viernes, 29 de diciembre de 2017

11. Vacio Existencial: Afrontando los errores - Parte 1

Hola A todos 
Aquí estoy nuevamente, quise escribirles antes, pero este capitulo y su continuación han sido de los mas difíciles, porque ha plasmado una situación muy difícil que viví, de hecho es la cual me motivó a escribir, si bien quería de un principio llegar a esto sabia que debía hilar desde tiempo anterior para así llegar a esto, por eso es que estamos frente a lo que yo diría los capítulos finales del blog, no puedo decir que es el fin definitivo porque como todos saben esto no es mas que vivencias personales y mi vida aun no acaba (Aunque a veces me den por muerto jajajajaja nunca superaré eso), todo da tantas vueltas, que las nuevas aventuras y cuanto errores quedan al por montón y no descarto seguir escribiendo cosas que me pasen, pero en si ya no seria el tema principal del blog. sigo diciendo que soy un agradecido de la vida y estoy muy feliz de que ustedes sean unos fieles lectores, puede que les aburra mi actitud o que no estén de acuerdo con mis acciones, pero así es la vida, uno hace cosas desde la falta de experiencia, por lo mismo caerse y volver a pararse es muy valido, hoy lo entiendo. sin aburrirlos mas, vamos con el capitulo. 

P.D: Esta es una mención honrosa a quienes se han dado el tiempo de dejarme comentarios y ser lectores muy activos, puede que se me pasen algunos y díganmelo no mas, porque me di el tiempo de revisar desde el capitulo 1 que publica acá, hasta el ultimo.
- Ro 3L
- Bayron Gomez 
- B
- Víctor Marcelo
- Jim Núñez
- Matias!
- Sebastian
- Pista 5
- y a los miles de anónimos, que me escribian de muchos lados, un abrazo para cada uno de ellos (Colombia, Perú y muchos otros paises).

ahora el capitulo :) besos niños 


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Capitulo 11. Vacio Existecial: Afrontando los errores - Parte 1



Si hay algo que entendía y tenía bastante claro, es lo efímero que a veces resulta la felicidad, cuando menos te lo esperas esta puede ser arrebatada de cuajo, una sensación que ya conocía con anterioridad, estuve sumido en un gran agujero por mucho tiempo y sabía que no quería volver a pasar por eso, estar en medio de un abismo tortuoso, no es algo que se lo dé a alguien, la soledad es una maldita perra y esperaba no volver a caer en eso jamás, pero todos tienen su sexto sentido que saben que los problemas se avecinan y vienen en la vuelta de la esquina.

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Ya había entrado a la universidad nuevamente, las vacaciones de verano se habían ido rápidamente, como siempre en ellas había aprovechado de descansar al máximo, esas vacaciones no trabajé, porque la universidad me había dejado una carga enorme y quería recuperarme bien antes de afrontar un nuevo año. Después de mi viaje a la Serena con el Kike, la verdad es que hablamos bastante y nos vimos mucho durante el mes de enero, pero en febrero fue una relación más a distancia, porque él viajó junto a su familia a concepción, viña y otros lugares, mientras que yo viaje solamente a Puerto Saavedra, el lugar que para mí era el templo del descanso, como había comentado anteriormente, ese lugar era muy especial, tenía tantos buenos recuerdos que sin duda volver era una maravilla, además sirvió para que se juntara toda la familia, tal como le gustaba a mis abuelos. Sin duda fueron unas vacaciones reconfortantes.

Al regreso en la universidad todo fue tan monótono como siempre, los típicos primeros días de clases en los cuales mueres de sueño y no quieres nada más que tu cama, pero en mi caso no fue tan así porque después de tanto tiempo podía volver a ver al Kike constantemente, además que nos habíamos encargado de tomar ramos juntos y teníamos las mismas clases, así que ahora si que no nos despagábamos nunca, obviamente que nos dábamos de igual forma nuestros espacios, para así no atosigarnos de nuestras presencias. Mentiría si dijera que ese semestre fue malo para mí y el Kike, porque fue todo lo contrario, ambos pudimos aprobar todos los ramos, dimos la batalla hasta el final y pudimos derrotarlos todos, mientras que nuestra relación iba viento en popa, era raro que no tuviéramos tantos problemas, yo creía que habíamos logrado conseguir una armonía y estaba muy feliz con ello.

El Kike por su parte seguía tan detallista conmigo como siempre y a cada minuto lo amaba más y más, me encantaba cuando hacia sus berrinches, pero por sobre todo me fascinaban los momentos que teníamos a solas, nuestra confianza había escalado varios niveles, se sentía tan bien todo que no quería que la paz y tranquilidad se viera afectada por nada, al menos en la u parecía que ya no teníamos obstáculos, y poder respirar la tranquilidad y felicidad que se sentía poder estar con él me tenía en estado de éxtasis.

Es así como las cosas seguían, y con el pasar de los días, es como te das cuenta de lo voraz que es el tiempo, avanza sin esperar a nadie, llenando y nutriendo con tantos buenos recuerdos… como cuando terminamos el primer semestre, hicimos nuestro viaje a la nieve, yo estaba muy emocionado porque no la conocía, iríamos a pasar la noche, el Kike era la persona más motivada de todas, de esas que le das la idea y se suman de inmediato, además él era feliz de cumplir el sueño de su novio, planeamos todo con tiempo, él tenía muchas cosas que nos servirían tales como carpa, sacos de dormir y todo lo necesario para sobrevivir al menos una noche, yo por mi parte tuve que comprarme mucha ropa abrigadora, sería solo una noche, pero me estaba preparando como si fuera pasar un mes.

Ese recuerdo es uno de los mejores que tengo, el Kike me enseñó a esquiar o al menos eso intentó, pero simplemente no se me dio para nada, fui pésimo, mientras que el parecía un experto, esa noche solo dormimos abrazados, sin necesidad de sexo, solo disfrutando de nuestra compañía, es la cosa que siempre atesoraré en mi memoria, sin duda algo inolvidable, sentía que habíamos alcanzado muchas metas como pareja, si bien aún nuestros padres no sabían nada ( los padres del Kike nada de forma oficial), yo me estaba decidiendo en que quería contarle todo a mi mamá, después de todo lo que viví quería hacerlo, no quería esconderme más, estaba en ese estado de plenitud en el que sabes lo que puedes vivir y lo que no quieres perder, así que yo sabía que poder andar de la mano por la calle sin miedo al que dirán con el Kike era algo fantástico, y no poder hacerlo por el solo hecho de tener miedo que alguien se lo comente a mi familia resultaba una limitante que me estaba consumiendo por dentro, el Kike por su parte solo quería mi aprobación para decírselo a sus padres, los cuales yo estaba convencido que ya sabían o al menos ya sospechaban más que algo.

El tiempo continuó pasando de forma voraz, y con el Kike cumplimos nuestro primer año de pololeo, ahí recién pude darme cuenta de lo mucho que habíamos logrado, teníamos una relación muy duradera, manteniendo la felicidad, los bajos ya casi ni se presentaban, aprendimos a convivir de una forma que ya sabíamos que cosas molestaba al otro y viceversa, en la universidad ya casi todo el mundo sabía de lo nuestro, era algo como un secreto a voces que sabíamos quién había revelado (cesar), no era algo que me importara, porque al menos en ese lugar podía ser libre y dejarme llevar por lo que sentía por mi novio, cabe mencionar que el trato de los demás hacia a mí no cambió en nada y seguía manteniendo a mi grupo de amigos, que cada vez veía menos por miles de razones, tales como que algunos se fueron atrasando o reprobando ramos, cosa que nos alejaba, al menos de manera espacial, teniendo horarios tan diferentes que de repente pasaban semanas en los cuales no los veía.

Así es como todo avanzaba, formando mi propio cuento de hadas, del cual quería tener mi final feliz, pero las cosas no siempre son tan amenas como uno quisiera, basta tan solo un segundo para que tu vida cambie por completo, un error para que todo el orden y felicidad sean levantadas, y es que cuando todo esta tan impoluto y sin errores, la primera equivocación cuenta y mucho. Es como si la balanza perdiera su equilibrio, uno que no se podría recuperar.

El año había acabado y el periodo de vacaciones de verano nuevamente había regresado, con el Kike teníamos un pololeo que yo consideraba sólidos, más que mal no todos los días se cumplen un año y tres meses de relación, hasta ahora era la más duradera que había tenido y estaba tan contento que aún no creía como después de tanto tiempo uno se puede sentir tan perdidamente enamorado de una persona, verlo y sentir las tan características mariposas en la guata, hacer hasta lo imposible por ver sonreír a esa persona tan especial, simplemente me sentía en las nubes.

Pero después de esas vacaciones sentí que algo cambio, algo se fracturó, aun no tenía claro que cosa era, pero me daba miedo averiguarlo, mi sexto sentido me decía que algo estaba pasando por alto, pero mi lado racional hacia que apagara esa vocecilla que en mi cabeza me hacía pensar en miles de teorías conspirativas, quería hacerme el tonto, quería encerrarme en un burbuja obviando lo que ocurría a mi alrededor, pero temía que mi burbuja en algún minuto tenía que reventar dejándome a la deriva, estrellándome en seco contra lo que estaba esquivando. La realidad.

Todo comenzó en febrero, con el Kike habíamos tomado hace poco unas vacaciones en conjunto, habíamos visitado esta vez el sur, conocimos Pucón, Villarrica y algunos alrededores, fue un viaje de ensueño, me enamore de cada uno de los lugares que visitamos. Pero luego de eso como siempre cada uno tuvo que seguir a sus familias, por asuntos familiares, el visitaba a muchos tíos, tías y por mi parte tenía ese destino reservado por ese y todos los febreros de mi vida. Esta vez habíamos quedado en que el conocería la casa de mis abuelos, conocería mi propio santuario, pero a último momento no pudo ir, yo sabía que ya estaba en Santiago, pero me dijo que había tenido un par de problemas familiares y por eso no podría ir, yo por mi parte tenía mil planes ya formados, los cuales no pudieron ser concretados. De igual forma me preocupe, pero él me tranquilizó, me aseguro que no era nada tan grave y sin solución.

Ya en marzo, cuando volvimos a la universidad, volvimos a tomar ramos juntos, pero lo sentía distante, ya no era el mismo Kike atento, no era mi Kike. Sentía que había algo que lo hacia contenerse, en mi mente pensaba que quizás el problema familiar que había tenido lo tenía afectado más de la cuenta, por lo que quería que él me dijera si había algo mal.

