ese caballero, que tras el último incidente no
habíamos sabido nada de el por más de dos años, no sé porque tenía que aparecer
ahora, cuando ya nadie lo necesitaba.
Volvimos
a la casa después de todo lo ocurrido, quería a ese caballero lejos de
nosotros, y haría todo lo que fuera legalmente posible, pero lamentablemente
eso no estaba en nuestras manos y debía esperar a tener una citación para
resolver todo, solo pude respirar un poco tranquilo cuando le dieron la prisión
por esa noche, al menos podríamos dormir sabiendo que no haría nada estúpido.
Tras
ese episodio me volví a sentir vulnerable, necesitaba desahogarme o sentiría
que colapsaría, pero nunca le conté nada de esto a mis amigas ni nadie cercano,
salvo el Pipe, él era la única persona que sabía todo lo que había pasado, pero
era imposible que él quisiera escucharme de nuevo, no después de lo último que
le hice, de todas formas, arriesgándome a todo lo llame, me trague mi orgullo y
simplemente lo hice. Sin dudarlo más marque su número, tenía la necesidad
imperiosa de hablar con él, espere un par de tonos y cuando creí que no me
pescaría, contesto.
-
¿Hola? – dijo
-
Hola Felipe – dije
-
Camilo – respondió - ¿Qué quieres? – dijo esta vez con un tono neutral, no
estaba enojado, pero tampoco añoraba mi llamada, era solo él, un Pipe
indiferente, pero sabía que no merecía más.
-
Te necesito – dije, incapaz de mantener la cordura lloré después de todo lo
ocurrido, estuve fuerte para mi mamá y mis hermanos, dándoles el apoyo para que
ellos no se vinieran abajo, le preste el hombro a mi mamá para que se
desahogara y le di tranquilidad a mis hermanos, pero yo no tenía a nadie que me
diera lo mismo y simplemente las emociones se aglomeraron incapaz de seguir
siendo fuerte, el nudo tan grande que tenía en mi garganta no me dejo
continuar.
-
Camilo, ¿Qué tienes? Me estas preocupando – dijo el Pipe ahora más alarmado,
mientras yo no podía dejar de sollozar, en definitiva, el mundo se empeñaba en
que mi corazón no saliera a flote – Camilo ¿te voy a ver? – dijo el, pero yo
negué con mi cabeza como si el pudiera verme, pero la lejanía impedía esto.
-
No – fue todo lo que dije – Se que no quieres verme, pero solo necesito que me
escuches, nada más que eso – sorbí para poder seguir hablando – no sé porque
pero te necesitaba Pipe – contesté, del otro lado sentí como un niño decía
PA-PA, ahí supe que estaba interrumpiendo su visita a su hijo y que solo
estorbaba en ese instante, era un ridículo, la vida de todos avanzaba y no
podía pensar que el Pipe estaría ahí para mi después de todo, después de la
forma en que jugué con él, se me estrujo el corazón porque fui un tonto en su
momento, nunca dejaría de arrepentirme por lo que hice y ahora más que nunca
porque significaba que había perdido a un amigo, alguien que podría estar ahí
para mí cuando más lo necesitaba – Lo siento por molestar Pipe, no sabía que
estabas con tu hijo, no volverá a pasar, solo me sentía un poco mal, eso es
todo, perdóname – incapaz de escuchar su respuesta corté la llamada, hundí mi
cabeza en la almohada no podía parar de llorar, había acumulado tanto que los
muros de contención que había construido cedieron, intente hacer el menor ruido
posible, para no alarmar a nadie en la casa, mi celular vibró y era el Pipe, me
debatí si responder o no, pero a último minuto decidí que quería hacerlo,
intentando tranquilizarme.
-
Camilo, ¿Por qué cortaste? – dijo ahora más preocupado
-
Porque no quería ocupar tu tiempo sé que estas con tu hijo lo escuché y no
quería amargarte ese lindo momento con cosas mías que a lo mejor ni siquiera
quieres escuchar – dije
-
No te preocupes Camilo, como amigo siempre podré escucharte – dijo y se lo
agradecí, mi corazón saltó en mi pecho, le eché la culpa a la maldita nostalgia
que tenía en ese momento, de igual forma una calidez se instaló en mi pecho, no
quería pensar que mi corazón había vuelto a la vida.
-
Gracias Pipe, sé que no lo merezco, pero fuiste la única persona en la que
pensé y sabe de esto, pero si quieres te llamo en otro momento para que
disfrutes de tu hijo – dije
-
No te preocupes Camilo, esta noche me voy a quedar con el así que tengo harto
tiempo con el – dijo
-
Si quieres te puedo ver en tu casa o tu venir a la mía – dije, no quería
decirlo por teléfono
-
Ya no me quedo en mi casa – dijo, se aclaró la garganta – me di una oportunidad
con la Tamara y estamos viviendo juntos – dijo, no sabía cómo responder a eso,
pero la calidez que había sentido antes tomó tintes de amargura, quería dejar
de sentir esta nostalgia que me provocaba tantas emociones.
-
oh, felicidades – dije – me alegro por ti Pipe, así disfrutas de tu hijo – dije
porque no sabía que más decir, estaba divagando.
-
Pero Camilo dime no más – dijo – aún podemos ser amigos – comentó
-
Gracias Pipe – respondí, para luego contarle todo lo que pasó, solté otro par
de lágrimas cuando le confesé mis mayores temores, tenía pavor que mi
denominado padre pudiera hacerle algo a mi mamá o hermanos, el ya no era mi
papá, era alguien que desconocía y no tenía claro nada, el Pipe me escuchó
atentamente, como siempre lo hizo, era bueno en eso.
-
Pucha Camilo, lamento todo y gracias por confiarme algo así, ya sabes que
cuando quieras aquí estaré para ti, no tienes que guardarte todo para ti mismo,
si te sirve como desahogo mi hombro lo tendrás siempre, sé que han pasado
muchas cosas, pero eso no quita que hayas sido el mejor amigo que tuve siempre
y por eso te quiero mucho, sé que se va a solucionar todo este tema y si vuelve
a pasar llama altiro a carabineros, y escóndete con tu mamá y hermanos, eres
fuerte Camilo, aunque lo dudes, por eso te admiro porque siempre sales
adelante, ahora no va a ser la excepción así que dale no más amigo – dijo el
encontrando como siempre las palabras exactas, sentí pena por todo lo ocurrido,
porque ahora quería al Pipe a mi lado, pero simplemente la Tamara ganó y yo se
lo di, pero sabía que más que ella y yo, estaba su hijo por sobre todo y lo que
sentí es que no veía un futuro con él, ya no, después de todo lo que había
pasado el jamás volvería a estar conmigo y eso lo lamentaba, porque en el fondo
mi traicionero corazón me decía que seguía sintiendo cosas por él, ahogándome
por esa feroz revelación necesitaba cortar.
-
Gracias Pipe, gracias por todo, realmente no te merezco, sé que esto debería
habértelo dicho hace mucho tiempo y espero que no sea muy tarde para que lo
escuches, pero lo siento mucho, por todo, por involucrarte en algo tan
retorcido, pero ahí no estaba pensando y créeme que aún me odio por eso, aun
detesto la persona que fui contigo, porque, aunque lo dudes también te quiero –
dije
-
Camilo me dejas sin palabras, pero no te disculpes, en su minuto igual lo
entendí, fue algo del momento y si lo ves de un cierto punto de vista creo que
te la debía ¿no crees? – dijo – pero si lo dudas yo si te perdono aunque sé que
no hay nada que perdonar, lo que te dije en ese entonces lo dije desde la pica
Camilo, me dolía saber que habías jugado conmigo, pero después pensé en cómo te
sentiste en ese instante cuando yo te hice algo parecido y no pude odiarte –
contesto, un suspiro de alivio salió de mi garganta – Pucha Camilo, tú lo sabes
todo y no te mentiré me di esta oportunidad solo pensando en ti, después de ese
momento solo me podía apoyar en mi hijo – dijo - ¿tu camilo aun sientes cosas
por mí? – consulto con voz esperanzada, quería decirle que si, que después de
tanto tiempo aun sentía cosas por él, pero pensé en el viviendo con su hijo, su
cara de felicidad que debía tener al sostenerlo todos los días, al verlo
despertar o más aun al hacerlo dormir en sus brazos, aunque compartiera cama
con alguien que yo detestaba, pero él tendría la felicidad tan cerca, que a lo
mejor si le decía la verdad de mis sentimientos podría perderlo y tendría que
conformarse con una visita periódica, así que pensando en el mentí, era lo
mejor para él, pero no para mí, pero a veces amar y querer implica renunciar y
si quería ver al Pipe feliz, tenerlo junto a su hijo era el mejor camino, ese
niño merecía tener a un buen padre a su lado, un padre que no fuera como el
mío.