- Oye amor – dije llamando su atención, estábamos sentados en los pastos de la universidad en una ventana interminable mientras esperábamos a la siguiente clase
- Dime – dijo
- ¿Te pasa algo? – consulté
- No nada amor – respondió - ¿Porqué lo dices?
- Es que últimamente, desde que entramos a la U, andas muy callado – dije
- No, es que aún no recupero las horas de sueño – su excusa no sonó para nada convincente, pero no tenía ganas tampoco de atosigarlo a preguntas, sabía que, si se trataba de algo serio, en algún minuto me lo diría.
- Quiero irme luego a mi casa, pero faltan aún dos clases – dije un poco resignado
- Si amor, oye, mañana me podrías prestar el cuaderno de la última clase que tenemos o me mandas fotos, es que no me voy a quedar – dijo
- Si obvio que si amor, no te preocupes – dije - ¿tienes algo que hacer? – pregunté
- Si, voy a acompañar a mi hermana a hacer algunos trámites – respondió
- ok, dale saludos a mi cuñada – dije sonriendo - ¿quieres comer algo?, no me gusta esa carita – dije
- No, con estar así un rato está bien, ahora si quieres podrías hacerme cariño en el pelo, eso sería genial – dijo recostándose en el pasto. Le había pegado un poco esa obsesión, pero que conste y quede muy claro, las caricias en el pelo son algo más que adictivas, no lo prueben.

Sin reclamar le hice cariño en el pelo, sabía que había algo que no quería decirme y esperaba que no se tratara de nada malo para él ni para su familia, les tenía mucho cariño a todos, me sentiría muy triste si algo malo le pasara a alguno de ellos, pero por, sobre todo, sabía que tendría que estar al lado del Kike, para apoyarlo en cualquier situación.

Los días siguientes avanzaron, el Kike seguía tan raro como los últimos días, ya tanta incertidumbre me estaba matando, pero si bien estaba raro, lo cariñoso no se le había ido, apenas llegábamos a su casa o la mía ya lo tenía pegado a mí, sus besos, sus caricias, todo eso seguía intacto, solo sus actitudes habían cambiados, había instantes que parecía otra persona, ausente, ese Kike no me gustaba mucho.

Una noche revisando mis redes sociales desde el computador, note que tenía un mensaje, pero era en otra bandeja de entrada de Facebook, eran como los mensajes que mandan por solicitud, nunca me había fijado en esos, pero tenía varios, una gran cantidad de ellos eran muy incoherentes y muy antiguos, pero el ultimo era de un perfil sin foto, me lo había mandado hace un poco más de una semana, pero lo que decía me dejó un muy mal sabor.

“Esto es lo que hace tu pololo cuando no estas, que conste que ese dia lo pasamos muy bien ;) la foto es solo una prueba, tengo el video si te interesa, saludos”

Había una foto adjunta, no se veía más que un pene penetrando un trasero, que no era el mío, a simple vista podría ser cualquier persona, en cualquier casa, pensé en aquello como una simple broma, no quería tomarle la importancia que la persona que me mando el mensaje quería que le tomara, hasta que sin poder evitarlo, inspeccioné la foto más a detalle, pero había algo que me movió el piso, un lunar, algo tan simple que el Kike tenía en su pelvis, si bien la mata de vello púbico que había ocasiones lo tapaba, cuando se rebajaba este quedaba a la vista, quise pensar que todo era un mal entendido.

“No sé quién cresta seas, pero cómprate una vida que te hace mucha falta y deja de molestarme, no me hacen gracias estas estupideces, si me das la cara y no te escondes podemos seguir esta conversación, pero si no es así no me interesa”

Esa fue mi respuesta al mensaje, como dicen no hay peor ciego que el que no quiere ver, rogaba que eso no se apegara a esta situación, porque realmente me mataría que algo así fuera verdad, no estaba preparado, según yo estábamos en un muy buen momento con el Kike y no le veía sentido a nada de esto. Unas ganas de llorar tremendas me albergaron, mis ojos picaban, sabía que si hablaba o alguien me viera rompería en llanto, no quería pensar que esto fuera verdad, porque realmente no me merecía vivir esto por segunda vez, no sabía cuál podría ser mi error, porque la gente me fallaba así una vez, tras otra, porque cuando creía que la felicidad llegaría, todo se derrumbaba. Evitando pensar en el tema, me recosté, pero no podía dormir, maldije el momento en el que revisé ese puto mensaje.

Sin dormir casi nada, fui de igual forma a la universidad, estaba decidido a consultarle al Kike, quería que esto fuera una broma de forma desesperada, y creía en ello, quería que al momento de preguntarle al Kike, este me dijera sin titubear que ese mensaje fue de pura maldad, pero después de tener toda la noche para pensar y que mi almohada fuera mi gran consejera, le di más sentido a la conducta del Kike, el que estuviera raro conmigo, podría ser esto una causa, quizás el estuviera conociendo a alguien a mis espaladas, miles de teorías circulaban por mi mente a la velocidad de la luz.

Ese día iríamos a mi casa después de la universidad con el Kike, no teníamos planes en específico, solo aprovecharíamos el día, mis hermanos salían tarde del colegio y nosotros temprano de la u por lo que tendríamos toda una tarde para nosotros. El Kike me vio y sabía que las cosas no andaban muy bien.

- ¿Que pasa amor? – me consultó al oído mientras el resto de personas pasaban a nuestro alrededor.
- Nada, anoche dormí pésimo – dije
- Después de clases en tu casa descansaras un rato, ambos lo haremos – me sonrió, pero con esa sonrisa que no era propia de él, esa sonrisa que no se reflejaba en sus ojos.

Bajo esa promesa no dijimos nada más en la clase y de camino a mi casa no hablamos nada más que de cosas vagas, mientras mi mente pensaba como abordar el tema, no quería hacer un drama de todo esto como siempre solía hacerlo, y mucho menos si es que todo era una broma de muy mal gusto.

Llegamos y como de costumbre a penas me estaba poniendo cómodo, el casi me salta arriba, pero necesitaba sacarme la duda de la cabeza.

- Amor espera – dije, a lo que él se detuvo
- ¿Qué pasa? – preguntó
- Quiero que hablemos antes de algo – dije
- ¿De qué? – dijo
- No es que anoche me llegó un mensaje medio raro, pero estoy seguro que es una broma, pero quería preguntarte a ti primero – dije, su cara cambió
- ¿Qué mansaje? – preguntó el de vuelta.
- Un mensaje de Facebook, no sé quién era porque era un perfil más que falso, no tiene ni siquiera amigos en común conmigo así que no sé que onda – respondí
- ahh – dijo – y de que era el mensaje
- Era algo de que tú estabas con alguien más – dije, su cara no me dio un buen indicio – Quieres verlo – pregunté
- Si, demás – dijo. Busque el mensaje desde mi celular esta vez para mostrárselo
- Mira – dije tendiéndole mi celular, su cara me dio las peores señales de todas – es una broma ¿cierto? – dije más para mí que para él. Odiaba que mi voz sonará más esperanzada de lo que pretendí, pero por dentro estaba bajo un suplica.

El Kike solo me miró, pero no negó nada, mi sonrisa y esperanzas de que todo fuera de alguien que quería simplemente jugarme una mala broma se esfumaron, ahí comprendí que todo era real, una capa de sudor frio cubrió mi frente, sentí que me desmayaría en cualquier minuto así que me senté en un sillón, el Kike no dejaba de mirar mi celular, no me dio la cara en ningún momento mas.

- Dime ahora mismo Enrique que eso es solo una broma – dije, esta vez mas brusco, el me miro y simplemente negó con su cabeza, las lágrimas caían de su rostro, no entendía la situación, era todo tan cómico, yo pensando que era una broma, cuando en realidad tenía la verdad en frente de mí, tenía hasta las pruebas del engaño, no sé en que cabeza tan perversa cabía todo, no sabía el afán que alguien tenía que tener para mandarme algo así, simplemente no lo entendía, pero si sabía que había mucha maldad detrás de todo esto. ahora no solo tenía que conllevar el saber que por segunda vez alguien me cagaba, sino que además debía batallar contra la imagen del engaño, el shock no me permitía llorar, no podía creer que todo fuera cierto, mientras que el Kike solo derramaba algunas lágrimas, yo lo miraba incrédulo.
- No amor, no es una broma – me dijo
- No me digas amor – respondí de la manera más fría posible, los sentimientos habían abandonado mi cuerpo no podía sentir nada, era como si mi mente tuviera miedo de aceptar todo y ahora estuviera en un proceso de asimilar la situación y mientras tanto me había sumergido en algún modo de piloto automático. Así estaba yo. Vacío.
- Camilo, perdóname – dijo, pero no podía seguir hablando, se levantó a abrazarme, no se lo impedí, mi estado de desconcierto no sabía cómo habíamos pasado de casi estar teniendo sexo a esto, quería poder gritarle, pegarle, llorar, pero quería reaccionar de alguna forma, pero nada llegaba.
- Suéltame – le pedí, su cuerpo era todo sollozos
- Por eso no te quería contar, sabía que vas a terminar contigo Camilo, y yo no quiero eso, te amo más que a mi vida Camilo, no sabes cuánto, pero tenía mucho miedo de perderte, no sé porque lo hice – dijo limpiando sus lagrimas
- No te creo – dije sin más – tu no me amas, porque si me amaras solo un poco no hubieras hecho eso, te lo di todo Enrique, todo mi amor te lo di, me entregué a ti, para que tú me pagues con esto – dije, quería herirlo, tanto como él lo hizo conmigo, pero no hallaba la forma, sabía que, si decía algo feo, el más herido podría ser yo.
- Siempre lo cago todo, lo volví a hacer Camilo, por tu cara por todo sé que no me vas a perdonar pero al menos si quieres me arrodillo, no me dejes Camilo, no ahora por favor – me pidió, él se arrodillo y se abrazó a mis piernas, mientras aun yo yacía sentado en el sillón, no dije nada, era incapaz de formular oraciones – Camilo, mis papás se van a separar, por eso no fui de vacaciones contigo, están teniendo serios problemas y eso me está afectando caleta, sé que no es una excusa, pero necesitaba pensar en algo distinto quería bloquear todo, no sé cómo termine acostándome con otro, pero cuando supe lo que hice me quise morir porque sabía que no solo perdería la unión de mis papás sino que a ti también, todo por ser tan inmaduro – dijo
- mucho te costaba avisarme a mí, no por estar lejos era inútil, no sé que decirte, ahora mismo no quiero pensar en nada, quiero que te vayas – dije
- Pero Camilo, hablemos… - dijo
- Que quieres hablar, como se lo metías a él, eso no será necesario porque tengo esta puta foto de recuerdo, lo tendré muy presente por siempre y si en algún minuto se me olvida, la puedo volver a revisar no hay problema en eso – dije – o quieres hablar de si se sentía más rico que hacerlo conmigo, lo poca cosas que soy yo, lo mucho que lo disfrutaste, dime, de que quieres hablar – pregunte – porque supongo que lo de tus papás ya lo hablaste con él, si para eso lo tenías, si en mí no confiaste lo demasiado – ambas cosas me dolían, saber que él no había confiado en mí para contarme lo de sus padres, fue un duro golpe, pensaba que yo significaba más para él y por mucho el tema de su infidelidad
- Camilo, no seas así, de verdad lo siento – dijo – me merezco que me hables así, dímelo todo que lo acepto, pero si me dejas estar en tu vida lo acepto
- yo lo siento mucho más por haber perdido mi tiempo, perdí casi un año y medio con un weon que no vale nada – dije, la furia se comenzó a acrecentar en mi – eres un maricon de mierda Kike, como me hiciste esto, porque si te confié todo, sabias lo que significaba esto para mí, nunca jugué contigo, cuando fácilmente podría haberlo hecho, pero no yo el tonto prefiero sufrir por confiar en el primer weon que se me cruza y me habla bonito – dije - ¿con quién me cagaste? – pregunté – al menos para saber quién es el de la foto - consulté, el no dijo nada – Al menos dime si es de la u – dije
- Si es de la u – dijo – pero no es quien tú crees – dijo haciendo referencia a que pensé que podría ser el cesar, eso hubiera sido un golpe bajo tremendo.
- Gracias, es un alivio tremendo – dije de modo sarcástico - ¿Quién fue?
- El Jorge – dijo (es un compañero de generación que es Gay, y ahora se por la foto que es pasivo).
- No quiero saber más – dije – hemos acabado, realmente hemos acabado, así como tú lo has hecho conmigo, te puedes ir a la mierda por lo maricon que eres, esto no se hace, no sabes lo feo que se siente – después de todo el rato recién pude sentir pena, por lo que mi voz se quebró – no pienso llorar en frente de ti, ya me has pisoteado lo suficiente, no quiero tener nada que ver contigo, has cuenta que ya no existo para ti, que me he muerto, piensa lo que quieras menos en mí, para mi tú ya no existes Enrique.
- No Camilo, por favor, fue el error más grande que he cometido, perdóname te lo suplico – dijo, se me acerco y me volvió a abrazar, sentí una especie de desesperación, sentía que las paredes de la habitación me ahogaban, quería correr, no lo quería cerca de mí, todos mis instintos asesinos afloraron, quería matarlo, de verdad quería hacerlo, por lo mismo no lo quería ver más, no por ahora, tenerlo cerca ahora me hacia mal.
- Suéltame mierda – grité – te dije que quiero que te vallas, no entiendes esa wea, quiero estar solo, ándate a la cresta, ahora te detesto y no quiero tener nada que ver contigo, si no te vas ahora te voy a sacar a patadas de la casa y no seré muy amable – dije enfurecido
- Pero am… - dijo, pero lo interrumpí
- No me vengas con nada más, quiero que te vayas ahora – dije, me pare de donde estaba, tome su mochila y se la tire, mi puntería hizo que fuera directo a su rostro, pero él la atrapó antes que dé pudiera llegarle – ahora ándate – dije, camine hasta donde él estaba para intentar sacarlo
- Me voy a ir Camilo, pero cálmate – me pidió – te hará mal estar así, nunca te había visto de esa forma y me está matando saber que todo es por mi culpa – me dijo
- No quiero un puto consejo de tu parte, mientras antes te valla mejor será para mí, así que hazlo.