-
No Pipe – mentí, pero mi maldita voz me traicionó, esto que haría ahora era
permanente y no había vuelta atrás lo sabía, pero ya estaba decidido – Pipe, tú
debes estar con tu hijo, lo que yo sienta da igual, tú debes ser feliz,
prométeme que así será y nunca le faltaras a él, escúchame Pipe, tu hijo por
sobre todo – dije – Lo siento pero no puedo seguir con esto, por favor dale un
beso de mi parte a tu hijo y descansa, otro día podemos seguir hablando – dije
– que estés bien, cuídate Pipe y gracias por todo.
-
Chao Camilo, que estés bien – dijo y cortó la llamada.
Mi
cabeza era un enredo, pero sin duda alguna era un estúpido, un auténtico
estúpido, descubrir que en mi corazón aún tenía un lugar para el Pipe me
destruyó, más aun al saber que ya vivía con la Tamara y su hijo, aunque me
doliera era una familia, la familia que él había optado por formar y no quería
destruir eso, aunque si pensaba en ella lo haría mil veces, pero no habrían más
venganzas en mi vida, no más, debía pensar en el Pipe y su felicidad y aunque
eso me destruyera debía ser así, quizás en algún futuro si el destino lo quería
se encargaría de volver a juntarnos, pero ahora no era el momento.
Las
vueltas de la vida, aunque parezca tragicómico, esa noche me dormí mirando la
foto que me tomé ese día con el Pipe, que sin saberlo había marcado el cierre
de lo que en algún minuto tuvimos, una venganza que nunca debió llevarse a
cabo, pero que ahora agradecí porque tendría algo más que un recuerdo de lo que
algún día fuimos, quizás cuanto tiempo reprimí ese sentimiento hacia el Pipe,
pero ahora que lo asumía era más liberador, no quiere decir que jamás amé al
Kike, al contrario lo hice con todo mi corazón, pero hubo una parte remota que
jamás le perteneció, era esa parte que yo daba por olvidada, pero que nunca
desapareció como yo quería. Esa noche deje ir al Pipe, por no sé que vez
consecutiva pero ahora si era un hecho, lo sentía más real que nunca, sin
mentir fue una de las noches más tristes de mi vida, ya no volvería a mirar en
su dirección como algo amoroso, intentaría meterlo a mi corazón como un amigo,
aunque me costara lo lograría, y si debía pasar un largo exilio lo haría, sabía
que el algún día me lo agradecería cuando viera crecer a su hijo, cuando
pudiera verlo tener sus primeras veces. Una sonrisa al final se esbozó en mi
rostro porque sabía que sería feliz y saber que fui participe de eso me
llenaba. No borré la foto, porque más que algo pornográfico, fue un hecho que
aún no estaba seguro que quería olvidar. Todo a su tiempo. Aunque un lado más
racional me decía a gritos que más temprano que tarde volvería a caer, y
esperaba que eso no fuera así.
****-****-****-****-****
Volví
a la universidad y no podría decir que, con las pilas cargadas al máximo, más
bien seria con la mente ocupada en cómo resolver el problema que tenía con mi
querido padre, pero no podía dejar que eso me desviara de mi camino, debía ser
fuerte como dijo el pipe y poder centrarme en mi misión de vida, mientras antes
terminara, más rápido podría ayudar a salir adelante a mi familia, se los
debía.
La
primera semana de clases sabía que me debía una conversación con el Kike,
después de todo el tiempo que había pasado desde que terminamos, nunca hablamos
de nada oficial y si bien aún me sentía mal por su traición, había cosas que me
preocupaban de él, igual lo quise y muchísimo, por lo mismo lo perdoné y quería,
aunque sea comentarlo para que no pensara en mi como un eterno rival, cosa que
para mí era inexistente.
Con
el Kike teníamos solo dos ramos en común, por lo poco que podía ver era que me
había reemplazado en su totalidad con sus amigos y entre ellos estaba el Cesar,
pero ya no dolía, sabía que necesitaba sacar esto de mi porque como pude dejar
ir al Pipe debía hacerlo con el Kike, no podía tenerlo atado a un sentimiento
de odio o de culpa, debía ser razonable, la vida tiene muchas vueltas y nadie
me aseguraba que en un futuro por cosas de trabajo o carrera tendríamos que
volver a unirnos y prefería limar todo tipo de asperezas ahora.
Era
la última clase que teníamos, al menos yo, y justo la compartíamos, esperé a
que el Kike se desocupara, pero como siempre tenía al Cesar como lapa,
ignorándolo por completo le fui a hablar sin ningún tapujo.
-
Hola Enrique – dije acercándome a el – Hola Cesar – saludé también a su
acompañante, la educación por, sobre todo.
-
Hola Camilo – respondieron los dos
-
Enrique quería ver si podíamos hablar en algún momento – dije, a lo que el
simplemente asintió
-
Ahora tengo ventana hasta después de almuerzo, si quieres vamos ahora – comentó
-
Por mi esta super – dije
-
Cesar después nos vemos en la clase – dijo el Kike despidiéndose de él
-
Chao – dije, el solo sonrió, pero lanzándome dagas con los ojos, veía las ganas
que tenia de matarme, pero las ignore, después de esta conversación solo
debería amarme y esperaba dejar de lado algunas rencillas tontas con él.
Caminamos
sin decir mucho hasta los pastos, buscamos algún sector donde hubiera la menor
cantidad de gente y pudiéramos conversar tranquilos, así es como llegamos a
donde solíamos almorzar algunas veces, todas las situaciones recién vividas me
tenían muy sensible y nostálgico, solo esperaba no llorar.
-
Que recuerdos – dijo el Kike riendo
-
Si – dije simplemente
-
Tú dirás Camilo – respondió dándome pie para comenzar.
-
No vengo a pelear – dije y el rio – vengo en son de paz
-
Es bueno saberlo – dijo
-
Poniéndome más serio Kike, quiero arreglar las cosas entre nosotros, sé que no
terminamos de la mejor manera, al menos yo me siento muy avergonzado por como
actué y no me enorgullezco en absoluto, por eso quería pedirte perdón – dije
-
Camilo, no sabes lo mal que me he sentido todo este tiempo desde que terminamos
porque simplemente deje de luchar por ti, y no tienes porque pedir disculpas yo
me merecía eso, tu tuviste que aguantar todos los errores que yo cometía,
mientras que yo solo volvía a hacerlos, sé que te aburrí y saber que te había
perdido hizo que quisiera protegerme por eso tanta indiferencia, tampoco quería
saber si es que me habías olvidado, no era capaz de soportarlo – dijo
-
Yo te perdono Kike, no es algo que me haga bien tener todo en mi memoria,
tuviste tus razones para hacer lo que hiciste, pero albergar odio en tu contra
no me ayuda, quiero seguir adelante Kike y eso no me hace bien y tampoco a ti,
quería que sacáramos todo el peso que teníamos en nuestros hombros y al menos
poder respirar tranquilos – comenté
-
Te das cuenta porque es que la gente te ama tan fácil Camilo – dijo – yo
desperdicie las oportunidades que me habías dado y lo lamento, porque sé que te
destruí lo vi el día que te enteraste de todo – dijo bajando su cabeza para
mirar el pasto que había arrancado y ahora tenía entre sus dedos.
-
¿Tu como estas? – consulté
-
Bien ¿Por qué? – preguntó
-
Por lo de tus papás – dije
-
Ah, yo estoy mejor, al final pudieron superar su crisis, pero en su momento
estuve mal, porque veía a mi mamá todos los días tristes, no me gustaba llegar
a mi casa por lo mismo ya no teníamos esa felicidad de siempre, pero ahora las
cosas están un poco mejor, al final pudieron superar todo – dijo riendo
-
Me alegro Kike, tu mamá y papá son dos personas maravillosas, merecen estar
juntos – miré la hora y no había mucho más por decir así que con todo ya
relativamente resuelto tenía que irme, su sonrisa me confundía y no quería
revolver las cosas aún más.
-
Me tengo que ir – dije
-
Camilo yo aún te amo y mucho, no es fácil verte todos los días en la
universidad, los primeros días eras un zombi y sabía que era mi culpa, verte
solo me mataba porque yo había hecho eso, nadie más que yo, tu no eras culpable
de nada – dijo
-
Kike, no sigas, debes salir adelante, yo sé que seguiste con tu vida, todo el
mundo lo sabía – reí – pero ya no importa, como te dije te perdono por todo –
respondí
-
Entonces volverías a darme una nueva oportunidad para que estemos juntos - dijo
esperanzado, pero era algo que simplemente no sabía si podía darle, no después
de tanto tiempo, no sabía si mis sentimientos seguían ahí, al menos tenía la
certeza que mi corazón ya no vibraba por él.
-
No sé, yo creo que no – dije lo más sincero posible – te mentiría si dijera que
también te amo Enrique, porque después de todo este tiempo decidí que debía
avanzar y aunque me duela reconocértelo, ya no siento lo mismo por ti, al menos
no tan fuerte – dije
-
Pero aún me quieres, eso debería bastar para que me dejes volver a enamorarte –
dijo
-
No sería justo para ti Kike, estarías batallando contra algo que no se si pueda
volver a darte, lo mejor es que des vuelta la página y seas feliz, yo intentare
serlo también y si dudas o se te paso por la mente, no hay nadie más, estoy
solo y así quiero estar por mucho tiempo más – dije – solo se feliz Kike, lo
mereces.
-
Esta bien Camilo, respetare eso, pero al menos deja estar cerca de ti – dijo
-
Si, no hay problemas, mi compañía siempre la tendrás, pero no te puedo dar más
que eso, no puedo jugar con tus sentimientos dándote falsas esperanzas Kike –
dije – aprendí hace un tiempo atrás que esa no es la mejor opción.
Nos
dimos un último abrazo, y si señores ahí estaba yo, dejando en libertad a otro
gran amor en mi vida, sabía que nunca volvería a ser lo mismo con el Kike,
muchos limites se rompieron entre nosotros y no quería una relación cargada de
desconfianza y toxica, quería solamente respirar tranquilidad, y si eso implicaba
partir desde cero lo haría, pero por sobre todo quería ver feliz a la gente que
quería y el Pipe y el Kike, aunque hayan cometido mil errores merecían serlo,
al menos ante mis ojos quería verlos felices.
Hace mucho tiempo atrás pensaba y me sentía muy melancólico por las
cosas que fueron y ya nunca volverían a ser, a esto me refería, a mí y al Kike,
nuestros caminos se habían separado hace tiempo y hoy nos unió solo para darnos
eso que habíamos dejado pendiente, pero ahora definitivamente emprenderíamos rumbos
distintos, deseándole lo mejor en la vida a él, y como dije si la vida nos
quería juntos más adelante el destino se encargaría de unirnos de alguna forma,
pero eso se lo dejaba al tiempo.
****-****-****-****-****-****
Con
la revelación que aun quería al Pipe y que el Kike también era parte de mi ser,
levante el vuelo nuevamente, debía reponerme, tenía claro que la felicidad en
algún minuto llegaría para mí, pero no me desvelaría buscándola, dejaría que
sola llegara a mí, en el momento que quisiera aparecer la tomaría entre mis
brazos feliz y la atesoraría por mucho tiempo, pero ahora solo me dedicaría a
seguir recorriendo mi camino, uno que se sentía mucho mejor después de tener
tantas cosas claras y dejar ciertas grietas cerradas.
Mi
vida como la de todos continuo adelante, me encerré en lo que mejor se me daba,
pero no todo en la vida tienen que ser estudios y el estrés en el que estaba
inmerso me hacía querer y necesitar momentos de liberación, momentos en los
cuales pensara en otras cosas, más ligeras, es así que el Seba se ganó un lugar
importante en mi vida, era en lo que toda definición podría ser un follamigo,
teníamos nuestros encuentros respetando que cada uno tenía cosas distintas por
delante, yo sabía que el Seba tenía muchas amigas especiales o a veces simples
mujeres para pasar el rato, pero no me espantaba por eso, ni me daban ataques
de celos, porque sabía que lo nuestro era solo algo más carnal, tampoco nos
veíamos tan frecuentemente, podría ser algo así como dos veces al mes, durante
ese mismo semestre de clases vivimos una experiencia que me dejó algo confuso.
Nos
encontrábamos en su casa, porque sus padres habían salido por el fin de semana,
pero el como siempre prefería quedarse en la casa, ese día estaba con el estrés
a tope por lo difícil y cuesta abajo que se estaba poniendo el semestre, solo
quería relajarme un rato y olvidarme de toda la materia que tenía que revisar,
era horrible.
-
Camilo, ¿Quieres comer algo? – Me preguntó el Seba
-
No nada aún, aunque sabes que me podrías dar mientras – dije sonriendo, negó,
pero de igual forma se acercó a donde estaba sentado.
Sin
darle mucho tiempo a las cosas fui directo al cinturón de su pantalón, él no se
opuso así que seguí con mi asalto hasta tener su pene entre mis manos, jugué un
momento con él para luego meterlo a mi boca, batalle para poder tomar lo que más
pudiera de él, pero por su longitud me costaba, aun así mi trabajo al parecer
iba de lo mejor porque la cara de placer del Seba era suprema, sobre todo
cuando lo llevaba tan profundo me fuera posible, el perdiendo el control
comenzó a penetrarme la boca, moviendo sus caderas, dejándome en varias
ocasiones sin aire, de un segundo a otro sacó su miembro de mi boca para el
masturbarse, no alcance a reaccionar cuando comenzó a bañar todo mi rostro con
su liberación, la leche salía y me cubrió por completo, ni los ojos podía
abrir. Saque mi lengua para limpiar la liberación del Seba que empapaba mis
labios.
-
Avísame para la otra – dije riendo
-
Disculpa es que no aguantaba más, tu si que sabes cómo chuparlo – me alabó
-
Necesito ir al baño – dije levantándome de su lado, fui rápidamente a lavarme
la cara y enjugarme la boca, volví para ver aun al Seba desmayado sobre el
sillón con el pene afuera de su pantalón – Tapate inmoral – dije
-
No es nada que no hayas visto y que no hayas probado – respondió, ambos nos
reímos por lo que había dicho.
-
Tengo hambre, así que hare algo ¿Qué quieres? – le dije a lo que el levantó la
cabeza.
-
Un sándwich de esos que siempre me haces cuando vienes seria bacán – me dijo,
me giré y fui a la cocina a preparar dos sándwiches, el Seba al poco rato entro
a la cocina solo con polera y bóxer, sus pantalones habían desaparecido en
algún lugar. Conversando de cosas normales estuvimos hasta que dejamos de comer
y sabíamos que vendría después.
-
Cocinas bacán Camilo – dijo – Nunca me resulta bien este sándwich como a ti, el
otro día quise hacer uno, pero no anduve ni cerca – dijo
-
Me alegra no haber estado ahí para probarlo – respondí riéndome
-
Vamos a la pieza – dijo levantándose, al pasar al lado mío me dio una nalgada
que resonó en toda la cocina, al darme vuelta él ya iba corriendo a su pieza
riendo a carcajadas, sin detenerme deje lo que estaba haciendo para correr y
perseguirlo, al llegar a la pieza no estaba, pero de pronto salió por atrás de
mi dándome un susto de muerte, él estaba muerto de la risa. Sin dejarlo de ver cómo
se reía comencé a sacar mi ropa, el cambio de reir a mirarme silenciosamente, dejé
mi ropa interior puesta para ponerme en cuatro sobre su cama.
-
No vas a venir – dije incitándolo a que se acercara. Su respuesta no tardó en
llegar, aunque más bien fue su acción porque se lanzó sobre mi sin perder el
tiempo. los detalles ya lo imaginaran, el Seba era alguien insaciable, y yo ya
lo sabía.