El Kike giró y salió de mi casa, lo seguí hasta la salida, para cerrar las puertas tanto de la reja de la calle como de la entrada de la casa. Lo vi en muchas ocasiones mirando hacia atrás, su rostro me decía lo destruido que estaba, intenté no demostrar nada y sin volver la vista atrás entré a la casa, sentí un vacío existencial, corrí hacia mi pieza, quería estar ahí, sentí que volvía a sentir la tan típica soledad, la única que había sido una verdadera amiga, la que me venía a visitar tras una larga ausencia sin saber nada de ella, pero fiel a mí, nunca me dejaría, a pesar de que yo siempre intentaba alejarme de ella, ella hallaba la forma de volver a mi lado y lo odiaba.

Soltando todo lloré y grité, me dejé caer en la cama, ahogando mi gritos en la almohada, necesitaba liberarme de todo, no quería retener nada, tenía tantas recriminaciones conmigo mismo, me dolía el corazón, nuevamente lo había entregado a alguien y me lo devolvían hecho añicos, estaba devastado, no habían palabras que pudieran plasmar todo lo que sentía en ese momento, no sabía que estaba mal conmigo, yo no había sido malo, quizás aburría mucho a las personas o ellas se cansaban de mí, tal vez era feo, tenía muchas cosas en mente, solo sabía que en parte la culpa podía ser mía.

Quería que esto nunca más me volviera a pasar y es que ya tenía muy claro que el amor no era para mí, toda la pena, tristeza y dolor se comenzó a convertir en rabia, no sabía porque las personas que intentan hacer las cosas bien, a veces todo sale mal, mi mamá siempre que se enojaba decía: “uno mientras más puta, mejor suerte tienes en la vida, por eso yo estoy como estoy”, nunca había entendido esas palabras un tanto cargadas de resentimiento, pero ahora sabia a que apuntaban.

Ya había sentido todo esto una vez, creí que no lo viviría de nuevo, no tan pronto, todo mi interior se sentía desolado, pero quería por alguna vez en la vida jugar de malo, me lo debía a mí mismo, quería venganza, todo lo bueno de mi interior desapareció, quería demostrarle al mundo que no era llegar y meterse conmigo, no más, no quería hacer el papel de víctima, con mucha pena en mi interior, me dije a mi mismo que no, no sufriría, de amor la gente de no muere y yo no sería la excepción, limpie mis lágrimas, no sabía a ciencia cierta que hacer, pero tenía algo en mente.

Tome mi celular e hice lo primero que se me ocurrió, necesitaba de esto, quería venganza, no seria el único que sufriría, tenia una lección para el Kike, aunque eso me significara perderlo para siempre, en mi dolido corazón esa idea no me gustaba, pero mi angel malo disfrutaba ver como el dolor me consumia y me hacia sucumbir a cosas que a lo mejor jamas haría.

Yo: Hola, estas?
Yo: Necesito verte ;)

Escribí ese mensaje hacia la persona que sabía no tendría problemas en ayudarme, al menos sin que él lo supiera, quería que esto le doliera al Kike tanto como a mí, pero como se dice uno no puede apagar un incendio con más fuego, eso me llevaría a otro terreno, pero no quería dar marcha atrás, al menos en ese momento en la que mi parte que más pensaba ya no estaba, había desaparecido, quería alguna vez decir lo siento fue un error. La respuesta no tardó en llegar.

Felipe: Hola, que gusto saber de ti Camilo, si estoy jajajajaja, podríamos vernos hoy, trabajo hasta las 5, si quieres anda a mi casa o nos juntamos en otro lado.
Yo: No, tu casa está bien, te veo por allá, tu dime la hora.
Felipe: Tengo que ir a ver al Alejandro como a las 7, así que a las 6 estará bien, por eso solo podríamos vernos un rato ¿para que sería?
Yo: Dale, no importa, necesito ahora mismo a un amigo y conversar un rato
Felipe: Bueno Camilo, me agrada que pienses en mi como un amigo aun, nos vemos después entonces.
Yo: Si nos vemos después, te dejo trabajar tranquilo jajajaja

No sabía si lo que tenía en mente funcionaria, pero que más daba, no estaría peor que ahora, quería ser el malo, liberar la pena de otra forma, buena o mala ya no me importaba ningún criterio, solo sabia que esto marcaria sin duda el termino de todo lazo con el Kike, que después de todo nunca me quiso, no de la forma que yo si lo hice, y darse uno cuenta de eso duele muchísimo. Tal vez lo nuestro era conocernos, pero no estar juntos, definitivamente no.

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Llegué puntual a la casa del Pipe, después de tanto tiempo me sentía raro, era casi irreal, más aún por las intenciones que tenía, quería dar la vuelta e irme a mi casa, no sabía si lo que hacía estaba bien, pero cuando estaba por irme la ansiedad pudo más que yo, así que toqué el timbre. No pasó mucho tiempo hasta que el Pipe me abrió la puerta. Nos saludamos de la mano, el como siempre tan de piel me abrazó y esta vez no lo rechace, al contrario, correspondí su abrazo, más del tiempo necesario.

- Gracias Pipe por esto – dije – no sabes cuánto necesitaba un abrazo – respondí
- No es nada Camilo, ¿Pasemos? – me consultó, a lo que yo solo afirmé con mi cabeza.

Pasamos a su casa, el color de sus paredes había cambiado, al igual que un par de cosas, lo que más llamó mi atención fue una foto, una nueva foto que había sobre una repisa del living, era la foto del hijo del Pipe, se veía muy adorable, tenía el mismo color de piel que el Papá y alguno que otro rasgo, era de cuando yo suponía tenía un mar de meses.