Habíamos
alcanzado ambos el orgasmo, fue gratificante y liberador, estábamos tendidos
sobre su cama recuperando el aliento, me giré para quedar boca abajo y
mirándolo le di un beso en el pecho, el solo sonrió y verlo hacer eso hizo que
tuviera el impulso necesario para besarlo en los labios, no creía que fuera
algo que al Seba le incomodara, siempre nos dábamos besos, pero esta vez cuando
quise profundizarlo el corrió su cara.
-
Disculpa, no quise incomodarte – dije avergonzado por ser rechazado
-
No tienes que disculparte es solo que no quería – dijo
-
No te preocupes – sintiendo que estaba rojo por la vergüenza me levante al baño
– voy al baño – le avisé, cuando volví estaba el seba sentado en la cama aun
desnudo, pero muy pensativo - ¿Qué pasa? – dije cuándo entré
-
Nada – respondió
-
Vamos Seba, nos conocemos hace caleta, te he contado cosas muy íntimas y nunca
has dicho nada así que creo que podría guardar cualquier cosas que quieras
decir – dije
-
Prometes no decirle a nadie – dijo
-
Por supuesto – dije
-
Es que me gusta alguien – dijo
-
Pero eso es bueno ¿o no? – le consulte
-
No cachas ni una Camilo, eres muy inteligente para algunas cosas no más, pero
en otras no sé si te harás a propósito – dijo enojado
-
Pero porque te enojas, si quieres te ayudo en lo que sea, pero no te pongas
mala onda – dije
-
Acaso no sabes quién me gusta – dijo a lo que yo negué – Tú me gusta Camilo y
me asusta caleta, no sé cómo actuar con esto, se supone que esto es solo webeo
y a mí me gustan las minas, pero estar contigo me confunde y ahora te miro con
otros ojos – confeso, estaba sin palabras no sabía que responderle.
-
Seba, no sé que decirte, no tenía ni la menor idea – dije
-
Claro que no, porque a ti solo te importa el weon del Pipe y nadie más – dijo
pareciendo herido
-
Sabes que no es así o no estaría contigo ahora – dije – No tienes que ponerte
celoso – dije y el pareció enojarse aún mas
-
No molestes con esto, te lo digo enserio – dijo
-
Pero Seba, nosotros somos amigos, no creo que algún día podamos ser algo más – confesé
-
Tú me gustas mucho Camilo, te lo demostrare, aunque lo dudes - Me dijo, sus
palabras eran irreales, nunca pensé escucharlas de él.
-
Seba, no creo que podamos ser algo más, mira responde esto con el corazón ¿algún
día podrías decirle a tu familia que yo soy tu pololo? O a tus amigos o más aun
salir conmigo a la calle juntos sin necesidad de andar escondidos – vi en su
rostro la discordia que generaron mis palabras, tenía una lucha mental, pero
debía hacerlo, la experiencia me había llevado hasta donde estaba y si bien
antes hubiera saltado de alegría por la confesión del Seba, ahora sabía muy
bien que los cuentos de hadas no existían y al final y al cabo acabaría
nuevamente destruido, pero no más, debía aclarar las cosas con el cuanto antes.
-
No se Camilo – dijo como respuesta – todo esto es nuevo para mí y tengo la caga
en la cabeza, no me puedo ni siquiera tirar a una mina sin sentirme culpable –
dijo
-
Por eso corriste la cara – dije, el asintió - ¿quieres que nos dejemos de ver?
– pregunté temiendo la respuesta, el dudó, pero no dio respuesta.
-
No se Camilo, pero a lo mejor puede ser lo mejor, tu mereces a alguien que te
de su lugar, alguien que pueda enfrentar al mundo por ti, no a alguien que no
sabe ni lo que quiere – dijo
-
Mira Seba, escúchame, tú fuiste, eres y serás mi primer amor – me reí y el pareció
no entender – fuiste el primer hombre con el que estuve, me entregue a ti por
primera vez y aunque suene raro y por decirlo de alguna forma mi virginidad la perdí
contigo así que siempre marcaras una huella en mi – sonreí – por eso y por todo
lo que nos ha unido todos estos años aprendí a quererte a tu forma, sin
ataduras, sin pretender tener nada contigo, yo sé que te metes con mil y un
personas, y puedo vivir con eso, porque te quiero muchísimo Seba, eres una constante
en mi vida que me ha hecho mucho bien, eso si me hiciste sufrir cuando era más
niño cuando rompiste mi corazón, pero ahora comprendí cuál es tu esencia, si me
preguntaran me gustaría verte por siempre, me siento cómodo contigo, pero si tú
necesitas que me aleje de ti, lo hare, te juro que lo hare porque quiero verte
feliz – dije, me emocione por el momento, no quería perder al Seba, pero sabía
que juntos no podríamos estar, sería un completo desastre, pero si quisiera
seguir bajo estas mismas reglas, podríamos intentarlo.
-
Gracias Camilo – dijo – me gusta estar contigo porque así no tengo que
aparentar nada, eres muy sencillo y sabes escuchar tan bien, ya veo porque el
Pipe comía de tu mano, sé que estoy muy confundido por todo, quizás necesite un
poco de tiempo para poner todo en orden, y a lo mejor en algún momento cuando
ya todo este claro poder retomar todo lo que teníamos, eso si sin dejar de ser
amigos, no quiero que dejemos de hablar como siempre lo haces tú cuando te vas
con otro que te olvidas de que existo – dijo recriminando mis acciones
-
Esta bien Seba, te daré ese espacio, esta noche será la última en mucho tiempo,
pero lo de ser amigos va en serio, no tengo mucha gente cercana y sé que
algunas palabras sin anestesia tuyas me harán falta – dije
El
seba me abrazó, sabía que esto no era una despedida, pronto nos volveríamos a
ver, la cabeza del Seba necesitaba un respiro, y quizás un tiempo lejos de mi
seria lo que realmente le hacía falta y yo por mi parte no podía priorizar lo
que necesitaba por sobre el resto, no con el Seba, el no merecía eso.
Esa
noche alcanzamos dos maravillosos orgasmos más, era como si quisiéramos
transmitirnos que volveríamos a vernos, y ese momento sería un recordatorio de
lo que seguiríamos viviendo más adelante, al menos así quería verlo yo. Estaría
esperando el momento en que el Seba volviera a estar listo y lo recibiría
encantado.
****-****-****-****-****-****-****
El
semestre se acabó y con ello un nuevo año se iba, un año de locos, el año que
sin duda más marco mi vida hasta el momento, era mi tercer año en la
universidad y se sentía ya como si fuera el quinto. Si bien añoraba un gran
descanso, en todo ese tiempo no había dejado de pensar en todo.
Con
el Kike nos veíamos a diario, lo ser amigos iba bastante en serio, aunque según
yo no lo logramos tan bien, más bien lo definiría como buenos compañeros de
carrera, lo que era mucho mejor que estar en medio de una ley del hielo, en la
cual si no te miraba no existías, pero todo lo demás fue un gran avance, ya que
podíamos intercambiar más palabras ahora, aunque la incomodidad seguía latente,
aun recordaba con nostalgia el tiempo en el que fuimos felices, pero ahora eso
solo era un vestigio del pasado, debía seguir y mirar hacia el futuro, las
cosas habían tomado un buen curso y no debía desviarlo.
Con
el Seba solo hablábamos por Facebook casi todos los días, aunque en los periodos
más complejos solo lo hacíamos a veces, se podía decir que estábamos en
contacto, al menos siempre nos saludábamos y sabíamos cómo estaba el otro,
desde nuestro último encuentro, en el cual decidimos darnos un tiempo de lo
hacíamos había pasado más de dos meses, quizás para el aún faltaba para que
estuviera listo, pero ahí estaba yo esperándolo para cualquiera fuese su
respuesta, al menos ya lo sentía más cercano, entregándome la seguridad de que tendría
alguien más en quien confiar.
El
problema de mi fabuloso padre se solucionó entre comillas, tras la situación,
conseguimos una orden de alejamiento que esperaba que respetara, según el juez
como no había personas heridas no ameritaba para más, maldita justicia,
esperaba que nunca llegara a más, verlo tras las rejas a él seria lo de menos,
si no que ver a un ser querido mal por su culpa no tendría gracia alguna.
Finalmente
el Pipe, hay Dios, intente ser su amigo pero simplemente no pude, no pude
seguir con eso, no podía verlo si quiera en fotos sin que se agitara algo
dentro de mí, no sabía que tanto habían cambiado mis sentimientos después de
todo este tiempo pero no quería descubrirlo tan a fondo, el tenerlo como amigo
en Facebook y seguirlo en Instagram no hacía que las cosas fueran más fáciles,
sino todo lo contrario, podía ver a diario como subía cosas de su hijo y eso me
alegraba enormemente, pero verlo demostrar felicidad o simpatía hacia la
persona que nos separó era como echar limón a una herida recién abierta, es por
ello que deje de seguirlo en mis redes sociales, al menos así seriamos amigos
de Facebook pero sin necesidad de ver todo lo que hacía, de vez en cuando
hablábamos para saber cómo estábamos, pero después de la última conversación
telefónica que habíamos tenido sentí que las cosas habían tomado un rumbo que
debía afrontar, a diario me recordaba la fortaleza que él me dijo que tenía y
procure demostrarme a mí mismo que todo lo hacía por él, y por su hijo, él
debía ser feliz y si para ello debía dar un paso al costado lo haría aunque la
vida se me fuera en ello, sabía que ya llegaría mi momento, solo debía ser
paciente.
****-****-****-****-****-****
El
2017 me golpeo como un tren, esas vacaciones de verano no tenía mayores planes
por hacer, porque como mi carrera estaba por terminar las siguientes vacaciones
tenía pensado hacer algún tipo de práctica, por lo que tenía que aprovechar
estas vacaciones lo más que pudiera, en la casa de mis abuelos necesitaban
hacer algunas cosas y aprovechando que mi tía se iba durante el mes de enero me
pegue con ella, estaba decidido, me iría al campo por dos meses, así cuando mi
mamá fuera en febrero yo seguiría allá, aunque lo duden estar en medio de la
nada sirve, es la excusa perfecta para desconectarse de todo, con suerte
llegaba la señal de la televisión y celulares, sabía que era lo más sabio que
podía hacer, estaría lejos de todo y todos y esperaba volver en marzo renovado,
alguien completamente nuevo.
En
mis días de vacaciones en el sur aprendí mucho, la gente de por allá es muy
relajada y no llevan un ritmo tan apresurado como en Santiago, y su amabilidad
se nota, pero lo que más me gustaba era poder dar unos largos recorridos por el
campo acompañado de mi fiel amigo el Copito, era uno de los perritos que había
en la casa y que sin duda nos habíamos encariñado mutuamente, salíamos por
largos momentos, uno de esos días descubrí una especie de rio o curso de agua,
ese día no aguante las ganas y me bañé, era todo tan libre y podía respirar una
gran paz, ahí fue donde volví a sonreír genuinamente, Copito que no era tan fan
del agua solo se quedó viéndome desde la orilla cuidando mis cosas de un
peligro casi inexistente. Volví a la casa a contarle a mi tía todo lo que había
hecho ese día, ella era muy buena escuchando, mientras que me daba idea de
nuevos lugares que recorrer. Es así como
fui un día a la playa de Puerto Saavedra, un lugar muy lindo, pero con un agua
tan helada que podría ser un tempano de hielo. Todo marchaba a la perfección,
hasta que me llamó. Mi celular sonó mientras estaba en mi pieza.
-
Hola Pipe – dije
-
Hola Camilo – respondió – hace días que no se nada de ti – dijo
-
He andado muy desconectado – dije
-
Podríamos juntarnos uno de estos días – dijo – creo que necesito hablar contigo
– comentó
-
No puedo – contesté
-
ah dale entiendo – dijo desanimado, comprendí que pensaba que no quería verlo,
lo cual no era cierto al cien por ciento.
-
Oye, no es que no me quiera juntar contigo – le aclaré – es solo que estoy en
el campo, me vine para estar enero y febrero por acá – le informé.
-
Buena, que bacán Camilo – dijo, lo noté extraño.
-
Felipe sabes que puedes decirme lo que quieras – dije
-
Si lo se Camilo, es solo que tenía muchas dudas y quería saber tu opinión
respecto a algo – dijo
-
Haber dime soy todo oídos – dije con una pequeña risa.
-
La Tamara quiere que formalicemos más lo nuestro, no me lo ha dicho textual
pero ya van varias veces que comenta que le gustaría casarse – dijo, quería
abrir un hoyo en el suelo y enterrarme, no podía creer lo que me comentaba, se
había vuelto loco, como haría eso.
-
Y tu ¿quieres eso? – consulte
-
No sé – respondió
-
Entonces no lo hagas, si no estás seguro no lo hagas, pueden estar
precipitándose, a lo mejor están bien como están ahora, el matrimonio no es un
juego, yo no me he casado – me reí por los nervios – pero se sabe que eso son
palabras mayores Felipe y si tu no lo sientes no lo hagas – dije, no sabía si
lo mío parecía más una súplica que un argumento, el pensar en la Tamara vestida
de blanco y con el Pipe esperándola en el altar retorció mis entrañas, pero de
ser necesario estaría ahí para salir justo cuando el curita preguntara quien se
oponía sería capaz de hacer mi entrada triunfal gritando a todo pulmón ¡YO!
-
Gracias Camilo, necesitaba la opinión de alguien que viera las cosas desde
fuera – dijo
-
De nada Amigo – dije, inmediatamente me sentí ridículo por lo que decía.
-
Bueno Camilo, no te quito más tiempo y gracias por escucharme, pásalo muy bien
y tráeme algún recuerdo – pidió
-
Obvio, que estés bien y cuando lo necesites llámame, tengo harto tiempo para
escuchar a los demás – dije, él se rio
-
lo tendré presente, adiós Camilo – dijo
-
Chao Felipe – corte la llamada.
Ahogado
salí a tomar aire, no sabía que tanto nos estábamos separando pero esta
decisión era la que había tomado, y ya no sabía que hacer para olvidarme de él,
ni siquiera el Kike seguía tan latente en mi memoria como el Felipe, no quería
pensar en el casándose con la Tamara, no podía permitir algo así, pero yo mismo
decidí que las cosas fueran de esa forma, si solo le hubiera dicho todo desde
un comienzo hoy no estaría sufriendo ni martirizándome por todo, no quería ser mala onda ni tampoco tirar malas
vibras a su relación, pero en ellos veía un matrimonio que iría directo al
fracaso, porque él no la amaba a ella, y mi corazón pretendía pensar que así
era y si el Pipe estaba con ella aún era por su hijo, nada más los ataba, pero
ese lazo los uniría por el resto de su vida, quería que esto fuera como en las
teleseries, que se hicieran un análisis de ADN y el no fuera el padre, pero
esto es la vida real y el Pipe sin su pequeño pedazo de cielo no sería nada,
dejo todo por él, su casa, sus estudios así que sintiéndome mal por dicha
maquinación descarte esa idea, un ladrido me sacó de mi estado de trance, miré
a mi Copito que quería jugar conmigo como si supiera mi estado, encantado lo
hice, le tire su pelota para que el la trajera devuelta.
****-****-****-****-****-****
Durante
esas vacaciones pensé mucho, medite tanto que en marzo cuando estuve en
Santiago no sabía si realmente me atrevería a dar el punta pie inicial, pero
comiéndome mi orgullo le hable al Pipe, más bien lo llame.
-
Hola Camilo, ¿Cómo estás? – dijo tan solo al saludar
-
Hola Felipe, estoy muy bien y tu – respondí
-
bien también, a que debo este agrado – dijo
-
Estoy en Santiago otra vez y nada quería ver si aún necesitas hablar conmigo –
solté
-
Genial Camilo, si aún podemos hablar, si no fuera mucha la molestia – dijo – Podríamos
ir a comer algo, porque en la casa está la Tamara – dijo a lo que entendí la
indirecta, ella estaba en casa y no podía escuchar lo que hablábamos, aproveche
que mi mamá visitaría a mi tía mañana para invitarlo.
-
Si quieres puedes ir mañana a mi casa – dije
-
Esta bien, llegaré como a las 6, me pasare del trabajo para allá – respondió
-
Bueno, ahí te espero entonces, tendré algo para comer – dije a lo que el rio
-
Dale, hasta mañana entonces – dijo
No
sabía si estaba preparado para dar este paso, pero ya no quería seguir luchando
contra lo que sentía, y como dice el dicho, si no puedes contra ello únete,
después de todo ya estaba decidido, solo esperaba que no me equivocara, porque
esta sería la última oportunidad que me daría, no habría otra, ya no más. La
suerte estaba echada.