- Que linda foto – comenté
- Gracias – sonrió – ahora está más grande, de hecho, ya camina – dijo – es todo un problema, se mete en cada lugar, no podemos dejarlo ni siquiera un minuto solo porque le gusta investigar todo.
- Me alegro tanto que sea feliz Pipe, al menos tienes una gran razón para serlo – dije
- Si, es mi motivación para todo – dijo - ¿quieres algo para tomar? – me consultó
- No nada Pipe, así estoy bien – respondí – yo solo quería conversar un rato contigo, necesitaba desahogarme y más que mal eres de las pocas personas cercanas que conocen mis secretos – dije
- ven sentémonos – dijo, nos acomodamos en el sillón
- Terminé con el Enrique – dije – mi pololo, ahora ex – dije haciendo referencia a que a lo mejor él no sabía quién era el Kike.
- Que lata Camilo – dijo – lo siento mucho, te debes sentir fatal, o a lo mejor no – respondió, sus palabras fueron pésimas
- Yo lo siento mucho más – dije – todo me recordó a ti – respondí
- Así y porque – consultó ahora más intrigado.
- Porque el igual me cagó – respondí, a lo que el Pipe desvió su mirada.
- Creí que eso ya era del pasado – dijo
- No te enojes ni te molestes solo digo la verdad, me volvieron a poner los cuernos Pipe – dije.
- Sabes que Camilo – dijo – Después de tanto tiempo, para poder seguir adelante tuve que perdonarme a mí mismo, porque sin eso no podía avanzar, pero si me preguntas hoy en día si me arrepiento de eso, te diría que no – su respuesta me descolocó – no lo pienses en el mal sentido, porque si yo no hubiera estado con la Tamara, jamás hubiera tenido el maravillosos hijo que tengo hoy en día, pero lo que si lamento de siempre, es que jamás podre estar con la persona que se robó mi corazón en algún minuto, y solo debo conformarme con algo más vacío – dijo
- ni me menciones a la Tamara por favor – dije – pero, aunque no me creas, lo de tu hijo me gusta que me lo digas, no soy partidario de la gente que llama a los hijos errores, el error no habría sido el, él no tiene la culpa de nada, por eso me gusta tanto tu forma de pensar, por lo demás a la mamá no la soporto – dije muy sincero.
- Te lo creo – respondió – pero yo con ella ya no estamos juntos, desde hace tiempo, solo nos llevamos bien por nuestro hijo, pero estoy soltero – me respondió
- Me alegra, ella no era para ti, tu mereces una niña que sea al menos sea más simpática y no tan pelada – dije – lo siento tengo que decirlo, pero ella nunca respeto nada con tal de meterse contigo.
- Camilo, no cambias – dijo
- Si he cambiado – dije – pronto te darás cuenta – dije
- Aunque quieras parecer malo, por lo mucho que te conocía, créeme que no me das miedo – se rio
- Pipe tú me dejarías probar algo – dije, sabía que debía cumplir con mi cometido, si ya estaba acá, no perdía nada.
- Si, ¿Qué cosa? – respondió sin pensarlo mucho
- Esto – respondí, me acomode en el sillón hasta quedar frente a él y sin dejarle tiempo para reaccionar lo besé, él no se quejó, sino todo lo contrario a penas se dio cuenta de lo que hacía se aferró a mi respondiendo con igual intensidad, incluso sin que yo lo planeara, él ya estaba metiendo toda su lengua en mi boca, abrí mis ojos, para ver como él tenía sus ojos cerrados, completamente absorbido por la intensidad del momento, quizás si tuviera algún tipo de sentimiento por él, igual estaría de esa forma, pero tenía una meta que cumplir y no me iría a casa sin ello. Finalice el Beso separándome de él.
- ¿Qué fue eso Camilo? – dijo el
- Una prueba – dije – acaso no te gusto – respondí
- Claro que me gustó, pero porque – dijo
- Tenía que salir de dudas – dije
- y ¿te sirvió? – consulto, podía ver su creciente excitación, hablaba jadeante y de alguna forma igual me pasaron ciertas cosas, pero manteniendo la mente fría respondí.
- Quizás necesito probar un poco más – respondí.

No fue necesario conversar más porque tuve devuelta al Pipe con su boca pegada a la mía, él se acomodó en el sillón por lo que me senté sobre el para tener un mayor acceso a sus caricias, sus manos amasaron cada uno de mis glúteos, realizando un recorrido por todo mi cuerpo, sentí su erección, por lo que me froté contra ella.

- Sabia Camilo que no me habías olvidado, yo nunca podría olvidar esto – dijo.

No di ninguna respuesta a sus palabras, más bien solo intensifique mi juego tomando su erección por sobre sus jeans, apretándola y frotándola, enloqueciéndolo de a poco, el Pipe Despojo mi polera, y yo por mi parte hice lo mismo con la de él. Los besos del Pipe eran de una pasión muy intensa, sentía que mis labios estaban hinchados producto de esa combinación.

- Camilo, quiero volver a hacerte mío – dijo el Pipe muy excitado – quiero tomarte como nunca pero mi mamá está por llegar y no quiero incomodarte
- Podríamos hacerlo muy rápido – dije, el hizo una aceptación silenciosa. En tiempo récord estábamos en su pieza completamente desnudos – Tienes un condón – le consulte al Pipe
- Si tengo algunos – dijo – Pero nosotros siempre lo hacíamos así no más – me dijo
- Pero ha pasado mucho y prefiero la precaución, además antes tu no tenías condones, eso me dice mucho – dije a lo que él se puso rojo – no quiero una explicación solo quiero estar contigo ahora así que no pienses tanto las cosas.
- Esta bien – el Removió algunas cosas de entre su ropa y sacó un condón de su billetera, para dejarlo sobre su velador.

Él se acercó para besarme otra vez, ahora tenía su erección en libertad, por la que podía acariciarla con mis manos. Él se alejó para colocar un par de almohadas a la mitad de su cama.

- Recuéstate, quiero que quede tu potito paradito – dijo

Entendí su idea por lo que seguí lo que él decía, por la forma en la que estaba me quedaba mi culito expuesto y a su merced. Vi cuando él se ponía el condón, no quería pensar en nada más, no quería sentir que lo que hacía está mal, muy mal, este si que era el error de mi vida, estaba creándole falsas expectativas al Pipe mientras mi objetivo real era darle una cucharada de su propia medicina al Kike, esto no me llevaría a buen puerto, pero ahí ya estaba yo, sin estar un pelo dispuesto a dejar de hacer lo que estábamos haciendo.

El Pipe humedeció mi entrada con su saliva, para luego jugar con sus dedos en mí, me retorcí por la sensación, tras unos segundos sentí como la cabeza de su pene hacia contacto con mi trasero, con movimientos lentos comenzó a entrar en mí, hasta que sentí como me llenó por completo, yo solo me dedicaba a gemir, el me dio un par de nalgadas, sacándome uno que otro grito de excitación. Luego el Pipe se recostó sobre mí para aumentar el ritmo de sus penetraciones a la par que me besaba el cuello, estaba sumido en el éxtasis del momento.

-Pipe – dije – quiero hacer una locura – comente entre gemidos, no recordaba lo buen amante que era el Pipe, pero con el pasar de los años creo que su experiencia aumentó y ahora me lo demostraba.
- ¿Qué quieres bebé? – me dijo
- Quiero que guardemos este momento por siempre – dije
- ¿Cómo? – respondió sin dejar de mover sus caderas, acometiendo sin piedad en mí, si seguía así acabaría muy pronto.
- Tomémonos una foto Pipe, así como estamos ahora, para que la tengamos por siempre solo tú y yo – dije, gire mi cabeza para besarlo – no lo pienses tanto, quiero tenerla para nunca olvidar lo que se siente estar a tu lado – dije
- Esta bien, pero hagámoslo con mi celular – dijo apuntando hacia donde estaba el suyo, estaba más cerca que el mío, así que sin salir de mi se estiro y lo tomó. Me lo entregó para tomar una selfie y así lo hice mientras él me besaba el cuello y adentrándose hasta el fondo de mi interior, mi cara era de pura lujuria. Que buen actor era. ¿o no estaba actuando?
- Que lindo Camilo – dijo
- Toma – le entregue su celular, sentí un flash, mire hacia atrás y vi como el fotografió cuando entraba y salía de mí. Dejo su celular de lado y se dedicó a finalizar nuestro apasionado encuentro.

Sin poder evitarlo acabé de una forma magnifica, Por su parte el Pipe cayó rendido sobre mí, su cuerpo me asfixiaba dejándome sin aire tras tan magnifico orgasmo. Sentí que después de todo no fue tan malo haber venido, pero sabía que aún no todo estaba terminado, ahora se me había ocurrido algo mejor, pero necesitaba que todo conspirará a mi favor y sería un verdadero golpe a la catedra, la venganza es un plato que se sirve muy frio y eso estaba sintiendo.

- Necesito ir al baño – dije haciendo el cuerpo del Pipe a un lado.
- estuviste increíble – me dijo, no le respondí nada solo quería salir rápido de ahí, volví ya me había vestido con mi ropa que tomé antes de ir al baño.
- Creo que me tengo que ir – dije
- Pero porque – dijo
- Porque tu mamá está por llegar y no quiero estar acá cuando eso pase, además tienes que ir a ver a tu hijo – le recordé
- a verdad – dijo levantándose y quitándose el condón que contenía su liberación – pensé que no te había gustado – dijo
- No para nada, estuvo muy rico – dije, él sonrió y tomo sus cosas para ir al baño, pero antes lo intercepte
- Pipe, oye me puedo mandar la foto mientras para ganar tiempo – dije
- Si – se rio – quizás encuentres algunas otras, pero no las borres, las quiero para mi dijo dándome un beso fugaz, el introdujo la clave en su celular y me lo entregó mientras se iba al baño.

No tenía mucho tiempo, a lo más cinco minutos, así que busqué en Facebook al Kike, lo encontré y desde el perfil del Pipe le dejé un mensaje.

“Esto es lo que te perdiste y me regalaste a mí, gracias te debo una muy grande”

Adjunte la foto que yo tome, igual no se veía mucho, pero por mi cara y como estaba el Pipe no había que descifrar mucho, dude un segundo antes de enviarlo, realmente no sabía si era bueno o malo lo que hacía, pero cuando lo mande sentí la peor sensación de todas, sentí culpa, miedo y muchas otras cosas, la guata se me retorció, sobre todo porque no sabía cómo se podía borrar un mensaje desde la lista de enviados en Facebook, realmente me sentí pésimo, ese no era yo, pero lo hecho, hecho estaba y una parte de mi disfruto haber hecho lo que hice, una parte que hasta a mí mismo me asustaba, rápidamente fui hasta el WhatsApp del Pipe y me mande la foto que nos tomamos, no quise revisar más a fondo su celular, por lo que lo deje sobre su velador.

Quería salir de ahí lo antes posible antes de que el Pipe descubriera las verdaderas intenciones de mi visita, sé que le romperá el corazón el saber que todo fue parte de un plan descontrolado, del que él fue cómplice sin siquiera planearlo, tenía muy en claro que la foto se la mandaría yo al Kike, pero el ingrediente extra que le daba que el Pipe sea quien la mandó fue algo no previsto, pero que de igual forma resultaría mucho mejor, claro que hasta que él se enterara.  El Pipe entró a su pieza.

- Ya Pipe me voy – dije
- Dale, te dejo en la puerta y espero que vengas de nuevo – dijo tomándome por la cintura para besarme otra vez a modo de despedida, no sabía bien como seguir actuando, como que tras hacer lo que hice todo se estaba viniendo abajo otra vez, porque el haber hecho esta venganza solo me hizo sentir peor y no tan victorioso como pensaba.
- Si, ahí hablaremos – dije

Caminamos a la salida, me despedí de él y caminé muy rápido, rezando para que la micro pasara muy rápido y volver a mi casa lo antes posible. No podía creer que había sido capaz de hacer eso, ya una parte de mi tenía ganado el infierno. Pero otra me decía que era lo correcto, no podía ir llorando por la vida, además un me faltaba encargarme de ese tal Jorge que siempre supo de la existencia de mi relación con el Kike, la muy perra se metió ahí sin siquiera lamentarse un poco, además, lo que peor me hacía sentir todo esto y que fuera el Jorge la persona con la que me engaño, es que mi autoestima estaba decayendo, porque a decir verdad y siendo muy sincero el cesar era bonito, era flaco, de esas personas que son una tabla pero deben tener su encanto siendo menudito, pero el Jorge no, él era todo lo contrario, era o se veía bastante mal, los odio a ambos (cesar y Jorge), pero que alguien te deje por alguien así te hace sentir destruido en cuanto a tu amor propio, quería creer que tenía una gran personalidad y como persona era excelente, pero el pensar que se metió con alguien con pololo me hacía pensar que tampoco era lindo por dentro. Perra.