Estuve
todo el día siguiente con el estómago apretado y con los nervios a full en mis
venas, quería decirlo todo, solo esperaba que el Pipe entendiera como fueron
las cosas y se atreviera conmigo, eso me haría feliz, aunque no se escuchaba
correcto, quería que lo fuera, ambos habíamos cambiado y madurado, y esperaba
que eso jugara a nuestro favor, aunque sonara egoísta quería pensar en mi esta
vez.
El
Pipe llegó puntual a mi casa, mire por la ventana antes de abrir y lucia mayor,
era un Felipe distinto, el toque que le daba no afeitarse lo hacía parecer
mayor, sin embargo, algo en él seguía intacto, su esencia.
-
Hola – dije saliendo de la casa – que puntual – le comenté
-
Si un poco, es que calcule justo la hora – dijo – pase directo del trabajo así
que vengo muerto – comentó
-
Tienes hambre – le dije
-
No – respondió, pero me di cuenta que era mentira
-
Ya no seas mentiroso si algo te conozco, pasa que tengo algo para comer – dije
Pasamos,
inmediatamente le calenté algo de lo que había hecho para comer ese día, más
bien era la comida que tenía para uno de mis hermanos, pero lo más probable era
que comieran donde mi tía así que no importaba, había hecho un puré de papas
con carne al jugo, mientras le serví un vaso de bebida.
-
Toma, mientras termino de calentar la comida, no me demoro nada – dije
-
No era necesario Camilo, de verdad – dijo
-
Júrame que no tienes hambre – dije, él se lo pensó, pero no me juró nada, así
que solo sonreí
Fui
a buscar la comida que estaba ya caliente para entregarle el plato, sentía mi
corazón acelerado mientras lo veía, me prometí a mí mismo que no quería volver
a tenerlo cerca, pero no podía, llámenme tonto, pero no podía permanecer lejos
de él, menos ahora. El Pipe termino la comida que había preparado en un
santiamén.
-
Cada vez cocinas mejor Camilo, te quedo genial – me alabó, mi estómago se retorció
por su cumplido.
-
Gracias – dije simplemente, iba a levantar la mesa, pero él no me lo permitió,
ya que el mismo se encargó de recoger todo, conocía mi casa, así que dejo todo
en la cocina, con todo ya listo nos sentamos al fin en el living, no sabía que
decir ni como comenzar la conversación – y que tal va la vida – dije
-
ahí batallando – respondió solamente
-
¿Pudiste arreglar las cosas con la Tamara? – consulte
-
Mas o menos – dijo simplemente – ese día te llame porque necesita un consejo,
algo que me dijera que estaba haciendo las cosas mal – respondió
-
Lo que dije es cierto Felipe, si formalizas las cosas con ella podría ser muy
precipitado, sé que tu hijo es lo que más te preocupa hoy en día, pero ya vivir
juntos es algo, lo demás vayan viéndolo con calma – me quería morder la lengua
para no decir eso
-
Lo sé Camilo, pero las cosas con la Tamara no están yendo de lo mejor – dijo
-
¿Por qué? – pregunté
-
Porque tú sabes que yo no la amo, ella es buena pero no puedo hacerlo, hay algo
que me lo impide – dijo
-
Te diría que no estén más juntos, pero no sé si es lo que tú quieres – respondí
-
Es muy difícil Camilo, estando con ella puedo ver a mi hijo todo lo que quiera,
dormir con él, hacer muchas cosas, pero si termino las cosas me tendré que
conformar con una que otra visita, además ella me dijo algo – comentó
-
¿Qué te dijo? – pregunte
-
Hace un par de semana le dije que quería que cada uno siguiera por su lado,
hablarlo en buena onda, pero ella se niega, me dijo que, si me iba, no vería más
a mi hijo y eso me tiene super mal, no quiero estar en juicios con ella porque
como son las cosas, ella lo tendría siempre y yo tendría que conformarme con un
fin de semana, no quiero eso – dijo
-
Y así dices que ella es buena, una madre preocupada jamás le negaría un hijo a
su padre, pero porque actuó de esa forma, se contradice con lo que me dices –
dije
-
Es que hay algo más – comentó, lo miré incentivándolo a hablar – hay alguien más
– sabía que se refería a mí y mi corazón se aceleró – conocí a una compañera de
trabajo – al decir estas palabras mi confianza se fue a la mierda, fue como la reacción
de rafa de los Simpson, cuando dicen aquí es la parte donde puedes ver como se
rompe su corazón, aguante y reprimí toda clase de amargura que me provocó su
confesión, porque me dolieron sus palabras.
-
Estas saliendo con ella – dije, el asintió con su cabeza
-
La Tamara pilló un par de conversaciones que tenía con ella, pero te juro que
no ha pasado nada, es solo que me atrae y me confunde – dijo
-
Entonces por eso esta así, vaya Felipe me sorprendes – dije lastimado – no te
conocía así – confesé – Aunque me recuerda algo – comenté, me sentí como cuando
supe que me había puesto los cuernos con su actual polola.
-
Lo sé y me siento muy avergonzado Camilo – dijo
Pensé
en su confesión y la relacioné a cuando estábamos juntos y supe que el Felipe
no había cambiado mucho, lo mismo que me hizo a mí se lo estaba haciendo a la
Tamara, todas mis inseguridades se agolparon y las ideas que tenía en mente se
desvanecieron por completo, quizás era verdad que la gente no cambia, aunque
debía darle el beneficio de la duda, porque tenía claro que estaba inmerso en
una relación sin amor y con las amenazas de su polola no podía hacer mucho. Las
ideas que tenía en mente se comenzaron a esfumar, ahora dudaba que el invitarlo
a mi casa fuera una buena idea.
-
Felipe yo acepte hablar contigo porque sentía que debía decirte algo, pero no
me imagine en lo que andabas, pero de igual forma lo diré, no es para que me
digas algo al contrario es simplemente para sentirme bien conmigo mismo –
respiré – tu algún día me preguntaste si aún sentías cosas por ti – el asintió
– yo nunca fui sincero contigo, porque sigo sintiendo cosas por ti, pero lo
negué porque sabía que mi respuesta te traería más cosas negativas que buenas,
le di prioridad a tu hijo y no sé si eso te ayudo en algo, pero lo hecho, hecho
está y no se puede reparar, pero por lo que me cuentas sé que ya no marcará la
diferencia, tú ya estas con alguien más y créeme que sigo deseándote lo mejor –
dije
-
Camilo, yo pensaba que lo que sentías por mí era cosa del pasado, me lo habías
dicho muchas veces, pensé que solo me querías como amigo – dijo
-
Lo sé, es solo que no quería asumirlo, era muy confuso para mí – asumí
-
Camilo me dejas en blanco – dijo, su reacción no era lo que esperaba, pero no
era para menos, a lo mejor al fin el dejo de quererme y tendría que aceptarlo, así
lo quise yo hace mucho tiempo, pero eso no hacía que dejara de doler menos.
-
No tienes que decir nada Felipe de verdad, ya tienes suficientes cosas en las
que pensar, pero entiendo, el tiempo pasa y los sentimientos van cambiando, por
ahora tienes que solucionar todo lo que pasa en tu vida, habla con la Tamara,
dile que es en buena y por el bien de ambos, haz que entienda que lo haces por
ella, dile que quieres verla feliz, no es sano para ella intentar amarrarte por
su hijo – dije.
Continuamos
hablando acerca de ese tema, durante toda la conversación me hice el fuerte,
pero por dentro estaba demolido, quería solo que él se fuera para dejar de
sentir el tormento que tenía dentro, el tiempo pasó y sentí que ya era tarde al
igual que él.
-
Ya Camilo, es un poco tarde, así que me voy – dijo
-
Si y espero que de algo haya servido la conversa – comenté
-
Si Camilo, eres un buen consejero así que me sirvió bastante, espero nos veamos
pronto – dijo dándome un cálido abrazo.
Mentalmente
no podía más, él ya me había olvidado y yo aún no, pero me negaba a conocer a
alguien para sacarlo de mi mente, después de que el Kike tampoco pudo con ello,
no me merecía seguir experimentando, tras unos minutos de reflexiones decidí
que aunque tuviera que vivir por siempre con ese sentimiento lo haría, pero no
batallaría más porque ya parecía algo en vano.
Hasta
ahora una de las personas que más había sufrido era yo, y debía superponerme al
resto, estaba claro que nadie más pensaría en mí, así que debía hacerlo yo y
antes de querer al resto debía comenzar por hacerlo yo mismo. Dejando ese
episodio atrás, con la sensación de amargura en mi cuerpo me di por vencido, ya
lo había intentado, débilmente pero lo había hecho, ya no había más por hacer,
las cartas estaban echadas y había perdido esta mano, pero aun en la vida me
quedaban varias revanchas más que jugar, dejando todo eso en el pasado me
propuse vivir, ya no más recaídas y aunque ni yo me lo creía quería cumplirlo y
no salir corriendo tras el Pipe apenas apareciera, sobreponerme ahora no me debería
costar tanto, no cuando todo lo que me hacía quererlo eran recuerdos lejanos.
El
tiempo pasó y como dicen “el tiempo cura las heridas”, así lo sentí, me enfoque
en vivir la vida, nada de amor por el momento, pero si me aferré mucho a mi
familia y amigos, comencé a salir más, divertirme más, recorrer, conocer
lugares nuevos y vivir momentos memorables, no hay mejor terapia que viajar y
apenas se me dio la ocasión lo hice, sin que me diera cuenta las vacaciones de
invierno habían llegado, cada día me sentía mejor y para esas fechas era un
camilo renovado, de hecho podría decir que viví mi mejor momento, era un alma
libre, en la universidad me continuo yendo bien, incluso me inscribí a un
gimnasio, estaba compatibilizando todo de maravilla, sin necesidad de depender
de nadie, no mentiré que se me acercó gente nueva en el ámbito amoroso, pero
nada relevante, de hecho mi última vez teniendo sexo con alguien fue con el
Seba y de eso había pasado tanto tiempo que sentía que había vuelto a ser
virgen (que descarado).
Se
que muchos se preguntaran que fue del Seba, pero hasta ese entonces solo
hablábamos, nunca perdimos el contacto, seguíamos tan interesados el uno por el
otro que sin duda me alegraba saber que tenía en quien contar aparte de mis
amigas, el Kike ya era parte del pasado y más que superado, ya no sentía
absolutamente nada por él, como dije en su momento lo ame con locura, pero pude
sacarlo de mi corazón, mientras que con el Pipe nunca pude hacerlo, pero ahora
sentía que ya no era una carga, más bien era algo asumido que día tras día se
apagaba, esperaba algún día destruir hasta la más mínima ceniza y vestigio de mí
amor por él, pero no había apuros, estaba tan bien que no me importaba, con él
habíamos hablado en un comienzo bastante, pero luego comprendí que si seguía
dándole tanta cavidad en mi vida nunca dejaría de ser alguien importante para mí,
así fue como ya hablábamos de vez en cuando, él me había ayudado cuando más lo
necesite y no podría desmerecer eso, así que por eso no lo deje de lado nunca,
al menos los saludos cordiales seguirían siempre.
En
las vacaciones de inviernos aproveche de viajar como nunca, había conocido a
una nueva compañera en la universidad con la que hicimos un fiato increíble,
ella termino invitándome a su casa en puerto Montt, así que sin dudarlo acepte,
me había propuesto en algún momento conocer todo el país, sé que lo lograría,
pero por ahora me conformaba por visitar nuevos sectores, es así que en el
viaje que duró dos semanas aproveche de conocer también Valdivia, todos unos
lugares increíbles. De aquí es que nace un trillado, pero sabio concejos:
chicos si pueden y tienen la posibilidad viajen, no hay mejor terapia que eso,
aunque no solo sea terapia, viajar te abre nuevos mundos y es necesario en la
vida.
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Cuando
ya daba por asumido que nunca más tendría nada con el Seba, un mensaje de su
parte me sorprendió, después de haber pasado casi una eternidad me invitaba a
su casa, no tenía tantas expectativas, pero a decir verdad de solo pensarlo, me
hacía pensar que necesitaba algo más de acción, ojalá que así fuera y no
terminara como con el Pipe.
Llegue
a su casa, fue para los días de receso que me dieron en la universidad para
celebrar el 18 de septiembre (fiestas patrias), iba con la mejor de las
expectativas, me había bañado como dos veces y preparado muy bien para todo, me
sentía muy expectante. Ese día cuando llegue a su casa el me recibió como
siempre, con una gran sonrisa pícara en su rostro, como habíamos estado en
constante contacto nada parecía extraño, más bien todo estaba igual que como lo
dejamos hace bastante tiempo atrás.
-
Dime para que soy bueno Seba – dije preguntándole porque me había citado a su
hogar
-
Nada Camilo, me quería disculpar por todo este tiempo de lejanía, sé que
hablábamos harto, pero no podía, después de lo que hablamos la última vez que
lo hicimos no me sentía listo, pero ahora aclare mi cabeza y quería ver si
querías retomar – dijo
-
Vaya, que romántico – me burlé y me reí, el por su parte igual lo hizo – te
estoy molestando nomás Seba, y si, yo feliz retomo lo que dejamos, sabes que
aquí estuve esperándote – reconocí
-
Que bueno, porque ahora que no tengo dudas recuperare el tiempo perdido y te
hare pedazos, mañana no te podrás sentar – dijo
-
Te tienes fe Seba – dije – pero tengo solo una condición – comente
-
¿Cuál? – preguntó
-
Que hoy lo hagas más lento, llevo sin sexo tanto tiempo que creo que perdí la
costumbre – me reí
-
Entonces andas apretadito – dijo a lo que yo asentí, me puse rojo por lo
explicita que fue su afirmación - ¿Cuánto tiempo sin nada Camilo? – consultó
-
Mucho – dije – desde la última vez que estuvimos – reconocí
-
Caleta – dijo – te tenían el agua cortada parece
-
Si, pero en verdad no me interesaba tanto hacerlo, pasé un tiempo de
tranquilidad absoluta – dije
Sin
mayores rodeos entramos de lleno en la acción, el Seba fue voraz, me beso con
una experticia que casi me lleva al clímax de inmediato, me aferre a su cuello para no caer mientras
sentía como avanzamos hacia el Sillón donde al chocar contra el caí, quedando
el Seba de pie frente a mí, sabía lo que quería, así que lo complací, no eran
necesarias las palabras, todo fue muy fluido, el liberó su miembro quitándose
el pantalón y su ropa interior con urgencia, acariciándolo lentamente me di
cuenta que no era necesario tanto juego para que lo tuviera duro, porque su
pene ya parecía un mástil, después de mucho tempo volví a tenerlo en mi boca,
partí lento, solo besando la punta y rodeando mi legua por encima, para ir
lentamente abarcando cada vez más su longitud, el Seba perdiendo el control,
tomo mi cabeza para follar mi boca a su estilo, metió su pene tan profundo como
podía, provocando unas arcadas que no pude evitar, el dándome espacio, se retiró,
pero lejos de darme un respiro me hizo ponerme de pie.
-
Déjame ver ese culito – dijo.