Llegue a mi casa sin novedades, decidí poner en modo avión mi teléfono, para evitar cualquier tipo de contacto con alguien, ahora la infidelidad del Kike dolía un poco menos ya que de cierta forma se podría decir casi que ahora estamos a mano, pero tenía claro que a pesar que lo amo muchísimo, no podría volver con él, eso ni pensarlo. Además, dudaba que él me perdonara por esto, así ambos tendríamos una excusa para odiarnos mutuamente, pero en lo que a mi concernía no volvería a enamorarme nunca más. De nadie.

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Desperté sobresaltado, había tenido una gran pesadilla, tenía la garganta muy seca por lo que me levante por un vaso de agua, por la claridad del día sabía que no era temprano, pero ya había decidido que el día de hoy no pondría ni un pie en la universidad, no podría hacerlo, tenía mucha vergüenza acumulada, además de muchos sentimientos encontrados con mi supuesta venganza de anoche, que estaba seguro resultó, pero no había sopesado que me dejaría en un estado de culpabilidad y con ganas de morirme, aunque debo dejar en claro que el suicidio no era una alternativa para mí, sabía que mi mamá y hermanos confiaban en mi por eso no me podía derrumbar, debía centrarme en algo, tenía que aferrarme a algo para no perder la cabeza, es así que tome un cuaderno de la u, si bien no tenía mucha materia que estudiar me dedique a pasar en limpio y aclarar dudas que podía tener, eso siempre me había funcionado en los malos momentos y ahora parecía que no era la excepción, necesitaba mi cabeza ocupada en eso y no en otras cosas.

Por la tarde cuando me canse de todo y me había comido algo ligero para aplacar la poca hambre que tenía, fui valiente y revise mi celular, le saqué el modo avión y ahí se liberó todo el desastre, tenía muchas llamadas perdidas del Kike y otras tantas del Pipe, muchos WhatsApp del Pipe y el Kike y lo que me sorprendió es que también tenía de la Cote, mi amiga. No sabía por cual comenzar, pero simplemente no era capaz de nada. Asumiendo las consecuencias de mis actos vi primero los WhatsApp de la Cote que a mi juicio debería ser el más livianito de todos.

Cote: Amigo que onda que eres el sujeto más buscado de todo el mundo
Cote: Amigo contesta y pesca el celu
Cote: AMIGO ESTASSSSS?
Cote: AMIGO!!!!!! Me tienes preocupada por favor devuelveme el wssp o la llamada es urgente, el Enrique me hablo por Facebook y el Pipe también, realmente estoy sacando las peores conclusiones de la vida.
Cote: Amigo definitivamente ire a tu casa, aunque ya es tarde, quizas lo haré mañana, pero si no contestas lo tendré que hacer o llamo a tu mamá, tu eliges

Definitivamente estaban las cosas más descontroladas de lo que pensé, si la Cote ya tenía sospechas de algo, implicaba que me estaba acobardando y no quería dar la cara a nada, pero sacando fuerzas desde la rabia que tenía a la infidelidad del Kike me anime a ver sus mensajes.

Kike: Camilo, se que hoy te destruí y no te había querido molestar en todo el dia, pero quiero que sepas que te amo, te he llamado mucho y se que tendrás tus razones para odiarme, solo esta vez me conformare con tu perdón, porque se que lo nuestro ya acabo, yo puse el sello a esto y lo lamento tanto, por favor juntémonos a conversar, al menos deja que me desahogue contigo.
Kike: no me gusta ser tan insistente, pero por favor dime algo, aunque sea mándame a la cresta, pero no me dejes asi, a lo mejor me bloqueaste, pero seguire escribiendote hasta tener una respuesta.
Kike: Camilo, te amo, tienes el celular apagado, cuando lo prendas me podrías llamar.
Kike: Camilo, acabo de ver la mierda que has hecho, no puedo creer lo bajo que has caído, eres detestable, ese no era el camilo que yo conocía, si querías hacerme daño, te felicito lo hiciste y mucho, sabias que tengo una carga enorme en mis hombros y ahora con esto me has destruido, no quiero saber nada de ti, está bien me quedó muy claro que no quieres nada conmigo y que te valla muy bien con tu ex, aquí me demostraste que nunca me quisiste y a él nunca lo olvidaste, si querías que pensara que estabas muerto para mí, con esto lo lograste, adiós. Se feliz.

Ese fue su último mensaje, lo más probable es que ahora si que no quería hablar conmigo, debería sentirme feliz por el resultado de mi plan, pero realmente no me sentía victorioso, me sentía todo lo contrario, devastado, idiota, un verdadero tonto, el Kike tenía razón ese no era yo, ese Camilo no sabía quién era, quizás uno cegado por el dolor y la tristeza, que hicieron una combinación suicida y mermaron al Camilo real, no sabía si debía pedirle disculpa o no, de todas formas él fue quien me cagó primero y sean como sean las cosas, cuando me acosté ayer con el Pipe estaba soltero de un par de horas, pero soltero al final y al cabo.

Pipe: Camilo, la foto nos quedó genial, quiero volver a repetir el momento, no sabes cuánto bien me hizo tu visita, eres sin duda el amor de mi vida, espero poder volver a ganarme tu corazón de a poco, pero con esto me dejaste claro que en alguna parte aun existe una posibilidad para mi <3
Pipe: Que mierda Camilo, acabo de ver que mandaste la foto desde mi Facebook a tu ex pololo, que cresta pretendias hacer, no cachas que si la foto la publican en internet nos podria traer muchos problemas. Pero eso no es nada recién entendí que todo lo que hiciste fue para sacarle celos a tu ex, el ya me dijo un par de cosas y realmente no se quien eres, y tenias razón ya no conozco a este camilo, fui un estúpido un ahueonado por creer en ti, pero lograste tu objetivo, espero estes feliz, y por mi parte creo que no me interesa conocer a este Camilo porque das miedo.

Llore con el mensaje del Pipe, sabía que esto me lo había buscado solito, pero en el fondo mis acciones no habían representado la persona que soy y que mi madre crio con tanto sacrificio, todo esto había sacado lo peor de mí y me sentía muy mal por eso, pero tampoco quería estar sufriendo como siempre solía hacerlo porque la gente me traiciona como ellos quieren, sin embargo, si sabia y tenía muy claro que jamás me volvería a enamorar de nadie y que tampoco volvería con el Kike, para mí una infidelidad es algo que no perdonaría, además ya había pasado muchos límites y esto no me estaba haciendo bien, necesitaba un respiro, quería escapar de todo, pero simplemente no tenía donde, me sentía perdido, la oscuridad perpetua dominaba mi interior, sentía que no quería dar esta batalla, quería rendirme y no preocuparme por nada, estaba consumido por la soledad, baraje muchas posibilidades incluso contarle todo a mi mamá porque necesitaba un abrazo, necesitaba una voz de aliento, alguien que me dijera que lo que hice no estaba tan mal, estaba hasta el cuello.

Al final no respondí ningún mensaje, simplemente dejé mi celular a un lado y me fui a bañar, lo hice porque sabía que en ese lugar podía llorar sin sentir mis propias lagrimas salir, la vida es tan injusta, con el primer tropiezo todo se viene en contra.

Tras la ducha, tenía una cosa clara, no tenía porque esconderme, hice lo que hice y ya nada podría cambiarlo, pero tampoco debía quedarme encerrado en mi casa y acostado hasta tarde, aunque eso si lo necesitaba, pero debía volver a la universidad con la frente en alto, además allá nadie debería saber lo ocurrido, no creo que el Kike les haya contado, pero si lo hizo que más me da, me propuse a mí mismo solo encargarme de lo que me importaba y mi objetivo en la universidad, poder sacar mi carrera, además el Kike no era la única persona que tenía allá, antes de conocerlo tenía mis propias amistades y realmente esperaba no necesitar nada de nadie, me dedicaría a bloquear toda clases de emociones.


Esperaba que mi nuevo plan funcionara, porque no había un plan b que existente en estos momentos.



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Para finalizar les quiero pedir disculpa si es que me demore mas de la cuenta en escribir, pero para mi es muy intenso, es volver a revivir viejos pasajes, que a veces no me gustaría volver a comentar, pero es bueno sacarlo todo y no dejar nada, es un peso menos para el alma, por lo demás como dije desde un principio esta es mi historia y porque tampoco quiero dar a conocer mi identidad cambia algunos nombres (el mio incluido jajaja), y el de algún que otro sector, por lo mismo no se sorprendan si ven un nombre que no corresponde porque con eso hasta a mi se me olvidan :)
pero en conmemoración del inminente termino próximamente me he puesto nostálgico y puede que les deje alguna que otra cosa ;) 

Nos leemos próximamente amores
se despide 
Camilo (Ignacio). 
Besos 

miércoles, 20 de diciembre de 2017

10. El Gran Viaje

Llegamos a la Serena en la tarde, casi de noche, el viaje nos había destrozado, el terminal de buses había estado lleno y el viaje se había retrasado un tanto, durante el trayecto habíamos escuchado música, dormido y si no hubiera habido más gente a nuestro alrededor quizás nos hubiéramos besado, pero eso para mí desgracia no ocurrió.

Donde nos quedaríamos estos días era un lugar muy bonito, nos habíamos esforzado por conseguir tanto dinero como pudiéramos para poder costear este viaje y que fuera casi como una luna de miel. La casa era de un piso, pero espaciosa, se sentía todo bastante acogedor y eso me encantaba, en el patio había un quincho, que sabía no ocuparíamos, pero lo mejor de todo es que estábamos cerca de la playa.

Con el Kike nos encargamos de ordenar nuestro equipaje, robándonos unos besos de vez en cuando, ordenamos todo, incluso la comida que habíamos traído, estábamos en eso cuando el estómago del Kike rugió de hambre, como ya nos teníamos confianza no se avergonzó en lo absoluto, más bien nos reímos de lo que sucedió.

- Amor – dije llamando su atención – No tenemos pan, si quieres, tu como todo el macho que eres – me burle – podrías ir a comprar unos cuantos y algo para echarle, mientras yo preparo la mesa y caliento la leche, que te parece mi trato, el cual no es discutible – le dije
- Te aprovechas de mi nobleza – dijo acercándose para besarme, esta vez un poco más largo – pero como tengo tanta hambre lo aceptaré, llevare mi celular y si te llamo es porque me perdí entre las calles buscando algún negocio – me dijo
- Que eres exagerado, había uno como a una cuadra de aquí – le dije
- Pero igual – me comento riendo.

El tomo las llaves de la casa y se fue a comprar lo que le pedí, por mi parte me dediqué a cumplir con mi parte del trato, puse la mesa y calenté la leche, como no teníamos microondas la puse en la cocina, el Kike no se demoró nada en llegar con lo que sería nuestra once – cena.

Con todo listo comimos, me sentía muy cómodo, casi hogareño, me imagine que se sentirá vivir solo con él, que fuéramos los dos y nadie más, seria todo muy raro, pero del raro bueno, algo muy familiar, estaba ensimismado pensando en eso cuando él me interrumpe.

- Amor, vamos a bañarnos – me dijo, la sola sugerencia de poder bañarme con él me pareció el mejor panorama de todos, verlo desnudo era una gran vista para cualquier persona, era muy afortunado en ese sentido, su cuerpo trabajado era lo mejor, pero sin duda nunca me cansare de decir que su pecho peludo era lo que más me mataba de él, le tenía absolutamente prohibido que se depilara, porque para mí era todo un espectáculo, imaginármelo sudado sin polera, con su torso al descubierto, todo un macho demostrando su hombría me cautivaba y me encendía en menos de un segundo.
- Si amor, vamos a ducharnos – dije – eso si esperemos un ratito porque nos puede dar un calambre – le dije
- Eres tan exagerado amor, bañémonos ahora no más – dijo

Se levantó de la mesa dejando su taza en el lavaplatos, hizo lo mismo con mi taza, se notaba que traía ganas de que nos metiéramos a la ducha juntos, aunque quizás podría ser una indirecta para mi diciendo que necesitaba una ducha, no lo sabía a ciencia cierta, pero me aprovecharía de esa situación, necesitaba de él.

Nos desvestimos sin ningún pudor, hasta quedar desnudos por completo, observe como el me observaba atentamente, de un segundo a otro baje mi mirada a su entrepierna, y esta ya estaba totalmente dura, me lamí mis labios, pero sin detenerme en el pase de largo hasta el baño, encendí la ducha para ver cómo estaba el agua, un chorro de agua helada cayó sobre mi mano, pero con el paso de los segundos su temperatura fue en aumento. Una nalgada me sobresaltó, el pecho del Kike estaba en mi espalda y su potente erección entre mis nalgas.

- Eso es para que no dejes a tu hombre de la nada – dijo con un tinte de chiste, a lo que me reí, me encantaba mucho este Kike más juguetón, y la nalgada me éxito, muchísimo más de lo que creía.
- Dame otra – dije
- ¿Qué cosa? – preguntó
- Nalgada, quiero otra nalgada – respondí, el me la dio en el otro cachete, me sobresalte, porque esta vez fue más fuerte.
- Esa me dolió – le comenté.
- Disculpa amor, se me pasó la mano – dijo
- El agua esta lista – dije – metámonos

Entre primero dejando que la calidez del agua me abrazara, era muy reconfortante, el Kike entro tras de mí, quedamos frente a frente, nuestras erecciones se tocaban, sin dudarlo mas lo bese con pasión y lujuria, lo agarre por su cabello y tire un poco de el para separarlo de mí y mirarlo a los ojos, su intensidad me consumió y bruscamente lo lleve de nuevo a mis labios. Sus manos recorrieron mi cuerpo por completo, con una de sus manos tocaba mi trasero, mientras que la otra unía nuestras erecciones para estimularnos mutuamente.

Me gire en la ducha, quedando de espaldas a él, el agua seguía cayendo por nuestro cuerpo, su boca se adueñó de mi cuello, sin poder reprimirlo solté varios gemidos, ahora como estábamos solos no teníamos porque reprimirnos, podíamos dar rienda suelta a toda la pasión y desenfreno.

- Me encanta como gimes amor, te tendré así todo el tiempo – dijo lamiendo el lóbulo de mi oreja, no sabía que tenía tantas partes sensibles, pero ahora era consciente de cada una de ellas.

Mientras él seguía con su trabajo, tome su erección con mi mano y la guie para que entrara en mí, de un principio costo un poco, por ello me incline apoyando mi mano libre sobre la muralla, hasta que él pudo estar por completo en mí, el agua golpeaba mi espalda, lo que me daba una nueva sensación, sus penetraciones no fueron amables, si no que esta vez fueron rápidas, los gemidos no paraban de salir de mi boca, tenía claro que a este ritmo, las cosas serían muy rápidas.

- Me tienes tan caliente – me dijo dándome una nalgada que acompañada de sus embestidas se sintió de maravilla.

Estuvimos en esa posición hasta que las caderas del Kike se movieron más rápido, me toqué un par de segundos y caí en el más fabuloso orgasmo de inauguración de la casa, el Kike por su parte duro unos segundos más hasta que sentí que se inmovilizaba dentro de mi cuerpo, había acabado dentro de mi llenándome con su leche.

El agua no paraba de salir, el Kike salió de mi interior dejándome vacío, me gire para besarlo una última vez, su pene yacía lacio por el recién alcanzado orgasmo al igual que el mío.

- Bañémonos – dijo – hay que seguir en la cama ahora – me comentó
- Si estoy de acuerdo – dije

Terminamos de bañarnos, cuando estuvimos secos por completo nos metimos a la cama, lo cual no fue tan buena decisión como pensábamos, ya que tras la ducha nuestros cuerpos se relajaron, además la noche anterior habíamos dormido muy poco con la maratón de sexo que habíamos tenido y el viaje había hecho lo suyo también.

- Amor me dio sueño – dije con los ojos cerrados
- mmmm – fue todo lo que recibí a cambio, indicándome que el igual estaba en la misma situación que yo.
- Amor hazme cariño en el pelo – dije, el Kike con su mano en piloto automático comenzó a tocarme el cabello, haciendo de esa la acción más relajante de todas, por mi parte le toque su abdomen y pecho, acariciando los bellos que el tenia, sabia que eso le relajaba a él, y así fue porque realmente no recuerdo en que minuto caí rendido, knockout.

Desperté al otro día, me sentía desorientado, busqué mi celular y no lo encontré, El Kike no estaba a mi lado, supuse que estaba en el baño, pero no fue así, no podía seguir durmiendo, sentía que ya lo había hecho demasiado, la noche anterior nos quedamos dormidos temprano así que calculaba por el nivel de claridad de la habitación que había dormido mínimo 9 horas, por lo que estaba como nuevo.

Un olor a pan tostado invadió el ambiente, si bien no podía seguir durmiendo, eso no impedía que quisiera seguir en la cama, estaba tan cómodo que no me quería levantar nunca, pero el olor a pan tostado abrió mi apetito de una manera súbita y quería comer algo, así que rebuscando entre mis cosas me puse mi pijama que sabía nunca usaría en mi estadía, pero me equivoque, porque aquí estaba poniéndomelo para ir a buscar algo que comer.

Entre a la cocina y ahí estaba mi amor de la manera más concentrada preparando algo para comer, la cocina no era su fuerte en lo absoluto, una sola vez me preparó un plato de tallarines con salsa boloñesa, no fue el mejor que probé en toda mi vida, pero al menos estaba hecho con cariño, que era lo que contaba. Me miró parado en la puerta, el solo vestía una polera y su bóxer, mientras que mi pijama era lo menos sexi posible, era un pantalón suelto de pijama con una polera manga larga… pero en mi defensa, es porque soy muy friolento, y con el Kike a mi lado no lo necesitaba, pero sin él, mi pijama era mi mejor aliado en las noches frías de verano (jajajajaja).

- Que haces ahí amor, anda a acostarte, quería llevarte el desayuno a la cama – me dijo
- Es que el olor a pan tostado hizo que me diera hambre y no aguante – respondí
- Si es que me demore un poco, tu sabes que la cocina no es lo mío, pero quería que comiéramos acostaditos – dijo
- Esta bien, voy a acostarme otro rato entonces – dije – oye has visto mi celular – pregunte
- Si, lo vi en la cómoda de la cama – dijo

Con su respuesta fui a la cama, y efectivamente ahí estaba mi celular, mientras él llegaba revise lo que tenía, había un par de WhatsApp de mi mamá y otros de mis amigas, pero lo que me llamó la atención fue que tenía un par de mensajes sin responder de algunos compañeros de la u preguntándome cosas de la universidad, tales como que ramos tomaría o con que profe, pero no los había respondido porque no tenía ganas de hablar de la u, menos estando de vacaciones, pero ahora esos mensajes salían como leídos. Sabía que todo tenía una explicación lógica, y lo más probable es que mi pololo del alma lo haya revisado, no era una acción que me molestara, en total no tenía nada que ocultar, a no ser que se fuera a mensajes muy pasados, pero de esos no estaba seguro si aún existieran en mi teléfono.

No estaba enojado en lo absoluto, solo quería preguntarle si tenía alguna duda de mi parte, pero quería ver si el sacaba el tema antes que yo, de todas formas yo sabía que no hacía nada malo, por eso es que mi celular no tenía contraseña ni nada por el estilo, me cargaba perder tiempo en eso, prefería utilizarlo solamente.

Estaba pensando en aquello, cuando el Kike entró con una bandeja en sus manos, no tenía ni la menor idea de donde la saco, pero era espaciosa, le daba cavidad a todas las cosas que preparó, estaban nuestras infaltables tazas de leche, tostadas con mantequilla, había queso y unas láminas de jamón, me dio un beso y se recostó a mi lado, tenía tanta hambre que podía acabar con todo eso yo solo, pero no quería decírselo.

- Amor está muy rico todo – le dije, si bien le costaba la cocina, sabía muy bien cómo me gustaba la leche con café con solo 5 gotitas de endulzante.
- No vez, estoy mejorando, si quieres hago el almuerzo hoy día yo – comentó a lo que yo me reí.
- No te preocupes, eso déjamelo a mí – dije – además quiero ir a la playa un rato, podríamos comer algo por allá – le propuse
- No, comamos algo acá, así guardamos plata para el ultimo día salir a comer a un restaurant, te parece – comentó
- Si, es una mejor idea – dije, sin poder aguantar más le pregunté de una manera muy sutil si él se había metido a mi celular – Amor – dije llamando su atención
- Dime – respondió
- Oye, de casualidad anduviste revisando mi celular – dije tocándole las costillas de una manera tal que hacía que no lo decía enojado sino que más bien era para salir de dudas de la manera más amable de todas. De un principio no respondió
- Si, pero fue sin querer – dijo – cuando me levanté se cayó al suelo y vi que tenías algunos mensajes, toqué la notificación, pero como lo tienes sin clave se abrió de una, por eso fue – dijo, no creí mucho su chamullo
- Amor, no me enojo si me revisas el celular, no vas a encontrar nada malo, te lo aseguro – le dije – además vi que miraste más una conversación
- Fueron solo tres – dijo en su defensa – la del guille (un compañero), porque tú sabes que siempre he pensado que quiere puro jotearte y la del jota porque es un weon muy caliente, te dije que lo he pillado muchas veces mirándote el poto y eso me molesta y el maxi es porque es mi amigo y quería ver de que hablaban – dijo
- Que eres desconfiado amor, si con ellos hablo solo cosas de la universidad, además como dices tú, son solo supociones tuyas, a mi ellos nunca me han dicho nada malo, y lo dudo porque lo más probable es que sean heteros, y son super amables, pero no se puede confundir la amabilidad con la calentura, no porque sea atento contigo quiere decir que quiera culiar contigo – dije – y el maxi es tu amigo, hablamos solo de cómo quiere que yo le ayude en las pruebas, ese maxi es todo un personaje – le comente
- Pero conmigo si eres amable porque quieres que te culee – me dijo acercándose a mi – y yo soy amable contigo porque quiero culiarte y mucho – respondió
- no podemos hablar nada serio sin que lo sexualices – le dije
- Tú me tienes así, porque no me das la pasada – dijo
- Porque comí recién – comente – además no me siento preparado – respondí, para ser sinceros entre nosotros, aunque suene un poco vergonzoso, tenía ganas de ir al baño, pero él nunca sabrá eso, hasta el fin de los siglos.
- Ya po amor, quiero puro estar contigo – me dijo
- Te conformarías con una chupadita por ahora – dije haciendo un puchero
- Tu si que sabes cómo complacerme amor – dijo