Sin
rodeos me giré y me quite toda mi ropa, me puse de espaldas a él y me recosté
sobre el sillón dejando mi culo expuesto a él, pensé que sería algo rápido,
pero me estremecí al sentir su lengua en mi entrada, fue una sensación
exquisita, se movía tan bien, eso me relajo ayudando a la dilatación y así fue
cuando metió un dedo en mi interior, aun con su dedo en mi interior beso mi
espalda, hasta llegar a mi cuello el cual era mi punto sensible, y el aprovecho
esto para meter un dedo más en mi interior, después de tanto tiempo sin nada se
sintió raro y me dolió un poco, pero tras un rato se sintió bien, el Seba
abandonó mi lado para rebuscar algo en su bolsillo, lo mire hipnotizado
mientras abría un condón y lo rodaba por su gran longitud, todo era tan erótico
que sentía que si quisiera acabaría ahí mismo. Él se acomodó atrás mío para
hacer presión con su pene en mi culo ya un poco dilatado por sus dedos, costó
que entrara y dolió bastante, el cumplió lo que dijo y me lo hizo lento, hasta
que estuvo dentro de mí por completo, se quedó quieto sin moverse esperando que
me acostumbrara nuevamente a la sensación, cuando ya sentí que podía soportarlo
di luz verde para que se moviera, el agito sus caderas con movimientos lentos,
no dejo de besarme el cuello y pasar su lengua, yo cada vez sentía que explotaría
en cualquier minuto, pero luego sus caderas encontraron un movimiento infernal
que hacía que su pene rosara algo dentro de mí que me elevó directo al paraíso,
sin aguantarlo más acabé, el siguió con sus embestidas hasta que sin previo
aviso me hizo levantarme y caminando con su pene dentro de mí me apoyo en la
pared más cercana, y en esa misma posición siguió penetrándome, esta vez su
pelvis fue más rápida, entrando y saliendo de mi con velocidad, unas nalgadas
acompañaban sus penetraciones, me toque y sin poder evitarlo acabe nuevamente,
mis piernas estaban débiles, caería en cualquier minuto de hecho comenzaron a
tiritar, el Seba aumento aún más su ritmo, para luego quedar inmóvil atrás mío,
sin poder evitarlo me deje caer y el seba atrás mío también, quede sentado
arriba de él aun con su pene llenándome, pero no me podía mover, estaba
exhausto, nunca había acabado dos veces en un mismo asalto, tenía muchas ganas
de dormir.
-
Estoy muerto – confesé
-
Yo igual, ¿Quieres que salga? – consultó
-
Si, pero no me puedo mover – dije, él se rio, pero me tomo de mi cadera
levantándome, su pene cayó lacio.
-
Necesitaba de esto – dijo él
-
Yo también – confesé
Estaba
saciado y feliz, saber que aún tenía al Seba como constante en mi vida me
recargo y con momentos como esos ¿quién no podría vivir feliz? Ese había sido
nuestro reencuentro y tenía claro que aun teníamos de ambos para rato, sin
ningún compromiso, siendo solamente lo que el otro necesitaba. Esa noche fue
algo larga, porque si bien estuvo recargada de sexo también conversamos
bastante, e incluso pudimos ver una película, al otro día al parecer cumplió
con su promesa porque me dolía todo el cuerpo y realmente me costaba sentarme.
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Así
es como mi vida pareció estar tomando un nuevo rumbo, hoy en día que más puedo
decir, sigo afirmando que estoy en uno de mis mejores momentos, si bien no
estoy acompañado por nadie de forma oficial, tengo mis encuentros con el Seba
ocasionalmente, para los que se preguntaran que si él es gay o no, la verdad es
algo que igual me pregunto, porque si bien tenemos encuentros, él nunca ha
dejado de lado a las mujeres, de hecho hoy en día está en una relación, pero
seguimos viéndonos, aprendí a no sentirme culpable por eso, ya que no era
decisión mía, si no netamente de él y yo aceptaría lo que él quisiera, pero
nunca ha manifestado sus ganas de parar con todo, eso si me ha dicho que soy el
único hombre con el que ha estada y le llama la atención, le he creído, no tendría
porque mentirme, eso si ha sido tajante en que las mujeres le encantan, quizás
solo sea curiosidad o una supuesta bisexualidad, pero no me desgasto en
analizarlo, soy como el, no nos juzgamos y solo nos entendemos.
Del
Kike que más puedo decir, fue alguien que me marcó, pero a la vez dejo muchas enseñanzas
en mí y la reconozco como una de las relaciones más duraderas de mi corta vida
y además como la más intensa, el haber estado con el me enseño muchas cosas y
generó en mi nuevas ambiciones que esperaba algún día concretar, hoy él es un
gran compañero, he sido testigo de cómo ha rehecho su vida y creo que como yo
pude olvidarlo el igual lo hizo y me alegra bastante, se rumoreó un tiempo que
estaba saliendo con el Cesar, pero cuando se lo consulte lo negó y lo siento
tanto por el Cesar que todos sabes que sigue atrás de él, solo espero que se dé
cuenta algún día que el Kike no quiere nada serio con él y que mejor busque su
futuro en otro lado, no soy amigo de él, pero a veces uno siente cierta empatía
por la gente y si fuéramos cercanos tengan por seguro que se lo diría.
Respecto
al Felipe, hoy en día hablamos poquísimo, pero lo hacemos, la última vez fue
para el saludo de año nuevo, pero más allá de eso no ha habido mucho, el
siempre tendrá una parte de mi corazón y recuerdos, pero si me preguntan si aún
lo amo, ya no sabría cuál es la respuesta, quizás hace meses atrás cuando fue
la última vez que nos encontramos, cuando llegue del sur, les hubiera dicho que
si, que a lo mejor lo amaba, pero hoy en día yo creo que es más un cariño muy
grande, el aún sigue con la Tamara, un día conocí a su hijo y está muy grande,
es una copia casi idéntica de él, no me pude acercar mucho ya que solo lo vi en
brazos de la Tamara una vez en el mall, se veía un niño muy alegre. Pero con el
Pipe desde la última conversación no nos juntamos más, aunque no por decisión de
él, fue algo netamente mío, el en varias ocasiones me había invitado a salir,
pero siempre había algo que me impedía aceptar su oferta, buscando mil excusas
para no verlo. Quizás fue un bien para mí porque aunque no lo olvide por
completo, siento que lo sobrellevo muy bien, de hecho pensar en el con otra
persona no me vuelve loco ni me provoca dolor de guata, quizás ya me es
indiferente, pero a ciencia cierta tampoco me importa descubrirlo, como estoy
hoy en día estoy bien, mi ritmo de vida me hace sentir vivo y no estoy
interesado por el momento en ninguna relación seria, quiero simplemente vivir y
disfrutar a concho, la compañía sentimental por el momento paso a segundo
plano, no era algo que necesitara, después de tanto tiempo conociendo la vida
de pareja quería un respiro, un gran respiro, esta vez se sentía diferente por
mi cuerpo me lo decía, quería ser capaz de decir que al fin era una etapa
superada, esperaba hacerlo en algún momento, al menos ya había podido cambiar
las lágrimas por sonrisas y la tristeza por alegría, lo que parecía un avance
tremendo, además entendí que estaba esperando algo que a lo mejor nunca llegaría,
por eso decidí mirar solo hacia delante y no hacia atrás.
Como
tenía planeado este verano estoy haciendo práctica, por lo que no podré salir
mucho, eso si dura solo hasta la segunda semana de febrero y luego de eso me
arrancaré una semana al sur, y aunque ni yo lo crea tengo un acompañante que
invite a conocer la casa de mis abuelos, si señores el Seba irá conmigo en
febrero, serán solo unos días, pero le enseñare lo que es la verdadera paz del
sur.
¿FIN?
De
toda esta gran travesía aun inconclusa, pude aprender mucho y por sobre todo
crecer como persona, nunca olvidaré la primera vez que me decidí por escribir
una parte de mi vida, no esperaba que tuviera tan buena recepción por el resto,
pero sin duda el conocer sus puntos de vista me ha hecho ponerme en distintas
posturas y eso, aunque lo duden, sirve y mucho.
Niños,
Amigos, quienes me han leído fielmente, sé que no todos quedaran felices, pero así
es la vida, en las ficciones todo es más fácil, que más me hubiera gustado a mí
que fuera distinto, pero lo importante es sobreponerse y ver la vida hacia
delante, hoy estoy en un momento distinto de mi vida donde la prioridad esta en
otro sentido, estoy disfrutando al máximo, no busco el amor, pero si llega, lo
hará, pero por el momento estoy muy bien solo.
Si
debo reconocer que remover el pasado en ocasiones dolió un poco, era como un
pinchazo, pero liberarlo se sentía bien, me recordó por todo lo que había pasado,
a medida que las palabras salían supe que fue mucho más de lo que pensaba.
Sin
más que decirles, se despide de ustedes camilo un joven que solo quiere ser
feliz :’)
P.D:
Espero que tampoco sea una despedida sino un hasta pronto, me da pena dejar de
escribir, pero espero poder volver a hacerlo en alguna otra oportunidad.
Los
amo inmensamente a todos :) y no se olviden de mí, así como yo no me olvidaré
de ustedes.