Se levantó de la cama y bajo su bóxer, su erección revotó de una manera hipnotizante, mi boca se hizo agua, quería probar lo que él me ofrecía, arrastrándome por la cama, logre sentarme en el borde, como juego previo, le di un pequeño, pero intimo beso en la cabeza, luego de eso lo masturbe hasta que una pequeña gota de líquido preseminal salió, lo que significó la señal para introducirlo a mi boca. Me fascinaba el sabor que tenía el Kike, era algo cautivador, hacía que muriera de ganas de que se derramara por completo en mi boca, bajo esa motivación comencé a meterlo tan profundo me fuera posible, mirándolo mientras cumplía con mi hazaña, veía como su rostro de contraía por el placer de mi mamada, él puso una mano en mi nuca, haciendo que tuviéramos un ritmo, el parecía que quería follar mi boca como un loco, las arcadas no tardaron en venir y como recién había comido no podía evitar tener la sensación de vomitarlo entero, así que fui prudente, lo tome solo hasta donde podía saber que su longitud me pudiera caber sin inconvenientes.

Se lo mamé hasta que me aviso que se correría en cualquier minuto, sin dejarlo escapar seguí succionando su miembro, hasta que sentí el líquido caliente llenando mi boca, sin dudarlo lo trague todo, el dejo caer su cabeza hacia atrás cuando el clímax lo golpeo, sus gemidos eran muy de macho y me encantaba. Liberando su pene, que volvía a su estado de flacidez me deje caer de espaldas en la cama. Él se recostó a mi lado.

- Lo chupas tan rico amor, tienes una boca privilegiada – me dijo dándome un beso, su lengua la metió por completo, no sabía si el saber que recién había estado su pene en mi boca le daba pudor, pero de momento no demostraba ningún asco – vistámonos bebé, que tenemos un día por disfrutar – me dijo

Y así fue, nos quedamos un rato regaloneando en la cama, y después nos pusimos a limpiar, yo lavé la loza con el compromiso que él lo haría después, el salió al patio de la casa a jugar a la pelota solo mientras, yo no lo acompañaría, era (soy) un cero a la izquierda para ese juego, era como si tuviera dos pies izquierdos, ni hablar de dominar el balón, dudaba que alguna vez pudiera hacerlo, pero el Kike todo lo contrario a mí era bastante bueno, casi siempre iba con sus amigos a pichangas y cosas por el estilo, sin duda que el deporte no nos unía.

Preparé algo rápido para almorzar porque quería ir a la playa luego, el Kike devoró su plato, decía que realmente le gustaba como cocinaba, y no era por tirarme flores, pero a mí también me gustaba. Sin perder más tiempo nos vestimos para ir a playa, estaba ansioso por conocer más del lugar y el día estaba espectacular, el sol brillaba radiante, alistamos todo lo necesario, nos pusimos nuestros trajes de baño, llevamos en una mochila las toallas, y algo de dinero.

Caminamos por las calles que nos separaban de la playa y todo parecía muy tranquilo, no había tanto ajetreo de personas, pero al llegar a la playa me di cuenta que ahí si habían y varias, buscamos un lugar tranquilo con el Kike, cuando creímos encontrarlo nos instalamos, la playa se veía genial, quería lanzarme inmediatamente, el Kike me dijo que fuera no más que el mientras cuidaba las cosas, haciéndole caso lo hice, de un principio me pareció un poco (muy) helada, pero mis ganas de un chapuzón eran mayores por lo que me tire sin pensarlo mucho, me costó un poco acostumbrarme a la sensación, pero cuando ya lo logré, pude disfrutar la sensación de tranquilidad.

Cuando sentí que fue tiempo suficiente volví a donde estaba el Kike, quien me observaba recostado en su toalla, con los lentes que traía se veía totalmente apetecible, sin duda era un afortunado.

- Amor, te veías como de comercial en el agua – dijo riendo
- ¿cómo? – dije algo con vergüenza
- Si, cuando te tirabas al agua y salías, era como ver un comercial sexi – se rio
- Que eres mala onda – dije
- Pero es en buena onda, te veías sexi – dijo – Ya, ahora me toca a mí – se levantó y saco su polera – disfruta de la vista – dijo y se adentró para llegar al agua.

Estuvo un rato en el agua y luego volvió, las gotas caían por su cuerpo, era una imagen muy excitante, aguantando todas las ganas de cosas sexuales, me dedique solo a verlo, se recostó en su toalla a mi lado.

- Estaba muy rica el agua – dijo – ahora tomare sol
- Yo igual, porque estoy muy blanco – dije

Estábamos solo disfrutando de este momento de relajo, cuando una pelota revotó cerca nuestro, pera ser más preciso me cayó en el brazo, no me dolió, más bien solo me sacó de mi estado de relajación máxima, modo zen. El Kike, tomó la pelota y la regreso a sus dueños, estaban jugando algo así como tenis, pero con los pies, algo que sin duda nunca jugaría.

- Buena cabros – nos dijo una voz, mire de quien provenía y era uno de los que estaba jugando a la pelota.
- Hola – respondimos con el Kike
- Cabros, quieren jugar su tenifutbol – nos preguntó
- No sé – dijo el Kike casi pidiéndome permiso, me reí por dentro, el Kike podría jugar a eso, y lo ganaría para ser sincero él solo, pero yo ni en sueños, a no ser que se jugara con las manos yo no le entraba.
- Pucha, yo no le entro, pero anda tú, yo me quedo cuidando las cosas – le dije
- Bueno – dijo parándose, no le costó mucho tomar la decisión.

Me gire para quedar boca abajo, así podía observar como jugaban, eran todos hombres lo que jugaban, a su alrededor había muchas minas babeando por ver como esos machos jugaban a la pelota, el Kike partió algo tímido, pero luego se fue soltando y mostró lo bueno que era. Vi como a tres minas mirando a mi hombre, pero, aunque fueran muy zorras, no tendrían ninguna oportunidad con él.

El sol comenzó a quemarme mucho la espalda, por lo que me giré dejando de prestar atención al partido, paso bastante tiempo, me volví a girar para ver en que iba el partido, pero no vi a nadie jugar, estaban todos en un círculo bastante grande que incluía muchas personas, el Kike igual estaba ahí, se reían de cosas que hablaban, no le preste mucho la atención a eso, pensé en que debería haber traído un libro para leerlo, además no quería interrumpir al Kike, tampoco era tan posesivo para no dejarle hablar con nadie y me gustaba que fuera tan sociable.

Revise mi celular, aproveche el momento de responder los mensajes de mi mamá, le mande un par de fotos de la playa, al igual que a mis amigas, a las cuales les saque pica de donde estaba, el sol estaba comenzando a bajar, mire la hora y ya eran las 18:30, el tiempo había pasado muy rápido, y yo aún quería recorrer más de la ciudad, pero ya tenía claro que por hoy no se podría, aunque igual se podría hacer de noche, idea que me gustó. 

No quería molestar al Kike, el que se veía muy a gusto con su nuevo grupo, pero ya me quería ir, no sabía cómo llamar su atención, pensé en llamarlo, pero su celular estaba dentro de la mochila, no sabía que hacer, así que me giré mirándolo a la primera oportunidad de hacer contacto visual lo llamaría, así me encontraba hasta que paso un chico, joven era como de mi edad vendiendo pulseras.

- Hola ¿cómo estás? – me consultó, de un principio no sabía si me hablaba a mi o no
- Hola – dije en respuesta, me reincorporé para sentarme en la toalla, prestando atención a lo que me diría, el por su parte se agacho para quedar a mi altura.
- Mira, ando vendiendo estas pulseras, las hice yo – me dijo, se notaban que eran artesanales, pero por sobre todo eran muy lindas – cada una tiene una runa, la idea es que elijas la que más te gusta y luego te digo su significado
- Todas se ven muy bonitas – le comenté, decidido a comprarme una elegí la que me pareció la figura más linda de todas.
- Elegiste la de la sabiduría – me dijo, por lo que me paso un papel que decía el significado completo de la runa, entre lo que recuerdo (porque tampoco me lo memorice), es que decía que tenía una personalidad fuerte y siempre pensaba las cosas antes de hacerlo, de sentimientos fuertes, pero sinceros. Realmente su significado en si me gustó mucho. Le pague la pulsera, y mientras esperaba el vuelto intente ponérmela, pero el broche era algo complejo porque no podía fijarlo.
- Ahí está tu vuelto – me dijo pasándome la plata – te ayudo con eso – dijo percatándose de que me costaba ponerme la pulsera
- Si por favor – dije riendo, él no se demoró nada, demostrando una destreza increíble pudo fijarla – gracias – respondí
- Gracias a ti y que te valla muy bien, si quieres llevar una de regalo siempre paso por aquí a esta hora – me dijo
- bueno, lo tendré en cuenta, es recién mi primer día acá, así que, si necesito una más, vendré por acá – dije
- Bueno, que estés bien – dijo
- tu igual, éxito en la venta – respondí

Él se fue, yo me quede observando mi nueva pulsera, era muy linda, el sol definitivamente se estaba ocultando, por lo que aliste mis cosas, el Kike pasado unos minutos volvió, no parecía muy feliz, pero no le tome importancia, guarde nuestras toallas.

- Vamos, que tengo hambre – le dije
- y no íbamos a ir a recorrer un rato más – comentó
- No, ya es tarde, además tengo frio – dije – quiero ir a ducharme, pero después de eso podemos salir en la noche un rato – le dije
- Buena, a mi los chiquillos me estaba invitando a que fuera a una disco en la noche con ellos, pero no creo que valla – me dijo
- No sé – dije, porque realmente no me apetecía ir a una disco, sentía que no era el objetivo del viaje, pero si él quería ir lo acompañaría, seria Fome quedarme solo en la casa – Mira lo que me compre – dije mostrándole mi pulsera
- Si, esta bonita, te vi cuando la compraste – me dijo
- ¿Quieres una? – le pregunté, porque aun veía a la persona que le compré la pulsera
- No -dijo simplemente
- Mira ahí está el niño que me la vendió – le dije mirando a donde estaba conversando con una familia
- Se nota que lo miraste muy bien, no quieres que te ayude yo mejor a ponerte la pulsera – dijo tomando la mochila, todo apuntaba a una escena de celos.
- Kike por Dios, como puedes estar celoso de eso – dije
- Es que tú eres muy coqueto, te vi cómo le sonreías – dijo
- No, es que tú te pasas, estaba simplemente comprando una pulsera, como puedes sentir celos de eso – dije – además perfectamente pudiste venir donde estaba, ni siquiera me di cuenta de que hacía algo malo
- No se vámonos mejor – dijo
- Que eres amargado – dije
- El amargado eres tú, nunca quieres hacer nada entretenido, siempre que te invitan a jugar te niegas – me comento o más bien me reprochó
- Eso es mentira, bueno en realidad solo una vez me han invitado a jugar algo y ha sido esto, al menos en tu compañía y sabes que no juego, porque una cosa es divertirse y la otra es no sentirse cómodo, sabes que soy muy malo para eso, si hubiera sido bolley ball o tenis o algún otro deporte hubiera jugado feliz, pero el futbol y esa mierda del tenis futbol no se me da – dije en mi defensa – pero si soy tan Fome no sé porque quisiste venir conmigo si sabias como soy, al menos intento que esto sea lo más entretenido para ti, disculpa, y si sigues así prefiero que me dejes botado como lo hiciste toda la tarde – camine sin esperar su respuesta, en la casa tendríamos que seguir hablando, no quería dar un espectáculo en la playa.

Caminamos en silencio hasta llegar a la casa, encendí la ducha y si avisarle me fui a bañar, cerré la puerta del baño, indicándole que no quería bañarme en su compañía, prefería hacerlo solo, al menos por ahora. Me caía muy mal el Kike celoso, pero sabía era una faceta más de su personalidad y esperaba pudiéramos trabajar en eso o siempre estaríamos peleando por la vida. Terminé de ducharme y fui rumbo a la pieza para poder vestirme, ahí estaba el sentado en la cama.

- Ya desocupé el baño, puedes ir no más – le dije
- Bueno – respondió, tomo su toalla limpia y fue a bañarse.

Por mi parte me vestí, y me acosté sobre la cama esperándolo para que arregláramos este asunto, estábamos de vacaciones y encontraba de pésimo gusto arruinar el momento por algo tan tonto como unos celos injustificados. Kike no se demoró tanto en su ducha, entró a la habitación vistiendo solo la toalla amarrada a su cintura, la que saco frente a mí para comenzar a vestirse. Esta vez quería hablar algo serio por eso no lo mire, les juro que hice hasta lo imposible hasta cumplirlo, estuve con mi cabeza centrada en mis manos sin hacer ni siquiera el amague de mirarlo.

- Amor disculpa – dijo el sin que me lo esperara
- Sabes que te disculpo, pero aun no entiendo de que vienen los celos, si al menos de mi parte nunca te he dado motivos para que los tuvieras – dije
- Es que yo soy así, me carga ver cómo la gente pasa a tu lado queriendo algo más de ti y tú ves todo con otros ojos, no cachas cuando alguien te jotea tu solo eres tú, alguien atento amable y a veces tierno, haces que fácilmente alguien se confunda y no te das cuenta de eso y justamente eso hace que llames tanto la atención – dijo – hoy día ese tipo en la playa te veía descaradamente y tu solo te reías coquetamente, pero no porque quieras si no porque eres así y eso me encanta de ti, pero odio que los demás quieran aprovechar eso – dijo sin más, no sabía que creyera eso de mí, pero pensaba que no era sano que fuera de esa forma, no porque alguien se me acercara quería decir que era gay y quería tirar conmigo, al menos yo no lo veía así.
- Kike, mira si alguien se me acerca no es para segundas intenciones, al menos yo no lo veo así, solo respondo a lo que me preguntan tampoco quiero ser un weon pesado con medio mundo para no darte celos a ti – respondí – tienes que trabajar con eso porque según tu si yo hablo hasta con un viejito que me pregunta una calle, el me esta joteando
- No Camilo, No es así, solo con la gente que se les nota sus segundas intenciones – dijo
- Esta bien, pasando de eso, prefiero que cada vez que te enojes respires, porque te vuelves un tanto hiriente, no quiero pelear contigo, lo odio, además vinimos aquí a pasarlo bien, aunque sea Fome, estamos en esto por cinco días más – le dije
- No quise decir eso, espero que lo sepas, es solo que no se manejar estos celos, no soy yo y nunca antes me había pasado – respondió – no sé porque elegí un pololo tan lindo, lo tienes todo y todos te desean, pero es bueno para mí que tú no te des cuenta, así no me dejas nunca – respondió
- No hare de esto un drama si me prometes que intentaras no ser tan celoso y te dedicaras a que solo lo pasemos bien los días que quedan – propuse
- está bien – dijo – ahora nos podemos reconciliar – me propuso ahora el
- Si, exijo mi sexo de reconciliación – dije

Me acerque hasta el para darle un beso, mi intención era solo juntar nuestros labios para un simple piquito, pero él me tomo e hizo del beso algo más intenso, nuestras lenguas batallaron, sin poder reprimirlo le mordí su labio inferior un par de ocasiones, acto que a él lo encendía.

- Amor tengo ganas que hagamos algo – me dijo
- ¿Qué cosa? – consulte
- Podríamos hacer un 69 – dijo

Nunca lo habíamos intentado, a decir verdad, siempre era yo quien le hacía sexo oral a él, mientras que el a mí de vez en cuando me lamia el ano, lo que era muy reconfortante, no había sensación más rica, por lo que acepte.

Nos desnudamos por completo, no me demore nada lo hice casi en tiempo récord, el por su parte como venía desde la ducha solo se sacó la polera que había alcanzado a ponerse, nunca había hecho esta pose por lo que no sabía muy bien como comenzar, el por su parte se recostó en la cama.

- Ven, siéntate acá – dijo mostrando su cara
- Ahí voy – dije

Sintiendo un poco de vergüenza hice lo que me pidió, una vez sentado en su cara me recosté sobre su cuerpo hasta tener su pene, en estado de semi erección en mi cara, el no hizo esperar más porque lamio mi trasero de la manera que tanto me gustaba, sin perder el tiempo hice lo mismo, pero con su pene, lo metí en mi boca, como aún no estaba duro por completo hice que me entrara por completo, pero a medida que mi boca fue haciendo su trabajo, metérmelo entero se hizo más difícil, el por su parte nunca dejo de jugar en mi entrada, hasta que en un momento determinado comenzó a hacerme oral, él nunca me lo había hecho, pero se sintió muy rico.

Esta acción hizo que me diera el impulso para hacer algo nuevo, comencé a mamarle el pene con más intensidad y masajear sus testículos con mi mano libre, poco a poco y aprovechando mi saliva comencé a acariciar su ano con mi dedo índice, él se tensó, pensé que le había molestado.

- Si quieres no sigo – dije sacándome su pene de mi boca
- No sigue, pero solo no seas tan brusco porque soy virgen de ahí – me dijo, esto último con un deje de humor en sus palabras.

Seguí lamiendo su pene y de vez en cuando sus testículos, me era difícil llegar hasta su trasero pero lo intente y pareció gustarle también, aprovechando la gran cantidad de saliva que tenía en mi boca, la use para lubricar su entrada y así meter un dedo dentro de el sin dejar de mamar su pene. El dejo escapar un pequeño quejido, por mi parte lo seguí haciendo con mucho cuidado. Con mi dedo dentro y sin dejarle de mamar, de un minuto a otro y sin previo aviso el comenzó a acabar, de una forma furiosa, retuve una cierta cantidad de su semen en mi boca, mientras que el resto se derramó sobre él. Jugué con su pene hasta que yació flácido, el por su parte metió sus dedos en mi trasero y siguiendo mí mismo ritmo, de lamidas, masturbación y mamadas me hizo acabar.

Me baje de arriba de él, donde nuestros cuerpos se habían unido estábamos bañados en sudor, él estaba sonrojado, pero se veía satisfecho.

- Amor, no sé que fue eso, pero se sintió muy rico – dijo – creo que vamos a necesitar otra ducha, pero primero quiero aprovechar de ensuciarnos un poco más.

No entendí sus palabras, pero se acomodó a mi lado besándome el cuello estimulándome, si bien habían pasado un par de minutos desde nuestros orgasmos, él ya estaba listo para una nueva ronda, la cual no me negaría a dársela, porque igual la quería.

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Ese fue el único altercado que empaño nuestra estadía en La Serena, los demás días sirvieron para conocer la ciudad, visitamos distintos sectores, su compañía me hacía bien, podíamos caminar juntos por la calle y como no conocíamos a nadie me daba igual lo que dijeran, aprendimos mucho de la convivencia del uno con el otro, sin duda serian unas vacaciones para el recuerdo, me hubieran gustado que fueran más días, dos semanas, un mes o incluso un año, porque de solo tenerlo a mi lado las mariposas en mi estómago se descontrolaban.

Pudimos explorar mucho más en el ámbito sexual y la promesa de él de no dejarme dormir por las noches, la cumplió un par de días, en los cuales nos dedicamos a tener maratones de sexo desenfrenado, que me dejaban tan exhausto que apenas podía abrir mis parpados cuando terminábamos.

Fue un viaje que a pesar de todo fue muy redondo, sin duda alguna no quería volver a Santiago, no quería volver y que tuviéramos que vernos cada ciertos días porque después de tenerlo para mí siempre, la distancia parecía algo muy malo.


Por sobre todas las cosas, esperaba que esta paz durará y que no se vinieran malos momentos, pero como todos saben no hay felicidad completa, y muy en el fondo sabía que tarde o temprano despertaría de este sueño, solo esperaba que me equivocara y no fuera solo un sueño sino una realidad, pero solo el tiempo se encargaría de decirme lo contrario.


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Hola a todos :)
He vuelto, espero no me hayan extrañado
nos leemos luego niños :)

Los quiero <3 

P.D: Quedo atento a cualquier comentario, desde ya digo que el siguiente capitulo me ha costado escribirlo, llevo un par de días en ese, pero me ha complicado un poco
Espero tenerlo listo el fin de semana u.u 

Capitulo I - Tentación

Capítulo 1 – Tentación Felipe Sebastián Claudio Tres nombres que trataba de evitar, tres personas que hacían querer desaparecer ...